Lawrence Block - Un paseo entre las tumbas

Здесь есть возможность читать онлайн «Lawrence Block - Un paseo entre las tumbas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un paseo entre las tumbas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un paseo entre las tumbas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

`Un millón de dolares en efectivo o matamos a tu mujer`. Los traficantes de drogas son presa fácil de la extorsión y, por razones obvias, no pueden acudir a la policía. Kenan Khoury recibió el mensaje, pero vaciló frente al precio del rescate: no volvió a ver a su mujer con vida. Ahora sólo piensa en vengar su muerte. Para ello contrata los servicios de Matt Scudder, un detective privado sin apenas trabajo y que sufre algún que otro problema con el alcohol. Con ayuda de dos genios de los ordenadores, un punk callejero y una amiga prostituta, Scudder busca a los asesinos en los bajos fondos de Brooklyn.

Un paseo entre las tumbas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un paseo entre las tumbas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Le conté el chiste de Peter sobre la diferencia entre un borracho y un yonqui. Los dos te robarían la cartera, pero el yonqui te ayudaría a buscarla.

– Sí -dijo asintiendo con la cabeza-. Eso lo dice todo.

17

Ocurrieron varias cosas en el transcurso de la semana siguiente.

Hice varios viajes a Sunset Park, dos de ellos solo, y el tercero en compañía de TJ. Un» tarde que no tenía nada que hacer, lo llamé por el busca y me devolvió la llamada casi de inmediato. Nos encontramos en la estación de Times Square y viajamos juntos hasta Brooklyn. Comimos en un restaurante, tomamos café con leche en el local cubano y paseamos un poco por los alrededores. Charlamos mucho, y aunque no me enteré de muchas cosas acerca de él, él averiguó muchas cosas de mí, suponiendo que me estuviera escuchando.

Mientras esperábamos el metro para volver al centro, dijo:

– Oye, no me tienes que pagar nada por hoy. Porque no hemos hecho nada.

– Tu tiempo tiene que tener algún valor.

– Si estoy trabajando, pero todo lo que he hecho no ha sido más que andar dando vueltas. Tío, lo he estado haciendo gratis toda mi vida.

Otra noche estaba a punto de salir de casa para dirigirme a una reunión cuando una llamada de Danny Boy me mandó corriendo a un restaurante italiano en Corona, donde tres patanes se habían convertido recientemente en grandes derrochadores. Parecía improbable, ya que Corona está en la parte norte de Queens, a años luz de Sunset Park, pero fui de todos modos y tomé agua San Pelegrino en el bar, mientras esperaba que tres tipos vestidos con trajes de seda entraran y empezaran a derrochar su dinero.

El televisor estaba encendido y, a las diez, el noticiario del Canal 5 incluía una toma de tres sujetos que acababan de ser detenidos por el reciente atraco a mano armada en un comercio de diamantes de la Calle 47.

El hombre que atendía el bar dijo:

– ¡Eh, fijaos! Esos idiotas han estado aquí las tres últimas noches, gastando el dinero como si quisiesen deshacerse de él lo más rápidamente posible. Yo tengo una especie de presentimiento en cuanto a su procedencia.

– La hicieron a la antigua -dijo el hombre que estaba a mi lado-. Robándolo.

Estaba sólo a unas pocas manzanas del Shea Stadium, pero aun así a cientos de kilómetros de los Mets, que habían perdido por poco contra los Cubs, esa tarde, en Wrigley. Los Yankees jugaban en casa contra los Indians. Caminé hasta el metro y volví a casa.

Otro día me llamó Drew Kaplan. Me dijo que Kelly y sus colegas de Homicidios de Brooklyn querían que Pam bajara a Washington e hiciera una visita al Centro Nacional Forense, donde los analistas de la sección de delitos violentos del FBI en Quantico la examinarían a fondo. Le pregunté cuándo iba.

– No va -dijo.

– ¿Se ha negado?

– Siguiendo las instrucciones de su abogado.

– No entiendo nada de eso -repliqué-. El departamento de relaciones públicas siempre estuvo donde los del FBI eran más fuertes, pero lo que he oído acerca de la división que traza el perfil de los asesinos en serie es sumamente impresionante. Me parece que tendría que ir.

– Pues es una lástima que no seas tú su abogado. Yo he sido contratado para proteger sus intereses, amigo. De todos modos, la montaña viene a Mahoma. Mandan a un tipo mañana.

– Hazme saber cómo le va -dije-, siempre que eso coincida con lo que tú consideras los mejores intereses de tu cliente.

Rió.

– No me fastidies, Matt. ¿Por qué tendría que arrastrarse ella hasta Washington DC? Que él venga a Nueva York.

Después del encuentro con el funcionario que trazaba los retratos robot, Kaplan volvió a llamar para decirme que la sesión no le había fascinado.

– El hombre me pareció un poco indiferente -dijo Drew-. Como si alguien que sólo ha matado a dos mujeres y tajado a una tercera, no justificara su tiempo. Supongo que cuantas más influencias reúne un asesino, más motivos le da para trabajar.

– Eso me gusta.

– Sí, pero sirve de poco consuelo a la gente que está en la otra punta del hilo. Es muy probable que prefieran que la policía atrape pronto al sujeto en lugar de dejarle ganar puntos tan interesantes para su base de datos. Le estaba diciendo a Kelly que han reunido una serie de datos sumamente sólidos de un fulano de la Costa Oeste. Están en condiciones de afirmar que de chico coleccionaba sellos; también han determinado qué edad tenía cuando se hizo el primer tatuaje. Pero todavía no han arrestado al hijo de puta. Por el momento, y según me dijo, los candidatos que tienen actualmente son cuarenta y dos, más otros cuatro probables.

– Ahora entiendo por qué Ray y su amigo parecen poco importantes.

– Pero tampoco le volvía loco la frecuencia. Dijo que los asesinos en serie manifiestan, en general, un nivel de actividad más alto. Eso significa que no esperan meses entre una víctima y otra. Dijo que o no habían dado con su ritmo todavía o no eran visitantes frecuentes de Nueva York y cometían el grueso de sus asesinatos en otra parte.

– No -dije-. Conocen la ciudad demasiado bien para que sea así.

– ¿Por qué dices eso?

– ¿Eh?

– ¿Cómo sabes lo bien que conocen la ciudad?

Porque habían mandado a los Khoury de acá para allá por todo Brooklyn. Pero no podía mencionar eso.

– Utilizaron dos cementerios suburbanos distintos como vertederos, además de Forest Park. ¿Has oído alguna vez que un forastero secuestre a una chica en Lexington Avenue y termine con ella en un cementerio de Queens?

– Cualquiera podría hacerlo -me contradijo-, si escogían a la chica equivocada. Déjame pensar qué más dijo. Dijo que probablemente tuvieran poco más de treinta años y que lo más seguro es que sufrieron abusos sexuales en la infancia. Aportó un montón de material, en general. Pero dijo una cosa que me estremeció.

– ¿Qué fue?

– Bueno, este tipo en particular ha estado con la división veinte años, casi desde que empezaron. Se va a retirar pronto y dice que está bastante contento.

– ¿Porque está agotado?

– Más que eso. Dijo que la frecuencia con la que ocurren estos incidentes ha estado aumentando estos años de una manera alarmante. Pero por la forma que está tomando la curva en el gráfico, creen que estos casos van a incrementarse de ahora hasta el fin de siglo. Asesinatos deportivos los llamó. Dice que esperan que sea la locura del tiempo libre de los noventa.

No lo hacían cuando fui por primera vez, pero ahora invitan habitualmente a las reuniones de Alcohólicos Anónimos a recién llegados con menos de noventa días de abstinencia para que se presenten y den su informe del día. En la mayor parte de las reuniones, cada una de estas presentaciones es recibida con aplausos. Aunque no en St. Paul, debido a un antiguo socio que concurrió todas las noches durante dos meses y que decía, antes de cada reunión: «Me llamo Kevin, soy alcohólico y tengo un día de retraso. Bebí anoche, pero hoy no he probado el alcohol». La gente se volvía loca aplaudiendo estas confesiones, hasta que al fin de la siguiente reunión votamos, después de un gran debate, eliminar por completo los aplausos. «Me llamo Al -diría alguien- y llevo once días.» «Hola, Al», nos limitamos a decirle ahora.

Era un miércoles cuando fui andando desde Brooklyn Heights hasta Bay Ridge y Kenen Khoury me pagó el dinero de mis gastos, y fue el martes siguiente en la reunión de las ocho y media cuando una voz conocida desde el fondo del salón dijo: «Me llamo Peter y soy alcohólico y drogadicto y tengo dos días a mi favor». «Hola, Peter», dijeron todos.

Había planeado saludarlo durante el descanso, pero me enganché en una conversación con la mujer que estaba sentada a mi lado, y cuando me volví a buscarlo, había desaparecido. Más tarde lo llamé desde el hotel, pero no contestó. Llamé a casa de su hermano.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un paseo entre las tumbas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un paseo entre las tumbas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un paseo entre las tumbas»

Обсуждение, отзывы о книге «Un paseo entre las tumbas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x