Carlos Fuentes - La Silla Del Águila

Здесь есть возможность читать онлайн «Carlos Fuentes - La Silla Del Águila» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Silla Del Águila: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Silla Del Águila»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el año 2020, en un México sin telecomunicaciones ni computadoras porque los norteamericanos (proveedores únicos) lo tienen castigado, se desata la lucha por la presidencia, es decir, por sentarse en la Silla del Águila y no abandonarla nunca. Aquí no hay lealtad que valga: por conseguir el poder, el padre es capaz de traicionar al hijo, la esposa al cónyuge, el secretario de Estado al Primer Mandatario. Y todo puede pasar: crímenes de viejos caciques, espionaje de supuestos allegados, maniobras tétricas, extorsión sexual? e incluso, que reaparezca en la escena política un fallido candidato presidencial al que todos creyeron asesinado años atrás. El triunfador, el Ungido, oculta un pasmoso secreto que será necesario preservar a toda costa.

La Silla Del Águila — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Silla Del Águila», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Te conviene -le dije a Tomás-, te conviene estar rodeado de pícaros, porque a los corruptos los dominas. El problema para ejercer el poder es el hombre puro que no hace más que ponerte piedras en el camino. En México sólo debe haber un hombre honrado, el Presidente, rodeado de muchos pillos tolerados y tolerables que a los seis años desaparecen del mapa político.

– Lo malo de ti -le dije a Tomás Moctezuma Moro- es que quieres que el mapa y la tierra coincidan. Mira lo que te recomiendo, tú vive tranquilo en el centro del mapa y deja que la tierra la cultiven los ejidatarios de la corrupción.

El Anciano suspiró y hasta sentí un temblor involuntario en su mano, que apresaba la mía con una fuerza increíble.

– No me hizo caso, Valdivia. Proclamó a diestra y siniestra sus intenciones redentoras. Dijo que así iba a obtener el máximo apoyo popular. Además, obraba por convicción, de eso no me cabe duda. Iba a acabar con la corrupción. Decía que era la manera más canalla de robarle a los pobres. Eso decía. Los rateros iban a la cárcel. Los humildes tendrían protección contra el abuso.

– Frénale, Tomás -le dije-. Te van a crucificar por andarte metiendo de redentor. No anuncies lo que vas a hacer. Hazlo cuando estés sentado en la Silla, como mi general Cárdenas. No destruyas al sistema. Eres parte de él. Bueno o malo, no tenemos otro. ¿Con qué lo vas a reemplazar? Esas cosas no se improvisan de la noche a la mañana. Confórmate con castigar ejemplarmente a unos cuantos chivos expiatorios al principio del sexenio. Da tu campanazo moral y descansa en paz… -no me hizo caso. Era un Mesías. Creía en lo que decía.

Me dejó asombrado. Se santiguó.

– ¿Quién lo mató, Valdivia? El reparto es tan enorme como el de la película Los Diez Mandamientos, ¿recuerda? Narcos. Caciques locales. Gobernadores. Presidentes municipales. Jueces venales. Policías degradantes. Banqueros temerosos de que Moro les arrebatara subvenciones oficiales a su incompetencia privada. Líderes sindicales temerosos de que Moro los sometiese al voto y censura de los agremiados.

Camioneros explotadores del abasto. Molineros explotadores del campesino productor de maíz. Maquilas resistentes a cumplir las leyes laborales. Rapamontes que convierten los bosques en desiertos. Neolatifundistas que acaparan el agua, la tierra, la semilla, los tractores, mientras los ejidatarios siguen usando el buey y el arado de madera.

¿Suspiró El Anciano o cotorreó el loro?

– La lista es infinita, le digo. Añada a los iluminados, los locos que quieren salvar al país matando presidentes. Añada además las teorías de la conspiración internacional. Los gringos siempre temerosos de que México se les salga del huacal porque a Moro no lo iban a manipular fácilmente. Los cubanos de siempre, los de Miami temerosos de que Moro ayudara a Castro, los de La Habana temerosos de que, apóstol de los derechos humanos, Moro le creara problemas a Castro. El cuento de nunca acabar…

Ahora me miró a los ojos.

– No he conocido un político que se haya hecho de tantos enemigos tan rápido. Era un estorbo para todos. Le advertí que tenía demasiados enemigos, que era un estorbo para todos, que corría peligro…

No me soltó la mano. Pero esos ojos ya no eran suyos. Eran los ojos de la noche, del murciélago, del calabozo.

– A Tomás Moctezuma Moro lo mandé matar yo. ¿Necesito explicarte por qué debes destruir esta cinta y por qué me urgía comunicarme contigo?

Te quiero, N

52

Nicolás Valdivia a Tácito de la Canal

Señor: Soy breve. Esta se la entregará el señor Jesús Ricardo Magón, persona de todas mis confianzas. No abundaré sobre asuntos que usted conoce de sobra y yo también. Simplemente, quiero advertirle que los documentos incriminatorios están en mi poder y bien salvaguardados.

Reconociendo su nunca desmentida inteligencia, comprenderá por qué no los hago públicos. La publicidad lo eliminaría a usted de cualquier aspiración política superior. Es decir, que su candidatura presidencial no prosperaría a la luz de tamaño escándalo. Esto lo sabía el señor Presidente Terán. Lo sabe su contrincante el exsecretario de Gobernación Bernal Herrera, a quien tengo el honor de sustituir en este despacho. Lo sabe doña María del Rosario Galván, a quien de manera tan poco caballerosa ha tratado usted pero que, siendo mujer de vasta inteligencia política, entiende que es mejor pedirle, señor De la Canal, que se retire de la vida pública a cambio del discreto silencio de quienes conocemos sus objetables manejos.

Los papeles permanecerán en sitio bien sellado por una sencilla razón. Incriminan a demasiadas personas. Banqueros, gestores y capitanes de empresa que le son más útiles al país fomentando el desarrollo que purgando penas en la cárcel de Almoloya. Al fin y al cabo, ¿qué fueron sus indiscreciones en el negociado de MEXEN sino eso, riachuelos de un caudaloso río de inversiones, subafluentes del indispensable capital y ahorro que el país necesita para avanzar?

Ponga dos cosas en la balanza. El progreso de México en un platillo. Su culpabilidad en el otro. ¿Qué pesa más? Me dirá que usted no es el único culpable. ¿Arrastraría por puro despecho a sus poderosos cómplices a la catástrofe? Mejor será que todos mantengamos la compostura y un discreto silencio sobre este asunto. Estimo que a usted le conviene tomarse una larga vacación. Una vacación perpetua, le recomendaría yo. Seguramente Acapulco es más apetecible que Almoloya. A sus compañeros de travesura no les diremos nada, ni usted ni yo. Vamos dejándolos en paz, ¿no le parece? Lo que yo haré es promover leyes de vigilancia sobre las operaciones de compañías públicas y privadas a fin de eliminar el fraude y la información privilegiada, asegurar el acceso a la contabilidad de las empresas y castigar severamente a los PDGs (perdone mi formación francesa: Présidents Directeurs Généraux ) que vendan acciones en alza semanas antes de que caigan en picada, a sabiendas de que quienes se aprovecharon de valores inflados se escabulleron a tiempo, como los lamentados Bushito y Cheney, y abandonaron a su suerte a los pequeños inversionistas, como esa señora doña Penélope Casas que trabajaba en su oficina, ¿se acuerda? Para muestra basta un botón…

Me propongo establecer una presunción de culpa jure et de jure para los piratas corporativos, que a ellos les tocará desmentir ante los tribunales. Le repito: voy a proteger al pequeño accionista defraudado porque careció de la información confidencial de los jefes de empresa y sus contadores. Pero voy a mirar hacia el futuro, no hacia el pasado. El castigo del pasado sólo demuestra incapacidad para administrar el presente o proyectar el futuro. No caeré en ese error. Pero su expediente sigue vivo, De la Canal, como crimen que puede ser indispensable sacar a luz, no para condenar el pasado, sino para apuntalar el futuro.

A partir de estos principios, queda advertido de que no iniciaré acción alguna contra usted ni contra sus co-conspiradores en el fraude. En cambio, si usted mueve las aguas para salvar, imprudentemente, su propio pellejo o para hundirse acompañado de sus cómplices o para tener la satisfacción masoquista de suicidarse con tal de que se mueran otros, en ese caso, señor De la Canal, todo el peso de la ley caerá sobre su desguarnecida cabeza.

Considérese pues, de aquí en adelante, bajo la espada de Damocles.

Quedo de usted atento y seguro servidor.

Nicolás Valdivia

Subsecretario de Gobernación

Encargado del Despacho

53

Tácito de la Canal a Andino Almazán

Señor secretario y fino amigo, acudo a usted desde la sima del precipicio al que me han arrojado mis enemigos políticos. Así es. Unos ganan y otros pierden. Pero la política da muchas vueltas. Quizá mi desgracia actual y el bajo perfil que debo mantener sean la mejor máscara para volver a actuar sorpresivamente.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Silla Del Águila»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Silla Del Águila» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Carlos Fuentes - Chac Mool
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - En Esto Creo
Carlos Fuentes
Carlos Castaneda - El Don Del Águila
Carlos Castaneda
Carlos Fuentes - Vlad
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Hydra Head
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Christopher Unborn
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Instynkt pięknej Inez
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - La cabeza de la hidra
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - La Frontera De Cristal
Carlos Fuentes
Отзывы о книге «La Silla Del Águila»

Обсуждение, отзывы о книге «La Silla Del Águila» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x