Carlos Fuentes - La Silla Del Águila

Здесь есть возможность читать онлайн «Carlos Fuentes - La Silla Del Águila» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Silla Del Águila: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Silla Del Águila»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el año 2020, en un México sin telecomunicaciones ni computadoras porque los norteamericanos (proveedores únicos) lo tienen castigado, se desata la lucha por la presidencia, es decir, por sentarse en la Silla del Águila y no abandonarla nunca. Aquí no hay lealtad que valga: por conseguir el poder, el padre es capaz de traicionar al hijo, la esposa al cónyuge, el secretario de Estado al Primer Mandatario. Y todo puede pasar: crímenes de viejos caciques, espionaje de supuestos allegados, maniobras tétricas, extorsión sexual? e incluso, que reaparezca en la escena política un fallido candidato presidencial al que todos creyeron asesinado años atrás. El triunfador, el Ungido, oculta un pasmoso secreto que será necesario preservar a toda costa.

La Silla Del Águila — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Silla Del Águila», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– La Constitución es clara -me dice Herrera el de Gobernación-. En caso de ausencia en los últimos cuatros años -sería el caso ahora- el Congreso nombra Presidente Sustituto que termina el periodo y convoca a elecciones. Es la ley y más clara ni el agua.

– Se puede cambiar la Constitución y tener un vicepresidente -me comenta Tácito de la Canal-. Pero eso requeriría el voto de las dos terceras partes de los congresistas presentes y la aprobación de la mayoría de las legislaturas de los Estados. ¿Cuánto tiempo cree que tome eso?

Se rasca la calva y se contesta a sí mismo.

– Uno, dos, tres años. Es irrelevante para la situación actual.

– ¿Por qué no tienen ustedes un vicepresidente como nosotros -me pregunta el embajador de los EEUU, Cotton Madison-. Ya ve, matan a Kennedy, asume Johnson; renuncia Nixon, asciende Ford. Ningún problema.

Trato de explicarle que durante el siglo XIX, cuando tuvimos vicepresidentes, estos prohombres se dedicaron a minar y derrocar al Presidente en turno, empezando con la sublevación de Nicolás Bravo contra Guadalupe Victoria en 1827. Y Santa Anna, "el caudillo inmortal de Cempoalá” según nuestro Himno Nacional, le dio un golpe a su propio vicepresidente, Valentín Gómez Farías, aunque el "Quinceuñas" (el cojo Santa Anna, Paulina) fue capaz de darse golpes de Estado a sí mismo, como su siniestro émulo bolivariano Hugo Chávez hace veinte años.

Podría hacer una lista de lavandería de vicepresidentes desleales. Anastasio Bustamante contra Vicente Guerrero, y aun de generales que prefirieron asaltar el poder que defender al país contra un invasor extranjero, como sucedió con el traidor Paredes Arrillaga en la guerra con los americanos. Es una historia deprimente, pero más vale tomarla en cuenta, mi discreta amiga, para tener todas las cartas en la mano y que no nos vayan a coger durmiendo la siesta, como los gringos al propio Santa Anna en la batalla de San Jacinto, que nos costó la pérdida de Texas.

Faltaría, te digo, conocer el parecer de los caciques Cabezas en Sonora, Delgado en Baja California, Maldonado en San Luis y el temible Vidales en Tabasco. Te van a contar mentiras.

Sonora: -Nuestro problema es crear maquiladoras, no intrigas -te dirá Cabezas.

Baja California: -Bastante problema son las aguas del Río Colorado y las actividades del narco en Tijuana -te dirá Delgado.

San Luis Potosí: -Aquí sólo nos preocupa proteger la inversión extranjera -te dirá Maldonado.

Tabasco: -Aquí sólo mis chicharrones truenan -te dirá Vidales.

Te dirán, te dirán, te dirán… Mentiras nada más. Pero no tratarán (perdón) de seducirte. Las mentiras vamos a interpretarlas al revés para saber la verdad. La seducción no tendrá lugar, primero porque, por decirlo de alguna manera, inspiras más respeto que la Corregidora doña Josefa Ortiz de Domínguez, heroína de la Independencia, y segundo (te lo repito) porque eres de Hidalgo y ese estado no aparece en el radar político de México.

Tenme al tanto, querida y respetada amiga.

44

Nicolás Valdivia a María del Rosario Galván

Vuelvo porque usted me lo pide. Vuelvo a Veracruz. Vuelvo a la plaza central del puerto. Vuelvo a los portales. Vuelvo al Café de la Parroquia. Vuelvo a encontrar al Anciano.

Es el famoso déjá-vu . El perico sobre el hombro del Viejo. El Viejo, esta vez, sin la corbata de moño. Viste guayabera. La autoriza el calor pegajoso, húmedo, sofocante, bajo un paraguas de nubes negras que presagian una tormenta que no estalla para limpiar la sórdida melancolía del trópico. Pero el Viejo sigue allí, con el vaso de café enfrente y las fichas de dominó dibujando un asimétrico escudo de marfil sobre la mesa.

Creo que duerme la siesta. Me equivoco. Apenas me paro frente a él, abre un ojo. Un solo ojeroso ojo. El otro sigue cerrado. El perico grita o dice o lo que hagan los pericos,

¡SUFRAGIO EFECTIVO! ¡NO REELECCIÓN!

El Anciano abre el otro ojo y me mira sombríamente. No oculta la manera de mirarme. No quiere ocultarla. Quiere que yo sepa que él sabe. Quiere que sepa que sabe que ya no soy el principiante que vino a verlo en enero. Quiere que sepa que sabe que soy el subsecretario encargado del despacho de Gobernación, por renuncia del titular, Bernal Herrera, precandidato a la Presidencia. Quiere que sepa que sabe que yo soy ahora el jefe de la política interior del país.

Y sin embargo, vuelvo a encontrarme con un personaje que actúa como si nada hubiese ocurrido en México desde 1950. Actúa, habla, como si viviésemos en el pasado. Como si las fogatas de la Revolución no terminaran de apagarse. Como si Pancho Villa aún no se bajase del caballo. Como si todos los generales no anduviesen en Cadillac. Como si (como se decía hace medio siglo) la Revolución Mexicana no hubiese desembocado en las Lomas de Chapultepec.

Y sin embargo (cuántos cependants no le cuelgo de sus hermosos lóbulos, mi sagaz y agreste dama) no tardo en darme cuenta de que El Anciano reconoce la presencia de mi juventud política -secretario de Gobernación a los treinta y cinco años de edad- pero quiere advertirme con gatopardismo jarocho que plus ca change, plus c'est la méme chose , que no me haga ilusiones sobre cambios radicales, transformaciones modernizadoras, etc. Que hay un sustrato permanente, una roca madre, no sólo de la política mexicana, sino de la política tout court .

Tiens, que por algún motivo (¿alianza francófona secreta con usted, evocación del mundo compartido de nuestros estudios, empleo de una lengua en desuso que permite comunicaciones crípticas?) utilizo locuciones francesas que no podrían estar más alejadas del profundo arraigo local de El Anciano del Portal.

– ¿De manera que en esto va a terminar la tan cacareada transición democrática de México? -me dice sin mover un músculo de su famosa cara de momia.

– ¿En qué, señor Presidente?

Ah -la sonrisa se le quiebra como una máscara de arena-. Se me olvidaba que usted es de formación gabacha. ¡Señor Presidente! "¡Monsiú le Presidan”.

Hace una pausa para sorber el café.

– Pues figúrese que a veces, para no dejar de educarme ya que la educación -dicen- es algo que nunca termina, yo me junto a jugar dominó aquí en la plaza con intelectuales mexicanos de formación germana. Aquí viene a verme don Cherna Pérez Gay, por ejemplo. Yo nomás le digo:

– Hábleme en alemán, aunque no entienda ni sopes. Me gusta el sonsonete gutural. Tiene un saborcito autoritario. Además, me hace sentirme filosófico.

Pues la última vez que Pérez Gay estuvo aquí, dijo lo siguiente:

– Cuando la Constitución de Weimar abrió la puerta a la democracia en Alemania, por primera vez, en 1919, después de siglos de autoritarismo, los alemanes se detuvieron en el umbral, con los ojos pelones, como campesinos invitados a un palacio…

No crea usted, señora, que hubo mimetismo alguno en las palabras de El Anciano. Mantuvo su sombría y penetrante, ojerosa mirada.

– Pues permítame decirle que lo mismo nos ha pasado en México. Hemos vivido con los ojos pelones, sin saber qué hacer con la democracia. De los aztecas al PRI, con esa pelota nunca hemos jugado aquí.

– Antes, quiero decir en sus tiempos, ¿se hacían mejor las cosas?

– Se le daba tranquilidad a la gente. Había reglas conocidas por todos. Todo era previsible. Se le evitaba al pueblo la congoja de tomar decisiones propias e inciertas. Yo inventé la institución del "sobre lacrado", por ejemplo. Bastaba que un gobernador, un diputado, un presidente municipal, recibiera el sobre lacrado con instrucciones firmadas por mí, para que se hiciera lo que yo decía.

Se detuvo y pareció prepararse como un corsario que asalta el galeón de Indias cargado de oro español.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Silla Del Águila»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Silla Del Águila» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Carlos Fuentes - Chac Mool
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - En Esto Creo
Carlos Fuentes
Carlos Castaneda - El Don Del Águila
Carlos Castaneda
Carlos Fuentes - Vlad
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Hydra Head
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Christopher Unborn
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - Instynkt pięknej Inez
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - La cabeza de la hidra
Carlos Fuentes
Carlos Fuentes - La Frontera De Cristal
Carlos Fuentes
Отзывы о книге «La Silla Del Águila»

Обсуждение, отзывы о книге «La Silla Del Águila» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x