Cecilia Ahern - Posdata - Te Amo

Здесь есть возможность читать онлайн «Cecilia Ahern - Posdata - Te Amo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Posdata: Te Amo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Posdata: Te Amo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hay personas que esperan toda la vida para encontrar a su alma gemela, pero este no es el caso de Holly y Gerry. Novios desde el instituto, se sentían como si siempre hubiesen estado juntos. Podían acabar las frases del otro, e incluso cuando discutían?como sobre quién debía salir de la cama para apagar la luz cada noche? lo hacían riendo. Holly no sabía qué sería de ella sin Gerry. Nadie lo sabía. Y así fue como comenzó ` La Lista `? como una broma. En previsión de que pudiera sucederle algo malo, Gerry dejaría a Holly una lista de cosas que hacer para salir adelante día tras día.
De pronto, la joven pareja se enfrenta a lo inimaginable: Gerry contrae una enfermedad fatal y fallece. Tres meses después de su muerte, Holly sale de su casa para recoger un misterioso paquete que ha recibido su madre para ella. Cuando lo abre se encuentra con que Gerry ha cumplido su palabra. Le ha dejado ` La Lista `, una serie de cartas con instrucciones para cada mes. Todas van firmadas con `PD: Te amo`.
Rodeada de amigas de lengua afilada y con una familia que la ama y la sobreprotege hasta volverla loca, Holly Kennedy es una heroína de nuestro tiempo: titubea, trastabilla, llora y bromea mientras se abre camino hacia la independencia, hacia una nueva vida de aventura, satisfacción profesional, amor y amistad.

Posdata: Te Amo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Posdata: Te Amo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El adolescente miró alrededor, avergonzado. Al igual que él antes, Holly resopló y miró hacia otro lado.

– ¿Algo más? -preguntó el quiosquero con sarcasmo.

– No, gracias, esto es todo -dijo Holly, apretando los dientes. Pagó en efectivo y se las vio y deseó para meter todo el cambio en el monedero.

– Siguiente -dijo el quiosquero, señalando con el mentón al cliente que iba detrás de Holly.

– Hola, quisiera un paquete de Benson y…

– Disculpe -le interrumpió Holly-. ¿Podría darme una bolsa, por favor? -pidió eduéadamente, mirando el enorme montón de comestibles que había encima del mostrador.

– Espere un momento -respondió el quiosquero con acritud-. Antes atenderé a este caballero. Diga, señor, ¿cigarrillos, pues?

– Sí, por favor-respondió el cliente mirando a Holly con aire de disculpa. -Bien -dijo el quiosquero- ¿Qué me pedía?

– Una bolsa. -Holly apretó la mandíbula. -Son veinte céntimos, por favor.

Holly suspiró ostensiblemente y volvió a abrir el bolso para buscar el monedero. Otra vez se formó una cola a sus espaldas.

– Mark, vuelve a abrir la caja, ¿quieres? -pidió el quiosquero insidioso. Holly sacó la moneda del monedero, la puso en el mostrador dando un golpe y comenzó a llenar la bolsa con sus compras.

– Siguiente -dijo el quiosquero, mirando por encima del hombro de Holly. Ésta sintió que la presionaban para que se apartara y terminó de llenar la bolsa precipitadamente.

– Aguardaré a que la señora haya terminado -decidió el cliente muy cortés. Holly le sonrió agradecida y se volvió para salir de la tienda. Se dirigió hacia la puerta refunfuñando para sí misma hasta que Mark, el chico de la segunda caja, la asustó al gritarle:

– ¡Eh, te conozco! ¡Eres la chica de la tele!

Sorprendida, Holly se volvió y el asa de plástico se rompió por el peso de los periódicos. Todo el contenido de la bolsa se desparramó por el suelo; las chocolatinas, los caramelos y las patatas salieron despedidos en todas direcciones.

El cliente simpático se arrodilló para ayudarla a recoger sus pertenencias, mientras el resto de los presentes observaba, divertidos y se preguntaban quién era la chica de la tele.

– Eres tú, ¿verdad? -El chaval rió. Holly le sonrió débilmente desde el suelo. -¡Lo sabía! -Dio una palmada, entusiasmado-. ¡Eres increíble!

Sí, Holly se sentía realmente increíble de rodillas en el suelo de una tienda recogiendo tabletas de chocolate. Se sonrojó y carraspeó nerviosamente. Luego dijo:

– Perdone… ¿podría darme otra bolsa, por favor?

– Sí, cuesta…

– Ahí tiene -le interrumpió el cliente simpático, dejando una moneda de veinte céntimos sobre el mostrador. El quiosquero se mostró perplejo y continuó atendiendo a los demás clientes.

– Me llamo Rob -dijo el hombre, ayudándola a meter la compra otra vez en la bolsa, y le tendió la mano.

– Y yo Holly -contestó ella, estrechándole la mano, un tanto violenta por su exceso de simpatía-. Y soy adicta al chocolate.

Rob se echó a reír.

– Gracias por ayudarme erijo Holly, poniéndose de pie.

– De nada.

Rob le abrió la puerta. Era atractivo, pensó Holly, pocos años mayor que ella y con un color de ojos rarísimo, una especie de gris verdoso. Holly entornó los ojos y lo miró con más detenimiento.

Rob carraspeó.

Holly se ruborizó al darse cuenta de que había estado observándolo como una tonta. Fue hasta su coche y dejó la voluminosa bolsa en el asiento trasero. Rob acudió a su encuentro. A Holly el corazón le dio un brinco.

– Hola de nuevo -saludó Rob-. Verás, me preguntaba si… te gustaría ir a tomar una copa. -Se echó a reír, mirando su reloj-. En realidad es un poco temprano para eso, pero ¿qué me dices de un café?

Parecía muy seguro de sí mismo y se apoyó con total desenfado en el coche contiguo al de Holly. Llevaba las manos en los bolsillos con los pulgares por fuera y aquellos extraños ojos no dejaban de mirarla. Sin embargo, Holly no se sentía incómoda. En realidad se comportaba con mucha serenidad, como si invitar a una desconocida a tomar café fuese la cosa más natural del mundo. ¿Era eso lo que la gente hacía en la actualidad?

– Bueno, yo… -musitó Holly, vacilante. ¿Qué mal podía hacerle tomar un café con un hombre que había sido tan cortés con ella? El hecho de que fuera guapísimo también ayudaba, claro, pero al margen de eso, lo cierto era que Holly ansiaba un poco de compañía y aquel hombre parecía una buena persona con quien conversar. Sharon y Denise estaban trabajando y ella no podía seguir llamando a su madre continuamente, ya que Elizabeth también tenía cosas que hacer. Realmente necesitaba empezar a conocer gente nueva. Gerry había conocido a muchos de sus amigos comunes en el trabajo y en otras actividades sociales, pero una vez que él había fallecido, la mayoría de ellos había dejado de frecuentar su casa. Al menos ahora sabía quiénes eran sus verdaderos amigos.

Estaba a punto de aceptar la invitación de Rob cuando éste reparó en el anillo de casada de Holly y su sonrisa se desvaneció.

– Oh, perdona, ni me había dado cuenta…

Rob se apartó de ella con torpeza, como si Holly tuviera una enfermedad contagiosa.

– De todos modos tengo prisa. -Sonrió con nerviosismo y se alejó calle abajo.

Holly se quedó mirándolo, atónita. ¿Había dicho algo inoportuno? ¿Había tardado demasiado en decidirse? ¿Había roto una de las reglas tácitas de este nuevo juego para conocer personas? Bajó la mirada a la mano que había provocado la huida de Rob y la alianza le contestó con un destello. Suspiró y se frotó la cara con gesto cansino.

En aquel momento el adolescente de la tienda pasó junto a ella con una pandilla de amigos y un cigarrillo en los labios y le soltó un resoplido. Holly no podía ganar.

Cerró el coche dando un portazo y miró alrededor. No estaba de humor para ir a casa. Se había hartado de mirar las paredes todo el día y de hablar consigo misma. Sólo eran las diez de la mañana y el sol brillante templaba el aire. Al otro lado de la calle, en Greasy Spoon, la cafetería del barrio, estaban montando la terraza. El estómago le tembló. Un buen desayuno irlandés era exactamente lo que necesitaba. Sacó las gafas de sol de la guantera, cogió los periódicos con ambas manos y cruzó la calle parsimoniosamente. Una señora rolliza estaba limpiando las mesas. Llevaba el pelo recogido en un moño grande y un impecable delantal a cuadros rojos y blancos cubría el estampado de flores de su vestido. Holly tuvo la impresión de entrar en una cocina campestre.

– Hacía tiempo que estas mesas no veían el sol -dijo la camarera alegremente cuando vio llegar a Holly.

– Sí, hace un día precioso -convino Holly, y ambas alzaron la mirada hacia el cielo azul. Resultaba curioso constatar hasta qué punto en Irlanda el buen tiempo se convertía siempre en el tema de conversación del día. Era tan infrecuente que, cuando por fin llegaba, todo el mundo lo vivía como una bendición.

– ¿Quieres sentarte aquí fuera, guapa?

– Pues sí, así lo aprovecharé al máximo. Dudo mucho que dure más de una hora. -Holly sonrió y tomó asiento.

– Deberías ser más positiva, chica -le aconsejó la camarera mientras acababa su tarea-. Ya está, ahora te traigo el menú -dijo, y se volvió para dirigirse al café.

– No, no hace falta-la avisó Holly, levantando la voz-. Ya sé qué quiero. Tomaré el desayuno irlandés.

– Muy bien, guapa. -La camarera sonrió y pareció sorprenderse al ver el montón de diarios encima de la mesa-. ¿Estás pensando en abrir tu propio quiosco? -preguntó, y chasqueó la lengua.

Holly bajó la vista y rió al ver el Arab Leader encima de la pila. Había cogido todos y cada uno de los periódicos sin fijarse en cuáles eran. Dudaba mucho que el Arab Leader publicara algún artículo sobre el documental.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Posdata: Te Amo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Posdata: Te Amo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Posdata: Te Amo»

Обсуждение, отзывы о книге «Posdata: Te Amo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x