Anne Rice - Un Grito Al Cielo

Здесь есть возможность читать онлайн «Anne Rice - Un Grito Al Cielo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Grito Al Cielo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Grito Al Cielo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En plena pubertad, a punto ya de ser un hombre, Tonio Treschi fue drogado y raptado con la complicidad de su familia y castrado cruelmente para que no perdiera la voz…
Guido Maffeo, cuando apenas era un niño -demasiado joven para protestar o para huir-había sido vendido a los maestros de canto y «operado» también con fines artísticos.
Los dos eran castrati: sopranos masculinos cuya voz increíble causaba la admiración de Europa. Vivían como auténticos ídolos, deseados y cortejados lo mismo por hombres que por mujeres. Pero también sufrían el rechazo de muchos, que los miraban como si fuesen monstruos de feria. Tonio Treschi no olvidaba nunca la violencia que se había ejercido sobre su cuerpo. Y su pensamiento permanente era cómo vengarse…
«Fascinante y llena de colorido… Un grito al cielo es una historia de oscuros secretos familiares, de odio edípico y venganza, de complejas intrigas y violencia cotidiana, en la cual, como en la ópera, un personaje se vuelve loco, otro se oculta tras un disfraz y un tercero es víctima de un secuestro… Una mirada absorbente y deslumbrante a un mundo muy poco conocido». The Washington Post
«Sometidos a la «operación» más desconsiderada de todas, ¿quién hubiera adivinado que los castrati venecianos tenían una vida sexual tan variada y versátil?». The Guardian
«Un grito al cielo, como Entrevista con el vampiro, es una novela osada y erótica, atravesada por la lujuria, la tensión sexual y la música. Aquí la pasión lo es todo, el deseo es abrumador y los géneros quedan abolidos. Encontramos amantes gozosos y amantes separados, relaciones de primos con primos y de sobrinos con tías, eunucos convertidos en favoritos de cardenales, mujeres disfrazadas con ropa masculina, hombres luciendo sedas y rouge… La música lo inunda todo…» The New York Times Book Review
«La exubérante narración de Anne Rice -alternativamente tórrida y apasionada- sería un espléndido libreto». The New Yorker

Un Grito Al Cielo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Grito Al Cielo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Debería haberme fugado a la Ópera -murmuró él.

Ella se inclinó hacia delante, las rubias cejas fruncidas en profundo desconcierto, y cuando comprendió que no repetiría lo que había dicho, lo besó en los labios.

– Acondicionaremos la villa que te mostré hace un mes y ésa será nuestra casa. Volveremos a ella cuando nos cansemos de andar por el extranjero, Italia vibrará a nuestro alrededor. ¿Tanto te cuesta imaginártelo? Guido escribirá sonatas por las noches, y Paolo crecerá y será un gran cantante. Debutará en Roma.

»Permaneceremos juntos ocurra lo que ocurra, nos tendremos como apoyo, formaremos una gran familia, un clan. Lo he soñado miles de veces -afirmó ella-. Y si la vida ha hecho que se cumplieran mis sueños de niña trayéndote hasta mí, esto también puede hacerse realidad.

»¿Qué le dijiste a Paolo cuando te lo llevaste de Nápoles? -Christina hizo una pausa y lo miró fijamente-. El propio Paolo me lo ha contado: le dijiste que todo puede ocurrir, que todo es posible, incluso cuando menos lo esperas. Su vida es ahora un cuento de hadas en el que hay palacios, riquezas y la música nunca cesa. Tonio, todo es posible, todo puede ocurrir, tú mismo lo dijiste.

– Inocencia -dijo Tonio.

Se inclinó y la besó. Le acarició el rostro, maravillado una vez más por aquella pelusa inconcebiblemente suave y casi invisible que le cubría las mejillas, y le tocó el labio con la punta del dedo. Nunca estaría más hermosa que entonces.

– No, inocencia no -protestó ella-. Tonio, es nuestra elección.

– Escúchame, preciosa -le espetó casi enfadado, con un tono de voz algo más dura de lo que deseaba-, nos queremos profundamente, pero tú nunca has conocido el amor de los hombres, no conoces su fuerza, sus necesidades, su ardor. Hablas de las catedrales del norte, de piedra y vitrales, de diferentes clases de belleza. Pues bien, con los hombres sucede lo mismo, es una forma de amar diferente. Con el tiempo advertirás que la vida encierra secretos para ti en los actos más insignificantes, secretos que otros dan por sentado, como la fuerza propia de un hombre. ¿No ves, en definitiva, que eso es de lo que nos han privado a ambos, que eso es lo que me quitaron a mí?

»¿Cómo crees que me siento al saber que no puedo darte lo que cualquier bracero podría darte, el milagro de la vida dentro de ti, un niño en el que se fundiera todo nuestro amor? Y por más que protestes y ahora jures que me quieres, ¿cómo sabes que no llegará un día en que veas exactamente lo que soy?

Se dio cuenta de que la estaba asustando. La sujetaba por los hombros, que se le antojaron frágiles y exquisitos. Le temblaban los labios, y las lágrimas que acudían a sus ojos los hacían brillar casi incandescentes.

– No sabes lo que eres -objetó ella-. De otro modo, no me hablarías así.

– No estoy hablando de respetabilidad -replicó él-. Te creo cuando dices que no te importa el matrimonio, que no te importa que hablen de ti y te critiquen por amar a un cantante eunuco. Me has convencido de que tienes valor suficiente para vivir de espaldas a la sociedad, pero no sabes qué se siente al abrazar a un hombre, ¿y crees que podré soportar la mirada de tus ojos cuando te hayas cansado de mí y estés ya dispuesta a amar a otro?

– ¿Qué tiene de malo buscar en ti una dulzura insólita en los hombres? -dijo ella-. ¿Tan extraño te parece que prefiera tu fuego a otro fuego que pueda consumirme? ¿No ves cómo sería nuestra vida juntos? ¿Por qué habría de querer lo que cualquiera puede darme si te tengo a ti? Después de ti, ¿qué importancia tendría lo demás? ¿Cuál sería su valor? Tú eres Tonio Treschi, posees el talento y la grandeza que otros luchan en vano por conseguir. Oh, me enojas, me provocas para que te hiera porque no me crees. Y tampoco crees en un futuro juntos. Tomas esta decisión por los dos y yo nunca podré perdonártelo. ¿Comprendes? Te has entregado a mí tan poco tiempo… ¡Nunca te lo perdonaré!

Christina estaba inclinada sobre él, sus pechos desnudos tras un velo de cabello rubio, las manos cubriéndole el rostro. Sus sollozos eran cortos y ahogados y su cuerpo se convulsionaba. Tonio quiso acariciarla, consolarla, suplicarle que dejase de llorar, pero se sentía demasiado enojado, demasiado desgraciado.

– Eres despiadada -le dijo de repente. Y cuando ella lo miró, con la cara surcada de lágrimas e hinchada, él añadió-: Eres despiadada con el chico que fui y con el hombre que pude haber sido. Eres despiadada porque no ves que cada vez que te tomo entre mis brazos sé cómo hubiera sido si…

Ella le puso una mano sobre los labios. Él la miró perplejo y le apartó la mano.

– No. -Christina sacudió la cabeza y añadió-: Nunca nos hubiéramos conocido. Y te juro por lo más sagrado que tus enemigos son mis enemigos y quien te hace daño me lo hace a mí también, pero tú no sólo hablas de venganza. ¡Hablas de muerte! Guido lo sabe, yo lo sé. ¿Y por qué? Porque él debe saberlo, ¿no es cierto? Debe saber que eres tú quien va a matarlo por lo que te hizo. ¡Debe saber que vas a ser tú quien lo haga!

– Exacto -dijo Tonio en voz baja-. Exacto. Lo has explicado mejor y de una manera más simple que yo.

Mucho después de creerla dormida, secas ya las lágrimas, sus piernas calientes y húmedas entrelazadas con las suyas, la apoyó con suavidad en la almohada y salió al estudio. Se sentó junto a la ventana y admiró la gran extensión de diminutas estrellas. Las nubes de lluvia se habían alejado con un viento veloz, y la ciudad brillaba, limpia y hermosa bajo un creciente de luna. Miles de luces diminutas centelleaban en los balcones y ventanas, por las rendijas de los postigos rotos, en todas las callejuelas que se abrían a sus pies bajo los tejados relucientes.

Se preguntó si con el paso de los años Christina llegaría a comprender. Si en aquel momento retrocedía, estaría perdido para siempre, y ¿cómo viviría con aquella debilidad, con aquel espantoso fracaso de haber dejado que Carlo le arrancara y destruyera su vida y siguiera adelante forjándose una existencia a su medida?

Vio su casa de Venecia. Vio a una esposa espectral a quien nunca había conocido, vio una legión de hijos no nacidos. Vio las luces bañando el canal y el palazzo brillar y desvanecerse fundiéndose lentamente en las aguas. ¿Por qué me hicieron esto? Sintió deseos de decirlo a gritos, y entonces la sintió junto a él, a su lado.

Había apoyado la cabeza contra su costado. Tonio contempló sus ojos. Su vida carecía de sentido. Debía haber cometido alguna acción terrible o aquello no le hubiese ocurrido. No a Tonio Treschi, que había nacido con tan grandes augurios.

Pensamientos descabellados.

El horror del mundo estribaba en que millares de males caían sobre personas inocentes y nadie era castigado, y junto a la gran promesa no había sino dolor y deseo. Niños mutilados para formar un coro de serafines; su canto era un grito al cielo que el cielo no escuchaba.

Y él, una pieza más en aquel cruel juego, por el azar glorioso que le aguardaba en las callejuelas de Venecia. Había cantado con todo su corazón en las noches de invierno bajo estrellas como aquéllas.

¿Y si fuera posible lo que ella decía? La miró en la oscuridad, la pequeña curva de su cabeza, sus hombros desnudos por encima de la colcha que le cubría los pechos, y cuando alzó los ojos hacia él, Tonio vio el blanco inmaculado de su frente y la extraña configuración de su rostro.

¿Y si fuera posible que de alguna forma, en el margen centelleante del mundo, pudieran vivir y amarse y mandar al infierno todo aquello que les había sido dado a los demás?

– Te quiero -dijo Tonio. Y casi me has hecho creerlo, pensó. ¿Cómo podría dejarla? ¿Cómo podría dejar a Guido? ¿Cómo podría despedirse de sí mismo?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Grito Al Cielo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Grito Al Cielo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un Grito Al Cielo»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Grito Al Cielo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x