Colleen McCullough - El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)

Здесь есть возможность читать онлайн «Colleen McCullough - El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino): краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En la Australia casi salvaje de los primeros años delsiglo XX, se desarrolla una trama de pasión ytragedia que afecta a tres generaciones. Una historia de amor ¿la que viven Maggie y el sacerdote Ralph de Bricassart? que se convierte en renuncia, dolor y sufrimiento, y que marca el altoprecio de la ambición y de las convenciones sociales. Una novela que supuso un verdadero fenómeno y que ha alcanzado la categoría de los clásicos.

El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino) — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Él meneó la cabeza.

– Escuche: tienen que pasar muchos años antes de que uno esté preparado para la ordenación. Es el cuidadoso desarrollo de un estado mental lo que hace que el vaso se abra para Dios. ¡Es algo ganadol Que se gana todos los días. ¿No comprende cuál es el objeto de los votos? Que las cosas terrenas no se interpongan entre el sacerdote y su estado mental; ni el amor a una mujer, ni el amor al dinero, ni la resistencia a obedecer los dictados de otros hombres. La pobreza no es nueva para mí, porque no procedo de familia rica. Acepto la castidad, y no me resulta difícil mantenerla. Para mí, la obediencia es lo más difícil. Pero obedezco, porque, si me considero más importante que mi función como receptáculo de Dios, estoy perdido. Obedezco. Y, si no hay más remedio, estoy dispuesto a soportar Gillanbone como una sentencia a cadena perpetua.

– Entonces, es usted tonto -dijo ella-. También yo creo que hay cosas más importantes que los amantes, pero ser un receptáculo de Dios no es una de ellas. Es raro. No me había dado cuenta de que creía usted tan ardientemente en Dios. Pensaba que tal vez tenía dudas.

– Y las tengo. ¿Qué hombre que piense no las tiene? Por esto a veces estoy vacío. -Miró a lo lejos, a algo que ella no podía ver-. Creo que renunciaría a todas mis ambiciones, a todos mis deseos, por una posibilidad de ser un sacerdote perfecto.

– La perfección, en lo que sea -dijo ella-, es terriblemente aburrida. Yo prefiero un matiz de imperfección.

Él se rió, mirándola con una admiración teñida de envidia. Era una mujer notable.

Llevaba treinta y tres años de viuda, y su único hijo, un varón, había muerto en la infancia. Debido a su peculiar posición en la comunidad de Gillanbone había rechazado todas las insinuaciones de los más ambiciosos varones del círculo de sus amistades; como viuda de Michael Carson, era una reina indiscutible, pero, como esposa de cualquiera, habría tenido que pasar a este cualquiera la administración de todo lo que poseía. Y Mary Carson no estaba dispuesta a representar un segundo papel. Por consiguiente, había renunciado a la carne, prefiriendo el poder; en cuanto a tener un amante, habría sido inconcebible, a que Gillanbone era tan sensible a los chismes como un alambre a una corriente eléctrica. Mostrarse humana y débil, no era precisamente su obsesión.

Pero ahora era lo bastante vieja para estar oficialmente al margen de los impulsos del cuerpo. Si el nuevo y joven sacerdote se mostraba asiduo en sus deberes con respecto a ella, y si ella le recompensaba con pequeños regalos, tales como un coche, esto no era ninguna incongruencia. Firme pilar de la Iglesia durante toda su vida, Mary Carson había ayudado a la parroquia y a su jefe espiritual como era debido, incluso cuando el padre Kelly hipaba durante la misa. Y no era la única que se sentía piadosamente inclinada en favor del sucesor del padre Kelly; el padre Ralph de Bricassart era merecidamente popular entre todos los miembros de su rebaño, ricos o pobres. Si sus feligreses más alejados no podían ir a Gilly para verle, él iba a verlos a ellos, y, antes de que Mary Carson le regalara un coche, lo hacía a caballo. Su paciencia y su amabilidad le habían granjeado el aprecio de todos y el amor sincero de algunos; Martin King, de Bugela, había equipado pródigamente la parroquia, y Dominic O'Rourke, de Dibban-Dibban, pagaba el salario de una buena ama de llaves.

Así, desde el pedestal de su edad y de su posición, Mary Carson se sentía completamente segura en compañía del padre Ralph; le agradaba medir su ingenio contra un cerebro tan inteligente como el suyo propio, y le gustaba superarle, porque nunca estaba se gura de haberle superado.

– Volviendo a lo que decía sobre que Gilly no es el epicentro del mapa del arzobispo legado del Papa -dijo ella, arrellanándose en su sillón-, ¿qué cree usted que haría falta para que ese reverendo caballero convirtiese a Gilly en el eje de su mundo?

el cura sonrió con tristeza.

– Imposible saberlo. ¿Un acontecimiento extraordinario? La súbita salvación de un millar de almas, la súbita facultad de curar a los inválidos o a los ciegos… Pero el tiempo de los milagros ha pasado.

– ¡Oh, vamos! ¡Lo dudo! Más bien es que Él ha cambiado Su técnica. Actualmente, emplea el dinero.

– ¡Qué cínica es usted! Tal vez por eso la aprecio tanto, señora Carson.

– Mi nombre es Mary. Llámeme Mary, por favor.

Minnie entró con el carrito del té en el momento en que el padre De Bricassart decía:

– Gracias, Mary.

Después de comer unas tortitas recién tostadas con anchoas, Mary Carson suspiró.

– Mi querido padre, quiero que esta mañana rece por mí con un fervor especial.

– Llámeme Ralph -dijo él, y prosiguió, con picardía-: Dudo de que me sea posible rezar por usted con más fervor del que empleo normalmente, pero lo intentaré.

– ¡Oh, es usted encantador! ¿Oh ha sido su observación una indirecta? Por lo general, me gustan las cosas claras, pero, con usted, nunca estoy segura de si la claridad es-una capa que oculta algo más profundo. Como una zanahoria delante de un borrico.

¿Qué piensa usted exactamente de mí, padre De Bri-cassart? No puedo saberlo, porque nunca será lo bastante descortés para decírmelo, ¿verdad? Fascinante, fascinante… Pero debe usted rezar por mí. Soy vieja, y he pecado mucho.

– La edad es un mal que nos ataca a todos, y también yo he pecado.

Ella soltó una risita seca.

– ¡Daría cualquier cosa por saber cuáles fueron sus pecados! Sí, daría cualquier cosa. -Guardó un momento de silencio y cambió de tema-. En este momento, me falta un mayoral para el ganado.

– ¿Otra vez?

– Cinco en el pasado año. Se está haciendo muy difícil encontrar un hombre decente.

– Bueno, según dicen los rumores, no es usted precisamente un patrono muy generoso y considerado.

– ¡Habráse visto! -gritó ella, y se echó a reír-. ¿Quién le compró a usted un «Daimler» nuevo, para que no tuviese que cabalgar?

– Sí, ¡pero ya ve lo caro que lo estoy pagando!

– Si Michael hubiese tenido la mitad de su ingenio y de su carácter, podría haberle querido -declaró bruscamente. Su semblante cambió y se hizo desdeñoso-. Cree usted que no tengo parientes y que debo dejar mi dinero y mis tierras a la madre Iglesia, ¿no?

– No tengo la menor idea -replicó él, tranquilamente, sirviéndose más té.

– En realidad, tengo un hermano que es padre de familia numerosa.

– La felicito -dijo él, con gazmoñería.

– Cuando me casé, yo no tenía nada. Sabía que nunca haría una buena boda en Irlanda, donde las mujeres deben tener una buena educación y ser de noble estirpe para cazar un marido rico. Por consiguiente, me harté de trabajar para recoger el dinero del pasaje hacia un país donde los hombres ricos son menos remilgados. Todo lo que tenía, cuando llegué aquí, era un buen palmito y buena figura, y una inteligencia superior a la que suele atribuirse a las mujeres; lo preciso para cazar a Michael Carson, que era un tonto cargado de dinero. Me colmó de atenciones hasta el día en que murió.

– ¿Y su hermano? -preguntó él, al ver que ella se desviaba del tema.

– Mi hermano tiene once años menos que yo, lo cual quiere decir que tendrá ahora cincuenta y cuatro. No tenemos más hermanos vivos. Casi no le conozco, pues era muy pequeño cuando yo salí de Gal-way. En la actualidad, vive en Nueva Zelanda, aunque, si emigró para hacer fortuna, fracasó rotundamente.

«Pero la roche pasada, cuando un mozo me dio la noticia de que Arthur Teviot había hecho los bártulos y se había marchado, pensé de pronto en Padrais. Yo me estoy haciendo vieja, y no tengo familia que me acompañe. Y se me ocurrió pensar que Paddy tiene experiencia en la tierra, aunque carece de medios para poseerla. ¿Por qué no escribirle, pensé, y pedirle que venga aquí con sus hijos? Cuando yo muera, él heredará Drogheda y «Michar Limited», pues es mi único pariente próximo, ya que, aparte de él, sólo tengo unos primos en Irlanda a los que ni siquiera conozco.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Colleen McCullough - La huida de Morgan
Colleen McCullough
Colleen McCullough - El Primer Hombre De Roma
Colleen McCullough
Colleen McCullough - El Desafío
Colleen McCullough
Colleen McCullough - El caballo de César
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Czas Miłości
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Credo trzeciego tysiąclecia
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Antonio y Cleopatra
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Tim
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Morgan’s Run
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Las Señoritas De Missalonghi
Colleen McCullough
Colleen McCullough - 3. Fortune's Favorites
Colleen McCullough
Colleen McCullough - Sins of the Flesh
Colleen McCullough
Отзывы о книге «El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)»

Обсуждение, отзывы о книге «El Pajaro Canta Hasta Morir (el Pajaro Espino)» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x