1 ...8 9 10 12 13 14 ...41 –No es costumbre entre caballeros quitarle el caballo al que ha sido derrotado si el vencedor no ha perdido el suyo ―dijo don Quijote―. Así que, Sancho, deja ese caballo o asno, que su dueño volverá por él.
–Verdaderamente ―dijo Sancho― son difíciles de seguir las leyes de caballería. ¿Podría cambiar los aparejos [85] aparejos – конское снаряжение
por lo menos?
–No estoy muy seguro ―respondió don Quijote―, pero… en caso de duda… los puedes cambiar.
Sancho cambió los aparejos y se sentaron a almorzar junto al arroyo de los batanes.
Subieron luego a caballo y se pusieron a caminar sin rumbo fijo. Sancho, que iba muy pensativo, dijo a don Quijote:
–Pienso, señor, que se gana muy poco buscando aventuras por estos desiertos y encrucijadas de caminos, donde no hay quien las vea ni sepa de ellas. Tal vez sería mejor ir a servir a algún emperador o a un príncipe que tenga alguna guerra, para que vuestra merced pueda mostrar su valor; así, cuando el señor a quien sirvamos vea nuestra valía, por fuerza nos tendrá que pagar. Y allí seguro que habrá quien escriba las hazañas de vuestra merced, y las mías, si es costumbre escribir hechos de escuderos.
–No dices mal ―respondió don Quijote―, pero antes de todo eso, es preciso andar por el mundo buscando aventuras para conseguir nombre y fama; y así, cuando lleguemos ante algún gran monarca, ya será conocido el caballero, y al verlo las gentes exclamarán: «Este es el Caballero de la Triste Figura ». El rey, entonces, saldrá y dirá: «¡Salgan mis caballeros a recibir a la flor de la caballería [86] flor de la caballería – гордость и краса рыцарства
que aquí viene!».
–Sea como dice vuestra merced ―dijo Sancho.
Capítulo XVIII
La aventura de los galeotes
[87] galeotes – галеры; труд каторжников на галерах был распространённым в то время наказанием
Habían andado un rato cuando don Quijote alzó los ojos y vio que por el mismo camino venían unos doce hombres a pie, unidos por el cuello por una gran cadena de hierro y todos con esposas [88] esposas – (зд.) наручники
en las manos. Los acompañaban dos hombres a caballo con escopetas y dos a pie con espadas. Cuando los vio Sancho, dijo:
–Esta es una cadena de galeotes, gente que el rey fuerza [89] fuerza – дальнейшее удивление продиктовано игрой слов: Санчо Панса имеет в виду значение «принуждать, заставлять», дон Кихот – «насиловать»
a las galeras.
–¿Cómo gente que el rey fuerza? ―preguntó don Quijote― ¿Es posible que el rey fuerce a la gente?
No digo eso ―respondió Sancho―, sino que es gente que por sus delitos es castigada a servir al rey en las galeras a la fuerza.
–Entonces ―dijo don Quijote― esta gente va a la fuerza y no por su voluntad.
–Así es ―dijo Sancho.
–Pues esta es la razón de mi oficio: impedir la fuerza y socorrer a los miserables ―respondió su amo.
–Sepa vuestra merced ―dijo Sancho― que la justicia no fuerza ni ofende; sólo castiga los delitos.
Llegaron los galeotes y don Quijote pidió a los guardias que le dijeran la causa por la que llevaban atada a esa gente. Uno de los guardias respondió que eran galeotes, gente de su majestad [90] su majestad – Его Величество
, y que no había más que decir, ni él tenía más que saber.
–A pesar de todo, querría saber la causa de su desgracia ―dijo don Quijote.
–Acérquese y pregunte a cada uno ―dijo otro de los guardias―, que ellos se lo dirán, porque les gusta decir tonterías.
Don Quijote se dirigió al primero y le preguntó qué pecado había cometido para ir de esa manera. Él le respondió que por enamorado iba así.
–¿Por eso nada más? ―dijo don Quijote―. Si por enamorados los llevan a galeras, hace tiempo que yo estaría en ellas.
–No son esos amores ―dijo el galeote―. Los míos fueron querer una cesta de ropa blanca. Tanto la deseé que me la llevé conmigo y me condenaron a tres años de galera.
Preguntó don Quijote al segundo, pero no respondió palabra, y habló por él el primero:
–Este va por cantar [91] cantar – (зд.) сознаться в содеянном
en el ansia.
–No lo entiendo ―dijo don Quijote.
Uno de los guardianes le dijo:
–Señor caballero, cantar en el ansia es confesar por miedo al castigo. Confesó ser ladrón de animales y lo condenaron a seis años en galeras.
Preguntó don Quijote a otro galeote, que dijo:
–Yo voy por cinco años a galeras porque no tenía diez ducados [92] ducados – дукаты, старинные монеты
.
–Veinte te daría yo por librarte de este sufrimiento ―dijo don Quijote.
–Ahora no me sirven de nada ―respondió el galeote―. Si entonces los hubiera tenido, podría haber comprado con ellos al juez y ahora estaría en la plaza de Zocodover, de Toledo, y no en este camino.
Preguntó don Quijote a un hombre de barba blanca, que empezó a llorar sin responder palabra. Uno de los galeotes afirmó:
–Este honrado hombre va por cuatro años a galeras por alcahuete [93] alcahuete – сводник
.
–Por ser alcahuete ―dijo don Quijote― no merece ir a galeras, porque es oficio discreto y necesario en una república bien ordenada. Sólo lo debería ejercer gente bien nacida y no idiotas y de poco entendimiento, como mujercillas y muchachos de poca experiencia.
–Así es ―dijo el viejo―, que yo nunca pensé que hacía mal en ello; mi intención sólo era que todo el mundo disfrutara y viviera en paz.
Y volvió a llorar. Sancho le tuvo tanta compasión que le dio una limosna.
Siguió don Quijote y preguntó a otro su delito, el cual respondió:
–Yo voy aquí porque vivía con cuatro mujeres a la vez muy alegremente, hasta que me descubrieron y me castigaron a seis años a galeras.
Detrás de todos venía un hombre bien parecido [94] bien parecido – приятной наружности
atado con más cadenas que los demás. Preguntó don Quijote por qué iba así. El guardia le contestó que había cometido más delitos él que todos los demás juntos, y que era tan atrevido y peligroso que temían que fuese a huir. Añadió que estaba condenado por diez años y que se llamaba Ginés de Pasamonte.
–Así me llaman ―dijo el galeote―. Y ya me enfada este caballero con tanto querer saber de vidas ajenas. Si quieren conocer la mía, sepan que está escrita por estas manos. Y el libro es tan bueno que se venderá mejor que el Lazarillo de Tormes [95] Lazarillo de Tormes – анонимное произведение середины XVI века, считающееся образцом жанра плутовского романа
y otros libros de ese género, porque el mío trata de verdades, verdades tan lindas y tan graciosas que no puede haber mentiras que las igualen.
–¿Y cómo se titula el libro? ―preguntó d Quijote.
– La vida de Ginés de Pasamonte ―respondió.
–¿Está acabado? ―quiso saber don Quijote.
–¿Cómo puede estar acabado ―contestó― si aún no está acabada mi vida? Lo que está escrito es desde mi nacimiento hasta la última vez que estuve en galeras. Y no me importa volver, porque allí tendré tiempo para acabar mi libro.
–Pareces hábil ―dijo don Quijote.
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