Detrás de ella, DeMarco estaba revisando las películas. —Floyd realmente no estaba bromeando con respecto a que su hijo veía pornografía. La mitad de estos son títulos amateur de porno. La otra mitad es de sexo estilo Cinemax.
Kate siguió registrando el teléfono. Abrió las fotos y encontró que estaba repleto. Algunas eran de chicas, todas de fiesta. Algunas estaban con los pechos al aire. Otros se besaban entre sí, con una expresión en sus caras indicando claramente que estaban drogados. Había vídeos de estos eventos, todos más bien breves. Deslizó todo esto a la derecha hasta llegar a uno de menos de cinco minutos de duración. En el recuadro junto al título del vídeo vio el rostro de Mercy Fuller.
Presionó Play y le tomó menos de tres segundos comprender lo que estaba viendo antes de que lo cerrara. En el vídeo, Mercy estaba echada sobre su espalda, siendo tomada su imagen desde arriba. El director aparentemente era Jeremy, filmándola mientras tenía sexo con ella de manera ruda. No era forzado, si los sonidos que provenían de Mercy eran una indicación.
—Jesús —dijo Kate, deslizando para salir de Fotos.
—¿Qué era eso? —preguntó DeMarco.
—La prueba de que Jeremy Branch decía la verdad sobre al menos una cosa: ellos definitivamente estaban teniendo sexo.
Kate vio que aunque el teléfono en su mano no tenía acceso a Contactos —no lo necesitaba, ya que era imposible hacer llamadas desde el mismo—, ella vio que había unos cuantos hilos de texto. Abrió los mensajes y vio que había solo tres conversaciones. Una era con un contacto que había sido etiquetado como MANO y los textos hacían obvio que eran de y para su hermano Randy. Otro era para un sujeto llamado Chuck y el hilo completo era acerca de celebridades con las que les gustaría tener sexo y porqué.
El tercer hilo de mensajes era de un contacto que Jeremy había llamado BOOTY CALL. La pequeña foto encima del nombre era de Mercy Fuller, con la cabeza girada y una expresión de beso en su rostro.
—Puede que haya conseguido el premio gordo —dijo Kate.
DeMarco se acercó y ambas comenzaron a leer el hilo. Era bastante extenso, remontándose a los últimos meses. La gran mayoría consistia en largos mensajes de Mercy con respuestas muy cortas, a menudo de una palabra, de parte de Jeremy. Mientras más leían, más claro se hacía que Jeremy Branch les había estado mintiendo. Puede que hubiera sido honesto acerca de la naturaleza de su relación, pero la imagen que había pintado de Mercy y sus padres era totalmente falsa.
Y eso hizo surgir una pregunta muy importante.
Si estaba mintiendo acerca de eso, ¿qué otra cosa estaba ocultando?
Kate entró de nuevo a la sala de interrogación lo más calmada que pudo. DeMarco estaba con ella y aunque ella, también, estaba irritada, había aceptado que Kate condujera el segundo interrogatorio. De manera similar, Barnes estaba también al pendiente en su oficina, despachando unas llamadas de interés local.
Kate se sentó frente a Jeremy, sin mostrar expresión alguna. Desde ya podía afirmar que Jeremy estaba nervioso, y sus ojos iban y venían entre Kate, DeMarco, y la.superficie del escritorio que los separaba.
—Las buenas noticias es que eres un mentiroso muy convincente —dijo Kate—. Las malas, que no eres particularmente brillante.
Jeremy no dijo nada. Continuó sentado allí, luciendo anonadado, esperando ver adónde llevaría Kate la conversación. Esta sacó el viejo celular de su bolsillo y lo colocó sobre el escritorio.
—Dejaste esto en tu dormitorio en la casa de tu padre —dijo—. Guardado con todo tu porno. Notamos que tu material de aficionado también está en el teléfono. Por supuesto, puedo decir por la mirada en tu cara que sabes que hay más que fotos incriminadoras aquí.
Jeremy permaneció en silencio. No estaba siendo desafiante; simplemente estaba perdido. Nada tenía que decir. Así que Kate prosiguió, asumiendo que si seguía presionando, él terminaría hablando.
—Hay en este teléfono conversaciones muy largas entre tú y Mercy Fuller —dijo Kate—. Varias veces durante estas conversaciones, ella habla de sus padres, de su padre en particular. En una de esas conversaciones, ella llega incluso a decir que probablemente tiene el padre más agradable del mundo, exceptuando sus gustos musicales. Ella también, en un momento te dice que le gustaría que conocieras a sus padres, aunque solo fuera para probar cuán deliciosa es la lasaña preparada en casa por su madre. Ella también habla acerca de su emoción de ir a la universidad y que a lo único que le teme en cuanto a dejar el hogar cuando llegara el tiempo de la universidad es a dejar a sus padres atrás. Ahora bien… eso no suena como una chica que odie a sus padres y para nada como una que esté planeando asesinar a sus padres.
Lentamente, Jeremy estiró la mano para alcanzar el teléfono. Kate lo agarró con rapidez y se levantó. —¿Por qué nos mentiste, Jeremy? ¿Estás ocultando algo?
—No —dijo—. Solo quería que anduvieran en circulos por venir detrás de mí. La ley en este estúpido condado está siempre detrás de mi hermano. Darle de paso un buen problema a mi viejo.
—¿Intentando engañar a la ley? —preguntó Kate— Realmente no eres muy brillante, ¿o sí? Esto no es arruinar alguna investigación local malgastando el tiempo de los policías. Esto es interferir en un caso federal. Y basándonos en todas las drogas que hallamos en la casa de tu hermano, tu pequeña comedia, tu basura de historia, podría meterte en serios problemas.
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