Aina Ramis
cómo formar
una banda de rock
y conseguir que funcione
ÍndIce
Introducción
Los primeros pasos
Compañeros de viaje
En busca de los integrantes del grupo
El primer ensayo: la toma de contacto
¡Pero qué mal suena esto!
El local de ensayo, vuestro santuario
Encuentra el local que mejor se adapte a vosotros
El rodaje y el feeling
Pensar y funcionar como un equipo
Escribir canciones propias
De las versiones a la idea personal
Aspectos legales
Los entresijos legales a la hora de dar un concierto
El porfolio
Descubre tu grupo al mundo profesionalmente
Conciertos
Tocar en directo: el sueño de todo músico
El despegue
Del garaje al mundo
Apéndice
Recursos online
Bibliografía
© 2020, Aina Ramis Plomer
© 2020, Redbook Ediciones, s. l., Barcelona.
Diseño de cubierta e interior: Regina Richling
ISBN: 978-84-9917-591-1
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.»
INTRODUCCIÓN
LOS PRIMEROS PASOS
Cómo transformar tu pasión por la música rock en un proyecto realizable
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La música rock ha conseguido enamorar una generación tras otra. Subirse a un escenario y tocar este estilo musical ha sido desde hace décadas el sueño de miles de jóvenes y no tan jóvenes. ¡Hora de empezar nuestro viaje en la senda del rock! |
El rock es un estilo de música hijo de otros géneros que lo precedieron, como el blues o el country, capaz de mover masas. Este hecho no es ningún misterio y tampoco es de extrañar. Es un estilo tan versátil que tanto puede levantarte de la silla como hacerte llorar. Es el padre, además, de muchos otros estilos de música ahora novedosos, y sin él, seguramente, la historia de la humanidad no hubiera sido la que es. Por lo que sabemos, el rock no es tan solo música, se trata también de una actitud, una marca de una generación entera que se rebeló contra el orden preestablecido para decir basta, desmadrarse, perder la vergüenza y poner en común sentimientos personales que, en realidad, siempre fueron colectivos. El rock ha creado monstruos tales como el camaleónico David Bowie, la incontestable Tina Turner o dos de los mejores grupos de la historia: Pink Floyd y Led Zeppelin, ambos inigualables. Y con ellos, muchos otros artistas que no mencionaremos porque este libro se nos quedaría corto.
El rock despierta emociones. Eso nos ha quedado claro y además tú ya lo sabes. Ya lo has experimentado, conoces de qué manera se te puede erizar la piel o sentirte capaz de todo con una sola canción. Llegar a tocar una canción compuesta por uno mismo delante de otras personas o una versión de otro artista es uno de los mayores placeres que un músico puede experimentar. Subirse al escenario por primera vez genera un estrés y una adrenalina incomparables, es algo que no se ha sentido antes. Es el vértigo de vernos juzgados por la calidad de nuestro arte, juzgados por lo que compartimos, juzgados por regalar una parte de nosotros. Y eso es uno de los actos más bonitos que existen, porque se es vulnerable delante de los demás. En ese momento, estamos desnudos. El músico que se sube a un escenario regala una parte de sí mismo, la comparte con la audiencia y espera, expectante, a que le llegue la recompensa: esa sensación de conectar con algo que le hace salir de su cuerpo. Es un momento precioso, pletórico, un tobogán de sensaciones indescriptibles con el que se puede tocar el cielo.
Subirse a un escenario va a ser el objetivo principal de este manual. Sentir este torrente de emociones va a ser la meta final, más allá del éxito que cosechemos antes o después con el grupo, ya que el éxito como tal es subjetivo, se puede medir de muchas formas. ¿Qué sentido tendría vender muchas maquetas si nuestra música no nos llena? ¿Cómo soportaríamos tocar sobre el escenario una canción con la que no disfrutamos? ¿Cómo podríamos tocarla si ni siquiera nosotros creemos en ella? Por eso, el objetivo del manual que tienes entre tus manos va a ser conseguir una familia cohesionada, un grupo de música que disfrute, con pasión, con ganas, y delante de los demás. Vamos a buscar integrantes que se quieran involucrar en un proyecto serio y quieran escalar con nosotros el abrupto camino del compromiso y el esfuerzo, todo ello disfrutando como solo los músicos pueden hacerlo. Cuando hayamos encontrado nuestra familia vamos a establecer una serie de prioridades y objetivos en común, vamos a pasarlo bien y vamos a hacer música de manera cohesionada, que se entienda. Y sobre todo, música con la que podamos disfrutar cuando la toquemos, tanto para nosotros como para los demás.
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Subirse a un escenario va a ser el objetivo principal de este manual, no «alcanzar el éxito», porque esto siempre es subjetivo. Perseguiremos la meta que todo músico debería alcanzar al menos una vez en su vida: tocar en directo. |
A medida que pases las páginas de este manual aprenderás una serie de trucos y técnicas para formar tu propio grupo de rock, aunque tienes que tener muy presente que no existe un procedimiento concreto a seguir. No existe una manera infalible de conseguir que un grupo de cualquier estilo funcione. Lo que sí tienes que pensar es que va a requerir mucho esfuerzo, mucho tiempo y tal vez un dinero que no tenías previsto. Lo importante es que los instrumentos que tengáis formen una canción comprensible, limpia y que transmita algo. En todo este proceso, que va más allá de especificaciones técnicas de amplificadores y la situación geográfica del instrumento en la sala de ensayo, va a ser esencial que todos los músicos practiquen en su casa. Todos, sin excepción, tendréis que encontrar un momento cada semana, cada día tal vez, para tocar las canciones que queréis tocar en conjunto. Hablaremos largo y tendido de la práctica personal, ya que va a ser, junto con los ensayos en grupo, uno de los pilares esenciales para crear un grupo funcional.
Asimismo, más allá de la práctica, otro de los factores importantes va a ser el feeling. ¿Te imaginas a Mick Jagger hartándose de Charlie Watts nada más empezar el proyecto? The Rolling Stones no hubieran sido lo mismo sin la potente y enérgica batería de Watts. El entendimiento y la complicidad entre los miembros son cruciales para tocar encima del escenario como lo hacen ellos, por ejemplo. Resulta decisivo, y más en un arte como es la música, entenderse y apoyarse entre miembros. Cuanto mejor cultivemos las relaciones con nuestros compañeros, más fácil será el camino. Todo rodará cuesta abajo con facilidad. Es verdad también que ha habido grupos que han ido cambiando sus integrantes con el tiempo, no vamos a mentir. No suenan bien solo los grupos que han estado siempre en armonía. Unos se han ido y otros llegan, y el cambio puede resultar tan justo y exitoso como el relevo de Bon Scott por Brian Johnson, pero la mayoría de las veces no es así. Sin ir más lejos, Pink Floyd perdió unos años maravillosos por culpa de las discrepancias y diferencias (algunos lo llaman «choque de egos») entre David Gilmour y Roger Waters. A Supertramp le pasó lo mismo. Sí, está claro que, por separado, muchos músicos han logrado cosas increíbles, pero... ¿qué hubiera pasado si hubieran seguido juntos? Seguramente, cosas maravillosas. De todas formas, no podemos predecir lo que pasará y muchas veces la dirección de los acontecimientos no se encuentra en nuestras manos. Sabiendo esto, aun así, intentaremos cohesionar nuestro grupo de la mejor manera posible y crear vínculos fuertes entre sus integrantes.
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