Protección Sexual
Adán necesitaba una compañera idónea antes de la caída. También antes de la caída, era incapaz de multiplicar descendientes solo. Por lo tanto, los primeros dos propósitos del matrimonio que se mencionan más arriba no son relacionados con la presencia del pecado. Pero la tercera razón que los cristianos deben casarse sí está conectada con la presencia del pecado y la tentación. El apóstol Pablo lo declara de esta manera:
Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. (1 Cor. 7:2–3).
Vivimos en un mundo caído, y por consecuencia, los cristianos frecuentemente luchan contra las tentaciones del mal, deseo, fornicación, y adulterio. La Biblia no enseña que tales tentaciones siempre se van fácilmente a través de un proceso misterioso de “confiar en Dios.” En realidad, la lucha contra los pecados sexuales les parece a muchos, más como sudar balas que “asoltar y dejárselo a Dios.” La Biblia nos enseña que esta experiencia no nos debe sorprender. Pedro dice que debemos de abstenernos “de los deseos carnales que batallan contra el alma” (1 Pedro 2:11). Pablo usa semejantes imágenes violentas cuando dice que los cristianos deben de darle muerte a sus “miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, malicia, mala concupiscencia, y avaricia, que es idolatría” (Col. 3:5).
Ahora Dios ha provisto una ayuda muy práctica para los cristianos mientras luchan contra la tentación sexual; esa ayuda se llama actividad sexual. Para que la pareja tenga protección suficiente, las relaciones sexuales conyugales no deben ser infrecuentes. Es necesario que haya protección frecuente, particularmente para el marido. A la misma vez, el beneficio de las relaciones sexuales no se deben medir simplemente en términos de frecuencia o cantidad. Es necesario que haya protección cualitativa, particularmente para el beneficio de la esposa.
Si las parejas cristianas llegan a entender que el objetivo final de su matrimonio es glorificar a Dios, han tomado un primer paso importante. Luego, si ellas buscan a definir los objetivos secundarios de su unión como se definen en la Escritura, estarán capacitadas para inculcar la instrucción bíblica con respecto a la actitud que deben tener sobre el matrimonio, y para recibir instrucción general y particular en la Palabra de Dios con respecto a sus papeles y deberes en el hogar.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.