Alfred Sonnenfeld
ARMONÍA
La sorprendente comunicación en la pareja
EDICIONES RIALP
MADRID
© 2020 by ALFRED SONNENFELD
© 2020 by Ediciones Rialp, S. A.,
Colombia, 63, 8.º A - 28016 Madrid
( www.rialp.com)
Realización ePub: produccioneditorial.com
ISBN (edición impresa): 978-84-321-5283-2
ISBN (edición digital): 978-84-321-5284-9
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita reproducir, fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
ÍNDICE
PORTADA
PORTADA INTERIOR Alfred Sonnenfeld ARMONÍA La sorprendente comunicación en la pareja EDICIONES RIALP MADRID
CRÉDITOS © 2020 by ALFRED SONNENFELD © 2020 by Ediciones Rialp, S. A., Colombia, 63, 8.º A - 28016 Madrid ( www.rialp.com ) Realización ePub: produccioneditorial.com ISBN (edición impresa): 978-84-321-5283-2 ISBN (edición digital): 978-84-321-5284-9 No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org ) si necesita reproducir, fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
INTRODUCCIÓN
1. SOMOS SERES RELACIONALES
COMUNICAR ES SABER VIVIR EN RESONANCIA CON OTRA PERSONA
YO ME HAGO GRACIAS AL TÚ
EL AUTOGOBIERNO FAVORECE UNA COMUNICACIÓN MÁS SERENA
2. LOS CUATRO PILARES DE UN MENSAJE
LOS CUATRO ASPECTOS DE UN MENSAJE
EL MODELO DE LOS CUATRO OÍDOS
3. SIGNIFICADO DE LA PALABRA AMOR
TODOS ESTAMOS MUY NECESITADOS
LOS ENCUENTROS ONLINE: LA COMERCIALIZACIÓN DEL AMOR
EL MIEDO AL COMPROMISO
AMOR Y ENTREGA
VIVIR EN RESONANCIA CON LA PAREJA
4. GESTIONAR LAS IMPERFECCIONES CON MI PAREJA
EL PERFECCIONISMO
EL PELIGRO DE LAS EXPECTATIVAS OCULTAS
AMOR Y ESFUERZO SON INSEPARABLES
5. LA SEXUALIDAD DEFORMADA
LA DEFORMACIÓN DEL SEXO
LA DEFORMACIÓN DE LA SEXUALIDAD Y SU INFLUENCIA EN LA VIDA ACTUAL
6. VOLVER AL PUDOR
SEXUALIDAD Y PUDOR
ELOGIO DEL PUDOR
EL PUDOR NOS PROTEGE Y NOS AYUDA A ELEGIR BIEN
SIN PUDOR, EL SEXO PIERDE PARTE DE SU MISTERIO Y VALOR
7. CONVIVIR SIGNIFICA RESPETAR PROFUNDAMENTE AL OTRO
LA PERSONA COMO FIN EN SÍ MISMA
NO TODO TIENE UN PRECIO
8. DESEQUILIBRIOS DEBIDOS AL PENSAMIENTO EGOCÉNTRICO
CUANDO EL YO ES IDEALIZADO
CONÓCETE A TI MISMO
9. EXTRAVÍOS DEL ROMANTICISMO
LOS AMORÍOS PELIGROSOS DE MADAME BOVARY
¿POR QUÉ EL ROMANTICISMO MATA EL AMOR?
PINCHAR GLOBOS
LA ELECCIÓN ENTRE UN YO COHERENTE O UN YO CAPRICHOSO
MANIFESTACIONES DEL AMOR. DEJARSE QUERER
A MODO DE CONCLUSIÓN
AUTOR
INTRODUCCIÓN
Lo que somos capaces de sentir, somos capaces de decir.
MIGUEL DE CERVANTES
COMUNICAR ES SINTONIZAR LOS CORAZONES, creando una armonía en la que fluya el equilibrio, la consonancia, el encuentro, la paz, el acuerdo, la empatía, ese «meterse en los zapatos del otro» que nos capacita para entenderlo y compartir su estado de ánimo.
Para poder convivir armónicamente en una relación de pareja o en la familia necesitamos compartir un clima de comprensión mutua que suponga saber empatizar por medio de la comunicación verbal y no verbal, mediante gestos, mímica y movimientos fácilmente reconocibles e identificables.
Esto que parece tan fácil, no lo es, porque depende de muchos factores, que valoran de modo desigual los diferentes estados de ánimo entre el emisor y el receptor, así como los hechos y acontecimientos. La valoración que hacemos de algo depende, en primer término, de las «representaciones mentales» o «convicciones» que cada uno se haya forjado a lo largo de su vida, lo cual nos hace ver las cosas con ojos diferentes[1]. Dependiendo de cómo veamos las cosas, de cómo nuestro cerebro haya forjado los «patrones neuronales», así actuaremos. Quizás llenos de ilusión y de entusiasmo, de un modo pesimista o incluso como un cascarrabias receloso. En consecuencia, nos ayudaría mucho sustituir esa excusa fácil que utilizamos cuando nos mostramos desabridos o pesimistas —«es que soy así»—, por la frase «me he hecho así», al instalarme en la queja y en la amargura.
¡Cuántas veces son estas ideas, tan ancladas en nuestro cerebro y en nuestra mente, la causa de múltiples desavenencias e incomprensiones! Dado que son el resultado de interpretaciones falsas de la realidad, esta visión errónea de los hechos es la que origina tantos conflictos y enemistades que acaban por despojarnos de la serenidad y de la paz interior[2], tan necesarias para entenderse bien en una buena relación de pareja.
De hecho, muchas frustraciones empiezan desde la pura nada, pero bajo el influjo de patrones neuronales desquiciados: un silencio, una omisión, una presuposición, un olvido, una creencia, una petición no expresada, un derecho imaginario… En realidad, nada ha ocurrido salvo un desacuerdo que fácilmente conduce a una frustración. Y, por lo tanto, a un problema que hay que solucionar a través de una comunicación llena de empatía, es decir, en sintonía de corazones.
En la obra de Fausto, del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), se escenifica una conversación entre Fausto y su fámulo Wagner que hoy en día es de lo más actual. Tras la pregunta del aprendiz Wagner acerca de cómo comunicarse con los demás, Fausto responde: «Si no lo sentís de verdad, no lo lograréis… Os lo aseguro: si no os sale del corazón, no habrá sintonía de corazones […]. No basta con dominar el arte de la retórica, no basta con dominar la técnica de la comunicación. Haz saltar una llama de tu montón de cenizas… No seáis un bufón cascabelero»[3].
El lema del cardenal John Henry Newman (1801-1890), cor ad cor loquitur (el corazón habla al corazón), es una síntesis de lo que significa la empatía: que solo desde el corazón logramos «meternos en los zapatos del otro», entender y compartir lo que siente. Newman estaba convencido de que la verdadera comunicación entre las personas no depende de la inteligencia, sino más bien del corazón, porque eso implica querer cambiar a mejor.
Imaginémonos la siguiente escena[4]: un hombre llega a su casa a última hora de la tarde y, sin mediar palabra, comienza a hablarle a su mujer, de forma precipitada e imperiosa, acerca de una cena a la que tienen que acudir sí o sí, ya que es su jefe quien les invita. Un asunto de trabajo que tiene que ver con unos clientes importantes. La mujer no tiene ganas de ir y el marido despliega sus mejores argumentos. Ella dice entenderlo, pero, aun así, se niega a asistir. El hombre la mira, confuso, desesperado.
¿No habría sido otro el curso de la conversación si el marido se hubiera interesado primero por su mujer, por cómo había ido su día? A lo mejor con solo mirarla atentamente, se habría dado cuenta de que estaba agotada o con los nervios a flor de piel. La habría escuchado durante un buen rato, ella habría podido desahogarse… Seguro que su propuesta de asistir a la cena de la empresa habría sonado de otra manera: «Cuánto lo siento. Vaya día que has tenido… Y ahora, encima, vengo yo con lo de la cena, y además una cena de trabajo… Lo malo es que nos ha invitado expresamente el jefe… Pero…, cariño, es que intuyo que detrás hay algo importante…». En este caso habría muchas posibilidades de que la mujer hubiese respondido: «No te preocupes, no es para tanto. Vamos, y tal vez hasta nos divirtamos».
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