1 ...6 7 8 10 11 12 ...17 10) Tomar pequeños descansos
Es grandioso poder tomar pequeños descansos con tu esposo para tener tiempo a solas con Dios por un día o parte de un día. Nosotros vamos a un parque en la montaña y tomamos nuestras Biblias para tener un encuentro con Dios. En la prisa y el ajetreo de nuestras vidas ocupadas, este es un tiempo para estar quietos y escuchar a Dios, disfrutar su presencia y enfocarnos en el por qué hacemos lo que hacemos. Jesús dijo, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Al ir hacia Él, alejándonos del clamor de nuestras vidas y escuchando su voz, recibimos descanso y nuevo aliento para nuestras almas.
Jesús nos dejó ejemplo con ésta práctica. A menudo, Él se escapaba de su ocupado ministerio para comunicarse con Su Padre. En una ocasión, “Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto” (Marcos 6:31-32).
Otro propósito de estos pequeños descansos es pasar un tiempo a solas como pareja para establecer metas y realizar evaluaciones. Algunos amigos toman un día cada 6 meses para evaluar si están cumpliendo las metas que se han fijado como pareja.
11) Compartir cargas con el personal
Si trabajas con otros miembros del personal de la iglesia o con otros misioneros, es importante reunirse de manera regular como esposas para tener compañerismo y compartir las cargas. Nuestros esposos tienen juntas de personal y se reúnen regularmente para sentirse como un equipo, pero nosotras como esposas podemos sentirnos aisladas y solas con nuestras cargas y responsabilidades. Esto es especialmente cierto si tus hijos son pequeños y debes pasar la mayor parte del tiempo en casa.
La unidad que tenemos en el ministerio no es casualidad; requiere de esfuerzo el tener una camaradería cercana, porque cada quien está ocupado en su área del ministerio. Las semanas y meses pueden pasar sin que tengamos contacto con otras esposas de pastores de la iglesia. Es importante que alguien del personal inicie este vital compañerismo.
Las esposas del personal de la iglesia vienen a nuestra casa a desayunar a las 6:30 a.m. una vez al mes. Vienen temprano para que nuestros esposos puedan estar en casa con los niños. Es un gran tiempo de compañerismo, en donde compartimos y escuchamos lo que acontece en cada una de nuestras vidas. También oramos unas por las otras, conscientes de nuestras posiciones como esposas de ministros.
Así como nuestros esposos deben dar cuentas de ciertas cosas en sus reuniones de personal, nosotras hemos elegido también asignar tareas, haciendo algunas preguntas para estimular nuestro andar con Dios. Consulta el apéndice, en donde encontrarás una lista de preguntas.
12) Reconocer las diferentes etapas de la vida
Podemos descansar al saber que hay diferentes épocas de la vida para distintos enfoques. Tu rol en el Cuerpo de Cristo cambiará con el transcurso de los años. Bob y yo nos encontramos en la etapa del “nido vacío”, es decir, nuestros “polluelos” ya no están en casa, lo que me permite hacer mucho más trabajo relacionado a la iglesia.
Recuerdo cuando Daniel se fue a la escuela después de tener, durante 8 años seguidos, al menos un niño que permanecía en casa todo el día; sentí una nueva libertad. Podía involucrarme más en la vida de Bob y el ministerio. Aun cuando los niños estaban en la escuela, no podía hacer tantas cosas como ahora. Cuando ambos hijos se fueron a la universidad, hubo otro gran ajuste para cambiar el enfoque de mi vida, de mis hijos a otras metas. Dios está ahí para nosotros, y puedo decirles honestamente que esta etapa es igual de enriquecedora.
A continuación, encontrarán un extracto de mi diario en una semana típica de la actual etapa de mi vida:
Domingo |
Después de la iglesia, organicé la clase de membresía en nuestra casa. Serví a 9 personas – lasaña, pan francés, ensalada y tarta de manzana hecha en casa. Trabajé en la escuela dominical |
Lunes |
Fui de compras con una amiga, quien es nueva en la ciudad y visitó nuestra iglesia, con el propósito de que se familiarice con la comunidad. Una pareja de la iglesia cenó en casa. |
Martes |
Trabajo relacionado a madres adolescentes. Por la tarde asistí a nuestro estudio bíblico con Bob. |
Miércoles |
Dirigí un grupo pequeño en el estudio bíblico de mujeres. Asistí al almuerzo que siguió al estudio bíblico. Visité a una mujer que se encuentra en el hospital, luchando contra el cáncer. |
Jueves |
Organicé el desayuno para esposas de pastores. Trabajo relacionado a madres adolescentes. |
Viernes |
Tuve el día libre con Bob. |
Sábado |
Tuve un día de entrenamiento en “Enseñanza para mamás”. Bob asistió a un retiro de ancianos. |
En una etapa de nuestro ministerio, cuando nuestros hijos eran bebés, mi esposo me pidió que dejara todos los ministerios de la iglesia y me dedicara por completo a mis hijos y a las responsabilidades del hogar, que incluía la hospitalidad. Ahora que los niños han crecido, puedo estar más activa en el trabajo de la iglesia. Si tus hijos son pequeños, déjame animarte en esta etapa de tu vida—dedicada al cuidado de ellos—ya que es igual de valiosa a los ojos de Dios que el trabajar al lado de tu esposo en tareas específicas de la iglesia.
Una joven esposa de misionero, quien es madre de siete hijos (el mayor tiene nueve años), encuentra consuelo al denominar esta etapa como sus “años encubiertos”. Si se dedica solamente a la crianza de hijos temerosos de Dios, imagina la plataforma que tendrá en los años venideros. Las mujeres querrán saber cómo lo hizo y cómo pueden aprender de ella.
Cualquiera que sea la etapa de tu vida en la que te encuentras, saboréala y disfrútala al máximo, porque no será eterna.
Te recomiendo usar estos consejos para ayudarte a disminuir las demandas físicas del ministerio. En lugar de estar derrotada, espero que puedas—con la gracia de Dios—encontrar Su fortaleza para tu camino.
Repasemos, te aconsejo:
• Enfócate en tu rol en el Cuerpo de Cristo
• Recluta y entrena a otros
• Establece prioridades y organízate
• Mantén a la familia primero
• No añadas a la carga de tu esposo
• Acepta ayuda de otros
• Descansa un día a la semana
• Cuida de tu cuerpo
• Toma vacaciones
• Toma pequeños descansos
• Lleven la carga unos de otros como equipo
• Reconoce las diferentes etapas de la vida
Espero que veas cada una de estas áreas y puedas percatarte de qué pasos necesitas dar para evaluar tu vida como esposa de pastor y como pareja. Planea ahora sentarte con tu agenda o calendario y evalúa con tu esposo los cambios que sean necesarios—y entonces dedícate a realizar esos cambios para mejorar tu vida como pareja en el ministerio.
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Manejando las cargas espirituales y emocionales del ministerio
En los primeros dos capítulos hablamos del rol de la esposa de un hombre en el ministerio. Hemos tomado un gran suspiro de alivio, dándonos cuenta que no tenemos por qué padecer el peso de las expectativas de todo mundo. ¿Pero qué de las cargas que llevamos al servir al lado de nuestro esposo pastor?
Como esposa de un hombre en el ministerio compartes el peso de todas las dificultades y pruebas que experimenta la grey, las cargas físicas y espirituales de todos. Esto es porque el pastor de la grey siempre está al tanto de las necesidades de sus ovejas así podrá orar por ellas. Tu esposo no puede ministrar todas las necesidades. Ha capacitado fielmente a la grey en el trabajo del ministerio, visitando y orando por aquellos que están experimentando dificultades, y busca suplir las necesidades físicas. (Efesios 4:11-12). De cualquier forma, el tan solo conocer las necesidades con el propósito de orar conlleva una gran carga.
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