Array The griffin classics - El conde de montecristo

Здесь есть возможность читать онлайн «Array The griffin classics - El conde de montecristo» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El conde de montecristo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El conde de montecristo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Contiene una tabla de contenido activa (HTML) y al final del libro incluye un enlace adicional al audiolibro gratuito.
Encarcelado por un crimen que no ha cometido, Edmond Dantes está confinado en la sombría fortaleza de If. Allí se entera de un gran tesoro escondido en la Isla de Montecristo y se decide no solo a escapar sino a desenterrar el tesoro y usarlo para planear la destrucción de los tres hombres responsables de su encarcelamiento. Un gran éxito popular cuando se serializó por primera vez en la década de 1840, Dumas se inspiró en un caso real de encarcelamiento injusto al escribir su épica historia de sufrimiento y retribución.

El conde de montecristo — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El conde de montecristo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

-Bien, amigos míos -dijo el señor Morrel-, fuisteis valientes y muy bien me figuraba yo que no tendríais la culpa de esta desgracia, sino mi destino. Es voluntad de Dios y no culpa de los hombres. Decidme ahora, ¿cuánto se os debe de sueldo?

-¡Bah!, no hablemos de eso, señor Morrel.

-Al contrario, hablemos -repuso el naviero con una triste sonrisa.

-Pues bien se nos deben tres meses -añadió Penelón.

-Entregad doscientos francos a cada uno de esos valientes, Cocles. En otros tiempos, amigos míos -prosiguió Morrel-, hubiera yo añadido: Dad a cada uno doscientos francos de gratificación, pero estos tiempos son muy malos, amigos míos, y no me pertenece el poco dinero que me queda. Perdonad, y no por eso me queráis menos.

Penelón hizo un gesto de enternecimiento y volviéndose a sus compañeros, cambió con ellos algunas frases.

-En cuanto a eso, señor Morrel -añadió luego, trasladando al otro carrillo su mascada de tabaco, y arrojando a la antesala otro salivazo, que fue a hacer compañía al primero-, en cuanto a eso…

-¿A qué?

-Al dinero…

-Y bien, ¿qué?

_-Que dicen los camaradas, señor Morrel, que por lo de ahora les bastan cincuenta francos a cada uno, que esperarán por lo demás.

-¡Gracias, amigos míos, gracias! -exclamó el naviero, conmovido hasta el fondo del alma-. ¡Qué gran corazón tenéis todos! Pero tomad los doscientos francos, tomadlos, y si encontráis un buen empleo, aceptadlo, porque estáis sin ocupación.

Esta última frase causó una impresión singular a aquellos dignos marineros, que se miraron unos a otros con aire de espanto. Falto de respiración el viejo, por poco se traga el tabaco, pero por fortuna acudió a tiempo con su mano a la garganta.

-¿Cómo, señor Morrel, nos despedís? -murmuró con voz ahogada-. ¿Estáis descontento de nosotros?

-No, hijos míos -contestó Morrel-, sino todo lo contrario. No os despido… , pero… ¿qué queréis?, ya no tengo barcos, ya no necesito marineros.

-¿Que no tenéis barcos? -dijo Penelón-. Pues construiréis otros… , esperaremos. Gracias a Dios, ya sabemos lo que es esperar.

-No tengo dinero para construir otros, Penelón -repuso Morrel con su melancólica sonrisa-; por lo tanto no puedo aceptar vuestra oferta, aunque me sea muy satisfactoria.

-Pues si no tenéis dinero, no debéis pagarnos. Haremos como el pobre Faraón, navegar a palo seco.

-Callad, callad, amigos míos -respondió Morrel con voz entrecortada por la emoción-. Os ruego que aceptéis ese dinero. Ya nos volveremos a ver en mejores circunstancias. Manuel, acompañadlos -añadió-, y haced que se cumplan mis deseos.

-¿Volveremos a vernos, señor Morrel? -dijo Penelón.

-Sí, amigos míos, por lo menos así lo espero. Id.

E hizo una señal a Cocles, que salió delante, seguido de los marineros y de Manuel.

-Ahora -dijo el armador a su mujer y a su hija-, dejadme solo un instante, que tengo que hablar con este caballero.

Y con la mirada indicaba al comisionista de la casa de Thomson y French, que durante la escena había permanecido inmóvil y de pie en un rincón, sin tomar otra parte en ella que las palabras que ya hemos dicho.

Las dos mujeres miraron al extranjero, de quien ya se habían olvidado completamente, y al retirarse la joven le dirigió una mirada de súplica, mirada a la que él contestó con una sonrisa que parecía imposible en aquel semblante de hielo.

Los dos hombres quedaron a solas.

-Ea, caballero -dijo Morrel dejándose caer de nuevo en su sillón-, ¡ya lo habéis visto! ¡Ya lo habéis oído! Nada tengo que añadir.

-Ya he visto, caballero -respondió el inglés-, que os viene otra desgracia, tan inmerecida como las anteriores. Esto me afirma más y más en mi propósito de seros útil.

-¡Oh, caballero! -murmuró Morrel.

-Veamos -prosiguió el comisionista-. Yo soy uno de vuestros principales acreedores, ¿no es cierto?

-Sois al menos el que posee créditos a plazo más corto.

-¿Deseáis una prórroga para pagarme?

-Una prórroga me podría salvar el honor, y por lo tanto la vida -repuso Morrel.

-¿De cuánto tiempo la queréis?

Morrel, vacilante, dijo:

-De dos meses.

-Os concedo tres -respondió el extranjero.

-¿Pero creéis que la casa de Thomson y French… ?

-Eso corre de mi cuenta. Hoy estamos a 5 de junio.

-Sí.

-Renovadme entonces todo ese papel para el 5 de septiembre a las once de la mañana. A esa hora vendré a buscaros. (El reloj marcaba en aquel momento las once de la mañana.)

-Os esperaré, caballero -dijo Morrel-, y, o vos quedaréis pagado… , o muerto yo.

Renováronse los pagarés, rompiéronse los antiguos, y el desgraciado naviero tuvo por lo menos tres meses de respiro para allegar sus últimos recursos.

Acogió el inglés sus muestras de gratitud con la flema peculiar a los de su nación, y despidióse de Morrel, que le acompañó hasta la puerta, bendiciéndole.

En la escalera encontró a Julia, que hizo como si bajara, pero que en realidad estaba esperándole.

-¡Oh, caballero! -dijo juntando las manos.

-Señorita -respondió el inglés-, si en alguna ocasión recibís una carta… firmada por… por Simbad el Marino… , efectuad al pie de la letra lo que os encargue, aunque os parezca extraño mi consejo.

-Lo haré, caballero -respondió Julia.

-¿Me prometéis hacerlo?

-Os lo juro.

-Bien. Adiós, entonces, señorita. Proseguid como hasta ahora, siendo tan buena hija, que confío que Dios os recompensará dándoos a Manuel por marido.

Julia exhaló un grito imperceptible y púsose encarnada como una cereza, apoyándose en la pared para no caer.

El inglés prosiguió su camino, haciéndole un ademán de despedida.

En el patio halló a Penelón con un paquete de cien francos en cada mano, como dudando si debía llevárselos o no.

-Seguidme, amigo mío, tengo que hablaros -le dijo.

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El conde de montecristo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El conde de montecristo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Array The griffin classics - The Complete Christmas Books and Stories
Array The griffin classics
Array The griffin classics - The Gift of the Magi
Array The griffin classics
Array The griffin classics - The Complete Works of F. Scott Fitzgerald
Array The griffin classics
Array The griffin classics - The Picture of Dorian Gray
Array The griffin classics
Array The griffin classics - Jack London - The Complete Novels
Array The griffin classics
Array The griffin classics - The Law of Success - In Sixteen Lessons
Array The griffin classics
Array The griffin classics - The Complete Works of Jane Austen
Array The griffin classics
Array The griffin classics - The Elements of Style ( Fourth Edition )
Array The griffin classics
Array The griffin classics - Franz Kafka - The Complete Novels
Array The griffin classics
Отзывы о книге «El conde de montecristo»

Обсуждение, отзывы о книге «El conde de montecristo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x