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© Liuba Kogan, Franco Salazar y Diana Orihuela, 2020
De esta edición:
© Universidad del Pacífico
Jr. Gral. Luis Sánchez Cerro 2141
Lima 15072, Perú
«SOLTANDO LO TUYO». EL RAP EMOCIONAL EN EL CALLAO
Liuba Kogan, Franco Salazar y Diana Orihuela
1.ª edición digital: julio de 2020
Diseño de la carátula: Icono Comunicadores
Libro digital disponible en fondoeditorial.up.edu.pe
ISBN ebook: 978-9972-57-443-6
BUP
Kogan, Liuba.
«Soltando lo tuyo». El rap emocional en el Callao / Liuba Kogan, Franco Salazar y Diana Orihuela. -- 1a edición. -- Lima: Universidad del Pacífico, 2020.
151 p.
1. Rap (Música) -- Perú -- Callao -- Aspectos sociológicos
2. Raperos -- Perú -- Callao -- Condiciones sociales
3. Música popular -- Perú -- Callao -- Aspectos sociológicos
4. Jóvenes -- Perú -- Callao -- Condiciones sociales
I. Salazar Sifuentes, Franco Renato.
II. Orihuela, Diana.
III. Universidad del Pacífico (Lima)
782.421649 (SCDD)
La Universidad del Pacífico no se solidariza necesariamente con el contenido de los trabajos que publica. Prohibida la reproducción total o parcial de este texto por cualquier medio sin permiso de la Universidad del Pacífico.
Derechos reservados conforme a Ley.
Introducción
«Tantos tiros al aire que no veo palomas» dice un verso de la canción Callao en trampa de Zona Roja Los de Loreto. Mejor no se puede describir la violencia y la desolación que acompañan a los raperos cuyas letras estudiamos. Este libro, «Soltando lo tuyo». El rap emocional en el Callao, se vale del análisis de contenido de 15 letras de canciones de rap chalaco con la finalidad de analizar la manera en que jóvenes varones que habitan en barrios bravos chalacos expresan sus emociones a través de sus versos.
En la lírica analizada se hacen visibles emociones de vulnerabilidad a la par que dilemas morales nacidos de la compleja condición social en la que viven muchos raperos chalacos; es decir, se muestran como seres humanos multidimensionales en el contexto de una de las urbes con los mayores índices de homicidios, robos1, consumo, tráfico y microcomercialización de drogas ilícitas2, así como enfrentamientos entre pandillas rivales (Instituto de Defensa Legal, 2016, pp. 22-23).
Al escuchar las canciones de rap chalaco, llamaron nuestra atención las letras que expresan emociones de arrepentimiento, desesperanza y soledad. Esto es, la antítesis de las masculinidades ancladas en la fuerza y la resistencia ante lo adverso, tan propias del rap gangsta3. Si bien cada vez más artistas de rap exploran su mundo emocional y su vulnerabilidad, este tipo de lírica ha sido escasamente estudiado (Oware, 2018) y, podríamos señalar casi con certeza, no lo ha sido en nuestro país. Es posible que ello se deba, entre otras razones, a que el rap mostró, a través de sus exponentes norteamericanos más famosos, masculinidades hegemónicas (Connel & Messerschmidt, 2005) ancladas en la negación de distintas formas de transgresión de roles de género tradicionales (Brown, 2011). Sin embargo, las masculinidades hegemónicas en la actualidad compiten con otras representaciones de masculinidades. En nuestro país, desde esa perspectiva, Fuller (2018) plantea la necesidad de examinar diversas masculinidades según regiones, grupos sociales, familiares, etc. Los trabajos empíricos realizados en el Perú, sin embargo, han prestado mayoritariamente atención a los roles sociales masculinos y a las relaciones de poder entre géneros, pero escasamente a las emociones masculinas4. Así, este estudio sobre la expresión de las emociones de vulnerabilidad entre jóvenes varones en uno de los lugares más violentos del país se suma a las investigaciones pioneras sobre este tema.
En el Callao, como en los guetos norteamericanos donde se originó el rap, las narrativas de este género aluden a las duras y violentas condiciones que enfrenta la juventud hacinada, pobre y descontenta. Allí, uno de cada cinco habitantes es joven (Secretaria Nacional de la Juventud, 2016) y el 27,7% de aquellos entre 17 y 24 años no estudia ni trabaja, superando ampliamente el promedio nacional de 18,0%, así como el limeño de 19,3% (Gestión, 2019); además, tres de cada cuatro jóvenes chalacos no accede a la educación superior (Secretaria Nacional de la Juventud, 2016). Así, aproximadamente, uno de cada cinco chalacos es joven, de ellos el 30% ni estudia ni trabaja y solo uno de cada cuatro accederá a la educación superior.
Las condiciones laborales y educativas de los jóvenes chalacos parecerían empalidecer frente a las de la violencia que afrontan. La criminalidad en el Callao, en especial sus variantes más violentas, afecta de manera particular a los jóvenes. Destaquemos el dato más dramático de los disponibles (figura 1): en 2014 entre los 15 y 29 años de edad, la tasa de homicidios en la Provincia Constitucional del Callao era de 30,9 por cada 10.000 habitantes, superando ampliamente la tasa nacional de 9,1 y la de 6,9 de Lima.
Figura 1
Tasa de homicidios por grupos de edad y por cada 10.000 habitantes, Provincia Constitucional del Callao, 2014
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática (2016).
A partir de los datos agregados que presentamos en los párrafos anteriores acerca de las condiciones educativas, laborales y de violencia que enfrentan los jóvenes chalacos, no resulta ajeno a la experiencia urbana global que el rap represente un género musical privilegiado para que ellos logren hacer oír su voz en la medida en que las letras de sus canciones se nutren de las experiencias urbanas en las que expresan sus duras vivencias cotidianas; a la par, sus audiencias les exigen «autenticidad», es decir, relatos propios y experimentados en sus barrios y con los cuales identificarse. Y es que el rap es el género privilegiado, pues –a diferencia de otros géneros musicales– existen «barreras relativamente bajas para la participación» (Jones, 2015, p. 319) en esta escena5, lo que permite a los jóvenes chalacos producir rap amateur con poca inversión de capital y sin sofisticadas destrezas musicales.
En «Soltando lo tuyo». El rap emocional en el Callao, buscamos escudriñar cómo las vivencias de los jóvenes son rimadas en sus canciones, por lo que apelamos a los estudios sociológicos sobre las emociones. Si bien existen innumerables definiciones sobre ellas, tanto desde la filosofía como desde las ciencias sociales modernas y sus subdisciplinas, en este trabajo nos enfocamos en las propuestas de la sociología de las emociones y, de modo particular, adoptamos la perspectiva de Gould (2010), quien plantea que las interacciones sociales violentas que se producen en las calles afectan los cuerpos; es decir, como consecuencia de dichas interacciones los cuerpos afectados se cargan de intensidad, fuerzas y energías que no son inteligibles. El rap, sin embargo, permite en el acto creativo y performativo articular lingüísticamente y dar forma a los afectos en términos de códigos comunes culturalmente compartidos. Escribir canciones de rap hace posible la expresión de emociones como la cólera frente a instituciones sociales injustas, la pena frente a los amigos fallecidos, la indignación ante la discriminación o la tristeza respecto a la traición de los amigos, entre otras. Y encontramos en las letras de las canciones que analizamos que las principales emociones que los jóvenes expresan son arrepentimiento, desesperanza y soledad.
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