Kris Buendía - La mansión

Здесь есть возможность читать онлайн «Kris Buendía - La mansión» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La mansión: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La mansión»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Lilly recibe una nueva oferta de trabajo que no puede rechazar tras ser despedida como enfermera en la clínica donde trabajaba. El nuevo trabajo es en una gran y lujosa mansión. ¿Pero de qué? La paga es más de lo que puede imaginar y no puede dejarlo pasar, así tenga que mentir sobre su profesión. Pero cuando conoce al dueño de la mansión, el señor Boone, queda hipnotizada por él. Es guapo. Grande. Fuerte. De ojos azules y pelo castaño. Intrigada por la curiosidad que esconde ese hombre, decide aceptar el trabajo, pero viene con algo más. Una propuesta. No tiene más remedio que decir que sí, así le cueste un poco su libertad y aceptar dudosamente las reglas dentro, y una de ellas es: No subir al segundo piso por nada del mundo. Por las noches escucha ruidos extraños del piso de arriba. En la habitación del señor Boone. Gemidos. Golpes. Y algo más… placer. Un día decide subir al piso prohibido y descubre lo inimaginable.

La mansión — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La mansión», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En cuanto le dije al conductor, no pudo disimular su cara en cuanto le dije a donde se dirigiera.

Lo tomé como algo bueno.

—¿Señor, estas son las fábricas textiles?

—Sí, señorita, ¿No lo sabía?

Desde luego que no. Esta gente entonces era demasiado importante. Y a la vez, extraña. Poner un anuncio en el periódico sobre en busca de personal, pudiendo contratar a una empresa directamente que brinde estos servicios.

También, se cuidaban las espaldas, colocar un número y éste respondía solamente con la dirección, después de haber brevemente un par de preguntas.

Me preguntaba si ya me habían investigado.

Desde luego que así era.

El taxi me dejó frente a la calle solitaria.

—¿Es aquí?

—Sí, estoy seguro que alguien vendrá por usted.

—De acuerdo.

Me bajé del taxi y escuché el ruido de un motor a lo lejos. Una camioneta.

Una camioneta negra Rolls Royce. De infarto.

Se detuvo frente a mí y se bajó de él un señor en traje.

—Señorita Davies.

—Hola.

—Acompáñeme, por favor.

—¿Cómo sabe que soy yo?

—¿No es usted la señorita Diane Lilly Davies? —ladeó la cabeza.

—Sí soy.

—Entonces no hay que seguir perdiendo el tiempo. Suba al auto, al señor no le gusta esperar.

—¿Qué señor?

Puso los ojos en blanco y abrió la puerta para mí.

De inmediato entré, la gente con dinero tenía ese problema de creer saber todo. Podrían saber mi nombre, pero nada más.

Al menos no se enterarían que era en realidad enfermera.

Me la pasé haciendo un currículo falso. Si esta gente buscaba a alguien de limpieza eso iba a darles. Si necesitaban a alguien más calificado lo hubiesen puesto. Por lo que, tuve que mentir un poco.

El camino era hacia el prado. De inmediato vi dos fábricas a lo lejos, y el gran prado verde era lo mejor que había visto. Era como si estuviese en escocia, y claro nunca había estado.

A lo lejos estaba una casa gigante, de piedra y rodeada de muchos hombres armados.

Era La Mansión.

Y una gran verja de hierro en la entrada. Con las iniciales BB en ellas.

Mierda.

Si las cosas se ponen feas no podré salir viva de acá, pensé.

Ahí estaba. Era en realidad eso. Una mansión. Pero no cualquiera. Era La Mansión.

Hermosa.

Oscura.

Fría.

Te drogaba con solo verla. Trabajar ahí sería un sueño, y no digamos cómo vivir ahí. Era impresionante. Mi mandíbula cayó al suelo de inmediato cuando nos detuvimos.

Si esta gente se enteraba que había mentido estaría en problemas.

Pondrían una bala en mi frente y nadie se enteraría nunca.

El chofer abrió la puerta y me ayudó a salir. Ese auto olía a dinero.

Y esperaba que mi cartera oliera así pronto.

Del interior salió una mujer y me sonrió.

—Señorita Davies, pase por acá.

Llevaba delantal, seguramente era la ama de llaves. La que con suerte sería mi jefa.

—Soy Esme, bienvenida.

—Hola, Esme—dije.

En cuanto entré a La Mansión casi me fui de culo.

—Por Dios—se me escapó en voz alta.

—Descuida es así la primera vez.

Había música clásica en el fondo. El piso era de mármol color crema y sus paredes eran igual. Un mármol más claro, y el techo parecía el mismo cielo, si ahí había dinero, claro.

Estaba dentro de una piedra hermosa.

Y tenía frente a mí unas escaleras en forma de X, era el umbral más espectacular que había visto nunca.

Me dio intriga saber qué había en el segundo piso. Se miraba misterioso porque arriba de ellas, solo había otro pasillo que llevaba a la nada.

seguí caminando.

Había pinturas viejas y al fondo podía ver la sala principal y un cuadro frente a él.

Una mujer elegante que llevaba un collar de perlas alrededor de su cuello delgado.

A su lado, podía ver una mano en su hombro. Una manera fuerte, habían retratado a la perfección cada vena que sobresalía.

Seguí el brazo, encontrándome con un traje impecable de tres piezas, al momento de verle el rostro.

Me quedé hipnotizada por su belleza.

Pero qué hombre más hermoso, dije para mis adentros.

Sus labios eran perfectos, sus ojos, su cabello. Y lo fuerte y grande que era.

¿Era su esposo?

—Madre e hijo—me dijo Esme, cuando me encontró mirando la pintura por demasiado tiempo.

—Por aquí— salió otro hombre, un hombre serio y vestía con traje. Este no sé qué era, pero no era cualquiera.

Ni siquiera le hablé porque me daba miedo, lo seguí y solamente miraba su espalda, si miraba todo a mi alrededor se me saldría otra tontería. Y no quería que este hombre pusiera una bala en mi frente.

Porque llevaba un arma, la podría ver en su cintura.

Quizá era un guardaespaldas.

O un matón, joder.

Nos quedamos frente a dos puertas de madera oscura. Un estudio tal vez.

Y el hombre entró luego de tocar a la puerta.

Yo me quedé esperando. Estaba ya cansada de tanto protocolo, pues no estaba en ningún palacio, por lo que no estaba tampoco en ninguna casa real.

De todas maneras, me quedé ahí.

Observando a mi alrededor. Era un pasillo bastante sombrío. Y aquí no había ninguna pintura. Era como un lado de la casa totalmente diferente.

Como un ala lejos del calor familiar y definitivamente no combinaba con el decorado del resto de la casa.

La puerta se abrió y el hombre misterioso me dirigió una mirada de aprobación.

—El señor Boone la espera.

Señor Boone.

Sé que he escuchado ese apellido en algún lugar. No solamente por la ropa que diseñan. Pero mejor hice nota mental luego. Ahora, necesitaba concentrarme en la entrevista.

En el momento en que entré al despacho sentí su mirada ya cernida en mí.

—Gracias, Magnus.

Esa voz.

Es fuerte. Es bastante varonil. Ni siquiera he levantado el rostro y ya me siento bastante nerviosa solo de saber de que, quizá esté con el viejo dueño de este lugar.

Aunque su voz, no era de una persona mayor.

La puerta se cierra y yo decido levantar mi rostro y presentarme.

Ahogó un grito interno y hago nota mental de mantener la calma frente a este hombre.

Es el hombre del cuadro.

Ese cuadro definitivamente no le hace justicia. Su belleza es… mierda. Estaba mirándolo demasiado.

Él se me queda mirando de pies a cabeza, se mantiene serio y con cara de pocos amigos.

—Me llamo…

—Sé quién es, señorita Davies—me interrumpe y eso no ayuda.

Doy dos pasos atrás lista para salir corriendo. Su perfume ha inundado mis fosas nasales y de pronto siento calor.

—Por favor, tome asiento—me ordena con voz firme mientras él se acomoda en su silla.

Ojos azules.

Cabello castaño oscuro.

Fuerte. Muy fuerte.

Una mandíbula cuadrada y unas manos grandes.

Labios carnosos.

Mirada de ángel follador.

Se ve tierno, atractivo a pesar de su semblante fuerte de macho alfa, pero al mismo tiempo se ve un hombre muy solitario.

Es el hombre más espectacular que he visto en mi vida.

El señor Boone.

—No muerdo—promete. Aunque, no me molestaría si lo hiciera. El hombre se ve que ha estado solo bastante tiempo.

Se le ve tenso, enojado a pesar de que su voz dice todo lo contrario.

De todas maneras, hago lo que me pide sin decir una sola palabra por miedo a ser interrumpida y él sin quitar su mirada en mí toma el folder frente a él.

Nos quedamos mirándonos el uno al otro. No me va a intimidar a pesar de que estoy temblando como una idiota. No podría articular una sola palabra en estos momentos por la forma en cómo me ve.

Es como si tuviese una guerra entre seguir mirándome y ver el folder que tiene en sus manos, al final el folder gana. Y yo puedo respirar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La mansión»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La mansión» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La mansión»

Обсуждение, отзывы о книге «La mansión» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x