Aunque en esta lista de accesorios haya quedado para el final, no es menos importante contar con un buen sistema de soporte de fondos. Tanto si usa rollos de cartón plástico como telas necesitará un sistema fiable de soporte de fondos. Para el estudio le recomiendo soportes anclados en la pared o mediante autopoles (soportes verticales de suelo a techo), de esta forma evitará que los movimientos de niños puedan desplazar el fondo o incluso que provoquen la caída de los soportes. Fuera del estudio, en casa de clientes o en otras localizaciones, si desea usar fondos de papel o tela no le quedará más remedio que recurrir a pies de iluminación o autopoles y una barra horizontal entre ellos. Avise a los padres para que estén pendientes de los movimientos del pequeño, por si pudiera arrastrar el fondo y hacer que vuelquen los trípodes que lo sujetan. Si observa que es demasiado activo mejor renuncie a los fondos que haya traído y recurra a usar las propias paredes de la localización.
KITS DE ILUMINACIÓN
Nuestros fotógrafos recomiendan el siguiente equipo básico de iluminación para iniciarse en fotografía de niños:
• Una ventana de luz natural, “barata y fundamental para empezar a aprender –como indica Pepa Valero– nos permite fijarnos en lo esencial, en estudiar la calidad de la luz y la dirección, sin tener que prestar atención a aspectos técnicos del manejo de flashes. Si no tiene ventana de luz natural, puede confeccionarla en una pared con unas lámparas LED de 5500° K filtradas con un PVC translúcido para dar una luz semejante a una ventana de luz natural, ¡cuánto más grande más suave!”.
• Un flash de estudio de entre 300 y 500 W/s. Pueden ser de marcas más económicas, pero nuestros fotógrafos recomiendan los B1 o D2 de Profoto 500 W/s, aunque sean caros, porque merecen la pena por calidad de la luz, fácil manejo y duración.
• Una ventana con panel de abeja, bien de 50 x 90 cm u octogonal de 90 a 120 cm
• Un paraguas extragrande XL con difusor
• Un reflector dorado-blanco montado sobre un pie.
Para un equipo más completo añadirían:
• Otro flash de estudio de 300 a 500 W/s
• Otro paraguas extragrande XL
• Una luz de belleza ( Beauty Dish ) blanco
Si estima que gran número de sesiones se realizarán en exteriores, puede optar por añadir baterías a sus cabezas de flash, ya que algunos modelos sí lo permiten, por ejemplo las B2 de Profoto. Otra solución es adquirir un par de unidades de flashes portátiles TTL compatibles con su cámara y al menos dos modificadores de luz compatibles con ellos, por ejemplo ventana y paraguas mediano.
Otros componentes del equipo
BOLSAS, MOCHILAS Y MALETAS CON RUEDAS
Para fotografiar niños en localizaciones fuera del estudio necesitará una bolsa o mochila que pueda albergar el conjunto de cámaras, objetivos y otros materiales que configuren su equipo para localizaciones. Las bolsas suelen tener menor tamaño y capacidad pero ofrecen la ventaja de tener el equipo muy a mano, en caso de necesitar cambiar de objetivo, por ejemplo. En fotografía de niños ya le indicamos que no va a necesitar un gran número de objetivos, por lo que la opción de una bolsa para un equipo de iniciación o medio es muy aconsejable.
Otros fotógrafos optan por una mochila cuando se desplazan, porque permite albergar un mayor número de accesorios, además del equipo básico, y por supuesto otra cámara de recambio para casos de avería. Cuando ya se encuentra en la localización, la fotógrafa Pepa Valero deja la mochila en una habitación o en el coche y se mueve únicamente con la cámara y el objetivo principal; a veces con uno o dos objetivos dispuestos en una pequeña bolsa de las que pueden colgarse del cinturón por si son necesarios.
Pepa Valero prefiere llevar una mochila diseñada para transportar el equipo fotográfico. Ha configurado su interior para la cámara y cinco objetivos que suele llevar fuera del estudio, dejando una parte importante de su interior para accesorios, complementos y materiales de su kit para emergencias. A la derecha puede apreciarse la maleta con ruedas que usa Alba Soler para transportar su equipo para localizaciones: cuerpo de cámara con un objetivo Sigma 50 mm f/1,4, un objetivo Canon 85 mm f/1,2, otro objetivo Canon 100 mm f/2,8 macro y un flash portátil Profoto A1. La gran cantidad de compartimentos en la tapa superior de la maleta le permiten llevar accesorios fotográficos, así como pequeños elementos para atrezo y complementos de vestuario.
Existen modelos de mochilas de diferentes tamaños y configuraciones, que pueden albergar cómodamente dos cuerpos de cámara, 3 o 4 objetivos, un flash portátil y los complementos necesarios (baterías, tarjetas de memoria, kit de limpieza de objetivos, etc.). Elija un modelo que ofrezca buena protección contra golpes a su equipo, que sea ligero y lo más impermeable posible, o compre una funda de protección para la lluvia.
La maleta fotográfica con ruedas es otra solución muy usada por fotógrafos de niños que realizan gran parte de sus trabajos fuera del estudio. Estas maletas están diseñadas para soportar fuertes impactos, son relativamente ligeras, se transportan cómodamente con sus ruedas y algunos fabricantes las diseñan completamente estancas al agua, polvo y arena. Entre las maletas indestructibles que sobreviven en cualquier circunstancia se encuentran las fabricadas por Pelican y Mantona. No dude en invertir en una maleta fotográfica profesional si va a viajar mucho con ella, porque su espalda y su equipo se lo agradecerán. Alba Soler usa una maleta Tenba, “que aparte de tener ruedas, algo imprescindible para mí, tiene mil compartimentos y la uso como mi oficina portátil además de mochila para la cámara. Llevo de todo lo que uno se pueda imaginar: tijeras de podar, hilo de coser, recibos, contratos, crema de manos, colorete, pintalabios, etc. El interior se puede personalizar moviendo los separadores para ajustarlo al equipo que lleve. Además, cuenta con varios bolsillos transparentes que revelan su contenido y son muy útiles para llevar las tarjetas de memoria, las baterías y cualquier otra cosa necesaria durante la sesión”.
Manuel González usa una maleta con ruedas específicamente diseñada para fotógrafos de la marca Vanguard, donde puede llevar cómodamente todos sus objetivos favoritos, más dos cuerpos de cámara y gran número de otros accesorios.
CONSEJO
OTROS ACCESORIOS NO FOTOGRÁFICOS
Al realizar fotografías en estudio, o en la propia casa si son padres o madres aficionadas, no hay problema en disponer de un gran número de elementos para incorporar en las escenas o ayudarle en las pequeñas tareas. Sin embargo, al fotografiar en localizaciones fuera del estudio acarrear un gran volumen y peso en equipo puede convertirle en un porteador más que en un fotógrafo, perjudicándole en la movilidad para cambiar de localización y, sobre todo, incrementando el cansancio físico que reducirá sustancialmente su creatividad. Para Alba Soler “curiosamente en exteriores una de mis herramientas imprescindibles son unas tijeras de podar que llevo siempre en la maleta. Antes de empezar, recorro la escena y elimino todo lo que pueda distraer, sobre todo ramas secas que por su color pajizo sé que atraerán más la luz y aparecerán brillantes en la foto. Otro elemento imprescindible es un kit que llevo siempre en el coche con todo tipo de cosas que puedan ser de utilidad, tijeras, maquillaje, hilo de coser, ganchitos del pelo, imperdibles, etc. El hilo de coser me ha salvado más de una sesión de comunión en la que se había caído un botón de la chaqueta del traje”.
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