1 INTRODUCCIÓN
2 CAPÍTULO 1 La raíz
3 CAPÍTULO 2 La era del deslumbramiento
4 CAPÍTULO 3 Cambio de rumbo
5 CAPÍTULO 4 En El Pantanillo
6 CAPÍTULO 5 Santos Lugares
7 CAPÍTULO 6 El polemista
8 CAPÍTULO 7 La consagración
9 CAPÍTULO 8 El abismo
10 CAPÍTULO 9 Ojos que no ven
11 CAPÍTULO 10 Nunca Más
12 CAPÍTULO 11 El ocaso
13 CAPÍTULO 12 Después del fin
14 AGRADECIMIENTOS
15 FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
1 Cover
Morosi, Pablo
Sabato : El escritor metafísico / Pablo Morosi ; Sandra Di Luca. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Marea, 2021.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga
ISBN 978-987-8303-45-1
1. Biografías. I. Di Luca, Sandra. II. Título.
CDD 920.71
Edición: Ariel Hendler - Víctor Sabanes
Coordinación editorial: Víctor Sabanes
Corrección: Marisa Corgatelli
Diseño de tapa e interiores: Hugo Pérez
Fotografía de tapa: Ulf Andersen
Fotografía de contratapa: Archivo General de la Nación (AGN)
©2021 Pablo Morosi - Sandra Di Luca
©2021 Editorial Marea SRL
Pasaje Rivarola 115 – Ciudad de Buenos Aires – Argentina
Tel.: (5411) 4371-1511
marea@editorialmarea.com.ar
www.editorialmarea.com.ar
ISBN 978-987-8303-45-1
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Depositado de acuerdo con la Ley 11.723. Todos los derechos reservados.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento sin permiso escrito de la editorial.
A los hombres hay que conocerlos antes de juzgarlos.
Fiódor Dostoievski, Crimen y castigo, 1866.
¿Qué hacemos, qué sentido tiene nuestro existir, limitado
y absurdo, en un insignificante rincón del espacio y del tiempo, rodeados por el infinito y la muerte?
Ernesto Sabato, El escritor y sus fantasmas, 1963.
INTRODUCCIÓN
Ernesto Sabato* fue, por lejos, el escritor argentino más leído de su época: un verdadero fenómeno mucho más allá de lo editorial. Autor complejo y controversial, concibió una trilogía de novelas elogiadas por Albert Camus, Graham Greene y Thomas Mann. A su vez, dio vida a ensayos en los que expuso con lucidez los peligros que amenazaban a la humanidad. Su figura excede largamente el carácter abstracto de la literatura o el pensamiento y ha estado involucrada en los principales acontecimientos, inclemencias y tragedias que jalonaron el derrotero de la historia nacional a lo largo del último siglo.
Desde la década de los 70 la vida de Sabato ha sido reflejada en varios ensayos biográficos cuyo común denominador es haber sido guiados por el relato y los recuerdos del escritor. El último de esos trabajos, realizado por Julia Constenla –y corregido parcialmente por el propio Sabato– fue publicado en 1997 y reeditado tras la muerte del autor de El túnel, en 2011. Sobre esa rica base de antecedentes, el presente trabajo incorpora documentos, material de archivo y nuevos testimonios; elementos con los que busca echar luz sobre los hitos cruciales y las pulsiones que guiaron los pasos de este hijo de inmigrantes calabreses nacido en 1911 en el pueblo bonaerense de Rojas.
Su carácter sombrío parece emerger del drama de un hermano muerto en forma prematura: creció ahogado por una excesiva sobreprotección, rodeado de silencios y preguntas nunca respondidas que alimentaron una infancia temerosa y retraída en la que fundó su personalidad. Deslumbrado por las perfectas ecuaciones de la ciencia, durante su juventud en La Plata también descubrió el arte, la política y el amor, y desarrolló una cosmovisión humanista que lo ubicó, invariablemente, en la trinchera de los que luchan por la dignidad del hombre. Se enamoró de la épica de los anarquistas para luego afrontar los riesgos de una militancia en las ideas prohibidas del comunismo, cuyos referentes eran perseguidos y encarcelados. Ajeno a todo dogmatismo, pronto se desencantó ante la evidencia de los crímenes cometidos por el estalinismo. A aquella decepción le siguió una mayor: el quiebre frente a una ciencia puesta al servicio de intereses vueltos contra el hombre mismo. Entonces, cautivado por la rebeldía antirracionalista del surrealismo, vio derrumbarse todas sus certezas de laboratorio.
Siempre dominado por impulsos, emprendió una deriva existencial que terminó por convertirlo en escritor. Buceó en la profundidad de su alma en pos de los grandes misterios de la condición humana que, junto a la alienación del hombre y la crisis espiritual en la sociedad tecnológica, constituyen el planteo central del universo sabatiano. La creación artística fue su herramienta de expresión y, al mismo tiempo, una estrategia de supervivencia. Así, tanto la novela como –en sus últimos años– la pintura le permitieron acceder a las oscuridades del espíritu, habitado por fantasmas y obsesiones, ajenas al mundo en apariencia diáfano de la razón.
Desde esta perspectiva, sus novelas –El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el Exterminador– pueden ser vistas como un enorme ejercicio de autoafirmación: un proceso expurgatorio de su interioridad, a la vez imperioso y desgarrador. En esa búsqueda metafísica esencial que indaga sobre el carácter ambiguo y contradictorio de la condición humana, radican precisamente la vigencia de su obra y el valor de su legado.
Sabato fue, al mismo tiempo, testigo incómodo del siglo xx e intérprete cabal de la idiosincrasia de los argentinos. Su pensamiento controvertido y provocador, con el que cautivaba especialmente a los jóvenes, lo llevó a fuertes confrontaciones en el terreno político, pero también a desencuentros con el mundo intelectual que, sin embargo, no mellaron su prestigio y popularidad.
Al cabo de la última dictadura asumió un rol clave para la frágil democracia recuperada: presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), órgano que documentó el horror del genocidio y dio sustento al procesamiento y condena de sus máximos responsables. Aquel protagonismo lo convirtió en un modelo de compromiso ético y ciudadano. Desde esa plataforma llevó adelante el papel grave de un pesimista habitando un país imperfecto y autodestructivo pero que, de todas formas, ante cada decepción recobraba la esperanza de poder construir una nueva utopía.
A diez años de su muerte, Sabato. El escritor metafísico invita a internarse en la vida intensa y apasionada de una de las figuras más destacadas y polémicas de la literatura argentina del siglo xx.
Gonnet, marzo de 2021
*Nota de los autores: El apellido Sabato ha sido escrito indistintamente con o sin tilde. Siguiendo las reglas de su origen calabrés, el escritor lo pronunciaba como una palabra esdrújula, pero no adosaba la tilde al llevarlo al papel. Para dar homogeneidad al trabajo se ha unificado la grafía del apellido según el criterio del propio escritor en todas las menciones, citas y títulos en los que aparece.
CAPÍTULO 1
La raíz
Emplazado con el objeto de establecer una guardia de fronteras frente a la trinchera de avance sobre los asentamientos indígenas, el fortín de Rojas fue fundado a fines de 1777 por el sargento mayor de milicias Diego de Trillo, siguiendo instrucciones del virrey Pedro de Cevallos. Se levantaron dos ranchos de adobe, una empalizada con postes de ñandubay, un mangrullo, un corral y el aljibe. La tropa, compuesta por tres soldados rasos y veintiséis peones rurales que el propio Trillo tuvo que contratar para la ocasión a falta de otras voluntades, cavó una zanja defensiva pertrechada con cuatro pequeños cañones. Además de los reiterados malones de indios pampas y ranqueles, el cuartel soportó inundaciones, incendios, mudanzas y deserciones hasta que, en 1816, un tornado lo destruyó por completo. Una década más tarde, cuando se dispuso su reconstrucción, ya había perdido en gran medida su sentido. Aunque a aquella vieja guarnición, en la inmensidad de la pampa húmeda, le quedaría reservado un párrafo en los libros de historia: allí se acantonaron las tropas porteñas que, comandadas por el general Bartolomé Mitre, libraron el 17 de septiembre de 1861 la batalla de Pavón y abrieron el camino a la organización nacional al vencer a las fuerzas de la Confederación Argentina, al mando del caudillo entrerriano Justo José de Urquiza.
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