Álvaro Joaquín Soto Reyes - Vampiro por accidente

Здесь есть возможность читать онлайн «Álvaro Joaquín Soto Reyes - Vampiro por accidente» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Vampiro por accidente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Vampiro por accidente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En un mundo aparentemente normal, Joaquín, un enamoradizo y joven científico se enfrenta a fuertes conflictos en una interminable lucha entre el bien y el mal, cuando Onofre, un vengativo vampiro llega a su vida con el fin de destruir a su familia. Para acabar con él y restablecer la paz, Joaquín deberá lidiar con su propio ser, dominar su cuerpo y mente, controlar sus impulsos y aprender de su enemigo en una desafiante y peligrosa aventura que pondrá en juego la vida de sus seres queridos.

Vampiro por accidente — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Vampiro por accidente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Abrumados por la excitación, el profesor ni yo nos percatamos de que la máquina había empezado a hacer un ruido extraño y vibrar como si estuviera temblando. Fue entonces que, de un momento a otro, estalló, se había sobrecalentado produciendo una falla. La explosión fue inmensa y nuestro proyecto quedó destrozado en miles de pedazos. Sin embargo, aquello no fue lo único que salió mal.

Cuatro horas más tarde, desperté lleno de tubos y vendas en el hospital de la ciudad. Había salido muy mal herido del incidente. Observé mi habitación, pero no había nadie que me contara lo sucedido. Intenté recordar qué había pasado, pero solo traía a mi memoria la explosión, después de eso se apagan las luces de mi cerebro. Me costaba mucho mantener los ojos abiertos, los sentía pesados y el cuerpo muy cansado. Al mismo tiempo, tal vez como consecuencia de estar tan lastimado, tenía una sensación rara, estaba inquieto, como si algo malo fuera a pasarme. Dormité unos minutos y al abrir los ojos divisé a alguien. Estaba en un rincón, solo oía su voz que me contaba una historia que parecía bastante descabellada e irreal.

―Mi querido Joaquín, ¡cuánto tiempo esperé este momento! Tenerte aquí, tan frágil e indefenso. Llevo observándote mucho, pero mucho tiempo, esperando con paciencia el día que pudiera disfrutar tu sangre que tiene un olor delicioso. Sin embargo, antes de chupar hasta la última gota de esta, te contare quién soy y por qué te mataré… Mi verdadero nombre es Onofre Alfaro y tengo más de ciento setenta años, nací el 1850 en el sur de Chile. Tuve una vida bastante normal hasta el 1900 cuando cambió por completo. Fue una noche como cualquier otra, estaba volviendo de mi trabajo y, de pronto, apareció un sujeto que jamás había visto. Se paró frente a mí sin decir nada, tampoco alzó su mirada. Le pregunté si necesitaba algo o si lo podía ayudar, entonces respondió con una frase que recuerdo hasta hoy, tal como si estuviera ahí. Dijo: “Soy Lastarria, el conde”. Acto seguido, sin aviso y con suma rapidez, me encontré tirado en el piso con sus colmillos clavados en mi cuello sacándome sangre. Cada succión se sentía como si me hubiesen estado rajando la piel. Pensé que sería mi fin, en lo sencilla que había sido mi vida, en que no había hecho lo que realmente quería, y lo extraña, pero simple que sería mi partida. A los pocos segundos sentí cómo mi corazón dejaba, poco a poco, de latir y el ardor desaparecía. Sin embargo, en el último instante, cuando estaba al borde de la muerte, el sujeto dejó de succionar mi sangre. Al detenerse me miró y dijo: “Ahora serás mi soldado, ve y mata cuantas personas quieras”. Abrí los ojos y noté que estaba acostado en mi cuarto, me sentía extraño, que mi cuerpo no era el de siempre. Desde entonces supe que mi vida no sería la de un ser ordinario y con él tiempo fui entendiendo la razón, me habían convertido en un vampiro. Esa es mi historia, querido Joaquín, y si hoy estoy aquí es para alimentarme de tu sangre que, como ya te había dicho, tiene un olor tan delicioso que es increíble.

―Disculpe, señor, pero no lo conozco y tampoco puedo creer en esa historia tan absurda y fantasiosa. Por favor salga o llamaré a la enfermera.

―¡Estúpidos humanos! ¡Siempre tan incrédulos ante lo desconocido! Te demostraré que esto es cien por ciento real, te haré sentir el mismo dolor que te conté.

En un lapso muy corto de tiempo, el sujeto figuraba al lado de la cama mirándome fijo, solo percibí la brisa que dejó al moverse con tal presteza. Sus ojos eran de un color rojo que jamás había visto. Cuando quise reaccionar o gritar en busca de ayuda ya era demasiado tarde, el tipo estaba clavado en mi cuello. Tal como me había contado en su relato, sentía cada maldita gota que salía de mi cuerpo, una por una, y cómo se me rajaba la piel. Era desesperante, incluso frustrante pues no podía hacer nada para defenderme.

Con el pasar de los segundos, asumía que sería mi fin, que jamás volvería a ver otro día ni rayo de luz. Pensaba en mi familia, en mi madre, mi padre y hermanos a quienes tanto amaba, pero no vería nunca más. Sin embargo, a pesar del sufrimiento punzante, lo que más me dolía era no haberle confesado mis sentimientos a Katherine.

A esas alturas, no me quedaban fuerzas ni sangre.

―Adiós, familia. Adiós, hermosa Katherine. Perdón por haber sido cobarde y no haberme atrevido a saludarte siquiera.

Escuché a la enfermera entrar en mi habitación y al vampiro escapar. Cerré los ojos. Quedé inconsciente y sin saber qué pasaría conmigo.

Desperté luego de dos días, confundido y convencido de que lo sucedido había sido un sueño, más bien una pesadilla de mal gusto. Recibí la agradable noticia de que me darían el alta por lo que podría volver a casa y estar con mi familia. El doctor me explicó que me había salvado de milagro de la explosión, al parecer me encontraba en perfecto estado tanto física como mentalmente.

―Joaquín, solo te recomiendo que bebas mucho líquido y mantengas reposo en tu hogar para así recuperarte con totalidad. No te expongas a fuerzas grandes ni nada por el estilo.

―Muchas gracias, doctor. Lo tendré en cuenta.

Estaba feliz y con ansias de ver a Katherine. Sentía valor para hablarle de una vez por todas y poder, de a poco, acercarme a ella.

De pronto, luego de haber avanzado solo un par de metros, me mareé. Mi corazón comenzó a acelerarse y mi cuerpo a temblar, arder y sudar en exceso. Pensé en volver al hospital para que me revisaran de nuevo. De manera inexplicable, empecé a escuchar conversaciones ajenas dentro de mi cabeza. Creía que me estaba dando algún cuadro psiquiátrico severo hasta que me di cuenta de que las voces que escuchaba correspondían a las personas que estaban en la otra cuadra, junto a una parada de autobús, conversando sobre qué cenarían esa noche. No lograba entender cómo era capaz de oírlos con tanta claridad pues estaban lejos de mí.

Absorto me mantuve quieto asimilando lo que acontecía, pero fue imposible mantener la calma. Pasó una mujer muy cerca mío y sin quererlo, fui capaz de oler su sangre. Quedé desconcertado. ¡Sentí su maldita sangre!

No entendía qué me estaba pasando. Corrí hacia mi casa, quizás estar encerrado y a solas por un tiempo me sentaría bien. En el camino continuaba escuchando lo que habla la gente que estaba cerca de mí, oliendo su sangre e, incluso, sintiendo los latidos de su corazón. Al llegar, me encontré con una carta tirada en la entrada, la tomé, abrí la puerta y subí con apuro a mi cuarto. Gracias a Dios no había nadie. Cerré la puerta y las cortinas para sentirme más seguro y me recosté en la cama, necesitaba pensar y comprender. Curioso, abrí la carta para ver de qué se trataba.

Querido Joaquín,

Espero que tu salida del hospital sea muy buena. Aprovecha cada momento de tus días ya que pronto nos volveremos a ver.

Pd: Saluda a tu madre de mi parte y dile que pronto la iré a ver.

Atentamente:

Tu amigo Onofre… o como tú me conoces,

Cristián de la Cruz

Al terminar de leer me di cuenta de que lo que creí que había sido una pesadilla, era cierto. Quedé congelado asimilando la realidad y preocupado pues solo pensaba que mi madre corría peligro. ¿Qué debía hacer? No sabía cómo reaccionar ni actuar. Daba vueltas sobre si debía o no contarle a mi madre cuando llegara, desconocía si lo que me estaba sucediendo le pasaría también a ella. No quería asustarla. Divagaba sin cesar cuando conecté los cables y comprendí que, si la historia que me había contado el sujeto era real, significaba que… ¡Me había convertido en un vampiro! ¿Podía serlo? ¿Un vampiro? ¡Un vampiro!

Unas horas después llegó mi madre, desesperado y ansioso, pero con miedo y sin explicaciones suficientes, corrí hacia ella y le conté, con lujo de detalles y desde el comienzo, todo lo sucedido: el hospital, la mordida, la carta…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Vampiro por accidente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Vampiro por accidente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Vampiro por accidente»

Обсуждение, отзывы о книге «Vampiro por accidente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x