— Obras de libre expresión
Se caracterizan por el hecho de que el autor realiza la obra para expresar cualquier aspecto de su mundo interior, sin prefijarse particulares finalidades funcionales, o que adecuen, documental o históricamente, el material narrativo del que se sirve para su expresividad. Estas consideraciones son válidas también para aquellas obras que se inspiren en hechos o personajes reales, pero reelaborados libremente, sin pretender reconstruirlos. Ejemplos: Misterioso asesinato en Manhattan, Mars Attacks.
— Obras de evasión, espectaculares, comerciales
Se caracterizan por buscar especialmente el éxito comercial, y por lo tanto, porque tratan de ofrecer aquellos ingredientes que, de hecho, convencen al gran público para comprar la entrada: son los factores comerciales debajo de velos culturales, ideológicos, etc.
No pueden ser confundidas con las obras «espectaculares» que pretenden transmitir una comunicación de otro tipo: westerns, comedias, musicales, thrillers, etc. Ejemplos: Man in Black, Con Air, La Roca, Heat…
— Obras de reconstrucción histórica
Tratan de reconstruir con personajes, costumbres y escenarios ficticios, acontecimientos reales. La idea del autor será principalmente la de adecuación histórica, aunque se plasme de acuerdo con la sensibilidad personal del autor. Ejemplos: 1492: La conquista del paraíso, Platoon...
— Obras documentales
Pretenden dar a conocer una realidad objetiva, sin añadir nada ficticio. Muchas veces estas películas sufren deformaciones ideológicas (políticas) que distorsionan la realidad sobre la que pretende ilustrar el cine documental. Ejemplos: JFK, Blackhawk derribado...
— Obras didácticas
Propiamente todas las películas tienen una finalidad didáctica o educativa, pero en algunas películas es especialmente significativa su intencionalidad pedagógica y moral: son aquellas cuya finalidad es «enseñar» sobre cualquier materia utilizando los particulares recursos del lenguaje cinematográfico. Ejemplos: El Club de los poetas muertos, Una historia del Bronx, El indomable Will Hunting...
El cine es el arte de nuestra cultura contemporánea y, por tanto, se ha erigido en el horizonte de referencia de una serie de reflexiones radicales sobre la Humanidad en este momento histórico. En el cine contemporáneo surgen una serie de cuestiones ético-sociales que en esta última década presentan unas connotaciones específicas:[1]
— preocupación por el individuo dentro de una estructura política, donde es interpelado como miembro de una colectividad.
— la preocupación por la identidad de la persona humana, que lleva en último término a cuestionar el sentido de la vida.
— la inquietud por la pareja humana, donde las personas se debaten en un intento de aproximación física y espiritual.
— el protagonismo femenino en la sociedad.
— el interés por la historia nacional, con el fin de descubrir la esencia de los pueblos o profundizar en los orígenes de los conflictos.
— la inestabilidad emocional, proyectada en el psiquismo traumatizado de los personajes cinematográficos.
— la insatisfacción profesional, que impulsa a abandonarlo todo y a emprender aventuras en busca del reencuentro consigo mismo.
— la permanente crisis política, derivada de la inestabilidad del mundo, de manera que todo se hace aleatorio, inseguro y anormal.
Léxico cinematográfico fundamental
Ambientación: Actividad que consiste en crear o reconstruir una realidad que conviene a los intereses del rodaje mediante el equilibrio de elementos cinematográficos (fotografía, color, música, decorados, vestuario, etc.).
Argumento: Es la sinopsis o ideas fundamentales que sintetizan la película. Debe reunir las siguientes características:
— ser redactado en tiempo verbal de presente de indicativo.
— resumir clara y directamente los rasgos del tema, sin terminología técnica.
— establecer la estructura clásica del conflicto dramático: introducción, desarrollo y culminación de la historia.
— presentar a los personajes principales en su medio, situaciones y ambiente histórico.
— mencionar los personajes secundarios.
— mencionar algunas escenas de la película (sin detallar).
— destacar las ayudas narrativas que serán utilizadas: narrador, diálogos, animación, etc.
— debe despertar el interés del lector en las dos primeras páginas.
Campo: Espacio visto por la cámara y limitado por el encuadre. Varía en función del tamaño del plano: cuanto mayor es éste, mayor será el campo visual.
Comprensibilidad: La obra cinematográfica debe ser comprendida no sólo por el productor, director o actores, sino también por los espectadores. Que la obra deba ser comprendida no quiere decir que sea comprendida en todos los casos y por todos los espectadores (heterogéneos y de distintas condiciones). Se trataría entonces de un cine fácil, elemental. La obra puede ser comprensible sin que ello indique que haya sido perfecta o nulamente comprendida.
La comprensibilidad de la obra puede requerir un mayor o menor esfuerzo por parte del espectador: todo depende del grado de comunicación que quiera establecer el autor y del tipo de espectadores a los que va destinada la obra.
La película debe estar dotada de inteligibilidad: no puede interpelar simplemente a los sentimientos y a las emociones. La lógica interna de la película (guión narrativo y guión técnico) no es una cuestión simplemente sentimentalista.
El guionista debe tener siempre presente los obstáculos que le surgen de los límites temporales; la duración condiciona la temporalidad narrativa y el desarrollo temático. Por lo tanto, dispone de un tiempo y espacio muy concretos que le exigen seleccionar la información que debe proporcionar: toda la información que el tema necesita para ser comprensible.
Contracampo: Inverso simétrico a campo. La técnica del campo y contracampo consiste en mantener a un personaje a la vista del espectador (campo), y a otro no; por ejemplo, de espaldas mientras los dos hablan (contracampo). El «plano y contraplano» o «campo y contra-campo» hace referencia a dos o más realidades (personajes u objetos) que aparecen en la pantalla, una de las cuales se situaría dentro del campo visual del espectador, y la otra fuera del campo, aunque no totalmente. Esta técnica permite visualizar las reacciones de cada personaje por separado.
Contrapicado: Se entiende por picado la toma que se realiza desde arriba hacia abajo. Este procedimiento disminuye a los personajes y objetos. Normalmente denota el abatimiento psíquico o físico, el derrumbamiento de alguien afectado por alguna situación.
El contrapicado se realiza cuando se filma de abajo hacia arriba, con lo que se obtiene un efecto amplificador de las figuras. Los personajes, amplificados, ofrecen un aspecto impresionante, con fines cómicos o dramáticos.
Credibilidad (verosimilitud): La credibilidad debe ser adecuada a la función que el contexto de la obra atribuye a determinado elemento. Por ejemplo: si queremos expresar el miedo que produce determinado hecho o acción y lo expresamos a través del terror que muestra el rostro de un personaje, ese miedo será más o menos creíble según el personaje aparezca en el filme como persona más o menos normal frente al miedo, como un miedoso, o como persona impávida.
En aquellos casos en que las obras tratan argumentos históricos, o tratan de documentar aspectos reales, o se inspiran en datos objetivos, la credibilidad está en función directa de la veracidad de los hechos narrados, que no puede ser reducida o expuesta parcialmente.
La credibilidad de un elemento de la obra cinematográfica puede condicionar la credibilidad de toda la obra, de cara al espectador. Si un elemento es inverosímil, existe ya por parte del espectador un fuerte «hándicap» para admitir como creíble toda la obra.
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