Omraam Mikhaël Aïvanhov - El egregor de la paloma o el reino de la paz

Здесь есть возможность читать онлайн «Omraam Mikhaël Aïvanhov - El egregor de la paloma o el reino de la paz» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El egregor de la paloma o el reino de la paz: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El egregor de la paloma o el reino de la paz»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¡Cuánta gente trabaja actualmente para la paz en el mundo! Pero en realidad no hacen nada para que esta paz se instaure definitivamente. Nunca pensaron que todas las células de su cuerpo, todas las partículas de su ser físico y psíquico deben vivir según las leyes de la paz y de la armonía, a fin de emanar esta paz por la que pretenden trabajar.. Mientras escriben sobre la paz, se reúnen para hablar de la paz, siguen alimentando la guerra en ellos, porque continuamente están preparándose para luchar contra una u otra cosa. Entonces, ¿qué paz pueden aportar? El hombre debe ante todo instaurar la paz en sí mismo, en sus actos, en sus sentimientos, en sus pensamientos. Sólo entonces trabaja verdaderamente para la paz.

El egregor de la paloma o el reino de la paz — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El egregor de la paloma o el reino de la paz», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Todo el mundo sabe que el cuerpo humano está constituido por un gran número de órganos relacionados entre sí; cada cual hace un trabajo particular, pero todos deben estar de acuerdo, en armonía, de lo contrario se producirán desórdenes, lo que en música se conoce como disonancias. El hombre sólo puede encontrarse en buena salud y en paz con la condición de que todos sus órganos realicen su trabajo con desinterés, impersonalmente, para el bien de todo el organismo. Pero esta salud, esta paz, no son más que estados puramente físicos. Para tener la paz del alma y del espíritu hay que ir mucho más arriba, es preciso que todos los elementos que constituyen el otro organismo, el organismo psíquico, vibren también al unísono, sin egoísmo, sin tensiones, sin prejuicios, como los órganos de la estructura física. Por lo tanto, la paz es un estado superior de conciencia; sin embargo, por depender de la salud de nuestro organismo y teniendo en cuenta que las menores molestias que en él aparecen pueden comprometer nuestra armonía psíquica, es preciso que estos dos organismos físico y psíquico estén en armonía para que la paz se instale completamente.3

La paz tal cómo se la comprende generalmente no es la verdadera paz. Si durante algunos minutos o algunas horas no sentís agitación ni molestias internamente, no podéis hablar aún de paz, porque no se trata de un estado duradero. La verdadera paz, una vez instalada, no puede perderse. Sí, la paz no consiste únicamente en sentirse bien, en calma, tranquilo durante unos instantes, es algo más profundo, mucho más precioso... La paz, ya lo he dicho, es un resultado. Cuando los instrumentos de una orquesta están perfectamente acordados, cuando todos los músicos, por haber trabajado con él mucho tiempo, conocen al director que les dirige, le quieren y le obedecen, entonces se desprende de ello una extraordinaria armonía. En el ser humano, también la paz es una armonía, un perfecto acorde entre los elementos, las fuerzas, las funciones, los pensamientos, los sentimientos y las actividades.

Esta paz profunda, inexpresable, es muy difícil de obtener porque para ello se requiere voluntad, paciencia, amor y un gran saber. Cuando el discípulo empieza a aprender y a comprender la naturaleza y las propiedades de cada elemento, pensamiento, sentimiento, deseo, para que nunca se introduzca en él nada que pueda perturbar su armonía interna, y por fin consigue eliminar de su organismo todo aquello que no vibra al unísono, sólo entonces obtiene la paz.

Si fumáis, si coméis y bebéis cualquier cosa, introducís en vuestro organismo ciertos elementos nocivos que os ponen enfermos y entonces no podéis tener paz. Si os duelen los dientes, si tenéis cólicos o palpitaciones, ¿cómo queréis tener paz? Habéis introducido en vosotros partículas que provocan obstrucciones o fermentaciones, y ahora hay que eliminarlas. La misma ley se aplica al nivel psíquico. Mientras sigáis ignorando la naturaleza de vuestros sentimientos, pensamientos, deseos, pasiones, instintos, y mientras los respiréis y os alimentéis de ellos sin saber si os reportarán un bien o un mal, no os sentiréis nunca en paz.

La paz es, pues, la consecuencia de un saber profundo sobre la naturaleza de los elementos que alimentan al hombre en todos los planos. Y junto a este saber, naturalmente, como acabo de deciros, se precisa una gran atención, una poderosa voluntad para no permitir jamás que se introduzcan elementos perturbadores. Si los Iniciados dan a la pureza una importancia tal, se debe a que han verificado desde hace mucho tiempo que la más pequeña impureza en su cuerpo físico, en sus sentimientos o en sus pensamientos, era suficiente para que perdieran la paz.

La paz, os lo acabo de decir, es el resultado de una armonía entre todos los elementos que constituyen el hombre: el espíritu, el alma, el intelecto, el corazón, la voluntad y el cuerpo físico. Y si es tan difícil de obtener, precisamente se debe a que estos elementos raramente se encuentran en armonía. Determinada persona tiene pensamientos lúcidos, sabios, pero he aquí que su corazón, en el que se ha filtrado un sentimiento inferior, le empuja a hacer locuras. O bien está animado de los mejores deseos, y es su voluntad la que está paralizada. ¿Cómo queréis que se sienta en paz en semejantes condiciones? La paz es la última cosa que puede obtener el hombre. Pero cuando, después de todo tipo de sufrimientos y de luchas, de fracasos y de victorias, consigue por fin que triunfe su naturaleza divina sobre todas las rebeliones e inquietudes de su naturaleza inferior, sólo entonces puede encontrar la paz. Antes, posiblemente podía llegar a vivir unos momentos maravillosos, pero ello no duraba mucho tiempo. Y por eso se oye a mucha gente decir: “He perdido mi paz...”

La paz, la verdadera paz, es imposible perderla. Pueden producirse perturbaciones alguna que otra vez, pero sólo se trata de movimientos superficiales: interiormente, profundamente, la paz esta ahí. Se parece al océano en el que la superficie siempre está agitada por las olas y la espuma, pero lejos de la superficie, en las profundidades, reina la paz. Cuando habéis conseguido introducir en vosotros la verdadera paz, los desórdenes que pueden producirse en el exterior no consiguen perturbaros, os sentís protegidos como en una fortaleza. Está dicho en el Salmo 91: “Porque Tú eres mi refugio, oh Eterno, Tú haces del Altísimo tu morada...” Esta elevada morada, es el Yo superior. Cuando llegáis a alcanzar este punto, la cima de vuestro ser, entonces conocéis la paz. Esta paz es una sensación divina, inexpresable. Pero antes de llegar a este estado, ¡cuántas victorias tenéis que conseguir sobre vuestras tendencias inferiores!

Por consiguiente, la paz proviene de una armonía, de una consonancia absoluta entre todos los factores y elementos que constituyen el ser humano. Pero aún añadiría lo siguiente: esa armonía no puede existir si no se han purificado todos esos elementos. Si no se avienen, se debe a que se han introducido en ellos impurezas. Cuando un hombre ha absorbido un alimento que no le conviene, no se siente bien, se vuelve irritable: pero si toma una purga, ¡todo mejora! Las impurezas destruyen la paz. Por lo tanto, para conseguir la paz, lo primero que hay que hacer es trabajar para purificarse, para eliminar todos los materiales que impiden el buen funcionamiento del intelecto, del corazón y de la voluntad. Un verdadero Iniciado ha comprendido sólo una cosa: que lo esencial es llegar a ser puro, puro como un lago en la montaña, puro como el cielo azul, puro como el cristal, puro como la luz del sol... Mediante esta pureza podrá obtener todo lo demás. Evidentemente no es tan fácil alcanzar la pureza, pero por lo menos hay que comprenderla, luego amarla y desearla con todas las fibras del propio ser y, finalmente, tratar de realizarla.

Cuando se producen desórdenes en vuestro cuerpo físico, en vuestro corazón o en vuestro pensamiento, sabed que habéis absorbido elementos impuros, e “impuros” puede significar sencillamente: extraños. Las impurezas son materiales indeseables porque son extraños al organismo humano. Esos materiales quizás no sean impuros en sí mismos, pero se les considera impuros porque su presencia en el organismo provoca perturbaciones. Por consiguiente son nocivos, y hay que desprenderse de ellos. Si os sentís enfermos o atormentados, se debe a que habéis permitido que una impureza se introduzca en vosotros bajo la forma de un pensamiento, de un sentimiento o de cualquier otra cosa.

Cada impureza, tanto en el plano mental como en el astral o en el físico, aporta molestias; y cuando digo “molestias” me refiero a un mal menor, porque las impurezas también pueden producir el envenenamiento, la intoxicación e incluso la muerte. Por lo tanto, hay que purificarse en todos los planos, en el plano físico mediante baños, purgas, enemas, ayuno, etc., y en el plano psíquico mediante la oración, la meditación y otros ejercicios espirituales. Sólo de esta manera conseguiréis la verdadera paz.4

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El egregor de la paloma o el reino de la paz»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El egregor de la paloma o el reino de la paz» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Omraam Mikhaël Aïvanhov - La balanza cósmica (número 2)
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - ¿Qué es ser un hijo de Dios?
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - Un futuro para la juventud
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - Los secretos del libro de la naturaleza
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - Los poderes de la vida
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - Homenaje al Maestro Peter Deunov
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - La armonía
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - En espíritu y en verdad
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Omraam Mikhaël Aïvanhov - La energía sexual o el dragón alado
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Отзывы о книге «El egregor de la paloma o el reino de la paz»

Обсуждение, отзывы о книге «El egregor de la paloma o el reino de la paz» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x