Un ejemplo podría ser cuando un ejecutivo dice: “¡Qué poco profesional es! ¡Ha arruinado la presentación! ¡Qué irrespetuoso ha sido con todos!”. Tales declaraciones nos dan poca información sobre lo que realmente sucedió . En este paso tendremos que ser como detectives: solo queremos “los hechos”. Veamos la diferencia en la calidad de la información que existe entre la declaración anterior y la que sigue: “Llegó veinte minutos más tarde de lo acordado y los papeles que entregó en la presentación tenían manchas de café”. En este paso intentamos tener una visión clara de qué nos provoca una reacción. Cuando somos capaces de describir objetivamente lo que ha sucedido, es mucho más fácil para nosotros tener claro lo que necesitamos. Asimismo, es menos probable que la gente reaccione de manera defensiva porque les resultará más fácil estar de acuerdo con lo que decimos si somos objetivos. Por tanto, el segundo paso para manejar una situación que nos provoca enfado es poder hacer una observación clara y objetiva de la situación. Frases como “me has insultado”, “eres un controlador” o “siempre estás intentando manipularme” —pronunciadas por un miembro de la pareja— llevan implícito un juicio, pero no describen lo que ha sucedido. Si nuestro objetivo es hacer una observación clara, podemos preguntarnos qué habría grabado una cámara de vídeo. Con esta perspectiva podemos llegar a describir la situación de una manera muy diferente: “Te he oído decir que soy un desordenado”. “Dijiste que no saldrías conmigo a menos que me pusiera el vestido rojo”. “Dijiste que siempre llevo ropa pasada de moda”. Una vez que podamos describir de manera clara a qué estamos reaccionando, libre de interpretaciones o evaluaciones, la gente tenderá menos a reaccionar de manera defensiva cuando nos escuche.
TERCER PASO
Asuma su responsabilidad
CUARTO PASO
Si es consciente de sus pensamientos culpabilizadores podrá tener claros sus sentimientos
QUINTO PASO
Defina sus necesidades
SEXTO PASO
Encuentre el “SÍ” detrás del “NO”
SÉPTIMO PASO
Piense en una petición de acción clara
OCTAVO PASO
Identifique los sentimientos y las necesidades de los demás
NOVENO PASO
Decida quién hablará primero sobre sus necesidades
DÉCIMO PASO
Ya podemos empezar a hablar
Recapitulemos
Resumiendo
Y ahora a practicar
Páginas de práctica
Cómo puede utilizar el proceso de la CNV
Algunos sentimientos y necesidades básicos que todos tenemos
Acerca del CNVC y la CNV
Acerca del los autores
Introducción
Cuando nos enfadamos suceden tres cosas dentro de nosotros: 1. Estamos molestos porque nuestras necesidades no están siendo satisfechas; 2. Culpamos a alguien o a algo porque no hemos recibido aquello que queremos; 3. Estamos a punto de actuar o de expresarnos de una manera que más tarde lamentaremos y que casi garantiza que no obtendremos lo que necesitamos.
Cuando estamos enfadados, nuestra atención se centra casi totalmente en aquello que no queremos y nuestro pensamiento se ve atrapado por imágenes que nos muestran cuán equivocados están los otros. Perdemos la perspectiva de lo que sí queremos y necesitamos.
Los diez pasos siguientes nos enseñarán a cambiar este patrón y a conectar con nuestro enfado de modo que este sirva para expresar lo que está vivo en nosotros. Descubriremos de dónde viene este sentimiento de enfado y veremos formas de expresarlo de manera que nos permita satisfacer nuestras necesidades y las de los demás cuando nos encontremos en medio de un conflicto. Así, guiados por estos pasos, aprenderemos a generar resultados que sean satisfactorios para todos.
PRIMER PASO
Vea el enfado como si fuera un testigo luminoso del salpicadero del coche
El enfado es como un testigo luminoso del salpicadero del coche que le advierte que algo no va bien; y si le hace caso con prontitud, tendrá más probabilidades de llegar a donde quiere llegar. Recuerde, lo que queremos hacer con el enfado no es simplemente “apagar la señal”. El enfado puede ser un instrumento muy valioso para ayudarnos a comprender cuáles son nuestras necesidades y valores. Nuestras emociones y sensaciones físicas son como los testigos luminosos de nuestro coche que nos ayudan a tener conciencia sobre cuáles de nuestras necesidades están siendo satisfechas y cuáles no.
Así que, cuando aparece la rabia o asoma la violencia, es útil recordar que es posible hacer la vida más placentera para nosotros mismos y para los demás si enfocamos nuestra atención en lo que necesitamos y dejamos de lado los pensamientos que nos muestran lo “equivocados” que están los demás y las imágenes que nos hacen verlos como “enemigos”.
Convierta en su meta atender sus necesidades subyacentes y buscar una solución que satisfaga las necesidades de todos.
SEGUNDO PASO
Observe con cuidado lo que ha sucedido
Si le preguntamos a alguien por qué está enfadado, lo más probable es que nos diga que otra persona ha dicho o hecho algo que no le ha gustado. Un ejemplo podría ser cuando un ejecutivo dice: “¡Qué poco profesional es! ¡Ha arruinado la presentación! ¡Qué irrespetuoso ha sido con todos!”. Tales declaraciones nos dan poca información sobre lo que realmente sucedió . En este paso tendremos que ser como detectives: solo queremos “los hechos”. Veamos la diferencia en la calidad de la información que existe entre la declaración anterior y la que sigue: “Llegó veinte minutos más tarde de lo acordado y los papeles que entregó en la presentación tenían manchas de café”.
En este paso intentamos tener una visión clara de qué nos provoca una reacción. Cuando somos capaces de describir objetivamente lo que ha sucedido, es mucho más fácil para nosotros tener claro lo que necesitamos. Asimismo, es menos probable que la gente reaccione de manera defensiva porque les resultará más fácil estar de acuerdo con lo que decimos si somos objetivos. Por tanto, el segundo paso para manejar una situación que nos provoca enfado es poder hacer una observación clara y objetiva de la situación.
Frases como “me has insultado”, “eres un controlador” o “siempre estás intentando manipularme” —pronunciadas por un miembro de la pareja— llevan implícito un juicio, pero no describen lo que ha sucedido. Si nuestro objetivo es hacer una observación clara, podemos preguntarnos qué habría grabado una cámara de vídeo. Con esta perspectiva podemos llegar a describir la situación de una manera muy diferente: “Te he oído decir que soy un desordenado”. “Dijiste que no saldrías conmigo a menos que me pusiera el vestido rojo”. “Dijiste que siempre llevo ropa pasada de moda”. Una vez que podamos describir de manera clara a qué estamos reaccionando, libre de interpretaciones o evaluaciones, la gente tenderá menos a reaccionar de manera defensiva cuando nos escuche.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.