La línea de costa de la isla de San Andrés es de dos tipos: en el margen occidental de la isla, domina una conformación rocosa, representada por la caliza arrecifal de la Formación San Luis y cuyo límite con el mar genera un borde acantilado continuo de geometría variable y sin desarrollo de playas. Por otro lado, el margen costero oriental se caracteriza por la alternancia de bordes acantilados, playas y zonas de manglar, aunque dominan los depósitos de arena y grava de playa. El sector norte de la isla, comprendido entre Punta Norte y Punta Hansa también se caracteriza por el desarrollo de playas. Estas playas son manifestaciones de depósitos cuaternarios de origen litoral costero que suprayacen la caliza de la plataforma arrecifal emergida de la Formación San Luis (Ingeominas, 1996).
Las playas de San Andrés representan un pequeño sector de la isla (<2 %) y están constituidas por arenas calcáreas de color blanco y crema, de grano medio a grueso, de forma subangular a subredondeada, con fragmentos de moluscos y de corales. El espesor de estos depósitos de playa alcanza 3 m, las amplitudes son variables y van desde unos pocos metros hasta un máximo de 31 m, las inclinaciones van hasta 9° (Vargas, 2004). Los principales depósitos de arenas de playa se localizan en la parte norte de la isla (Spratt Bight) y a lo largo de gran parte de la costa oriental.
Las áreas de manglar, núcleo de la Reserva Seaflower, están ubicadas en su mayoría en el costado oriental debido a las condiciones hidrológicas, sedimentológicas, geomorfológicas y a la intensidad del oleaje. En el costado occidental de la isla, sobre un pequeño punto protegido, se encuentra sólo un manglar, el del Cove. Los manglares de la isla cubren un área de 150.01 ha.
La Unesco declaró al Archipiélago como Reserva Internacional de Biósfera denominada Seaflower, con un área equivalente aproximadamente a 10 % del mar Caribe. Esta reserva, también considerada Área Marina Protegida, es una de las mayores del mundo y aloja más de 77 % de la extensión total de las áreas coralinas de Colombia (Aguilera, 2010; Gómez-López et al., 2012), ecosistemas que debido a su amplia productividad y diversidad generan importantes servicios para la economía de las sociedades actuales (Burke y Maidens, 2005). La isla de San Andrés es entonces un área estratégica no sólo en cuanto a índices de biodiversidad, sino que ocupa un renglón importante en la economía del país, especialmente en cuanto a actividades de turismo y de pesca; sus playas, clima, cultura y medio ambiente marino son su principal potencial turístico (Santos-Martínez et al., 2013; Celis y Mancera-Pineda, 2015; Guerra-Vargas y Mancera-Pineda, 2015).
Selección de fotografías aéreas
A partir del inventario de vuelos existentes sobre el litoral oriental de la isla de San Andrés en el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), se seleccionaron siete vuelos multitemporales, de resolución y escala apropiadas (≤1:10 500). Con el fin de complementar la información de algunos sectores, se adquirieron fotografías aéreas de dos fajas diferentes para un mismo año y de mayor escala. Para 2007, se utilizaron aerofotografías a color tomadas por el IGAC y para 2010 se descargaron imágenes de Google Earth. La información de las aerofotografías utilizadas se relaciona en la tabla 1.
La diferenciación de las dos unidades, playas y manglares, se realizó empleando un estereoscopio de espejos (Serie Geoscope Pro de ASC Scientific). Se escogieron las playas de mayor área y los cinco bosques de manglar localizados en la margen oriental de la isla (figura 1). Posteriormente, se escanearon las aerofotografías de los vuelos de 2007 y 2010 y se seleccionaron solo las imágenes de interés. Una vez obtenidas las imágenes se utilizó el programa Canvas TM 12 para unirlas y generar mosaicos digitales completos. Los mosaicos fueron georreferenciados utilizando el programa ArcGis® 9 y, con base en los shapefile a manera de polígonos, se delimitaron las playas y manglares de interés y se calcularon áreas y perímetros. A partir de la cobertura calculada para los diferentes años de cada unidad de paisaje, se desarrollaron regresiones para modelar a través del tiempo la trayectoria de cambios de playas y manglares en la zona costera oriental de la isla.
Figura 1. Mapa de la isla de San Andrés con indicación de las unidades de paisaje analizadas.
Fuente: elaboración propia a partir de mapa del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
Tabla 1. Relación de imágenes seleccionadas para el análisis del litoral oeste en la isla de San Andrés en el periodo de 1944 a 2010
Fuente: elaboración propia.
El cálculo total de las áreas de playa seleccionadas asciende a 99386.17 m2 ( tabla 2). Las playas de mayor cobertura están a lo largo del segmento que abarca desde el sur del sector San Luis hasta el extremo sur de la isla, mientras que las de menor cobertura, casi extintas, se encuentran en el sector de San Luis. Estas playas han sufrido la mayor erosión de la isla en los 66 años analizados, con una pérdida de 96.3 %, mientras que las playas del sector sur se han visto reducidas un 50.7 %. Caso contrario ha sucedido con las playas de Spratt Bight del sector norte, los dos segmentos han tenido aumento en su cobertura; para el sector occidental se tiene una ganancia de 36.7 % y para el oriental de 220.6 %, aumentos sustentados en intervenciones antrópicas.
De manera general, se observan algunas tendencias: las playas del norte son las que han tenido balances positivos, con aumentos totales de área en el periodo analizado, mientras que las playas con balances negativos son las dos playas localizadas más hacia el sur. Al buscar las líneas que mejor explicaran el comportamiento de las variaciones de las áreas de las playas, se encontraron algunas tendencias claras (figura 2): para las playas de mayor cobertura, se encuentra un modelo lineal que explica más de 90 % de la variación, obteniéndose una pérdida anual promedio de 625.24 m2 de playa. Para las playas de San Luis, que son el caso de pérdida más crítico, se observa un decrecimiento exponencial que explica más de 94 % de los datos obtenidos y, aunque éste tipo de comportamiento indicaría que siempre existirá algo de playa en éste sector, lo más probable es que se llegue a un punto en el que la erosión sea completa debido al alto porcentaje de urbanización en el sector.
Tabla 2. Resultados del cálculo de áreas para las playas seleccionadas. Valores en m2
a Dato incompleto dado que falta cobertura en las playas del extremo más sur.
*** No hay cobertura de aerofotografías.
Fuente: elaboración propia.
Para los dos sectores de la playa de Spratt Bight, la línea de tendencia tiene pendiente positiva, indicando un aumento en el área de estas playas. Para el sector occidental, se obtuvo un comportamiento lineal que explica 60.61 % de los datos obtenidos e indica una ganancia de aproximadamente 222.82 m2 por año. Para el sector oriental el comportamiento es polinómico y explica 92.97 % de los datos obtenidos. El crecimiento de esta playa norte es sustentado por intervenciones antrópicas como construcción de espolones y ampliación artificial de playas, de ésta manera, lo que se buscó fue ampliar la playa para fines turísticos y, actualmente, se quiere mantener sus dimensiones, no se puede pensar en un crecimiento continuo e ilimitado de ellas.
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