Francisco Páez de la Cadena - Jardines secretos
Здесь есть возможность читать онлайн «Francisco Páez de la Cadena - Jardines secretos» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Jardines secretos
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:3 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Jardines secretos: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Jardines secretos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
¿Has recortado debidamente las violetas?
¿Vino a verte tu ama?
¿Sonrió como siempre?
¿La besaste?
¿O solo fue tu sueño, como tu vida: marchito, igual, secreto, impuro?
Jardines secretos — читать онлайн ознакомительный отрывок
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Jardines secretos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Índice de contenido
Sinopsis Sinopsis Jardines secretos ¿Has delineado bien el nombre de tu amo? ¿Has recortado debidamente las violetas? ¿Vino a verte tu ama? ¿Sonrió como siempre? ¿La besaste? ¿O solo fue tu sueño, como tu vida: marchito, igual, secreto, impuro?
Jardines secretos
Memoria Memoria
York House Gardens York House Gardens Ya estuve aquí otra vez. Era marzo y solo la forsitia estaba viva. Largo corría este brazo del río: espeso y duro. Cerca de aquí compuso Pope sus sátiras pomposas: el robo del rizo, la elegía a una dama infortunada, sus hirientes sarcasmos sobre la topiaria y los monarcas. Suena el martillo e imagino el escoplo del carpintero. En este astillero fluvial se hacen barcas y se calafatean pequeñas pinazas de casco estrecho. El camino de sirga es hoy lugar de simple paso: esa anciana menuda, dos hindúes gastados, una niña. No funcionan las fuentes. Las rosaledas esperan sus rosales. Los bancos con grafitis no ofrecen ningún consuelo en la mañana fría. Entonces corrió una ardilla. Por temor o para proteger la bellota cogida. Igual que los hijos de los hombres: por interés o miedo. Qué queda por hacer, me digo. Nadie, ni yo mismo, responde. Amarilla forsitia. Pardo Támesis. Ni una voz. Ni una gota de agua suspendida. Es la desolación, me digo. ¿Y la niña?
Rosaleda Rosaleda El tiempo de las rosas ¿quién lo mide? ¿Cómo sabe la rosa que ya es rosa, cómo sabe qué debe, cómo sabe? Pasaré por aquí miles de veces. Regresaré a los muros encalados. Miraré como siempre y no veré. Suspiraré maltrecho y seguiré ignorante. Nada hay aquí que me sorprenda. La tierra está vacía. El temblor es el mismo de hace cincuenta años. Soy yo, como el que era, y casi ya no soy. Y mañana, tal vez a mediodía, brotará esta emoción apetalada. ¿Y cómo quiso? ¿Quién le dijo? ¿Por qué no supe nada?
Árbol de invierno entrevisto en Syon Park Árbol de invierno entrevisto en Syon Park A todos nos llega nuestro invierno. En otoño sus hojas de amarillo nos dictaron silencio. Hoy en diciembre las páginas tan blancas del libro de la nieve nos dicen minerales y desiertos. Nutrieron de muerte nuestros huesos. ¿Cómo quedó la hoja? ¿Qué se enterró en el laberinto, en la orilla aterida del sendero? ¿Dónde sembrar ahora lo que más nos importa, lo que no enceuntra hueco? Vivir, vivir. Es toda una locura pretenderlo. Surgen charcos de espejos. Ha llovido y el barro se envejece y se arruga en mil gestos. Los vientos son hirientes. Nada queda por dentro. El sol es un recuerdo de algo que supimos. Queda lejos el árbol que queremos, su corteza tan fría. Imposible saber si vive o solo nos ha dejado su cáscara insensible, su madera fugaz. Imposible saber si está esperando el fuego o las alturas, imposible saber tanto designio que yace soterrado, que no se manifiesta. Lo vemos: se yergue, en apariencia indemne, tiende a la inmisericordia de los cielos, guarda el silencio que en otoño amarillas nos dictaron sus hojas. También él desvaría: brotar, vivir, pura vesania. Ficciones. Intentos delirantes. Sueños.
Certidumbre del ciprés Certidumbre del ciprés La copa al aire, al polvo la raíz, lo oscuro al agua. Crece así, innominado, el árbol. Producto de lo oculto y de lo espeso, de una inquietud sutil, de líquidos etéreos. Así lo veo y sube a lo más alto, no abandona a los hombres, absorbe el mineral y la sustancia viva de la tierra, va a heredar una nube, podrá ser nido y columna sólida de sombra. No habrá invierno cruel que lo deshoje. Ha podido ascender, santificarse. Prefirió la dignidad terrosa. No volará jamás aun prestando sus alas, su silbido, al viento que discurre y le arranca su cántico sonoro de silencio. Se pudrirá en lo cierto. Enhiesto, sí, pero a qué precio.
Genius loci Genius loci
Casa de Pilatos
Hyde Park Corner
Dos visiones de Vaux-le-Vicomte
Ibn al-Ahmar mira por vez primera la colina en la que levantará La Alhambra
Mirador de Yuste
Panegírico de Saba sobre el jardín de Eram
Jovellanos en su banco de Ribadulla
Quinta dos azulejos
Charles Perrault imagina su bosquet du labyrinthe para el Petit Parc
Un viajero occidental contempla Ryoan-ji
Sueño
Topiarius
Árbol de primavera en Syon Park
Fatum
Tercer soneto a Clori
Ninfa de Stourhead
Jardín de Samarkand Street
Notas y dedicatorias
Datos de autor
Sinopsis
Jardines secretos
¿Has delineado bien el nombre de tu amo?
¿Has recortado debidamente las violetas?
¿Vino a verte tu ama?
¿Sonrió como siempre?
¿La besaste?
¿O solo fue tu sueño, como tu vida: marchito, igual, secreto, impuro?
© 2022, Francisco Páez de la Cadena
© 2022, La Equilibrista
info@laequilibrista.es
www.laequilibrista.es
Primera edición: 2022
Maquetación: La Equilibrista
Imprime: Ulzama Digital
ISBN: 9788419126160
ISBN Ebook: 9788419126177
Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de: NOCTIVORA, S.L.
a Marisol,
a quien debo mucho más que el título de este libro
The poet’s enchantment and the gardener’s are united in a common enterprise: the miraculous transformation of the world into a privileged sanctuary, a blossoming garden. In such a place, it is natural for rulers to dream of absolution less abstract than merely political power: the dream of an Adamic sovereignity over the world.
Terry Comito
York House Gardens
Ya estuve aquí otra vez.
Era marzo y solo la forsitia estaba viva.
Largo corría este brazo del río:
espeso y duro.
Cerca de aquí compuso Pope sus sátiras pomposas:
el robo del rizo,
la elegía a una dama infortunada,
sus hirientes sarcasmos sobre la topiaria
y los monarcas.
Suena el martillo e imagino el escoplo
del carpintero.
En este astillero fluvial
se hacen barcas y se calafatean
pequeñas pinazas
de casco estrecho.
El camino de sirga es hoy
lugar de simple paso: esa anciana menuda,
dos hindúes gastados,
una niña.
No funcionan las fuentes.
Las rosaledas esperan sus rosales.
Los bancos con grafitis
no ofrecen ningún consuelo en la mañana fría.
Entonces corrió una ardilla.
Por temor o para proteger la bellota cogida.
Igual que los hijos de los hombres:
por interés o miedo.
Qué queda por hacer, me digo.
Nadie, ni yo mismo, responde.
Amarilla forsitia.
Pardo Támesis.
Ni una voz.
Ni una gota de agua suspendida.
Es la desolación, me digo.
¿Y la niña?
Rosaleda
El tiempo de las rosas ¿quién lo mide?
¿Cómo sabe la rosa que ya es rosa,
cómo sabe qué debe,
cómo sabe?
Pasaré por aquí
miles de veces.
Regresaré a los muros
encalados.
Miraré como siempre
y no veré.
Suspiraré maltrecho
y seguiré ignorante.
Nada hay aquí que me sorprenda.
La tierra está vacía.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Jardines secretos»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Jardines secretos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Jardines secretos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.