(que debía tomar el Hospital Civil), otro al mando de Raúl Castro (hermano de Fidel, que debía tomar el Palacio de Justicia) y el grupo principal dirigido por Fidel Castro (que debía tomar la jefatura del cuartel). El intento fracasó
—entre otros factores— porque se perdió el factor sorpresa a partir de una
posta que el regimiento en el cuartel agregó a causa de la celebración de los carnavales en la ciudad.
A pesar de contar con el apoyo de algunos ciudadanos que trataron de camuflarlos, muchos fueron atrapados, aunque Castro consiguió escapar con algunos hombres a la Sierra Maestra.
Tras varios días caminando, deciden entrar en una pequeña casa en la sierrra, siendo sorprendidos mientras dormían. Castro salva la vida gracias al sargento que lo detuvo, que al entregarlo exigió que no fuese torturado.
Según el grupo de Castro, sólo 6 guerrilleros resultaron muertos en el
combate, y acusaban al ejército de Batista de torturar y ejecutar a más de ochenta atacantes (de los 160 que integraban el grupo original, en el que había dos mujeres). Fidel Castro fue hecho prisionero, juzgado y sentenciado a quince años de prisión. En el alegato final del juicio, Fidel Castro pronunció un discurso de autodefensa. Posteriormente Castro escribió «La historia me absolverá», en el que defendió sus acciones y explicó sus puntos de vista políticos.
Tras 22 meses de prisión fue liberado durante la amnistía general de mayo de 1955. Meses después se exilió a Estados Unidos y finalmente a México.
La lucha revolucionaria
Tras financiarse mediante ayudas particulares, especialmente con el dinero que le proporcionó Aureliano Sánchez Arango, ex-ministro de Prío, regresó a Cuba con otros 82 miembros del denominado Movimiento 26 de Julio el 2 de diciembre de 1956 a bordo del yate Granma con la intención de invadir la isla. El desembarco debía ejecutarse de forma sincronizada con un grupo de miembros de la organización, encabezado por Frank País, que trataría de tomar Santiago de Cuba.
Sin embargo, la acción fracasa al retrasarse dos días el desembarco. Ya alertado, el ejército se despliega en la zona a la espera de los expedicionarios. A los pocos días del desembarque son sorprendidos en Alegría del Pío. Los pocos sobrevivientes (entre ellos, Ernesto Che Guevara, Raúl Castro, Juan Almeida y Camilo Cienfuegos) se retiraron a la Sierra Maestra, desde donde empezaron una guerra de guerrillas contra el gobierno de Batista.
Los revolucionarios llegaron a contar con más de 800 combatientes con los que comenzaron la invasión a escala nacional (frente a los más de 70.000 combatientes de Batista), aunque la carencia de armas fue un condicionante
fundamental. Castro, comandante de la expedición, fue nombrando progresivamente como comandantes al Che, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Almeida y algunos otros, ocupando él desde aquella época la graduación de
«comandante jefe» (lo que evolucionó hasta «comandante en jefe»).
El gobierno llegó a publicar la muerte de Castro. Los guerrilleros consiguieron desmentirlo gracias a la entrevista realizada por Herbert Matthews, corresponsal del diario New York Times. También denunció el grupo la colaboración de los EE. UU. con el gobierno de Batista, facilitándole armas.
En el año 1957, Fidel Castro firmó el Manifiesto de la Sierra Maestra en el
que se comprometía a «celebrar elecciones generales para todos los cargos del Estado, las provincias y los municipios en el término de un año bajo las normas de la Constitución del 40 y el Código Electoral del 43 y entregarle el poder inmediatamente "al candidato que resulte electo» en el evento de que su movimiento llegase al poder. Después del triunfo de la revolución, el gobierno de Fidel descartaría esa promesa.
El 24 de mayo de 1958 Batista envió diecisiete batallones contra los
rebeldes en la "Operación Verano", pero los revolucionarios encadenaron una serie de sorprendentes victorias. El 28 de diciembre, el Che inicia con 300 hombres la batalla de Santa Clara, donde logran descarrilar un tren blindado cargado de armas que se dirigía a la capital, a pesar de que el gobierno había colocado en la ciudad a unos 3000 hombres. Consiguieron, en algunos casos, deserciones y rendiciones masivas de las tropas de Batista.
El 28 de diciembre, el general Eulogio Cantillo negocia con los rebeldes
un posible apoyo del ejército mediante un golpe de Estado. Castro se niega, principalmente porque pensaba que el golpe sólo era un intento de Batista de facilitar su huida. Sin embargo, dos días después se produce el golpe, y Batista huye. Castro, desde Santiago de Cuba, ordena no detener los combates. También animan a la población a secundar una huelga general. La mañana siguiente, Fidel se reúne con el general Rego Rubido, quien entrega el Cuartel Moncada.
Ese 1 de enero de 1959 se proclama el triunfo de la revolución, y Castro da un discurso desde el balcón del Ayuntamiento de Santiago de Cuba en el que dijo:
Esta vez, por fortuna para Cuba, la Revolución llegará de verdad al poder, no será como en el 95, que vinieron los americanos y se hicieron dueños de esto, que intervinieron a última hora y después ni siquiera dejaron entrar a Calixto García, que había peleado durante treinta años, no lo dejaron entrar en Santiago de Cuba. No será como en el 33, que cuando el pueblo empezó a creer que una Revolución se estaba haciendo, vino el señor Batista, traicionó la Revolución, se apoderó del poder e instauró una dictadura por once años. No será como en el 44, año en el que las multitudes se enardecieron creyendo que al fin el pueblo había llegado al poder y los que llegaron al poder fueron
los ladrones. Ni ladrones, ni traidores ni intervencionistas, esta vez sí que es la
Revolución.
Fidel Castro hace su entrada triunfal en La Habana el 8 de enero, donde dice:
La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil. Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y estimo que al pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optimismo.
Discurso de Fidel Castro en su llegada a La Habana, el 8 de enero de 1959
Durante ese discurso, una paloma de las lanzadas por algunas mujeres del movimiento se posó en su hombro, lo que le otorgó tintes místicos de cara a sus seguidores.
Gobierno
Fidel Castro fue nombrado primer ministro el 16 de febrero de 1959 y electo presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba el 3 de diciembre de 1976, cargos que ocupó hasta el 24 de febrero de
2008. Actualmente es Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y
Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba.
Llegada al poder
Tras el triunfo revolucionario, el nuevo presidente del país, Manuel Urrutia, designa al liberal José Miró Cardona como primer ministro el 5 de enero de 1959 al frente de un gobierno de transición, de corte moderado y composición heterogénea, que aspiraba a agrupar a los distintos grupos políticos del país (con presencia de ministros del Movimiento 26 de Julio). EE. UU. reconoce este gobierno dos días después. Urrutia nombra a Fidel Castro Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y le encomienda la tarea de reorganizar los institutos armados de la República.
Según Castro, su principal objetivo era desarrollar aquellas medidas que
pretendían aplicar si el asalto al Cuartel Moncada hubiera fructificado (entre las que se reflejaban la reforma agraria, la reinstauración de la Constitución de
1940, la confiscación de los bienes usurpados durante la dictadura o la
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