Blake Pierce - Un Rastro de Muerte - Un Misterio Keri Locke – Libro #1

Здесь есть возможность читать онлайн «Blake Pierce - Un Rastro de Muerte - Un Misterio Keri Locke – Libro #1» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. ISBN: , Жанр: foreign_contemporary, foreign_detective, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«Una historia dinámica que te atrapa desde el primer capítulo y no te deja ir».
–-Midwest Book Review, Diane Donovan (en torno a Una Vez Desaparecido)
Del autor de misterio #1 en ventas, Blake Pierce, viene una nueva obra maestra del suspense psicológico.
Keri Locke, detective de Personas Desaparecidas en la División de Homicidios del Departamento de Policía de Los Ángeles, continúa acechada por el secuestro, años antes, de su propia hija, a la que nunca han encontrado. Todavía obsesionada por hallarla, Keri oculta su pena de la única manera que conoce: metiéndose de lleno en los casos de personas extraviadas en Los Ángeles.
Una llamada telefónica rutinaria, realizada por la preocupada madre de una estudiante de secundaria, desaparecida hace apenas dos horas, debería ser ignorada. Sin embargo, algo en la voz de la madre le toca la fibra sensible y Keri decide investigar.
Lo que descubre le impacta. La hija desaparecida —de un prominente senador— ha estado escondiendo secretos que nadie conocía. Cuando todas las pruebas apuntan a una fuga de casa, Keri recibe la orden de dejar el caso. Sin embargo, a pesar de las presiones de sus superiores y de los medios, a pesar de todas las pistas que se caen, la brillante y obsesionada Keri se niega a abandonar. Sabe que solo dispone de 48 horas si quiere tener alguna posibilidad de traer a la chica de vuelta, sana y salva.
Un oscuro thriller psicológico con un suspense que acelera los latidos, UN RASTRO DE MUERTE marca el debut de una nueva serie que te atrapará —y de un nuevo y adorable personaje— que te dejará leyendo hasta altas horas de la noche.
«¡Una obra maestra de suspense y misterio! El autor hizo un trabajo magnífico desarrollando personajes con un lado psicológico tan bien descrito que percibimos el interior de sus mentes, seguimos sus miedos y aplaudimos sus éxitos. La trama es muy inteligente y te mantendrá entretenido a lo largo del libro. Lleno de giros, este libro te mantendrá despierto hasta llegar a la última página».
–-Libros and Movie Reviews, Roberto Mattos (en torno a Una Vez Desaparecido)
El libro #2 en la serie Keri Locke pronto estará disponible.

Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1 — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Suspirando resignada, Keri se dio cuenta que, exceptuando algo extraordinario, no había realmente razón alguna para quedarse después de las cinco.

Cerró los ojos y se imaginó a sí misma, dentro de menos de una hora, relajándose en su casa bote, el Sea Cups, sirviéndose tres dedos —bueno, cuatro— de Glenlivet y poniéndose cómoda para un atardecer con sobras de comida china y capítulos repetidos de Scandal . Si esa terapia personalizada no daba resultado, podía terminar en el diván de la Dra. Blanc, una opción poco atractiva.

Había comenzado a guardar sus archivos del día cuando Ray llegó y se dejó caer en la silla de la enorme mesa que compartían. Ray era oficialmente el detective Raymond «Big» Sands, su compañero por ya casi un año y su amigo por cerca de siete.

Realmente hacía honor a su apodo. Ray (Keri nunca lo llamaba «Big», él no necesitaba un masaje de ego) era un hombre negro de un metro noventa y cinco y 104 kilos, con una brillante calva, un diente inferior partido, una perilla muy cuidada y una afición a vestir camisas demasiado pequeñas para él, solo para marcar cuerpo.

Con cuarenta años, Ray aún se parecía al boxeador, medallista olímpico de bronce, que había sido a los veinte, y el contendiente profesional de peso pesado, con un registro de 28-2-1, que había sido hasta la edad de veintiocho. Fue entonces cuando un pequeño contrincante zurdo, casi trece centímetros más bajo que él, le dejó sin ojo derecho de un malicioso gancho y le puso a su carrera un chirriante final. Utilizó un parche durante dos años, que le resultó incómodo, y finalmente se puso un ojo de vidrio, con el que de alguna manera le iba mejor.

Como Keri, Ray se unió a la Fuerza más tarde que la mayoría, cuando al principio de la treintena buscaba un nuevo propósito en la vida. Ascendió rápidamente y era ahora el detective sénior en la Unidad de Personas Desaparecidas de la División Pacífico o UPD.

–Pareces una mujer que sueña con olas y whisky —dijo.

–¿Tan evidente es? —preguntó Keri.

–Soy un buen detective. Mis poderes de observación son inigualables. Además, hoy ya mencionaste dos veces tus excitantes planes vespertinos.

–¿Qué puedo decir? Soy persistente cuando persigo mis objetivos, Raymond.

Él sonrió, con su ojo bueno mostraba una calidez que su defecto físico ocultaba. Keri era la única a la que permitía llamarle por su nombre propio. A ella le gustaba mezclarlo con otros títulos, menos halagadores. Con frecuencia él hacía lo mismo con respecto a ella.

–Escucha, pequeña señorita Sunshine, puede que estés mejor invirtiendo los últimos minutos de tu turno revisando con los criminalistas acerca del caso Sanders en lugar de soñar despierta con beber despierta.

–¿Beber despierta? —dijo ella, simulando estar ofendida—. No es beber despierta si empiezo después de las cinco, Gigantor.

Él iba a responderle cuando el teléfono sonó. Keri cogió la llamada antes de que Ray pudiera decir algo y ella, juguetona, le sacó la lengua.

–División Pacífico Personas Desaparecidas. Detective Locke al habla.

Ray se puso a la escucha también pero sin hablar.

La mujer que llamaba parecía joven, alrededor de treinta años, más o menos. Antes de que ella dijera siquiera por qué estaba llamando, Keri notó la preocupación en su voz.

–Me llamo Mia Penn. Vivo en la Avenida Dell en los Canales de Venice. Estoy preocupada por mi hija, Ashley. Debería haber llegado a casa de la escuela a las tres treinta. Sabía que la iba a llevar a una visita con el dentista a las cuatro cuarenta y cinco. Me escribió un mensaje justo antes de salir de la escuela a las tres pero no está aquí y no responde a ninguna de mis llamadas o mensajes. Eso no es típico de ella para nada. Es muy responsable.

–Sra. Penn, ¿Ashley normalmente va a pie o en coche hasta casa? —preguntó Keri.

–Viene a pie. Está solo en décimo grado, tiene quince años. Ni siquiera ha comenzado las clases de conducir.

Keri miró a Ray. Sabía lo que él iba a decir y no tenía argumentos para contradecirlo. Pero había algo en el tono de Mia Penn que no le gustó. Podía decir que la mujer apenas podía mantener el control. Había pánico bajo la superficie. Quería pedirle a él que se saltaran el protocolo pero no se le ocurría ninguna razón creíble para hacerlo.

–Sra. Penn, habla el detective Ray Sands. Estoy escuchándola por la extensión. Quiero que respire profundamente y luego me diga si su hija ha llegado tarde a casa alguna vez.

Mia Penn replicó enseguida, olvidándose de la sugerencia de respirar mejor.

–Por supuesto —admitió, tratando de ocultar la exasperación en su voz—. Como dije, tiene quince años. Pero siempre ha enviado mensajes o ha llamado si se va a retrasar más de una hora. Y nunca se retrasa cuando tenemos planes.

Ray respondió sin dirigir la vista a Keri, porque sabía que ella lo miraría con desaprobación.

–Sra. Penn, oficialmente, su hija es menor de edad y las normas con respecto a personas desaparecidas no se aplican igual que como sucede con un adulto. Tenemos una autoridad más amplia para investigar. Pero hablándole honestamente, una adolescente que no esté respondiendo a los mensajes de su madre y no haya llegado a casa menos de dos horas después de la salida de la escuela, no va a disparar el tipo de respuesta inmediata que usted espera. En este punto no hay mucho que podamos hacer. En una situación como esta, lo mejor que puede hacer es acercarse a la comisaría y rellenar un informe. Eso es algo que debe hacer. Eso no supone ningún problema y podría acelerar las cosas si necesitamos desplegar recursos.

Hubo una larga pausa antes de que Mia Penn respondiera. El tono de su voz, a diferencia de antes, se volvió cortante.

–¿Cuánto tiempo tengo que esperar para que usted despliegue , detective? —preguntó ella—. ¿Son dos horas más que suficiente? ¿Tengo que esperar hasta que oscurezca? ¿A que no esté en casa mañana por la mañana? Apuesto a que si yo fuera…

Fuera lo que fuera lo que Mia Penn estaba a punto de decir se lo calló, como si supiera que cualquier cosa que añadiera sería contraproducente. Ray iba a responder pero Keri levantó la mano y le lanzó su patentada mirada de «deja que yo me encargue de esto».

–Escuche, Sra. Penn, habla la detective Locke de nuevo. Usted dice que vive en los Canales, ¿correcto? Eso está de camino a mi casa. Deme su dirección de correo electrónico. Le enviaré un formulario de personas desaparecidas. Puede empezar a rellenarlo y yo pasaré para ayudarla a completarlo y agilizar su ingreso en el sistema. ¿Qué le parece?

–Me parece bien, detective Locke. Gracias.

–No hay problema. Y bueno, quizás Ashley ya esté en casa para cuando yo llegue y yo pueda darle un sermón sobre mantener a su mamá informada… sin cargos.

Keri cogió el bolso y las llaves y se preparó para ir a casa de los Penn.

Ray no había dicho una palabra desde que colgaron. Ella sabía que él estaba echando humo silenciosamente pero ella evitó levantar la vista. Si sus miradas se cruzaban, sería ella la que recibiría el sermón y no estaba de humor.

Pero al parecer Ray no necesitaba hacer contacto visual para lo que opinaba.

–Los Canales no están de camino a tu casa.

–Solo tengo que desviarme un poco—insistió ella, todavía sin levantar la vista—. Así que tendré que esperar hasta las seis treinta para regresar al puerto deportivo y a Olivia Pope y asociados. No hay para tanto.

Ray suspiró y se reclinó en su silla.

–Sí que hay para tanto. Keri, hace casi un año que eres detective aquí. Me gusta tenerte como compañera. Y has hecho un gran trabajo, incluso antes de que consiguieras tu placa. El caso Gonzales, por ejemplo. No creo que yo lo hubiera podido resolver y llevo una década más que tú investigando estos casos. Tienes una especie de sexto sentido para estas cosas. Es por eso que te usaba como recurso en los viejos tiempos. Y es por eso que tienes el potencial para ser una verdadera gran detective.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Rastro de Muerte: Un Misterio Keri Locke – Libro #1» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x