Rebecca Winters - Entre el amor y el deber

Здесь есть возможность читать онлайн «Rebecca Winters - Entre el amor y el deber» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Entre el amor y el deber: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Entre el amor y el deber»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El doctor Raúl Cárdenas fue el primero en descubrir las consecuencias de la noche de pasión que había compartido con Heather Sanders. Al examinarla después de un accidente se dio cuenta de que se había quedado embarazada.
Raúl no tenía la menor duda de que él era el padre y estaba dispuesto a reclamar sus derechos… eso significaba que tenía dos noticias que dar a Heather: que estaba embarazada y ¡que estaba a punto de convertirse en su esposa!

Entre el amor y el deber — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Entre el amor y el deber», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En ese momento, Raúl se acercó a ella y le puso la mano en la tripa.

– Ya se te nota un poco -murmuró,

– Dentro de poco, pareceré un bulbo de yuca.

Lo siento, pero estoy muy cansada. La tensión se apoderó del ambiente. Heather sintió que la mano de Raúl se tensaba sobre su tripa y acabó retirándola para darse la vuelta.

Bien. Lo había pillado a la primera.

Sin embargo, media hora después, tras escuchar atentamente su respiración y darse cuenta de que estaba dormido, experimentó una gran angustia.

Era su noche de bodas.

Si estuviera realmente enamorado de ella, habría encontrado la forma de convencerla.

Y ella que creía que sabía lo que era sufrir…

Capítulo Ocho

En el Chaco anochecía pronto. Nada más salir de la avioneta, Raúl fue a buscar a Heather al hospital. A causa de su distanciamiento, había decidido realizar varios viajes desde la boda para que se habituara a aquello sin agobios. Sin embargo, estando en La Paz, la había echado tanto de menos que había decidido volver un día antes de lo previsto.

Se enteró de que ya había cenado y pensó que estaría en la cabaña de invitados, donde solía ir para evitarlo. Aquella locura debía acabar.

Fue a grandes zancadas hacía allí. Olía a pintura.

– Su mujer no está aquí -le dijo Tekoa.

Raúl vio que con él estaba su hija, Vatu, muy cambiada, por cierto. Llevaba su larga melena recogida en una coleta con una de las horquillas de Heather y tenía las uñas de pies y manos pintadas.

– ¿Dónde está? Es casi de noche.

El otro hombre se encogió de hombros.

– Va a muchos sitios, como las abejas.

Raúl pensó que estaría dentro. Tekoa estaba mintiendo para encubrirla. En una semana, se había ganado su completa lealtad. En el fondo, se alegró porque a Elana le había llevado meses.

– Gracias, Tekoa, pero vaya entrar a ver si está dentro.

– Ella ha dicho que todavía no.

– No pasa nada. La sorpresa es para mí.

La puerta estaba cerrada, pero tenía una llave. Al entrar, se quedó petrificado y le costó reaccionar.

No estaba allí y, además, había transformado la funcional cabaña en un lugar acogedor decorado en blanco y amarillo, que parecía sacado de una revista de decoración.

– ¿El jefe no está contento? Tekoa ayudó a pintar paredes y techo.

– Me gusta mucho, Tekoa -contestó Raúl con los ojos cerrados.

El indio lo miró.

– Demasiados viajes. Echa de menos esposa. No bueno.

– Tienes razón -murmuró cerrando la puerta. Vatu lo agarró de la mano.

– Está en el bosque con Pango -le dijo en guaraní.

Raúl sintió que se le disparaba el corazón. Se fiaba plenamente de Pango, pero sabía que aquello era peligroso. Fue corriendo a su cabaña para agarrar el rifle e ir a buscarla, pero al oír la ducha se tranquilizó.

«Menos mal. Está aquí».

Miró a su alrededor y se maravilló de lo que una mujer podía hacer en la vida de un hombre.

Heather había ordenado los libros y los papeles. Quería hablar con ella porque había pensado construir una cabaña más grande.

Pero antes debía reparar el daño. Heather necesitaba que la cuidaran.

Fue hacia la mesa y vio varias hojas de papel con huellas de manitas infantiles en pintura. Vio una carta abierta y la leyó.

Querido papá:

Raúl está en Bolivia y no volverá hasta dentro de un par de días. Ha ido para protestar contra un maldito proyecto que está causando graves problemas a los pueblos indígenas de tres países diferentes que viven junto al río. Elana, la doctora Avilar, me ha dicho que ha viajado ya cinco veces en un par de meses. Es una batalla muy dura.

Raúl hace el trabajo de diez hombres. Aquí hay mucho que hacer. Me levanto por las mañanas encantada de formar parte de ello. Aquí la vida va mucho más lenta y un día se enlaza con otro sin que me dé cuenta.

Los niños son adorables. He hecho una lista que no para de crecer de todo lo que quiero hacer para ellos.

Tekoa y Pango me están enseñando un poco de guaraní y yo les enseño más inglés. Pronuncian muy bien porque tienen muy buen oído.

Con su ayuda, ya que ellos saben lo que puedo y no puedo tocar, he empezado una colección de flores y plantas. Las estoy secando y, la próxima vez que vaya a la ciudad, me vaya comprar un libro de botánica. A ver cuántas soy capaz de identificar por aquí.

¿Qué tal estás? Te llamaré la próxima vez que vaya a la ciudad. No te preocupes por mí. No he estado mejor en mi vida aunque confieso que espero que me quiten pronto la escayola.

Te mando unas fotos que hice ayer con la explicación por detrás. Si Vatu no tuviera ya una familia adorable, la adoptaría.

Espero que sepas lo mucho que te quiero y que puedas perdonarme algún día por defraudarte.

Te quiere mucho,

Heather

No había querido leerla, solo saber para quién era, pero no lo había podido evitar.

Aquellas palabras revelaban los sentimientos más profundos de Heather, lo que no era el piano.

A pesar de declararse encantada de la vida que llevaba allí, rogaba a su padre que la perdonara y eso hizo que Raúl se sintiera culpable. Sabía que Heather estaba apenada por su padre y sabía que él era el culpable de aquella situación.

En ese momento, oyó un ruido en el pasillo, pero no le dio tiempo de guardar la carta antes de que ella entrara en el dormitorio. Lo pilló con la carta en la mano y lo miró con intensidad.

Dios.

El embarazo le estaba sentando de maravilla, tenía un nuevo color en las mejillas y, en camisón y con el pelo mojado, le pareció la mujer más guapa del mundo.

– No sabía que ibas a volver hoy -lo saludó en tono acusador.

– Al llegar a La Paz, me di cuenta de que quería estar contigo. Si no hubiera temido asustarte, me habría duchado contigo.

– Sé que me ves como la niñita de papá, pero no vas a encontrar lo que buscas en esa carta -le dijo mirándolo con frialdad-Ya le he hecho bastante daño como para decirle que mi vida personal es una porquería.

Raúl sintió que se ponía a sudar. Estaba más distante de él que nunca.

– No ha sido mi intención espiar.

– Claro que sí -le espetó ella.

La intensidad con la que se estaban mirando lo hizo pensar en aquel primer encuentro en el estudio de Evan hacía una eternidad. La diferencia era que, en aquella ocasión, no los había separado el abismo.

– Tienes razón -dijo yendo hacia ella. Necesitaba tocarla y olvidarse del mundo-Mi amor -añadió con voz ronca.

Ella dio un paso atrás.

– Ya te puedes duchar, el baño está libre. Raúl tragó saliva.

– Antes de nada, supongo que deberías saber que he visto mi regalo de bodas. Tekoa hizo todo lo que pudo para impedirlo.

– Ya veo que era cierto aquello que me dijiste de que eras un hombre impaciente -sonrió ella-. Te diré que estoy emocionada ante tu reacción. Debe ser cierto eso que dicen de que es peligroso casarse con un desconocido. Nosotros ni siquiera hemos sido capaces de acertar con nuestros respectivos regalos -dijo con voz temblorosa.

– No me has entendido. Lo que has hecho con la cabaña es maravilloso.

– Un piano de cola también es maravilloso, pero no era lo que yo quería tampoco -le reprochó-. Al menos, ambos tenernos buen gusto y lo hemos hecho con buena intención, pero no te preocupes, lo he pagado yo todo. Lo devolveré y quitaré la pintura de las paredes. Estará hecho en un par de semanas.

– No quiero que toques la cabaña, Heather. Está perfecta.

– ¡Raúl, no me hagas la pelota! -le gritó-. Mi gran error fue creer que podría llevar bien un encuentro de una noche y, obviamente, no ha sido así. Aquí nos vemos, atrapados y sin dejar de cometer todos los errores posibles. ¿Por qué no aceptamos que las sorpresas no nos van a ayudar?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Entre el amor y el deber»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Entre el amor y el deber» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Entre el amor y el deber»

Обсуждение, отзывы о книге «Entre el amor y el deber» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x