Kate Hoffmann - ¿En tu cama o en la mía?

Здесь есть возможность читать онлайн «Kate Hoffmann - ¿En tu cama o en la mía?» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

¿En tu cama o en la mía?: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «¿En tu cama o en la mía?»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El adolescente perfecto ahora era todo un hombre… y un magnífico amante.
Caley Lambert no esperaba que aquella breve estancia en la casa de campo de la familia con motivo de la boda de su hermana fuera a poner su vida patas arriba. Pero eso fue antes de que se perdiera en la oscuridad y acabara en la cama con el hermano del novio.
Durante su adolescencia, Jake Burton había sido el vecino perfecto… y el objeto de las fantasías más atrevidas de Caley. Pero eso había sido hacía mucho tiempo, ahora ya lo había superado… O eso creía ella…

¿En tu cama o en la mía? — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «¿En tu cama o en la mía?», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El chirrido de la puerta al abrirse arrancó a Caley de sus divagaciones. Se giró y vio a Jake en el umbral con los brazos cargados de leña. El gélido viento invernal se arremolinaba a su alrededor.

– Cielos… -murmuró, entrando y cerrando la puerta-. Creía que estas cosas sólo pasaban en mis fantasías.

Caley sonrió.

– Emma no necesitó usar el regalo y no se puede devolver ropa interior, así que me lo estaba probando.

– Me gusta -dijo Jake, soltando la leña junto a la chimenea-. Quizá deberías quitártelo y volver a ponértelo. Así podría apreciar el efecto completo -la abrazó por la cintura y la besó en los labios.

– Creo que sólo quieres verme desnuda.

– Si no quieres desnudarte, lo haré yo -dijo él. Se quitó el anorak y empezó a desabrocharse la camisa, pero Caley lo detuvo.

– He venido a hablar contigo.

– ¿Vestida de esa manera?

Ella se agachó para recoger su cazadora y se la puso. A continuación, se sentó en el borde de la cama y palmeó el colchón a su lado. Pero Jake se negó a sentarse y siguió mirándola.

– No hagas esto.

– No sabes lo que voy a decir -replicó ella.

– Sí, lo sé. Vas a decirme que no debería pensar en el futuro. Que tarde o temprano tomaremos cada uno nuestro camino y que tengo que aceptarlo -hizo una pausa y sonrió tristemente-. Puedo aceptarlo. Cuando empezamos esto, ambos sabíamos que tendría un final. Pero preferiría acabarlo después de nuestras vacaciones y no antes.

Caley tragó saliva. No era aquello lo que quería decirle. Quería decirle que le diera una oportunidad, que le diera tiempo para despejar sus dudas y superar sus miedos al compromiso. Pero él estaba renunciando a todo.

– ¿Puedes… aceptarlo, dices?

Jake se encogió de hombros.

– Tenías razón, Caley. Me dejé llevar por la emoción y olvidé que sólo era una aventura. Ahora lo sé. Si intentáramos cambiarlo, los dos acabaríamos pasándolo muy mal.

Caley volvió a tragar saliva, intentando deshacer el nudo que le oprimía la garganta.

– Eso es exactamente lo que quería decirte -murmuró-. Me alegra que pensemos igual.

Eso era todo, pensó, ignorando la imperiosa necesidad de confesar sus verdaderos sentimientos. Ya no era una adolescente ingenua, y declararle su amor sólo podría causar más problemas. Esa vez había tomado la decisión correcta. Si algo había aprendido en los últimos once años era que no podía obligar a Jake a hacer o sentir algo en contra de su voluntad.

Recorrió con la mirada aquellos rasgos tan familiares y queridos para ella. Durante mucho tiempo había albergado la imagen que tenía Jake con veinte años, pero ahora que se había convertido en un hombre, ella podía aceptarlo por lo que realmente era.

– Debería vestirme -dijo-. Emma necesita que la ayude con los preparativos de la boda.

– Sam y ella están bien -dijo Jake-. Por cierto, hay un frasco de sirope de chocolate en la mesa.

Caley sabía lo que le estaba proponiendo, pero no estaba segura de aceptar. Él la deseaba, necesitaba su cuerpo una vez más. Y ella también lo necesitaba, aunque no quisiera admitirlo.

– ¿Estás pensando en prepararme una taza de cacao? ¿O un helado de chocolate?

– Sí, estoy pensando en prepararte un helado de chocolate…

– No tenemos helado.

– No vamos a necesitarlo.

Se dio la vuelta y agarró el frasco de sirope y el bote de nata de la mesa.

– Si no quieres mancharte la lencería nueva, te sugiero que te la quites.

Caley le quitó el spray de nata, retiró el tapón y le roció un poco de la sustancia blanca en el labio.

– Tú eres quien lleva demasiada ropa -se puso de puntillas y le lamió la nata con la punta de la lengua.

Jake soltó un débil gemido.

– Puede que sea un error.

Caley le puso un poco de nata en la barbilla y procedió a lamérsela. Le haría recordar los últimos instantes que pasaría con ella. Desde ese momento, Jake recordaría cada minuto en sus largas horas de soledad y añoraría todo el placer que habían compartido. Nunca encontraría a otra mujer que pudiera excitarlo como ella, y siempre se quedaría con la duda de si había tomado la decisión correcta al dejarla marchar.

Le agarró la mano y vertió un pegote de crema en cada dedo, para luego ir metiéndoselos en la boca uno por uno.

– ¿Quieres probar? -le preguntó, ofreciéndole el spray.

Jake le roció un reguero de nata desde el hombro hasta la muñeca. Con exquisita dulzura, fue subiendo por el brazo hasta besarla bajo la oreja.

Y entonces, como si se hubiera cansado del juego, arrojó el spray al suelo, agarró a Caley por la cintura y la levantó en sus brazos. Se rodeó las caderas con sus piernas y la besó con avidez, paladeando el dulce sabor de la nata.

La llevó a la cama y se sentó con ella en su regazo. Durante un largo rato siguieron besándose, explorándose mutuamente con los labios y la lengua hasta perfeccionar el más exquisito de los besos.

Nunca podría cansarse de besar a Jake, pensó Caley. Cada beso encendía su pasión y avivaba su deseo por recibir más. Podría pasarse el resto de su vida besando a Jake y siempre lo desearía como el primer día. Pero no tenía el resto de su vida. Sólo le quedaba aquel día y el siguiente.

Lo desnudó lentamente y lo hizo tumbarse de espaldas para sentarse a horcajadas sobre él. Pero a medida que se acercaba al orgasmo, supo que estaban cometiendo una equivocación. Estaban dejándose llevar por el momento como si no hubiera más que deseo sexual. No era así. El vínculo emocional seguía allí. Por mucho que ambos intentaran ignorarlo, no iba a desaparecer.

Y cuando finalmente se desplomó en sus brazos, exhausta y saciada, supo que no habían tenido sexo. Habían hecho el amor.

Capítulo 8

Jake miraba a Caley desde el otro lado del vestíbulo de la iglesia. Estaba de pie junto a Emma, tan quieta y tranquila que Jake se preguntó qué se le estaría pasando por la cabeza.

Sabía lo que se le pasaba a él por la suya. Imágenes de su cuerpo desnudo, arqueándose con un grito de placer y con los labios hinchados por los besos. Aquella tarde habían pasado tres horas haciendo el amor, y seguía sin ser suficiente.

En la cama, Caley era aventurera y desinhibida, y él no tenía más remedio que seguirle el ritmo. Su manera de tocarlo era tan tentadora que sólo con pensar en ello se excitaba. En una sola semana Caley había llegado a conocerlo tan bien que podía sentir su placer incluso antes que él.

Lo miró y le sonrió, y él se lamió el labio inferior. Ella se puso colorada y Jake se sintió un poco avergonzado por intentar provocarla en una iglesia. Pero a aquellas alturas no quería perder ninguna oportunidad.

Escuchó distraídamente las instrucciones que Emma repartía para el cortejo. Nunca había hecho de padrino, y le sorprendía que su futura cuñada conociera al detalle los mecanismos de una boda. Cuando le dijo que se colocara junto a Sam en el altar, él la obedeció sin rechistar y caminó por el pasillo sin saber cuál serían las próximas instrucciones.

Unos minutos después, el órgano empezó a sonar y Caley inició la marcha hacia el altar con las manos unidas por delante. Jake contuvo la respiración cuando sus miradas se encontraron y una chispa de emoción prendió entre ellos. De repente se sentía como si aquélla fuese su boda y ella estuviese caminando hacia él.

Apartó la mirada, incapaz de controlar sus emociones. Nunca se había creído aquello de «y vivieron felices para siempre». Pero ahora necesitaba creer que era posible. Si había una mujer que podía hacerlo feliz para siempre, tenía que ser Caley. No había otra opción para él.

El deseo era una poderosa droga que podía enturbiar la razón de un hombre. Pero aquello no era sólo deseo. Sentiría lo mismo al cabo de una semana, de un mes o de toda una vida. Lo sabía con toda la certeza de su corazón, y sin embargo ella no podía verlo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «¿En tu cama o en la mía?»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «¿En tu cama o en la mía?» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Kate Hoffmann - Paris or Bust!
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Secretos en el tiempo
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Legalmente Suya
Kate Hoffmann
libcat.ru: книга без обложки
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Ella es mi sueño
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Conor
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Declan
Kate Hoffmann
Kate Rudolph - Na Cama Do Alfa
Kate Rudolph
Kate Hoffmann - Warm & Willing
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Legally Mine
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - All Through The Night
Kate Hoffmann
Отзывы о книге «¿En tu cama o en la mía?»

Обсуждение, отзывы о книге «¿En tu cama o en la mía?» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x