• Пожаловаться

LaVyrle Spencer: Hacerse Querer

Здесь есть возможность читать онлайн «LaVyrle Spencer: Hacerse Querer» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

LaVyrle Spencer Hacerse Querer

Hacerse Querer: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Hacerse Querer»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el siglo pasado, los hombres emprendedores se aventuraban solos en el lejano territorio de Minnesota, en el noroeste de los Estados Unidos. Así se hizo necesaria la costumbre de mandar a pedir esposas sin conocerlas previamente. Ansiosa por escapar a la humillación de su sórdida existencia en Boston, Anna acepta convertirse en novia por correspondencia de Karl, un adinerado granjero. El esperaba una muchacha de veinticinco años, hábil cocinera, experta ama de casa, dispuesta al trabajo rural y… virgen. Generoso por naturaleza, Karl deberá perdonar a Anna todas sus mentiras. Pero hay un secreto que ella aún le oculta a fin de preservar el amor incipiente…

LaVyrle Spencer: другие книги автора


Кто написал Hacerse Querer? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Hacerse Querer — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Hacerse Querer», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No ventilo mis asuntos delante de Joe Morisette en su almacén. No permito que el bromista de Morisette vea que a Karl Lindstrom le han jugado una mala pasada. ¡Pero pienso que eso es lo que pasó! Pienso que tú, Anna Reardon, trataste de engañar a un sueco estúpido, ¿no? ¡No fuiste honesta y me pusiste en ridículo delante de mi amigo Morisette!

Anna se puso tensa.

– ¿Qué… qué quiere decir? -tartamudeó, sintiéndose cada vez más arrepentida.

– ¿Qué quiero decir? -repitió, con el acento más pronunciado-. Mujer, no soy ningún tonto -explotó-. No me tomes como tal. Hicimos un convenio, tú y yo. Todos estos meses estuvimos preparando el plan para que tú vinieras aquí, ¡y ni una sola vez mencionaste a tu hermano en las cartas! En cambio le deparas una pequeña sorpresa a Karl, ¿eh? ¡Cómo se reirá la gente al enterarse de que mi novia trae un pasajero extra que yo no esperaba!

– Creo… que… que debí habérselo dicho pero…

– ¡Crees! -gritó, lleno de frustración-. Es más que eso. ¡ Sabes que hace mucho que me estás preparando esta trampa y tal vez pienses que Karl Lindstrom es un sueco tan grande y tonto, que daría resultado!

– No pensé nada de eso. Quise contarle pero pensé que una vez que viera a James, se daría cuenta de que le iba a ser útil. Es un muchacho bueno y fuerte. ¡Si es casi un hombre! -se defendió.

– ¡James es un chico! Es otra boca para alimentar y más ropa de invierno para comprar.

– Tiene trece años, en un año o dos ya será todo un hombre. Podrá rendir el doble que yo.

– No puse un anuncio en el periódico de Boston pidiendo un ayudante sino una esposa.

– Y estoy aquí, ¿no?

– Claro. Seguro que estás. Pero tú y este hermano es más de lo convenido.

– Es un buen trabajador, Lindstrom.

– Esto no es Boston, Anna Reardon. Aquí una persona de más implica más provisiones. ¿Dónde va a dormir? ¿Qué va a usar? ¿Habrá suficiente comida para alimentar a tres el próximo invierno? Hay que considerar todo esto, si se quiere sobrevivir aquí.

Anna suplicaba de verdad ahora, las palabras se le escapaban a borbotones:

– Puede dormir en el suelo. Tiene suficiente ropa para el invierno. Lo ayudará a cultivar más granos el verano entrante.

– Los granos ya están en la tierra. Eras tú la que iba a ayudarme a cuidarlos. Yo sólo necesitaba una persona: tú.

– Y lo voy a ayudar. Piense sólo en cuánto más podremos cultivar tres personas. ¿Por qué no? Tendríamos tanta…

– Te lo repito, los granos ya están en la tierra. En este momento, ya no son los cultivos lo que me preocupa. Es el hecho de que me hayas mentido y qué medidas voy a tomar. Nunca elegiría a una mentirosa por esposa.

Anna estaba destruida y no podía responder. No parecía haber argumentos contra esa acusación.

James, que se había sentado en la carreta sin abrir la boca, por fin habló.

– Señor Lindstrom, no teníamos opción. Anna pensó que si usted sabía que yo formaba parte del trato, la rechazaría. -A James se le quebró la voz: pasó de tenor a soprano y a tenor otra vez.

– ¡No te equivocas! -explotó Karl-. Es exactamente lo que haría y lo que estoy pensando en hacer ahora.

Anna recobró la voz pero el miedo la hizo temblar. Los ojos se abrieron muy grandes en ese rostro tan delgado, y chispearon con lágrimas a punto de estallar.

– ¿Usted nos mandaría de vuelta? No, por favor.

– Al mentirme, rompiste el convenio. Ya no soy responsable por ti. Mi trato no era con una esposa mentirosa.

Sonaba tan falsamente justo y bueno, sentado allí, con aspecto satisfecho y saludable, tan bien nutrido, que Anna estalló.

– ¡Claro! ¿Qué necesidad tiene de hacer un pacto? ¡Ninguna! -exclamó con furia, agitando las manos y señalando la tierra con vehemencia-. No, cuando dispone de su preciosa Minnesota, que le brinda ¡su néctar, su madera, sus frutos! -Su voz casi exudaba sarcasmo- ¡No, cuando está bien abrigado, alimentado y confortable! No tiene ni idea de lo que es sufrir de frío y de hambre, ¿no es cierto? Me gustaría verlo en ese estado, Karl Lindstrom. Tal vez entonces descubra qué fácil es mentir un poco para mejorar su condición de vida. ¡Boston no tardaría en enseñarle cómo ser un artista consumado en el arte de mentir!

– ¿De modo que haces un hábito de la mentira? ¿Es lo que intentas decirme? -La miró con ira y notó sus mejillas encendidas debajo de las pecas.

– ¡Maldición! No se equivoca -exclamó con rabia, mirándolo de lleno a la cara-. Mentí para comer. Mentí para que James pudiera comer. Primero probamos sin mentir pero no íbamos a ninguna parte. Nadie quería contratar a James porque era demasiado flaco y estaba desnutrido, y nadie quería emplearme a mí porque era una muchacha. Por último, cuando tratar de vivir con honestidad no dio resultado, decidimos que era hora de probar otra cosa y ver si nos iba mejor.

– ¡Anna! -exclamó, tan desilusionado por sus maldiciones como por sus mentiras-. ¿Cómo pudiste hacer algo así? Yo también pasé hambre, alguna vez. Pero nunca llegué a mentir por eso. No hay nada que convierta a Karl Lindstrom en un mentiroso.

– Bueno, ya que usted es tan omnipotente y tan honesto, ¡cumplirá con su parte del convenio y se casará conmigo! -dijo con ímpetu.

– ¡Convenio! Te dije que el convenio quedaba sin efecto con tu engaño. Pagué bastante por tu pasaje. ¿Puedes acaso devolvérmelo? ¿Puedes, o fui tan tonto como para hacerte venir y terminar sin esposa y sin dinero?

– No se lo puedo devolver con dinero, pero si nos recibe a los dos, vamos a trabajar mucho. Es la única forma en que podremos compensarlo. -Anna apartó la mirada del genuino gesto de sorpresa reflejado en los ojos de Karl. Ese gesto provenía de una educación donde lo blanco y lo negro no se mezclaban.

– Señor Lindstrom -intervino James-, yo también le pagaré, ya verá. Soy más fuerte de lo que parezco. Puedo ayudarlo a construir la cabaña que tiene planeada, puedo ayudarlo a limpiar el terreno y… a cultivarlo y a cosecharlo.

Los ojos de Karl miraban un punto fijo entre las orejas de Belle. Tenía la mandíbula tan tensa, que parecía hinchada.

– ¿Sabes manejar una yunta, muchacho? -preguntó con brusquedad.

– No…

– ¿Sabes manejar el arado?

– Nunca probé.

– ¿Sabes levantar una cadena de troncos, usar un mayal o derribar árboles con un hacha?

– Puedo… aprender -balbuceó James.

– Aprender lleva tiempo. Aquí el tiempo es precioso. La temporada de cultivo es corta y el invierno es largo. Te presentas ante mí sin ninguna habilidad, ¿y esperas que te forme como carrero, leñador y granjero, todo en un verano?

Anna comenzó a darse cuenta de lo precario de su plan, pero no podía ceder ahora.

– James aprende fácil, Lindstrom -prometió-. No lo lamentará.

Karl la miró de soslayo, sacudió la cabeza con desaliento y se estudió las botas.

– Ya lo estoy lamentando. Lamento que se me haya ocurrido la idea de pedir una esposa por correo. Pero esperé dos años pensando que vendrían otros pobladores, otras mujeres. En Suecia se habla mucho de Minnesota y creí que otros suecos me seguirían. Pero nadie viene y no puedo esperar más. Eso lo sabes, también. Te aprovechaste de eso para sacarme ventaja -se lamentó.

– Puede ser, pero también pensé que una persona más le sería útil. -Anna se arrancó una piel de la cutícula mientras hablaba.

Había otro punto que Karl quería aclarar pero no sabía cómo mencionarlo sin que pensaran que era un hombre exigente en materia de sexo. No podía imaginarse llevando una esposa a la cama en la misma habitación que su hermano. Si él lo mencionara, Anna se horrorizaría. Todo lo que pudo hacer fue darle vuelta a la cosa y decir, los ojos fijos en el cuello de Belle:

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Hacerse Querer»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Hacerse Querer» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


LaVyrle Spencer: Amargo Pero Dulce
Amargo Pero Dulce
LaVyrle Spencer
LaVyrle Spencer: Dulces Recuerdos
Dulces Recuerdos
LaVyrle Spencer
LaVyrle Spencer: Juegos De Azar
Juegos De Azar
LaVyrle Spencer
LaVyrle Spencer: Los Dulces Años
Los Dulces Años
LaVyrle Spencer
LaVyrle Spencer: Perdón
Perdón
LaVyrle Spencer
LaVyrle Spencer: Un Puente Al Amor
Un Puente Al Amor
LaVyrle Spencer
Отзывы о книге «Hacerse Querer»

Обсуждение, отзывы о книге «Hacerse Querer» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.