• Пожаловаться

Colleen McCullough: La Pasión Del Doctor Christian

Здесь есть возможность читать онлайн «Colleen McCullough: La Pasión Del Doctor Christian» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Colleen McCullough La Pasión Del Doctor Christian

La Pasión Del Doctor Christian: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Pasión Del Doctor Christian»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el año 2032, la vida en Estados Unidos es difícil por falta de combustible; la calefacción funciona media hora al día. Ha comenzado una nueva era glacial y en invierno se ha de evacuar a los habitantes de los Estados del Norte. Asimismo está prohibido tener más de un hijo. El presidente decide animar a la población lanzando la operación Mesías. Se trata de seleccionar a un hombre o mujer de 30 a 45 años, religioso sin dogmatismo y, sobre todo, dotado de un carisma irrefutable; también debe tener, por lo menos, cinco generaciones de antepasados norteamericanos. Dentro de la comisión que realiza la búsqueda del personaje está la doctora Judith Carriol. Es ella la que se decide por la candidatura del médico Joshua Christian, quien, aunque reacio a publicar sus trabajos, ha alcanzado notoriedad local con su descubrimiento de la «neurosis del milenio». Judith arregla un encuentro casual con Christiany le convence para que escriba un libro que ha de ser el más importante de toda la historia de la Humanidad. Con la publicación del libro empieza el lanzamiento del nuevo Mesías, quien no sospecha que forma parte de un proyecto de la Casa Blanca.

Colleen McCullough: другие книги автора


Кто написал La Pasión Del Doctor Christian? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

La Pasión Del Doctor Christian — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Pasión Del Doctor Christian», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Patti Fane -catalogada como Pat-Pat primera por el doctor- había llegado a su consultorio tres meses antes, presa de una honda depresión, que comenzó cuando extrajo una bola azul -perdedora- en el sorteo de la Oficina del Segundo Hijo, un fracaso que le resultó más duro de soportar porque ya había cumplido los treinta y cuatro años y, por lo tanto, iba a ser borrada de la lista de madres potenciales de un segundo hijo de la Oficina. Afortunadamente, cuando el doctor consiguió traspasar las defensas externas de su depresión, encontró a una mujer cálida y sensata, dispuesta a entrar en razones y fácilmente orientable hacia pensamientos más positivos. En realidad, ése era el caso de la mayoría de sus pacientes, porque sus problemas no eran imaginarios, sino demasiado reales y sólo se solventaban cuando los razonamientos se apoyaban en la fortaleza de espíritu.

– Le aseguro que cuando les conté el motivo de mi depresión fue como si removiera un nido de podredumbre -continuó diciendo la señora Patti Fane-. Me gustaría saber por qué las mujeres son tan reservadas cuando piden permiso a la OSH para tener un segundo hijo. Doctor, todas las Pat-Pat hemos estado presentando esa solicitud anualmente. Pero ninguna de nosotras lo había admitido abiertamente una sola vez. Y, ¿no le parece increíble que ninguna de nosotras haya conseguido extraer una bola roja? A mí me resulta sorprendente.

– No es de extrañar -contestó él en un tono bondadoso-. En la OSH las probabilidades del sorteo son de diez mil a una, y ustedes no son más que siete.

– Pero todas disfrutamos de una buena posición económica; hemos superado con éxito todas las pruebas médicas desde nuestra boda; tuvimos ya nuestro primer hijo y no olvide que todo ello suma muchos puntos a nuestro favor.

– Sí, pero, a pesar de todo, las probabilidades son pocas, Patti.

– Hasta hoy -contestó ella con un deje de amargura-. Es curioso, pero en cuanto la vi entrar tuve la impresión de que Margaret Kelly parecía increíblemente orgullosa de sí misma. Por supuesto, al principio todas se interesaron por saber cómo estaba yo y qué me había sucedido, y no hacían más que maravillarse de mi curación, de cómo había superado la crisis y de mi buen estado de ánimo. -Se detuvo para sonreír al doctor Christian con sincera y afectuosa gratitud-. Realmente doctor, si no hubiese oído a esas dos mujeres hablar de usted en Friendly, no sé qué habría hecho.

– Y ¿qué pasó con Margaret Kelly? -preguntó él.

– Sacó una bola roja.

Él comprendió y le hubiera podido describir detalladamente todo lo que sucedió a continuación, pero se limitó a asentir, alentándola a que contara la historia a su manera.

– ¡Dios mío! En mi vida había visto cambiar con tanta rapidez a un grupo de mujeres. Estábamos tomando café y conversando tranquilamente como solíamos hacer siempre hasta que, de repente, Cynthia Cavallieri -ese día estábamos reunidas en su casa- miró a Margaret Kelly y le preguntó por qué ponía esa cara de gatita que ha conseguido su plato de crema. Margaret explicó que acababa de recibir una carta de la OSH, en la que le comunicaban que estaba autorizada a concebir un segundo hijo. Seguidamente, sacó de su bolso un fajo de papeles; cada página estaba sellada con varios tampones oficiales. Supongo que la OSH debe hacer todo lo posible para evitar la falsificación de permisos y esas cosas.

Patti Fane se detuvo para evocar la escena de la sala de estar de Cynthia Cavallieri; se estremeció primero; luego, se encogió de hombros.

– Todas guardaron absoluto silencio -continuó diciendo-. Hacía frío en la habitación, pero le aseguro que, en cuestión de pocos segundos, la temperatura bajó a varios grados bajo cero. Entonces Daphne Chornik se levantó de un salto. ¡Jamás la había visto moverse con tal rapidez! En un segundo se plantó frente a la pobre Margaret, le arrancó los papeles de las manos y yo… yo nunca había oído hablar así a Daphne. Quiero decir que entre nosotras siempre nos burlamos un poco de ella porque iba tan a menudo a la iglesia y siempre nos sermoneaba acerca de las buenas acciones, y la verdad es que teníamos que medir nuestras palabras cuando ella andaba cerca. Pero en ese momento rompió en pedazos los papeles de la OSH, mientras acusaba a Nathan Kelly de haber utilizado sus influencias en Washington, porque además de ser presidente de Chubb, algún antepasado suyo había llegado en el Mayflower. Después dijo que era ella quien debía haber sido elegida por la OSH, porque habría educado a su segundo hijo en el temor y en el amor a Dios, como había hecho con Stacy, mientras que Margaret y Nathan no le enseñarían más que a ser un ateo. Añadió que nosotras vivíamos de una forma profana y malvada, que desafiábamos las leyes de Dios, que nuestro país no tenía el menor derecho a firmar el Tratado de Delhi y que no comprendía cómo Dios había permitido que sus representantes espirituales apoyaran ese tratado. Y, acto seguido, comenzó a vomitar las peores palabras que se pueda imaginar y que nunca sospeché que ella conociera. ¡Si usted supiera lo que dijo del pobre Gus Rome, del Papa Benedicto y del reverendo Leavon Knox Black!

– ¡Muy interesante! -comentó el doctor Christian, sintiendo que en ese momento ella esperaba que le diera alguna opinión.

– En ese momento, Candy Fellowes se puso en pie de un salto y empezó a atacar a Daphne. Le dijo que quién se había creído que era y que con qué derecho atacaba a Gus Rome, que era el mejor Presidente de todos los tiempos. Después empezó a decir a voz en grito que despreciaba a los beatos porque no era más que un hato de hipócritas que se agujereaban las medias de tanto rezar arrodillados, pero que después, no dudaban en pisar a cualquiera con tal de ganar un dólar o de ascender un poco en la escala social. ¡Dios mío! Creí que iban a sacarse los ojos.

– ¿Y se los sacaron?

Patti Fane se mostró muy satisfecha.

– ¡No, yo lo impedí, yo, doctor! ¿No le parece increíble? Las obligué a tomar asiento y tomé la voz cantante. Les dije que se estaban portando como niñas y que me avergonzaba de ser miembro de las Pat-Pat. Y entonces salió a relucir la verdad: todas habíamos enviado anualmente la solicitud a la OSH. Les pregunté por qué se avergonzaban de tratar de tener otro hijo y de que se les denegara.

– Entonces, me imagino que debe vivir con un tremendo agobio.

– Así es, ése es el problema. Es la mujer del presidente de Chubb, vive en una casa inmensa, tiene servicio, tiene un coche permanentemente a su servicio y la semana pasada cenó en la Casa Blanca. Las Pat-Pat son su único contacto con el mundo exterior, tal vez no desde el punto de vista económico, pero estamos en una situación más privilegiada que el resto del mundo. Y yo pensé que a Margaret podía hacerle mucho bien hablar con usted.

Él se inclinó hacia delante.

– Patti, ¿cree que podría contestarme con sinceridad a una pregunta dolorosa?

La seriedad del tono del médico apagó por un instante el júbilo de la paciente.

– Lo intentaré.

– Si Margaret Kelly le preguntara, si usted cree que ella debe o no concebir ese hijo que le acaban de autorizar, ¿qué le contestaría?

Era una pregunta dolorosa, pero ya había quedado atrás esa época en que se pasaba las veinticuatro horas del día mirando fijamente a una pared, tratando de encontrar el método más seguro para matarse. Y lo único importante era que esa época ya no se repetiría.

– Le contestaría que siguiera adelante y que concibiera a su hijo.

– ¿Por qué?

– Porque ha sido una buena madre para Homer y porque vive lo suficientemente aislada como para estar protegida del despecho y del rencor de las demás.

– Muy bien. ¿Y si en lugar de tratarse de Margaret Kelly fuese Daphne Chornik?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Pasión Del Doctor Christian»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Pasión Del Doctor Christian» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Pasión Del Doctor Christian»

Обсуждение, отзывы о книге «La Pasión Del Doctor Christian» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.