Jacquie D’Alessandro - El Ladrón De Novias

Здесь есть возможность читать онлайн «Jacquie D’Alessandro - El Ladrón De Novias» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Исторические любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Ladrón De Novias: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Ladrón De Novias»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Había sido raptada por error… ¿O se trataba del hombre que el destino le había reservado?
A los veintiséis años, Samantha Briggeham sabía que sus perspectivas de casarse iban desvaneciéndose poco a poco, y se sentía complacida por ello. No tenía la intención de comprometerse con un hombre al que no amaba. Tenía un plan… el cual no incluía verse secuestrada por un jinete enmascarado.
La noticia del heroico rescate de Sammie de una boda no deseada la convirtió en el tema de conversación de todo el mundillo social y a partir de entonces no dejaron de asediarla toda clase de pretendientes.
Sin embargo, ella no podía olvidar al atractivo bandolero que la había raptado por error. Había en él algo que le intrigaba profundamente.
¿Quién era el famoso ladrón, autor de hazañas legendarias? Eric Landsdowne, el seductor conde de Wesley, tenía sus propios motivos para ayudar a las mujeres a escapar del triste destino de un matrimonio arreglado, y para mantener su identidad en secreto. Pero desde el momento en que rescató a Sammie supo que no podía perderla por segunda vez…
Eric, el respestado conde de Wesley, se transforma algunas noches en el conocido Ladrón de Novias, admirado y temido al mismo tiempo. Es, en realidad, un hombre acosado por un tremendo sentimiento de culpa por no haber sido capaz de evitar el sufrimiento de su única hermana cuando fue obligada a contraer matrimonio con un hombre que transformó su apacible y tranquila vida en un infierno. Y, aunque liberando a otras novias de un mismo destino no puede hacer que el tiempo retroceda, sí lo ayuda a apaciguar un poco la culpa.
El personaje masculino realmente es encantador. En este libro no nos encontramos con el típico seductor que parece camelar a toda la sociedad; sino, más bien, un hombre que tiene unos principios muy marcados y equilibrados… que se tambalean cuando por error secuestra a Samantha, una muchacha "despreciada" por la sociedad por no seguir los mismos intereses que las muchachas de su edad.
Sammie es una mujer que no posee el talento de saber manejarse entre la gente bien, pero que, sin embargo, tiene cualidades que superan con creces las superficialidades de aquella época.
Y es Eric quien es capaz de reconocer dentro de un envoltorio común, a la mujer que cambiará el resto de su vida, toda su existencia.
La historia de amor que se desarrolla es cautivadora, te mantiene constántemente en vilo esperando el momento en el que Sammie descubre la verdadera identidad del hombre del que se está enamorando.
Me ha gustado mucho la perseverancia de ella por conseguir ser su amante. Su anhelo por conocer la única pasión que cree que jamás volverá a sentir. Su valentía al querer enfrentarse al rechazo de la sociedad para liberar a Eric del matrimonio que les han impuesto… a pesar de desearlo con toda su alma. Su amor es tan grande… que se siente capaz incluso de dejar a su hermano (con quien mantiene una relación muy estrecha) para que él no se vea obligado a contraer matrimonio.
Me hubiera gustado que la historia de Adam Straton (el magistrado) y Margaret (la hermana de Eric) hubiera tenido un poquito más de importancia. El amor y sacrificio de este hombre me ha llegado hondo.
Hace ya varios años que leí este libro, y el recuerdo que tenía de él era tan bueno, que este fin de semana lo he vuelto a leer. Temía que, tras tanto tiempo, la historia no me gustara tanto… Pero no ha sido así.

El Ladrón De Novias — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Ladrón De Novias», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Diablos, aquella joven constituía una amenaza. Pero no se podía negar que era inteligente.

– ¿Puedo preguntar qué siguió a continuación?

– Pues que a Isidro , que estaba resultando imposible de capturar, le pareció oportuno saltar al regazo del mayor. Cielo santo, jamás habría imaginado que ese hombre tenía tal… agilidad. Cuando por fin atrapé a Isidro y lo devolví a la redecilla, y luego convencí al mayor de que se bajase del pianoforte, él se mostró bastante dispuesto a conceder que no formaríamos buena pareja. -Su expresión se tornó fiera-. Y cuando volvía a mi casa, decidida a contar a mis padres la disolución de mi compromiso, usted me secuestró de esta manera tan maleducada. Tal vez ahora quiera tomarse la molestia de explicarse.

Momentáneamente privado del habla, la mente de Eric funcionó a toda velocidad para deshacer el atroz enredo en que se había metido. Se incorporó y miró fijamente a Sammie, en cuyos ojos destelló un inconfundible recelo al tiempo que retrocedía aún más, un gesto que molestó todavía más a Eric.

– Deje de mirarme como si fuera un asesino a punto de descuartizarla -exclamó con un ronco gruñido-. Ya le he dicho que no voy a hacerle daño. Sólo intentaba ayudarla. Soy el hombre al que llaman el Ladrón de Novias.

– Ya lo ha dicho, y además en un tono que sugiere que yo debería conocerlo, pero me temo que no es así.

Eric se la quedó mirando, estupefacto. ¿Había oído mal?

– ¿Acaso nunca ha oído hablar del Ladrón de Novias?

– Me temo que no, pero por lo visto debe de ser usted -Lo recorrió con los ojos de arriba abajo, dos veces, y de hecho a él le ardió la piel bajo aquella cáustica mirada-. No puedo decir que esté encantada de conocerlo.

– Por todos los santos, muchacha. ¿Es que nunca lee los periódicos?

– Por supuesto que sí. Leo todos los artículos concernientes a la naturaleza y a temas científicos.

– ¿Y las páginas de sociedad?

– No pierdo el tiempo con semejantes memeces -Su expresión de desprecio sugería que lo consideraba muy poca cosa si su nombre aparecía sólo en las columnas de sociedad.

Eric enmudeció de pura incredulidad. Abrió la boca para hablar, pero no le salieron las palabras. ¿Cómo era posible que esa chica no supiera nada del Ladrón de Novias? ¿Es que vivía en una mazmorra? No pasaba un solo día sin que se hablara del Ladrón de Novias en los clubes de Londres, en Almack’s, en las posadas rurales y en todas las publicaciones del reino.

Y sin embargo, la señorita Samantha Briggeham jamás había oído hablar de él.

En fin, maldita sea.

Si no estuviera tan confuso por aquel hecho, se habría reído de lo absurdo de la situación… y de su propia vanidad. Resultaba obvio que no era tan famoso como creía.

Con todo, su diversión se desvaneció rápidamente cuando comprendió la gravedad de su error. La señorita Briggeham no estaba siendo obligada a contraer matrimonio. Había raptado a una mujer que no necesitaba su ayuda. Y ahora el Ladrón de Novias tendría que hacer algo inaudito: devolver a una mujer a la que había rescatado.

Una mujer que lanzaba miradas hacia el atizador de hierro con un brillo en los ojos que indicaba que le gustaría utilizarlo para atizar un golpe a su cabeza. Cerró los ojos con fuerza y maldijo en silencio su mala suerte.

Al diablo con todo; ser el hombre más célebre de toda Inglaterra era a veces un verdadero incordio.

3

– ¿Qué quiere decir con que no va a casarse con mi hija?

Cordelia Briggeham, de pie en su salita, contemplaba al mayor Wilshire con su actitud más imperiosa, en cierto modo resistiéndose al impulso de azotar con su abanico de encaje a aquel arrogante militar.

El mayor permanecía rígido como una estaca junto a la chimenea y con su larga nariz apuntada hacia Cordelia.

– Como he dicho, la señorita Briggeham y yo hemos acordado esta misma tarde que la boda proyectada no resulta aconsejable. Tenía la certeza de que a estas alturas su hija ya la habría informado.

– Mi hija no me ha informado de nada parecido.

El rostro rubicundo del mayor perdió todo el color.

– Por el cielo, ¡esa muchacha no afirmará que aún estamos comprometidos!

A Cordelia le pareció detectar un estremecimiento que sacudió la corpulencia del mayor. Acto seguido, éste bajó la vista hacia sus botas y arrugó la nariz. Qué extraño comportamiento. Tal vez era tonto.

– Mi hija no ha hecho ningún tipo de afirmación, mayor. No la he visto ni he hablado con ella desde el almuerzo. -Se volvió hacia su esposo, que estaba sentado en su sillón favorito, situado en el rincón-. Charles, ¿has hablado tú con Samantha esta tarde?

Tras ver que su pregunta era respondida con un silencio, Cordelia apretó los labios y, por segunda vez en el lapso de unos minutos, pensó en la posibilidad de aporrear a un hombre. Hombres, iban a terminar matándola.

– ¡Charles!

Charles Briggeham alzó la cabeza de repente como si ella lo hubiera pinchado con un palo. Sus ojos nublados indicaron a las claras que estaba echando una cabezadita.

– ¿Si, querida?

– ¿Ha hablado Samantha contigo esta tarde acerca de su compromiso?

– Ya no existe compromiso alguno…

La voz del mayor se desvaneció poco a poco cuando Cordelia le clavó una mirada glacial.

– No he visto a Sammie desde el almuerzo -dijo Charles. Se volvió hacia el mayor-: Un asado excelente, mayor. Debería haber…

– ¿Qué tienes que decir de la insolente afirmación del mayor, Charles? -lo apremió Cordelia.

Su marido parpadeó velozmente.

– ¿Qué afirmación?

– ¡Que Samantha y él ya no están comprometidos!

– Tonterías. No he oído nada de eso. -Y se volvió hacia el mayor, ceñudo-. ¿Qué sucede? Ya están en marcha todos los preparativos.

– Sí, bueno, eso era antes de que la señorita Briggeham me hiciera una visita esta tarde.

– Ella no ha hecho semejante cosa -afirmó Cordelia, rezando por estar en lo cierto. Señor, ¿qué embrollo habría creado Sammie esta vez?

– Por supuesto que sí. Me dijo que no creía que fuéramos a hacer buena pareja. Después de… eh… hablarlo un poco, coincidí con ella en su valoración de la situación y tomé las medidas apropiadas. -El mayor se aclaró la garganta-. Para decirlo sin rodeos, la boda ha sido anulada.

Cordelia miró el sofá y llegó a la conclusión de que se encontraba demasiado lejos para que ella se desmayara como las circunstancias exigían. Maldición.

¿Qué no habría boda? Vaya, aquello suponía un problema espinoso. No sólo podía producirse un escándalo dependiendo de lo que hubiera hecho Sammie para disuadir al mayor, sino que ya le parecía estar oyendo a la odiosa Lydia Nordfield cuando se enterase de aquella debacle: “Pero, Cordelia -diría Lydia agitando las pestañas como una vaca en medio de una granizada-, es una verdadera tragedia que Sammie ya no esté comprometida. El vizconde de Carsdale ha mostrado interés por mi Daphne, sabes. Y Daphne es realmente encantadora. ¡Por lo visto, voy a casar a todas mis hijas antes que tú!”.

Cordelia cerró los ojos con fuerza para borrar aquella horrible e hipotética situación. Sammie valía diez veces más que la insípida de Daphne, y casi le hirvió la sangre ante tamaña injusticia. Daphne, cuyo único talento consistía en agitar un abanico y reír tontamente, iba a cazar a un vizconde simplemente porque poseía un rostro atractivo. Mientras tanto, Sammie se quedaría para vestir santos, lo cual la obligaría a ella a pasarse los próximos veinte años escuchando la cháchara presuntuosa de Lydia. ¡Oh, aquello resultaba simplemente insoportable!

Lo había arreglado todo para que Sammie se casara con un caballero de lo más respetable, ¿y ahora el mayor Wilshire pretendía desbaratar todos sus planes? “Hum. Eso estaba aún por ver”.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Ladrón De Novias»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Ladrón De Novias» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jacquie D’Alessandro - Your Room or Mine?
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Who Will Take This Man?
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Whirlwind Wedding
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Vestida De Rojo
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Un Romance Imprevisto
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Un Romance Imposible
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Touch Me
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Not Quite A Gentleman
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Mascarada
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Love and the Single Heiress
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Just Trust Me…
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - In Over His Head
Jacquie D’Alessandro
Отзывы о книге «El Ladrón De Novias»

Обсуждение, отзывы о книге «El Ladrón De Novias» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x