• Пожаловаться

Robert Heinlein: Estrella doble

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Heinlein: Estrella doble» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1987, ISBN: 84-270-1169-5, издательство: Martínez Roca, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Robert Heinlein Estrella doble

Estrella doble: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Estrella doble»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

También publicado como “Intriga estelar”. ¿Podría un miserable actor sustituir al político más famoso del imperio? Lorenzo Smith sintió un hormigueo en su cuerpo cuando le propusieron el trabajo, ya que Bonforte era el político más reputado en la Galaxia. Sería un gran desafío dar vida a este personaje, por supuesto. Pero cuando estudió el papel vio muy claro que se encontraba ante una peligrosa misión de cuyo resultado dependía el destino del Sistema Solar…

Robert Heinlein: другие книги автора


Кто написал Estrella doble? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Estrella doble — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Estrella doble», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Seguí allí sentado, jugando con el vaso y pensando en qué podía haberle sucedido a mi amigo. Albergaba la esperanza de que su hospitalidad llegara hasta el punto de invitarme a cenar, y si nuestra amistad se consolidaba, incluso a que me hiciera un pequeño préstamo. Mi situación en aquellos momentos era… digamos, bastante precaria. Las dos últimas veces que había intentado comunicarme con mi agente teatral, sólo había conseguido que su autosecretario grabase mi llamada, y a menos que pudiera introducir unas cuantas monedas en la puerta, mi habitación no se abriría esa noche. Hasta ese punto había descendido mi suerte; me veía obligado a dormir en un cubículo accionado por monedas.

Mis melancólicos pensamientos se vieron interrumpidos por el camarero, que me tocaba el brazo.

—Una llamada para usted, señor.

—¿Eh? Gracias, amigo. ¿Sería tan amable de traer el aparato a la mesa?

—Lo siento, señor, pero me es imposible transferir la comunicación. Está en la cabina doce, en el vestíbulo.

—¡Ah!, muy bien, iré allí, pues— contesté, tratando de mostrarme amistoso, ya que no podía darle una propina.

Pasé lo más lejos que pude de los marcianos al salir del bar.

No tardé en darme cuenta de por qué no se podía transferir la llamada a mi mesa. El número 12 era una cabina de máxima seguridad; visión, sonido y modulación. En la pantalla no aparecía ninguna imagen, y siguió sin aparecer incluso cuando hube cerrado la puerta a mis espaldas. Siguió reflejando una lechosa luminiscencia, hasta que me senté y puse mi rostro delante del dispositivo transmisor; entonces las nubes opalescentes se disiparon, y me encontré frente a la imagen de mi nuevo amigo.

—Siento haberme marchado tan precipitadamente— dijo con rapidez—, pero tenía prisa. Necesito que venga de inmediato a la habitación dos mil ciento seis del Eisenhower.

No dio más explicaciones. El Eisenhower era un hotel tan poco frecuentado por los pilotos como el Casa Mañana. Todo aquello me parecía un poco raro. No se le pide a un individuo al que se acaba de conocer en un bar que acuda a una habitación de hotel… Bueno, al menos no se suele hacer con alguien del mismo sexo.

—¿Para qué?— quise saber.

El piloto tenía esa mirada especial propia de los hombres acostumbrados a ser obedecidos sin discusión; le estudié unos instantes con interés profesional… No era de cólera, más bien algo parecido a una nube oscura que amenaza tormenta. Mi amigo se contuvo con esfuerzo y repuso con voz tranquila:

—Lorenzo, no tengo tiempo para explicaciones. Puedo ofrecerle un trabajo. ¿Le interesa?

—¿Se refiere a un contrato profesional? —repuse, subrayando las palabras.

Por un horrible instante, sospeché que me ofrecía…, bueno, eso…, un trabajo. Hasta entonces había logrado mantener intacto mi orgullo profesional, a pesar de los golpes que me había deparado la veleidosa fortuna.

—¡Oh, sí, profesional, por supuesto!—contestó con rapidez—. Necesito el mejor actor que pueda encontrar.

No dejé traslucir el alivio que sentía. Desde luego, estaba dispuesto a desempeñar cualquier papel… Hasta habría recitado con fervor la escena del balcón de Romeo y Julieta… Pero no conviene mostrarse demasiado interesado.

—¿Cuál es la naturaleza de ese contrato? —pregunté—. No tengo muchas fechas disponibles.

Hizo un gesto de impaciencia.

—No puedo explicarlo por el videófono. Quizá usted no lo sepa, pero hasta los aparatos de máxima seguridad pueden ser interferidos, si se dispone de tiempo. ¡Venga aquí cuanto antes!

Él se mostraba interesado; por lo tanto, podía permitirme el lujo de parecer vacilante.

—Pero, vamos a ver —protesté—, ¿quién cree que soy? ¿Un ordenanza? ¿O un corista ansioso por aparecer en escena con una lanza? ¡Yo soy Lorenzo! —Levanté la frente y me mostré ofendido—. ¿Cuál es su oferta?

—¿Eh?… ¡Maldición!, no puedo entrar en detalles por el videófono, ya se lo he dicho. ¿Cuánto gana?

—¿Se refiere a mis honorarios profesionales?

—Sí, sí.

—¿Para una sola representación? ¿Por una semana? ¿O para un contrato opcional?

—¡No importa! ¿Cuánto gana al día?

—Mis honorarios mínimos para una representación en una tarde son cien imperiales.

Aquello era la verdad. Bueno, a veces me había visto obligado a pagar comisiones escandalosas, pero mi contrato siempre indicaba mis honorarios formales. Cada uno tiene su categoría. Prefiero pasar hambre.

—De acuerdo —contestó en el acto—: cien imperiales al contado, pagaderos en el instante en que se presente aquí. Y ahora, ¡apresúrese!

—¿Eh?

Me di cuenta con amargura de que podría haber pedido doscientos o quizá doscientos cincuenta.

—Pero es que aún no he aceptado su oferta.

—No se preocupe por eso. Ya hablaremos cuando llegue aquí. Los cien son suyos aunque no quiera trabajar para nosotros. Si acepta… bien, llámelo una prima, además de su sueldo. Y ahora, ¿quiere cortar y venir aquí en el acto?

Me incliné ceremoniosamente.

—Ciertamente señor. Le ruego que tenga paciencia.

Por fortuna, el Eisenhower no estaba lejos de Casa Mañana, porque no me quedaba ni siquiera dinero para tomar el subterráneo. Sin embargo, aunque el arte de pasear casi se ha perdido, pude saborear la caminata, y eso me dio tiempo para establecer mi plan de acción. Yo no era ningún estúpido; me daba cuenta de que cuando alguien tiene tanta prisa en darte dinero, hay que mirar las cartas con cuidado, porque sin duda hay algo ilegal o peligroso, o ambas cosas a la vez, complicado en la cuestión. No soy demasiado escrupuloso en cuanto a la legalidad per se; estoy de acuerdo con el Bardo en que la ley es a menudo una idiotez. Pero en general, siempre me he mantenido apartado de las complicaciones con la policía.

No obstante, al cabo de unos minutos comprendí que no disponía de suficiente información para llegar a una decisión acertada; de modo que borré el problema de mi mente, lancé el vuelo de mi capa por encima del hombro y seguí caminando, disfrutando del suave clima otoñal y de los fragantes y variados perfumes de la metrópoli. Cuando llegué al Eisenhower decidí evitar la entrada principal y tomar un ascensor desde la puerta de servicio hasta el piso veintiuno; no me parecía el momento oportuno para arriesgarme a que la gente me reconociese. Mi amigo me franqueó la entrada.

—Ha tardado mucho— manifestó.

—¿Le parece?

No hice ningún otro comentario, y miré a mi alrededor. Era una suite de lujo, tal como esperaba, pero se encontraba desordenada y por lo menos había una docena de vasos sucios, y otras tantas tazas de café vacías, esparcidos por las mesas; no se necesitaba ser muy observador para comprender que yo era el último de una serie de visitantes. Tendido en un diván, y mirándome con ojos llenos de sospecha, había otro hombre, a quien también clasifiqué provisionalmente como piloto. Le lancé una mirada interrogativa, pero nadie se molestó en presentármelo.

—Bien, al menos ya se encuentra aquí. Ahora, vayamos a nuestro negocio.

—Desde luego —repliqué—; lo que me recuerda que se ha mencionado algo de una prima o pago adelantado.

—¡Ah, sí! —Se volvió hacia el hombre del diván—. Jock, págale.

—¿Por qué?

—¡Págale!

Ahora sabía cuál de los dos era el jefe… aunque, como aprendí más tarde, generalmente no cabía duda sobre ello en cualquier lugar donde se encontrase Dak Broadbent. El otro individuo se puso en pie lentamente, todavía mirándome con desagrado, y me entregó un billete de cincuenta y cinco de diez. Me los puse en el bolsillo con elegancia, sin contarlos, y dije:

Читать дальше

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Estrella doble»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Estrella doble» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Stephen Baxter: Antihielo
Antihielo
Stephen Baxter
Robert Heinlein: Double étoile
Double étoile
Robert Heinlein
Christine Feehan: Juego Mortal
Juego Mortal
Christine Feehan
Cherise Sinclair: Apóyate en mí
Apóyate en mí
Cherise Sinclair
Отзывы о книге «Estrella doble»

Обсуждение, отзывы о книге «Estrella doble» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.