• Пожаловаться

Ursula Le Guin: El mundo de Rocannon

Здесь есть возможность читать онлайн «Ursula Le Guin: El mundo de Rocannon» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1976, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Ursula Le Guin El mundo de Rocannon

El mundo de Rocannon: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El mundo de Rocannon»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Esta es una novela de viaje, a través de un obsesivo paisaje metafórica, en la que el descubrimiento final concluye un largo y complejo proceso. Gaveral Rocannon comienza su viaje cn el claro propósito de advertir a la Liga de Todos los Mundos que ha sido tricionada. Pero el heroísmo de Rocannon lo llevará a pagar un muy alto precio, pues no sólo llegará a entender los dones que distinguen a Kyo y Mogien; ha de sentir también la agonía simultánea de mil enemigos moribundos. El héroe que concluye el viaje es un hombre destrozado, agotado y solo, que al fin se conoce a sí mismo. Probablemente, la mejor novela de la maestra del género.

Ursula Le Guin: другие книги автора


Кто написал El mundo de Rocannon? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

El mundo de Rocannon — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El mundo de Rocannon», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Aquel mundo, que ni siquiera tenía otro nombre más que Fomalhaut II, tal vez nunca habría prestado mucha atención a estos hechos, ya que antes de la llegada de la Liga ninguna de sus especies había avanzado más allá de la palanca y la forja. Otras razas, en otros mundos, podían ser llevadas hacia un desarrollo más rápido, para que sirviesen de ayuda cuando el enemigo extragaláctico volviese por fin, lo cual era inevitable. Pensó en Mogien ofreciéndose a pelear contra una escuadrilla de bombarderos veloces como la luz con las espadas de Hallan. Pero ¿qué ocurriría si los bombarderos lumínicos o incluso los HL fuesen como espadas de bronce, comparados con las armas del Enemigo? ¿Qué ocurriría si las armas del Enemigo fueran mentales? ¿No sería útil aprender algo acerca de los distintos tipos mentales que habían conocido y sobre sus poderes? La política de la Liga era muy limitada; tenía un objetivo demasiado amplio, pero ahora resultaba evidente que había conducido a una rebelión. Si la tormenta que brotara diez años atrás en Faraday había estallado, esto significaría que un mundo joven de la Liga, tras haber adquirido prontamente el conocimiento necesario para la guerra y también las armas, estaba ahora en condiciones de establecer su propio imperio entre las estrellas.

Rocannon y Mogien y los dos sirvientes de cabellos oscuros comieron gruesas rebanadas del pan de las cocinas de Hallan, bebieron el amarillo vaskan de una bota de piel y luego se echaron a dormir. En la noche fría una densa llovizna murmuraba entre los árboles. En torno de la diminuta fogata se elevaban los árboles, con sus ramas oscuras cargadas de puntiagudas y negras y abundantes piñas. Rocannon se cubrió hasta la cabeza con la gualdrapa de plumas de su montura y durmió toda la noche entre el susurro de la llovizna. Las bestias regresaron al amanecer; antes de que saliera el sol ya estaban otra vez cabalgando en los aires hacia los descoloridos campos cercanos al golfo en que habitaban los gredosos.

A mediodía aterrizaron en una planicie de arcilla; Rocannon y los dos sirvientes, Raho y Yahan, lanzaron una mirada de desesperanza a su alrededor al no advertir signos de vida. Mogien, con la absoluta confianza de los de su casta, dijo:

— Ya vendrán.

Y llegaron; seis homínidos rechonchos, como los que Rocannon viera años antes en el museo, ninguno sobrepasaba la altura del tórax del etnólogo o la cintura de Mogien. Estaban desnudos, la piel cenicienta, como sus campos arcillosos, un grupo que se confundía con la tierra.

Cuando hablaban, no se podía determinar cuál había hecho: parecía que todos utilizaran voz áspera. Telepatía colonial parcial, recordaba haber leído en el Manual, y observó con creciente respeto a los horribles hombrecillos poseedores de tan raro don. Sus robustos compañeros no compartían ese sentimiento; sus rostros estaban ceñudos.

— ¿Qué buscan los Angyar y los sirvientes de los Angyar en la tierra de los Señores de la Noche? — dijo uno de los gredosos, o tal vez todos, en la Lengua Común, un dialecto Angyar conocido por todas las especies.

— Yo soy el Señor de Hallan — contestó Mogien, que allí parecía un gigante —. Conmigo está Rokanan, amo de las estrellas y de los caminos de la noche, sirviente de la Liga Mundial, huésped y amigo del Pueblo de Hallan. ¡grande es el honor que ha de rendírsele! Conducidnos hasta quienes sean dignos de discutir con nosotros. ¡Hay palabras que deberán ser dichas, porque pronto habrá nieve en la estación cálida, y los vientos soplarán hacia atrás y los árboles crecerán con las raíces hacia arriba y las copas enterradas!

«Es un verdadero deleite oír el modo de expresarse de los Angyar — pensó Rocannon —, aunque no sea su tacto lo que más descuella.»

Los gredosos mantenían un silencio cargado de dudas.

— ¿Es verdad? — todos o uno de ellos preguntó por fin.

— ¡Sí, y el mar ha de ser bosque y las piedras se convertirán en dedos! ¡Llevadnos hasta vuestros jefes, que saben lo que es un Señor de las Estrellas, no perdáis tiempo!

Otro silencio. De pie entre los pequeños trogloditas, Rocannon experimentaba una desagradable sensación: era como si mariposas nocturna rozaran su cara. Una decisión se había materializado.

— Venid — dijeron los gredosos con voz firme, y comenzaron a andar sobre el suelo lodoso. Al cabo de unos instantes de rápida marcha, se agruparon en torno a un punto en la tierra, se inclinaron y, al apartarse del sitio, quedó visible un agujero y una escalera que se hundía en él: la entrada al Dominio de la Noche.

En tanto que los hombres normales aguardaban en la superficie junto a las monturas, Mogien y Rocannon bajaron por la escalera hasta un mundo subterráneo de túneles entrecruzados y bifurcados, abiertos en la arcilla y sostenidos con columnas de cemento; todos tenían luz eléctrica y un olor de sudor y comida rancia. Tras ellos, los pies grisáceos desnudos, un par de guardias los encaminó hasta una habitación circular, que semejaba una burbuja en medio de un estrato rocoso; allí los dejaron solos.

Hubo una espera; una larga espera.

¿Por qué demonios las primeras expediciones habían elegido aquella raza para la incorporación a la Liga? Rocannon tenía una explicación tal vez poco digna: esos primeros viajes habían partido del frío Centauro, y los exploradores se habrían hundido con júbilo en las cavernas de los Gdemiar, huyendo de la cegadora luz y del calor del gran sol A-3. Para ellos, un pueblo sensible debía vivir bajo la tierra en un mundo como aquél. Para Rocannon, el sol caliente y blanco, las noches brillantes de cuatro lunas, los definidos cambios de estación y los vientos incesantes, el aire rico y la escasa gravedad que permitían la vida de tantas especies aéreas, eran no solo compatibles, sino también motivo de regocijo. Pero, se advirtió a sí mismo, ésta era la razón por la que estaba menos calificado que los centaurianos para juzgar a un pueblo cavernícola. No se podía negar que eran inteligentes. También estaban dotados de telepatía, un poder mucho más extraño y mucho menos comprensible que la electricidad, pero las primeras investigaciones no habían prestado atención a esto. Habían entregado a los Gdemiar un generador, una nave espacial de itinerario fijo, algunos elementos de matemáticas, alguna que otra palmada en la espalda, y los abandonaron a su suerte. ¿Qué habían hecho los hombrecillos a partir de entonces? Y ésa fue la pregunta que planteó entonces a Mogien.

El joven jefe, que nunca antes viera nada distinto de una vela o una antorcha resinosa, observó con el más claro desinterés la bombilla eléctrica que pendía sobre su cabeza.

— Siempre han sido listos para hacer cosas — contestó con su extraordinaria e ingenua arrogancia.

— ¿Han elaborado algún nuevo tipo de cosas en estos últimos tiempos?

— Compramos nuestras espadas de acero a los gredosos; ya en tiempos de mi abuelo había entre ellos forjadores que trabajaban el acero. Antes que eso, no sé. Mi pueblo ha vivido largo tiempo con los gredosos, soportando sus excavaciones hechas en los límites mismos de nuestras tierras, intercambiando plata por espadas. Se dice que son ricos, pero el pillaje contra ellos es tabú. Las guerras entre dos estirpes son nefastas, ya lo sabes. Tanto, que cuando mi abuelo Durhal buscó aquí a su mujer, creyendo que ellos la habían raptado, no quebrantó el tabú para forzarlos a hablar. Esta gente no llega a decir mentiras, pero tampoco dice la verdad, si le es posible. No hay afecto de nosotros hacia ellos y ellos no lo tienen hacia nosotros; creo que recuerdan los días pasados, aquellos en que el tabú no existía. No son valientes.

Una voz poderosa tronó a espaldas de ambos:

— ¡Inclinaos ante la presencia de los Señores de la Noche!

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El mundo de Rocannon»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El mundo de Rocannon» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Alexander Abramov: Viaje Por Tres Mundos
Viaje Por Tres Mundos
Alexander Abramov
Ursula Le Guin: Il mondo di Rocannon
Il mondo di Rocannon
Ursula Le Guin
Hermann Hesse: Viaje a Oriente
Viaje a Oriente
Hermann Hesse
Ursula Le Guin: Tehanu
Tehanu
Ursula Le Guin
Jessica Steele: Viaje de descubrimiento
Viaje de descubrimiento
Jessica Steele
libcat.ru: книга без обложки
libcat.ru: книга без обложки
Ursula LeGuin
Отзывы о книге «El mundo de Rocannon»

Обсуждение, отзывы о книге «El mundo de Rocannon» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.