• Пожаловаться

David Brin: Gente de barro

Здесь есть возможность читать онлайн «David Brin: Gente de barro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 2003, ISBN: 84-666-1302-1, издательство: Ediciones B, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

David Brin Gente de barro

Gente de barro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Gente de barro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Dentro de cincuenta años, las nuevas copiadoras-horno permitirán hacer copias perecederas de las personas. Esas copias, los llamados “ídem”, la gente de barro, tienen una vida prevista de un día, carecen de derechos legales o sociales, y son de diverso color según su función. Se les encargan las ocupaciones menos interesantes o las más peligrosas, todas las que rechazan los seres humanos verdaderos. Al final de su existencia, si es posible, los ídem “descargan” en su personaje original, el arquetipo o “archi”, las memorias recopiladas de ese día. narra las peripecias del detective Albert Morris y sus múltiples duplicados de barro en esa nueva sociedad. En el idemburgo se están haciendo copias pirata de una famosa cortesana, Gineen Wammaker, y Morris debe impedirlo. Un trabajo que no parece excesivamente difícil, pero que le llevará a descubrir una intrincada red de conspiraciones en en esa sociedad del futuro donde los ídem carecen de derechos y de todo tipo de consideración. David Brin, galardonado ya con diversos premios Nebula y Hugo, utiliza una narración detectivesca, del tipo , para mostrar las complejidades de una sociedad en la que existe una curiosa versión de los “replicantes” del cinematográfico. Novela finalista del premio Hugo 2003. Novela finalista del premio Arthur C. Clarke 2003.

David Brin: другие книги автора


Кто написал Gente de barro? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Gente de barro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Gente de barro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Tuve que abrirme paso a la fuerza para dejar atrás el canal sin ser empujado a aguas más profundas, y de algún modo conseguí por fin llegar al embarcadero de piedra del otro lado. Por desgracia, los bancos de peces que me perseguían volvieron a congregarse en ese punto (peces desde arriba y cangrejos desde abajo), atraídos por mis heridas rezumantes, mordisqueando y pellizcando mi piel, que se deterioraba rápidamente.

Lo que siguió es borroso: un continuo avance a trompicones por el lodo, entre escombros y nubes de torturadores que mordían.

Se dice que al menos un rasgo de la personalidad se mantiene siempre que se copia un ídem de su arquetipo. No importa en qué más varíe, algo de tu naturaleza básica se transmite de un facsímil al siguiente. Una persona que es sincera o pesimista o charlatana en carne real creará un golem de cualidades similares.

Clara dice que mi característica más persistente es la tozudez. «Maldito sea quien diga que no puedo hacer esto.»

Esa frase rodaba una y otra vez por mi deteriorado cerebro, repitiéndose un millar de veces. Un millón. Gritaba cada vez que daba un doloroso paso o un pez volvía a morderme. La frase evolucionó más allá de las meras palabras. Se convirtió en mi encantamiento. Mi foco. Un mantra de tozudez destilada que me impulsaba a seguir adelante, arrastrándome, paso a paso… hasta el momento en que me encontré bloqueado por un estrecho obstáculo.

Lo contemplé un momento. Una cadena cubierta de moho que se extendía, tensa y casi vertical, desde un ancla enterrada hasta un objeto plano hecho de tablones de madera.

Un muelle flotante.

Y atracado a su lado había un barco, su amplia quilla cubierta de lapas. No tenía ni idea de a quién pertenecía el barco, sólo sabía que mi tiempo estaba a punto de agotarse. El río acabaría conmigo si me quedaba allí.

Usando la única mano que me quedaba, me agarré a la cadena y me esforcé por liberar ambos pies del absorbente barro, y luego continué aupándome a trompicones, alzándome de manera implacable hacia la luz chispeante.

Los peces debieron de darse cuenta de que era su última oportunidad. Atacaron, por todas partes, agarrando todos los trozos y pliegues colgantes que podían, incluso después de que mi cabeza asomara a la superficie. Alcancé con el brazo el muelle, y entonces tuve que recurrir a la memoria para saber qué hacer a continuación.

«Respira. Eso es. Necesitas aire. ¡Respira!»

Mi estremecida inhalación no se pareció a un jadeo humano. Más bien al golpe que hace un trozo de carne cuando se la lanza contra una tabla y luego se la corta, dejando que escape una bolsa de aire. Con todo, algo de oxígeno corrió a sustituir el agua que caía de mi boca sin labios. Ofreció la suficiente fuerza renovada para que pudiera pasar una pierna al muelle.

Me aupé con todas mis fuerzas, y por fin salí completamente del río, fastidiando a los carroñeros, que salpicaron decepcionados.

Los temblores sacudieron mi cuerpogolem de arriba abajo. Algo, una parte de mí, se soltó y cayó al agua con un golpe. Los peces se alegraron y se congregaron alrededor, fuera lo que fuese, y comieron ruidosamente.

Todos mis sentidos se iban apagando, momento a momento. Con desapego, advertí que me faltaba un ojo… y que el otro casi se había salido de su cuenca. Lo volví a colocar en su sitio, luego intenté levantarme.

Todo parecía torcido, desequilibrado. La mayoría de las señales que envié, exigiendo movimiento a músculos y miembros, no recibieron respuesta. Con todo, mi atormentada carcasa de algún modo consiguió levantarse, apoyándome primero en las rodillas… y luego en muñones que podían apenas considerarse piernas.

Apoyándome en un pasamanos de madera, subí un corto tramo de escaleras que conducía a la casa flotante atracada de costado. Las luces brillaban y una vibración se hizo discernible.

Una música convulsa sonaba cerca.

Mientras mi cabeza llegaba a lo alto, capté una imagen difusa: llamas fluctuando en finas columnas blancas. Velas de adorno. Su suave luz destellaba en la cubertería y las copas de cristal. Y más allá, figuras esbeltas moviéndose junto a la amura de estribor.

Gente real. Elegantemente vestida para una cena de fiesta. Contemplaban el río.

Abrí la boca, intentando dar voz a una disculpa amable por interrumpir: ¿querría alguien por favor llamar a mi propietario antes de que mi cerebro se convirtiera en gelatina?

Lo que surgió fue un gemido ahogado.

Una mujer se volvió, me vio avanzando hacia ellos desde la oscuridad y soltó un gritito, como si yo fuera una horrible criatura no-muerta, surgida de las profundidades. Bastante exacto.

Extendí el brazo, gimiendo.

—Oh, dulce madre Gaia —su voz indicó rápidamente que comprendía—. ¡Jameson! ¿Quieres por favor telefonear a Clara Gonzales, del Catalina Baby? ¡Dile que su maldito novio ha perdido otro de sus ídems… y será mejor que venga a recogerlo pronto!

Traté de sonreír y darle las gracias, pero el plazo de expiración previsto no podía retrasarse más. Mis pseudoligamentos escogieron ese momento para disolverse, de inmediato.

Hora de hacerse pedazos.

No recuerdo nada posterior a eso, pero me han dicho que mi cabeza rodó hasta detenerse junto a la nevera donde estaba en fresco el champán. Un invitado a la cena fue lo bastante amable para meterla dentro, junto a una botella muy bonita de Dom Pérignon del 38.

2

Amos de ítems

…o de cómo realAlbert se enfrenta a un día duro…

Muy bien, así que ese verde no consiguió llegar a casa de una pieza. Para cuando fui a recogerlo, sólo quedaba el cráneo congelado… más bien una masa de pseudocarne que se evaporaba y manchaba la cubierta de la casa flotante de madame Frenkel.

(Nota para mí: comprar a madame Frenkel un regalo bonito, o Clara me lo hará pagar.)

Naturalmente, recuperé el cerebro a tiempo… o no tendría el dudoso placer de revivir el día miserable que «yo» pasé recorriendo el inframundo del idemburgo, arrastrándome por las alcantarillas para penetrar en el cubil de Beta, para luego ser capturado y golpeado por sus matones amarillos y, después, escapar frenéticamente por la ciudad hasta culminar en esa horrible experiencia bajo el agua hasta la perdición.

Sabía, incluso antes de conectar aquel cerebro saturado en el perceptrón, que no iba a saborear la inminente comida de recuerdos acres.

«Te damos las gracias por los alimentos que estamos a punto de recibir.»

La mayoría de la gente se niega a cargar si sospecha que su ídem ha tenido experiencias desagradables. Un rig puede elegir no saber o no recordar por lo que ha pasado el rox. Es un aspecto conveniente más de la moderna tecnología de duplicación: es como si se hiciera desaparecer un mal día.

Pero yo considero que si fabricas una criatura, eres responsable de ella.

Ese ídem quería importar. Luchó como un león para continuar. Y ahora es parte de mí, como varios otros centenares que llegaron a casa para descargar, desde la primera vez que usé un horno, a los dieciséis años.

De todas formas, necesitaba el conocimiento de ese cerebro, o no habría tenido nada que mostrarle a mi cliente… una cliente que no tiene fama de paciente.

Incluso podría encontrar una ventaja a mi desgracia. Beta vio a mi copia de piel verde caer al río y no volver a salir. Todo el mundo supondría que se había ahogado, o que había sido arrastrada hasta el mar, o se había disuelto convertida en alimento para peces. Si Beta estaba seguro de eso, tal vez no cambiara de escondite. Podría ser la oportunidad para pillar a sus piratas con la guardia baja.

Me levanté de la mesa acolchada, combatiendo oleadas de confusión sensorial. Sentía raras mis piernas reales: carnosas y sustanciosas, aunque un poco distantes, ya que parecía que hacía apenas unos momentos que me apoyaba en muñones que se desmoronaban. La imagen de un tipo fornido y moreno en el espejo cercano parecía extraña. Demasiado saludable para ser real.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Gente de barro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Gente de barro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Emma Bull: Danza de huesos
Danza de huesos
Emma Bull
Robert Sawyer: Humanos
Humanos
Robert Sawyer
Robert Silverberg: Muero por dentro
Muero por dentro
Robert Silverberg
Connie Willis: Tránsito
Tránsito
Connie Willis
Отзывы о книге «Gente de barro»

Обсуждение, отзывы о книге «Gente de barro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.