David Baldacci - Poder Absoluto

Здесь есть возможность читать онлайн «David Baldacci - Poder Absoluto» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Poder Absoluto: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Poder Absoluto»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Luther es un especialista, un maestro en robo. Cerca ya de retirarse, planea su ultimo golpe: limpiar la fabulosa mansion de Walter Sullivan, uno de los hombres mas ricos del pais, de vacaciones en el caribe.
La inesperada vuelta de la mujer complica el golpe y hace que Luther presencie un asesinato que apunta de lleno al presidente de los Estados Unidos.
Acosado por los hombres del servicio de seguridad del presidente y por el sargento de policia, Luther debera salvar su pellejo y el de su hija.
Baldacci ha sido el guinista de la película basada en su libro, dirigida y protagonizada por Clint Eastwood en el papel de Luther.

Poder Absoluto — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Poder Absoluto», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Bueno, gracias por hablar conmigo. Una vez más, lamento lo sucedido a su hija.

– Muchas gracias, yo también lo lamento. Lo lamento mucho.

Se levantó con un gran esfuerzo para acompañarlo hasta la puerta, y en ese instante se le cayó la carta del bolsillo. El corazón se le encogió mientras Frank se agachaba, la recogía sin mirarla y se la alcanzaba.

Ella le observó subir al coche. Se sentó lentamente en la silla junto a la chimenea y abrió la carta.

Estaba escrita con la letra de un hombre que conocía bien: «Yo no lo hice. Pero no me creerías si te dijera quién lo hizo».

Para Edwina Broome era todo lo que necesitaba saber. Luther Whitney era un amigo de toda la vida, y había entrado en aquella casa por Wanda. Si la policía le atrapaba, no sería con su ayuda.

Y lo que su amigo le había pedido que hiciera lo haría. Era la única cosa decente que haría.

Seth Frank y Bill Burton se dieron la mano y se sentaron. Estaban en la oficina de Frank y era muy temprano.

– Le agradezco que me reciba, Seth.

– Es algo poco habitual.

– Muy poco habitual si le interesa mi opinión. -Burton sonrió-.¿Le molesta si fumo?

– En absoluto. Yo también me fumaré uno. -Los hombres sacaron las cajetillas.

Burton quebró en dos la cerilla mientras se reclinaba en la silla.

– Llevo en el servicio secreto mucho tiempo y esta es la primera vez para mí. Pero lo entiendo. El viejo Sullivan es uno de los mejores amigos del presidente. Le ayudó en sus primeros pasos en la política. Un mentor de verdad. Se conocen desde siempre. Entre usted y yo, no creo que el presidente desee que hagamos nada, aparte de dar la impresión de que nos preocupamos. De ninguna manera pretendemos meternos en sus asuntos.

– Tampoco tienen jurisdicción.

– Así es, Seth. Exacto. Diablos, fui policía estatal durante ocho años. Sé cómo funciona una investigación policial. Lo que menos deseas es tener a alguien mirando por encima del hombro.

La desconfianza comenzó a esfumarse de los ojos de Frank. Un ex policía del estado convertido en agente del servicio secreto. Este tipo era un profesional de tomo y lomo. En el libro de Frank no se podía ir más lejos.

– ¿Cuál es su propuesta?

– Veo mi papel como un canal de comunicación con el presidente. Si hay alguna novedad usted llama y yo se lo digo al presidente. Entonces cuando él vea a Walter Sullivan podrá decirle algo sensato sobre el caso. Créame, tampoco es algo para la galería. El presidente tiene un interés especial en el caso. -Burton sonrió para sí mismo.

– ¿Sin interferencias de los federales? ¿Nada de juego sucio?

– Joder, yo no soy del fbi. Este no es un caso federal. Considéreme como el emisario civil de un vip. Nada más allá de una cortesía profesional.

Frank echó una ojeada a la oficina mientras analizaba la situación. Burton siguió la mirada y trató de valorar a Frank con la mayor precisión posible. Burton había conocido a muchos detectives. La mayoría no eran muy brillantes, lo que, unido a una carga de trabajo cada vez mayor, resultaba en pocos arrestos y un promedio de condenas casi cero. Pero había hecho averiguaciones sobre Seth Frank. El tipo era un ex detective de Nueva York con una hoja de servicios llena de condecoraciones. Desde que había venido al condado de Middleton no había dejado de resolver ni un solo asesinato. Ni uno. Era un condado rural, pero un promedio del ciento por ciento no dejaba de ser impresionante. Todos estos datos tranquilizaban a Burton. Porque aunque el presidente le había pedido a Burton que se mantuviera en contacto con la policía para cumplir con su promesa a Sullivan, Burton tenía sus propios motivos para desear un acceso a la investigación.

– Si surge alguna cosa imprevista, quizá no pueda avisarle en el acto.

– Tampoco pido milagros, Seth, sólo un poco de información cuando le venga bien. Eso es todo. -Burton se levantó. Aplastó la colilla en el cenicero-. ¿Trato hecho?

– Haré todo lo posible, Bill.

– No se puede pedir más. ¿Tiene alguna pista?

– Quizá. -Seth Frank encogió los hombros-. Nunca se sabe dónde saltará la liebre. Ya sabe cómo son estas cosas.

– Dígamelo a mí. -Burton se acercó a la puerta-. Por cierto, si necesita cualquier cosa durante la investigación, acceso a bases de datos, evitar algún trámite, y cosas así, avíseme y su solicitud recibirá alta prioridad. Aquí tiene mi número.

– Se lo agradezco, Bill -respondió Frank deferente, mientras cogía la tarjeta.

Dos horas más tarde, Seth Frank cogió el teléfono y no pasó nada. No tenía tono, no había línea con el exterior. Avisaron a la compañía telefónica.

Al cabo de una hora, Seth Frank volvió a coger el teléfono y escuchó el pitido del tono. El sistema estaba arreglado. La caja de teléfonos estaba siempre cerrada, pero incluso si alguien hubiese mirado en el interior, la masa de cables y otros equipos habrían resultado un galimatías para el lego. Además, la policía no se preocupaba mucho de que alguien le pinchara los teléfonos.

Ahora las líneas de comunicación de Bill Burton estaban abiertas, mucho más de lo que Seth Frank hubiese imaginado.

15

– Opino que es un error, Alan. Pienso que deberíamos distanciarnos, no intentar hacernos cargo de la investigación. -Russell se encontraba junto a la mesa del presidente en el despacho Oval.

Richmond repasaba el articulado de una ley de asistencia sanitaria, un auténtico atolladero en el que no estaba dispuesto a invertir mucho de su capital político antes de las elecciones.

– Gloria, por favor, continúa con el programa. -Richmond estaba preocupado; las encuestas le daban una gran ventaja, pero pensaba que la diferencia tendría que ser aún mayor. Su oponente, Henry Jacobs, era bajo, poco agraciado y mal orador. Su único mérito eran los treinta años de trabajo en pro de los pobres y menesterosos del país. En consecuencia, desde el punto de vista de los medios era un auténtico desastre. En una era de cámaras y micrófonos tener buena pinta y un pico de oro era básico. Jacobs ni siquiera era el mejor entre un grupo bastante flojo que había visto apartados a los dos mejores candidatos por culpa de diversos escándalos, sexuales y de los otros. Todo esto hacía que Richmond se preguntara por qué la ventaja de treinta y dos puntos en las encuestas no eran cincuenta.

Por fin miró a la jefa de gabinete.

– Mira, le prometí a Sullivan ocuparme del asunto. Lo dije delante de audiencia nacional y me consiguió doce puntos en las encuestas que, al parecer, tu bien engrasado equipo electoral no puede mejorar. ¿Tengo que salir y declarar una guerra para que suban las encuestas?

– Alan, tenemos las elecciones en el bote; los dos lo sabemos. Pero tenemos que jugar a no perder. Debemos ser precavidos. Esa persona todavía anda por allí. ¿Qué pasará si le atrapan?

– ¡Olvídate de él! -Richmond se levantó enojado-. Si dejaras de pensar en él por un momento, verías que el hecho de haberme vinculado estrechamente al caso le resta a ese tipo cualquier pizca de credibilidad. Si no hubiera proclamado públicamente mi interés, algún reportero entrometido quizá se mostraría dispuesto a investigar cualquier rumor sobre la presunta implicación del presidente en la muerte de Christine Sullivan. Pero ahora que la nación sabe que estoy dispuesto a llevar al criminal ante la justicia, si se hace cualquier acusación, la gente pensará que el tipo me vio en la televisión y que está loco.

Russell se sentó. El problema radicaba en que Richmond no conocía todos los hechos. De haber sabido lo del abrecartas, ¿habría dado estos pasos? ¿De haber sabido que Russell había recibido la carta y la foto? Le estaba ocultando información a su jefe, una información que podía hundirlos a los dos para siempre.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Poder Absoluto»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Poder Absoluto» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


David Baldacci - The Last Mile
David Baldacci
David Baldacci - Memory Man
David Baldacci
David Baldacci - The Finisher
David Baldacci
David Baldacci - The Sixth Man
David Baldacci
David Baldacci - The Forgotten
David Baldacci
David Baldacci - The Innocent
David Baldacci
David Baldacci - Zero Day
David Baldacci
David Baldacci - Hour Game
David Baldacci
David Baldacci - Divine Justice
David Baldacci
David Baldacci - A Cualquier Precio
David Baldacci
David Baldacci - Wygrana
David Baldacci
libcat.ru: книга без обложки
David Baldacci
Отзывы о книге «Poder Absoluto»

Обсуждение, отзывы о книге «Poder Absoluto» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x