Bosch vio también una cronología de la víctima, en la cual los investigadores destacaban los movimientos de Rebecca Verloren en los días previos al asesinato. El cuatro de Julio de 1988 cayó en lunes. Rebecca pasó la mayor parte del fin de semana en casa, salvo el domingo por la noche, en que se quedó a dormir con tres amigas en el domicilio de una de ellas. Los resúmenes agregados de entrevistas con estas tres chicas eran largos, pero no contenían información de valor para la investigación.
El lunes, el día de la fiesta nacional, se quedó en casa hasta que ella y sus padres fueron a Balboa Park para asistir a un festival de fuegos artificiales. Era una de las pocas noches libres para Robert Verloren e insistió en que la familia permaneciera unida, lo cual molestó a Becky, que tuvo que perderse la fiesta de una amiga en la zona de Porter Ranch.
El martes la rutina veraniega empezó de nuevo, y Rebecca fue al restaurante con su padre para trabajar en el turno de almuerzo como camarera. A las tres en punto, su padre la llevó a casa. Él se quedó por la tarde en su domicilio y después se dirigió de nuevo al restaurante para el turno de la cena, casi al mismo tiempo que Rebecca salía en el coche de su madre para cumplir con el recado de recoger la ropa de la lavandería.
Bosch no vio nada en la cronología que levantara sospechas, nada que se les pasara por alto a los investigadores originales. A continuación, Bosch se encontró con la transcripción de una entrevista formal con los padres. Esta se llevó a cabo en la División de Devonshire el 14 de julio, transcurrida más de una semana desde que se descubriera la desaparición de su hija. En este punto los detectives habían acumulado un gran conocimiento del caso y fueron específicos en sus preguntas. Bosch leyó cuidadosamente esta transcripción, tanto por las respuestas como porque le darían una idea de la visión del caso que tenían los investigadores en ese punto.
Caso nº 88-641, Verloren, Rebecca (FM 6-7-1988), Al A. García, #993 14-7-1988 -14.15 h. Homicidios de Devonshire
GARCÍA. Gracias por venir. Espero que no le importe, pero estamos grabando esto para tener un registro. ¿Cómo lo llevan?
ROBERT VERLOREN. Tan bien como puede esperarse. Estamos desolados. No sabemos qué hacer.
MURIEL VERLOREN. No podemos dejar de pensar en lo que podríamos haber hecho para prevenir que le ocurriera esto a nuestra niña.
GREEN. Lo lamentamos mucho, señora. Pero no puede culparse por lo sucedido. Por lo que sabemos, no se trató de nada que pudiera hacer o dejar de hacer. Simplemente ocurrió. No se culpe. Culpe a la persona que lo hizo.
GARCÍA. Y vamos a detenerlo. No han de preocuparse por eso. Ahora, tenemos unas preguntas que hemos de plantear. Algunas pueden ser dolorosas, pero necesitamos las respuestas para detener al asesino.
ROBERT VERLOREN. ¿«Asesino»? ¿Hay algún sospechoso? ¿Saben que es un hombre?
GARCÍA. No sabemos nada con seguridad, señor. Sobre todo nos basamos en los porcentajes. Pero tampoco hay que olvidar esa pendiente inclinada de detrás de su casa. Sin duda cargaron a Becky por esa colina. No era una chica muy grande, pero decididamente creemos que tuvo que ser un hombre.
MURIEL VERLOREN. Pero ha dicho que ella no fue… que no hubo ninguna agresión sexual.
GARCÍA. Es cierto, señora, pero eso no excluye que fuera un crimen de motivación sexual.
ROBERT VERLOREN. ¿Qué quiere decir?
GARCÍA. Ya llegaremos a eso, señor. Si no le importa, deje que hagamos las preguntas nosotros.
ROBERT VERLOREN. Continúe, por favor. Lo siento. Es sólo que no podemos entender lo que ocurrió. Es como si estuviéramos permanentemente bajo el agua.
GARCÍA. Es perfectamente comprensible. Como le he dicho, lo lamentamos profundamente. Y también el departamento. Tenemos al nivel más alto de este departamento vigilando este caso muy de cerca.
GREEN. Nos gustaría remontarnos a antes de su desaparición. Quizás un mes antes. ¿Su hija se fue durante ese tiempo?
ROBERT VERLOREN. ¿Qué quiere decir con que si se fue?
GARCÍA. ¿Estuvo alejada de ustedes en algún momento?
ROBERT VERLOREN. No. Tenía dieciséis años. Estaba en el instituto. No se fue sola.
GREEN. ¿Y a dormir con sus amigas?
MURIEL VERLOREN. No, diría que no.
ROBERT VERLOREN. ¿Qué están buscando?
GREEN. ¿Estuvo enferma en el mes o dos meses anteriores a su desaparición?
MURIEL VERLOREN. Sí, tuvo la gripe la semana después de que terminara las clases. Eso retrasó que empezara a trabajar con Bob.
GREEN. ¿Estuvo en cama?
MURIEL VERLOREN. Gran parte del tiempo. No sé qué tiene esto que ver con…
GARCÍA. Señora Verloren, ¿su hija fue a ver al doctor en esa ocasión?
MURIEL VERLOREN. No, sólo dijo que tenía que descansar. A decir verdad, pensamos que simplemente no quería ir a trabajar al restaurante. No tenía fiebre ni estaba, resfriada. Pensamos que estaba siendo un poco vaga.
GREEN. En ese periodo, ¿no le confió que había estado embarazada?
MURIEL VERLOREN. ¿Qué? ¡No!
ROBERT VERLOREN. Oiga, detective, ¿qué nos está diciendo?
GREEN. La autopsia reveló que Becky había sido sometida a un legrado alrededor de un mes antes de su muerte. Un aborto. Nuestra hipótesis es que estaba descansando y recuperándose de esa operación cuando les dijo que tenía la gripe.
GARCÍA. ¿Quieren que hagamos una pausa?
GREEN. ¿Por qué no hacemos una pausa? Saldremos todos a tomar un poco de agua.
[Pausa]
GARCÍA. Bien, ya estamos de vuelta. Espero que comprendan y que nos perdonen. No hacemos preguntas ni tratamos de sobresaltarles para causarles daño. Hemos de seguir un procedimiento y emplear métodos que nos permitan recuperar información que no esté limitada por percepciones preconcebidas.
ROBERT VERLOREN. Entendemos lo que están haciendo. Ahora forma parte de nuestra vida. De lo que queda de ella.
MURIEL VERLOREN. ¿Está diciendo que nuestra hija estaba embarazada y eligió abortar?
GARCÍA. Sí, así es. Y creemos que cabe la posibilidad de que esté relacionado con lo que le ocurrió un mes después. ¿Tienen alguna idea de adónde podría haber ido para esa… operación?
MURIEL VERLOREN. No, no tengo ni idea de eso. Ninguno de los dos.
GREEN. ¿Y como ha dicho antes no pasó ninguna noche fuera en ese tiempo?
MURIEL VERLOREN. No, Becky volvió a casa todas las noches.
GARCÍA. ¿Alguna idea de con quién pudo tener relaciones? En anteriores charlas dijeron que actualmente no tenía novio.
MURIEL VERLOREN. Bueno, obviamente supongo que estábamos equivocados en eso. Pero, no, no sabíamos a quién estaba viendo o quién podría haberle… hecho esto.
GREEN. ¿Alguno de ustedes leyó alguna vez el diario de su hija?
ROBERT VERLOREN. No, ni siquiera sabíamos que tuviera un diario hasta que ustedes lo encontraron en su habitación.
MURIEL VERLOREN. Me gustaría recuperarlo. ¿Me lo devolverán?
GREEN. Hemos de conservarlo durante la investigación, pero al final lo recuperará.
GARCÍA. En el diario hay varias referencias a un individuo al que se refiere como MVA. Es una persona a la que nos gustaría identificar e interrogar.
MURIEL VERLOREN. No se me ocurre nadie que responda a esas iniciales.
GREEN. Miramos en el anuario del instituto. Hay un chico llamado Michael Adams, pero lo comprobamos y vimos que su segundo nombre es Charles. Creemos que las iniciales eran un código o una abreviatura. Podría significar «Mi Verdadero Amor».
MURIEL VERLOREN. Así que obviamente había alguien a quien no conocíamos y que nos ocultaba.
ROBERT VERLOREN. No puedo creerlo. Nos están diciendo que en realidad no conocíamos a nuestra niña.
GARCÍA. Lo siento, Bob. A veces las consecuencias de un caso como éste causan estragos. Pero nuestro trabajo es seguirlo hasta donde nos lleva. Ésa es la corriente que estamos siguiendo ahora.
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