Tom Egeland - El final del círculo

Здесь есть возможность читать онлайн «Tom Egeland - El final del círculo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El final del círculo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El final del círculo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Contratado por la Universidad de Oslo para supervisar unas excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en el monasterio de Vaerne (Noruega), Bjorn Belto es testigo de un hallazgo único. Se trata de un cofre de más de dos mil años de antigüedad con un manuscrito en su interior -una serie de leyendas- que podría modificar por completo la versión oficial de la historia del cristianismo. Belto tratando de evitar que el cofre caiga en las innobles manos de unos tipos que se escudan en una fachada académica, huye del país nórdico e inicia un periplo que le llevará de Londres a Oriente Próximo. Perseguido por aquellos que quieren hacerse con el cofre, Belto recala finalmente en Rennes-le-Cháteau, un pueblo del sur de Francia donde los hermanos custodios guardan celosamente un misterioso evangelio que pone en cuestión la propia biografía de Jesucristo.

El final del círculo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El final del círculo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Quieres decir… en África?

Arquea las cejas.

– ¡Te aseguro que no quiero decir en Oxford Circus!

– ¿No ocurriría por un casual en Sudán?

– ¿Por qué me lo preguntas si has sabido todo el rato la

respuesta?

– ¿Qué pasó con las excavaciones?

Hecha la cabeza hacia atrás.

– ¡No tengo ni idea! Para decirte la verdad, nunca he pensado en ello. O más bien: me ha importado una mierda. Antes de morir me escribió. Una carta de despedida, como se vio luego.

Chasquea los dedos. El ama de llaves, que está de pie en un rincón como una estatua de Buda tiesa y gorda, se despabila, abre el cajón de un escritorio y le lleva una caja a la señora. Dentro hay cinco hojas escritas a mano y atadas con una cinta de seda. Ella suelta el lazo y me tiende las hojas crujientes. Yo vacilo.

– ¡Adelante! -me ordena.

Junto al Nilo, Sudán del sur Lunes, 14 de agosto de 1978

Mi queridísima Jocy:

¡Mira qué mala suerte! Caminando del campamento a la zona de excavaciones iba despistado (¡sin comentarios, gracias!), tropecé con una raíz y me caí por un terraplén de piedras y barro. No te asustes, querida, no fue una gran caída, pero me he contusionado ligeramente la rodilla, y una piedra afilada me ha desgarrado un poco el brazo. Estuvo sangrando mucho un rato, pero un boy me vendó la herida y me ayudó a volver al campamento. Pero luego resultó que no encontrábamos el botiquín. ¿No te parece típico? MacMullin me ordenó que me fuese a la tienda y descansase lo que quedaba de día, para que se cerrara la herida. No es horrorosamente profunda, así que espero que no sea necesario darle puntos.

Pero debemos ver lo positivo del asunto, porque ahora estoy aquí sentado en mi cama de campaña aburriéndome, así que por lo menos -¡por fin!- tengo ocasión de escribirte unas líneas. Ya lo sé, ya lo sé, que tendría que haberte escrito antes, ¡pero MacMullin no es de los que piensan que el tiempo libre y el descanso sean buenos para la humanidad…!

Hace aquí más calor del que me temía, en realidad es bastante insoportable, pero de todos modos lo peor es la humedad, que se me pega como la pintura fresca. ¡Y todos los insectos, ni te cuento! (Pero ya que tienes una relación tan entrañable con los insectos, no voy a decirte ni lo grandes que son -¡¡¡enormes!!!… ¡¡¡gigantes!!!- ni dónde se encuentran -¡en la cama! ¡En los zapatos! ¡En la ropa!)

Hemos llegado bastante lejos (¡¡o bastante profundo!! Je, je, je) con las excavaciones. No te aburriré con los detalles técnicos, pero: buscamos rastros de una campaña persa. No sé cuántas veces le he dicho a MacMullin que el cofre nunca estuvo en manos de los persas, que los hospitalarios debieron de ocultarlo en un octógono en su monasterio de Noruega. Pero nadie me escucha. Sólo Birger. La paz sea con él…

Oooops, ¡llega la comida! ¡Más tarde, más, gatita!

Noche

Es la una y media (¡de la madrugada!), no consigo dormir, la oscuridad ahí fuera está llena de ruidos extraños y de pesados olores.

La noche africana alberga algo que nunca he experimentado en casa, es como si te susurrara, como si algo se despabilara. No estoy pensando en los anímales y los insectos, sino en algo infinitamente más grande. Perdóname si digo tonterías.

Creo que tengo fiebre. Estoy helado, a pesar de que debe de haber por lo menos 35 grados aquí dentro de la tienda, y está tan húmeda como un maldito invernadero.

La herida del brazo me duele muchísimo. Joder, joder, joder…

Tendré que intentar dormir. ¡Te echo de menos, cariño! Besos.

Martes

Llevo todo el día tirado como un pedazo de carne muerta sobre mi camilla. Ocho personas se han turnado en llevarme. Nativos. Charlaban y se reía alternativamente, y yo no entiendo ni palabra de lo que dicen. Por suerte MacMullin ha mandado también a dos ingleses. Jacobs y Kennedy. Me hacen compañía, ¡pero el calor no nos deja fuerzas para hablar de gran cosa!

El calor y la humedad son insoportables. La jungla es densa y vaporosa, estoy a muchos kilómetros del mar más cercano, pero a pesar de todo estoy mareado.

Miércoles por la noche

¡Vaya noche! Ya te contaré más cuando vuelva a casa.

Cuando por fin hemos llegado al hospital esta mañana, se ha armado un gran jaleo. Creo que era la primera vez que veían un paciente blanco. Tiene buena pinta, me van a tratar como a un dios que acaba de caer del cielo.

Ahora estamos esperando al médico. Han de buscarlo en un pueblo que está a algunos kilómetros de aquí. ¡Ay, Dios, estoy tan impaciente, Jocy! El hedor es insoportable. Debe de ser la gangrena. Pero por suerte nos hemos dado prisa.

No me siento del todo bien.

Viernes noche

¡¡Ay, Jocy, Jocy, Jocy, cariño!! ¡Tengo que contarte algo espantoso! ¡Prométeme que vas a ser una niña valiente para mí!

¡Me han cortado el brazo, Jocy!

¿Me oyes? ¡¡Me han amputado el brazo!! Ay, Dios mío. ¡Cuando miro hacia la izquierda, no veo más que un bulto con un vendaje sanguinolento! ¡Como me temía, era gangrena! ¡Ay, Jocy!

Por suerte los dolores no son tan terribles como sería de creer, ¡pero vomito todo el rato! ¡Me han atiborrado de morfina!

¡Siento mucho tener que contártelo de este modo! ¡Debería haberte hecho caso y haberme quedado en casa!

¡Ahora no tengo fuerzas para escribirte más!

Noche

¡Te echo de menos! No consigo dormir.

Me duele mucho

Helado

Sábado

Querida, queridísima Jocy hoy- – [ilegible] – -

y yo – - [ilegible] – - el cura

Pero – - [ilegible] – - Mi J[ocelyn]! ¡Te amo! – -

podrás perdonar- -[ilegible]

Noche

Son las [ilegible] – -

Jocy, querida, la fiebre me [ilegible]

¡estoy tan cansado!

Escribiré más lúe

Es una pieza poética arrebatadora. Charles DeWitt debió de relatar su muerte con una sonrisa maligna. La primera página está escrita con letras poderosas, inclinadas hacia la derecha, que se aprietan contra el papel. Meticulosamente, ha ido debilitando la letra y haciéndola ilegible. Cerca del final las letras se diluyen.

Dejo la hoja a un lado.

– Murió en algún momento de la noche del domingo -dice la señora DeWitt abiertamente-. Lo encontraron con las hojas en la cama.

No sé qué decir.

– Toda una despedida, ¿no?-murmura ella.

– ¡Tiene que haber sido terrible leer esta carta!

– En cierto sentido. Al mismo tiempo, me dio la impresión de haber estado allí. Sabía cómo había pasado. Lo que pensó y sintió. Si sabes a lo que me refiero. MacMullin trajo personalmente la carta desde África. Y me la entregó en mano.

Le da un sorbito a su licor. Me levanto y vuelvo hasta la fotografía de la chimenea. La señora DeWitt viene dando pasitos detrás de mí.

– ¿Sabes quién es ésta? -pregunto señalando a Grethe.

Ella resopla.

– ¡Esa puta! Una ninfómana follada de Noruega.

Después cae en la cuenta de que yo también soy noruego. Y de que la mujer teóricamente podría ser mi madre. Que yo podría haber ido por eso.

– ¿Tú la conoces? -pregunta dócilmente.

– Algo -miento-. Me dio clases en la universidad.

– Se quedó embarazada.

Me quedo con la boca abierta.

– ¿Embarazada? -tartamudeo. ¿De papá? Me pregunto a mí mismo. ¿O de DeWitt? Él mismo dijo que eran sweethearts. Pero no me atrevo a plantear la cuestión.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El final del círculo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El final del círculo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El final del círculo»

Обсуждение, отзывы о книге «El final del círculo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x