'¿Pero realmente se ponen inyecciones en la frente, y en los pómulos, y en la barbilla, en las sienes?' Eso en sí me impresionaba, la aguja clavándose en tales zonas y el líquido penetrando lento, pero más aún -es decir, me espantaba- si el bottox era en efecto lo que yo temía. Y así, mi tono hubo de ser de estupefacción y escándalo, porque noté que Luisa me lo rebajaba a propósito, con su respuesta, aunque sin ánimo de aleccionarme, eso no entraba en su estilo.
'Pues sí, y en otros sitios peores, tengo entendido. En los párpados, y en las ojeras, seguramente en los labios y desde luego encima de ellos, esas arruguitas verticales son la gran pesadilla de no pocas amigas, junto con el cuello. Y sí, también a mí me parece un poco espeluznante, pero debo de estar más acostumbrada que tú a todos estos injertos e inoculaciones. Y a las carnicerías varias. Cada vez sé de más mujeres que van a sus sesiones periódicas de corte y confección como quien se pasa por la peluquería. Y no creas, hay bastantes hombres ya aficionados, y no sólo solteros presumidos y divorciados hundidos, ya sé de más de un marido. Bueno, si he de fiarme de lo que me cuentan, y uno no debe.' Dijo esto con tanta soltura que me llevó a pensar: 'Ni se le pasa por la cabeza incluirme entre los divorciados hundidos, menos mal, no le inspiro lástima o aún no, y a mí tampoco me gusta jugar a la baja, como hacen tantos novios y maridos. Claro que divorciados no lo estamos todavía. Pero todo se andará, supongo, cuando lo quiera ella'. No veía fácil que partiera de mí esa iniciativa. Nunca se sabe. No la hice partícipe de mis pensamientos. 'Pero vamos. Mira a ese caricato de Berlusconi, a estas alturas debe de ser todo él de látex, ¿tú lo has visto?, parece un ninot de barraca. Quizá él sí debería cambiar de sexo, a ver si así mejoraba algo, o se rehumanizaba, una abuela.' Y volvió a reírse, y yo sabía que iba a hacerlo desde que la palabra 'caricato' le acudió a la lengua: nos conocíamos demasiado para dejar de conocernos. Ahora corría el peligro de irse por aquellas ramas y seguir, por ejemplo, imaginándose a otros políticos convertidos en señoronas; así que la reconduje:
'¿Y exactamente qué es, el bottox? ¿Tú lo sabes?'
'Me lo dijeron en su momento, pero no presté mucha atención. Una toxina, creo; o una antitoxina; la verdad es que no me acuerdo nada.'
'¿La toxina botulínica? ¿Puede ser? La del botulismo. No sé si sabes que eso se utilizaba como veneno antiguamente.' Y le mencioné mi etimología intuida.
No pareció alterarse. A través de sus conocidas, y de alguna amiga insegura, sí debía de estar en verdad acostumbrada a los más sanguinarios y ponzoñosos remedios contra el envejecimiento.
'No me acuerdo. Puede ser. Tampoco me extrañaría, la mitad de esos especialistas estéticos son unos irresponsables, si es que no unos criminales. María me contó que dejó de ir a uno que la adelgazaba a lo bestia cuando un día entraron juntos en una farmacia, él dijo haberse olvidado el recetario en casa y para convencer a la farmacéutica de que era médico no se le ocurrió otra cosa que regresar un momento al coche y traerle un fonendoscopio que llevaba en el asiento de atrás, por allí suelto. Te imaginas, "Mire, tengo un fonendo, soy médico", y se lo agitaba en la cara. María dedujo que ni colegiado ni titulado ni nada de nada, por mucha clínica que tuviera montada, se quedó de hielo. Así que bueno, me lo creo todo.'
'¿Tú podrías averiguármelo, si es eso, la toxina botulínica?'
'Supongo. María lo sabrá seguro, o Isabel Uña, también anda con historias de estas, puedo preguntarles. Pero, ¿qué te traes tú con el bottox? ¿Estás pensando en ponértelo como un Berlusconi, o es tu amiga descuidada? A ti no te hace ninguna falta, aún no tienes ni media arruga, una cosa intolerable, lo tuyo.' No había perdido de vista mi primera consulta sobre la sangre caída, aún pensaba que alguien podía haberme manchado el suelo, alguien ocasional o no tanto. La perspectiva de que Luisa fuera a hacerme una pequeña averiguación me alegró el ánimo ingenuo. Era algo en común al cabo de mucho tiempo, algo nuevo (no los niños ni el dinero ni asuntos prácticos), aunque se tratase de una minucia. Y habríamos de volver a llamarnos pronto por eso, ella a mí o yo a ella, para que me diera la información conseguida. Nos quedaba una cuestión pendiente, y ahora eso era novedoso.
'Gracias, tú también estás muy tersa', le contesté con no más humor que galantería, y añadí: 'No, es por pura curiosidad. Me han hablado aquí de ello, y me gustaría saber si es la misma sustancia que en su día mató a un dirigente nazi importante, en el 42, Wheeler me habló del caso. ¿Qué efecto causa, eso lo sabes? El proceso'.
'Creo que paraliza los músculos de la zona inyectada y así la alisa y le da turgencia, no me preguntes por qué ni cómo. Por lo visto se quedan un poco inexpresivas las que se lo ponen, aunque yo no se lo he notado ni a María ni a Isabel, que son las que conozco que lo han probado. Claro que a lo mejor no coincidió que las viera cuando estaban bajo su efecto, creo que dura unos meses y se lo renuevan tras una pausa, que tienden a ir acortando. Bueno, un poco rígidas sí que las he visto, ahora que caigo, y como más tirantes, más compactas… No sé, esta obsesión', y sonó más pensativa; 'ya no es sólo la gente rica, ni sólo mujeres, ya te he dicho. Acabaremos todos en eso. Tú no sabes lo que se hace la gente hoy en día, lo que se mete y se saca, lo que se pincha y se raja y a lo que se somete. Se te pondrían los pelos de punta, si conocieras el detalle. Pero ya lo verás, acabaremos todos en eso, y aún nos reprobarán, a los que no nos prestemos, "Cómo es que vas así", nos dirán, "con esa carne fláccida, y esos pliegues, y esas bolsas; con esos surcos, o con esas grasas, o esos pellejos, cómo vas tan descuidada". Ya hay quienes lo comparan con ir al dentista, "¿Acaso no nos arreglamos un diente mellado, que hace tan feo, y nos colocamos fundas? Pues lo mismo el resto". Como si envejecer fuera un defecto, o una lacra consentida, una negligencia. Como si se pudiera elegir, y uno fuera culpable de su envejecimiento. O bien pobre, claro, sin medios para disimularlo. Parecer viejo acabará denotando eso, que uno es un paria, ya lo verás. Será otra separación, otra diferencia, por si no hubiera bastantes. Será como si anduviera uno con las ropas raídas. Ojalá no lleguemos a ver eso.'
Y entonces se quedó callada, como si estuviera considerando de pronto su propio caso. Nunca le había visto la menor veleidad o tentación al respecto: oía contar a sus conocidas y amigas más angustiadas por el paso del tiempo, reía con benevolencia ante sus extravagancias y experimentos, le daban lo mismo, o los daba por bien empleados si ellas se ponían así contentas con su supuesto mejor aspecto, aunque fuera tan de prestado y tan falso, o tan comprado; tan monstruoso a veces . Aquello nunca había ido con ella. Pero Luisa ya no era tan joven, y nunca había mencionado mi falta de arrugas -cosa de mi familia; estaba a la altura de Tupra- como un reproche comparativo, ni siquiera en el tono de broma en que lo había hecho ahora. 'Tal vez se empieza a preocupar, por efecto o influjo de los demás', pensé. 'No tendría motivos reales, no la última vez que yo la he visto; aunque mi criterio le serviría de poco si se ha inventado motivos (de eso nadie está a salvo) o alguien se los ha instilado (tampoco de eso se está a salvo), piensa que yo la miro con ojos demasiado buenos.'
'¿No estarás pensando tú en recurrir a esas cosas?', le pregunté. 'A ti sí que no te hacen falta.'
Rió un momento, así salió de su breve silencio cavilatorio.
'Si no me hacen falta hoy, será mañana, ni siquiera pasado mañana', dijo. 'Pero en todo caso no podría permitírmelas, seré de los parias y de los raídos.' Y volvió a reírse, decir esto le había hecho gracia. 'Aunque estás mandando mucho dinero desde que tienes ese trabajo del que no cuentas nada', añadió. 'Quiero darte las gracias, Deza, ahora mismo estamos ya a un paso del lujo. No hace falta tanto.' Era como si quisiera hacerse perdonar, por aceptarlo; por eso me llamó Deza y no Jaime, no quería sacarme nada ni estaba de mal humor por mi causa.
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