Karen Rose - Alguien te observa

Здесь есть возможность читать онлайн «Karen Rose - Alguien te observa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Alguien te observa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Alguien te observa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Conocida como la Reina de Hielo en los juzgados de Chicago, la joven abogada Kristen Mayhew vive por y para su trabajo. Posee el índice más alto de casos ganados en la fiscalía. Es una mujer fuerte, una profesional, incorruptible, apreciada por su tenacidad y dedicación. Pero ahora acaba de descubrir que tiene un peligroso admirador secreto.
Lleva tiempo observándote. Conoce todos sus movimientos, todos sus pensamientos. Le envía cartas. Y ha empezado a asesinar, en su nombre, a los delincuentes y criminales que ella no logró meter entre rejas.
Abe Reagan acaba de incorporarse al departamento de homicidios de Chicago. Este es su primer caso después de cinco años de trabajar como agente encubierto. Ahora empieza una nueva etapa de su vida, intentando dejar atrás un pasado donde perdió lo que más le importaba.
Mientras Kristen y Abe empiezan a redescubrir unos sentimientos que creían olvidados, un asesino frío y calculador sigue actuando de manera implacable. Y ahora su sed de castigo ha convertido a Kristen en el blanco perfecto.
En su novela más elogiada, Karen Rose, la escritora que está subiendo con más fuerza dentro del género romántico con suspense, combina admirablemente una inquietante intriga y una conmovedora historia de amor.

Alguien te observa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Alguien te observa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Si no te alimentas bien, te pondrás enferma.

Kristen se llevó la mano al pecho.

– No te preocupes. He encargado comida para llevarla al despacho.

Owen examinó la libreta en la que anotaban los pedidos.

– ¿Tres raciones de pollo frito y tres de estofado?

Kristen se relamió.

– Y patatas con salsa de carne.

– Está todo anotado. ¿Qué haces esta noche? -Owen unió las dos asas de la bolsa en su brazo y se dirigió a la puerta de entrada.

– Tengo una reunión. Me he ofrecido a llevar la cena. -Abrió la puerta y se retembló mientras Owen, en mangas de camisa y sin inmutarse a pesar del frío, echaba un vistazo a la calle con el entrecejo fruncido-. Tengo el coche ahí. -Kristen señaló el coche de alquiler y una sonrisa radiante transfiguró el semblante de Owen.

– Al final me has hecho caso y te has deshecho de aquel trasto.

– No es viejo. Solo tiene muchos kilómetros. -Abrió la puerta trasera y depositó la bolsa en el asiento.

– Era un montón de chatarra. Cada vez que te veía con él, Vincent se ponía a rezar. Nos preocupaba que anduvieses por ahí de noche en esa carraca oxidada.

– Este coche es de alquiler. El mío está en el taller. -Kristen se mordió el labio después de soltar aquella mentira piadosa.

Owen volvió a poner mala cara.

– Es un montón de chatarra, Kristen. Cualquier noche te dejará tirada y… -Sacudió la cabeza, indignado-. Eres muy tozuda.

– Pero no tengo que pagar la letra del coche cada mes. Vuelve dentro, Owen. Hace mucho frío y te vas a poner enfermo.

Capítulo 7

Jueves, 19 de febrero, 19.00 horas

– ¿Dónde está Spinnelli? -Mia dejó la chaqueta sobre una silla, frente a la mesa alrededor de la cual se habían sentado la noche anterior.

Abe reparó en que alguien había llevado una pizarra para que anotasen en ella la información con que contaban. Sentada a la mesa había una joven ataviada con una bata blanca, y en la silla contigua estaba colgado el abrigo de Jack, aunque él no se encontraba en la sala. La joven se levantó y les tendió la mano.

– Soy Julia VanderBeck -dijo al tiempo que estrechaba la mano de Abe-. La forense.

Tenía unos treinta y cinco años, grandes ojos castaños y el pelo de color café con leche. Abe se dijo que era guapa y que debería sentir interés por ella. Pero no podía dejar de pensar en la piel de color marfil, los ojos verdes y el pelo rizado y voluminoso.

– Yo soy Abe Reagan. ¿Están los cinco cadáveres en el laboratorio?

– Sí, pero si no te importa esperaré a que llegue todo el mundo para no tener que explicar las cosas dos veces. -Hizo aquella observación en tono amable pero cansado.

Mia se dejó caer en la silla.

– ¿Dónde está Spinnelli? -repitió-. ¿Y Jack?

– Estamos aquí -dijo Spinnelli entrando por la puerta; sostenía una cazuela-. Tenemos visita. -Parecía divertido.

– Y una visita así es siempre bienvenida -añadió Jack, que apareció cargado de fiambreras.

Abe reconoció los platos y las fiambreras antes de oír la voz de su madre y de que esta irrumpiera en la sala.

– ¡Abe! -Le tiró del cuello para obligarlo a bajar la cabeza y estamparle un sonoro beso en la mejilla.

Él pasó por alto las sonrisitas burlonas de sus compañeros y la dejó hacer.

– Hola, mamá. -Ella lo miró sonriente; se la veía tan contenta que Abe no se atrevió a amonestarla. En vez de eso, también le sonrió. Sabía que se presentaría allí en cualquier momento. Según Sean, su padre no le permitía que fuera, pero Becca Reagan solía tomar sus propias decisiones-. ¿Qué has hecho?

– No me vengas con sermones -le espetó con una risita-. Llamé al teniente Spinnelli para que me diera el número de tu extensión y muy amablemente me informó de que hoy os quedaríais trabajando hasta tarde, para que no me preocupara.

Spinnelli destapó la cazuela y Abe percibió el olor del estofado de col desde la otra punta de la sala. Era uno de sus platos favoritos.

Spinnelli respiró hondo para deleitarse con el aroma.

– Tu madre se ha ofrecido a traernos algo de cenar. -Sonrió-. No he podido negarme.

Abe se agachó para besar a su madre en la mejilla.

– Gracias, mamá. -La mujer se ruborizó y Abe pensó que seguía igual de guapa que aquel día en que, siendo él pequeño, lo envió a la escuela con pastelitos de chocolate para celebrar su cumpleaños-. Eres un encanto.

– No me vengas con zalamerías. -Se apartó a toda prisa para sacar platos y cubiertos de plástico de la enorme bolsa que llevaba siempre consigo-. ¿Acaso crees que podía dejaros pasar hambre?

Mia estaba inclinada sobre la cazuela, aspirando el aroma.

– ¿Lleva carne?

La madre de Abe la miró ofendida.

– Claro. ¿No serás vegetariana, verdad, cariño? -añadió en tono preocupado.

Mia se echó a reír.

– No. Soy la detective Mia Mitchell. La nueva compañera de Abe.

La mujer la miró aún más preocupada.

– ¿Su compañera?

Mia soltó una risita y no pareció ofenderse.

– No se apure. Conmigo está a salvo.

Spinnelli asintió en señal de confianza.

– Mia sabe cuidarse.

Poco convencida, la madre de Abe se dirigió a la puerta.

– Bueno. Os dejo con vuestra reunión.

Mia llenó un plato de plástico de estofado hasta casi rebosar y se dirigió hacia Jack, quien retrocedió con las manos en alto en señal de rendición.

– Te acompaño abajo, mamá -dijo Abe.

Su madre se detuvo al final de la escalera.

– ¿Quién es la otra? -preguntó-. La de la bata blanca.

– Es la forense. -Abe tuvo que contener la risa al ver la cara de su madre-. Estoy seguro de que se ha lavado las manos antes de salir del depósito de cadáveres.

– Caramba. -La mujer se encogió de hombros-. Bueno, supongo que alguien tiene que ocuparse de esas cosas. ¿Qué tal te va con tu nueva compañera? -Lo miró sin levantar la cabeza-. Es muy mona.

Abe se echó a reír.

– Déjalo, mamá. No te empeñes. Si me enamorase, perdería el mundo de vista y no perseguiría a los malos.

La madre de Abe sonrió.

– En eso tienes razón. ¿Me devolverás los platos?

– El domingo, cuando vaya a probar tu asado; puede que antes.

– Ah, has hablado con Sean. -Su sonrisa menguó-. Entonces ya lo sabes.

Lo sabía. Había logrado no pensar en ello, sin embargo no había conseguido librarse del malestar que sentía. La idea de ver a Jim y a Sharon adquiría de nuevo protagonismo y le atenazaba el estómago. Nunca se había llevado bien con los padres de Debra; no obstante, la relación se había deteriorado hasta tornarse hostil hacia el final de la vida de su esposa. Apretó el brazo de su madre.

– No te preocupes. Te prometo que no les amargaré el bautizo a Sean y Ruth.

– Nunca he pensado que fueses a hacerlo, Abe. Pero prefería que lo supieras antes de que llegara el día.

El apoyo que la madre de Abe ofrecía a sus hijos era incondicional. Él la adoraba por ello.

– Estoy avisado. -Le dio un beso en la mejilla-. Gracias por la cena, mamá. Iré a verte en cuanto pueda.

La mujer le posó las manos en el rostro y ejerció cierta presión, lo cual obligó a Abe a seguir con el cuerpo inclinado para mantenerse a su alcance.

– Estoy muy contenta de que hayas cambiado de trabajo. -Suspiró llena de orgullo.

– Lo sé.

– Pienso en ti cada día.

Era esposa de un ex policía y madre de dos en activo. Estaba familiarizada con el peligro y convivía con él, pero la familia no llevaba nada bien que Abe se hubiese convertido en un agente encubierto, y él lo sabía. Al principio iba a verlos una vez al mes; pero, a medida que se implicaba en el trabajo, las visitas se iban espaciando. La última vez que se había arriesgado a ir a casa de sus padres fue la noche en que Debra murió. Ya hacía un año. Había acudido en secreto, amparándose en la oscuridad. Ahora todo aquello formaba parte del pasado y podía ver a su familia cuando quisiera.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Alguien te observa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Alguien te observa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Alguien te observa»

Обсуждение, отзывы о книге «Alguien te observa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x