• Пожаловаться

Kelley Armstrong: Jauría

Здесь есть возможность читать онлайн «Kelley Armstrong: Jauría» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Kelley Armstrong Jauría

Jauría: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Jauría»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Elena Michaels es una chica del siglo XXI: segura de sí misma, aguda e inteligente, dispuesta para la lucha. Y como toda mujer, también tiene sus secretos. Nada fuera de lo común, excepto que ella es realmente extraordinaria. De hecho, podría ser la más asombrosa de las mujeres. Porque Elena es la única mujer lobo en el mundo… Diez años atrás, y contra su voluntad, su novio la transformó en loba. Algunos días Elena siente su doble naturaleza como un regalo del cielo, otros como una maldición. Hace un año decidió abandonar la protección de la Jauría, su familia lobo, y vivir como humana. Pero ahora, la Jauría está bajo la presión de una banda de hombres lobo que no demuestran ningún respeto por las viejas y buenas costumbres con sus salvajes asesinatos de personas inocentes. Elena deberá usar todos sus poderes para atrapar y destruir a los renegados antes de que ellos la destruyan. ¿Perderá definitivamente su lado humano? Es tiempo de decidir de qué lado pondrá su lealtad. Jauría es un apasionante thriller que tiene una vuelta de tuerca sobrenatural tan peligrosamente excitante y seductora como su heroína.

Kelley Armstrong: другие книги автора


Кто написал Jauría? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Jauría — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Jauría», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Trato de examinar y limpiar mis heridas, pero están fuera de mi alcance. Me estiro y evalúo el dolor. Dos cortes profundos, los dos sangrantes, aunque sólo lo suficiente como para mancharme la piel. Viviré. Giro e inicio el camino de regreso a la ciudad, saliendo del barranco.

Cambio al volver al callejón. Luego me visto y salgo a la vereda como un drogadicto al que hubieran pescado in fraganti Siento frustración. No debería acabar así, sucia y furtiva, en medio de la basura y la roña de la ciudad. Debería terminar en un claro en el bosque, la ropa abandonada en la espesura, estirada desnuda, sintiendo el fresco de la tierra y la brisa nocturna haciéndome cosquillas en la piel. Debería quedarme dormida en el pasto, exhausta, sin pensar, sólo con los vapores de la satisfacción flotando en mi mente. Y no debería estar sola. En mi mente imagino a otros, descansando en derredor sobre el pasto. Oigo los ronquidos familiares, susurros y risas ocasionales. Siento la piel cálida junto a la mía, un pie desnudo enganchado en mi pantorrilla, que se agita al soñar que corre. Puedo olerlos, su sudor, su aliento, mezclados con el perfume de la sangre, de un ciervo muerto en la cacería. La imagen se hace añicos y me encuentro mirando una vidriera donde mi reflejo devuelve la mirada. Siento el pecho oprimido, de una soledad tan profunda y completa que no puedo respirar.

Giro rápidamente y golpeo el objeto más cercano. Resuena un poste de la luz. El dolor me recorre el brazo. Bienvenida de vuelta a la realidad: Cambio en callejones y me arrastro de regreso a mi departamento. Mi condena es vivir entre dos mundos. Por un lado, la normalidad. Por el otro, hay un lugar donde puedo ser lo que soy sin temor a represalias, donde puedo asesinar y ni siquiera provocar un gesto de quienes me rodean, donde incluso se me alienta a hacerlo para proteger ese mundo. Pero lo dejé.

Al caminar hacia el departamento, puedo sentir mi ira contra el pavimento a cada paso. Una mujer acurrucada bajo una pila de mantas sucias me mira al pasar e instintivamente se hunde más en su nido. Al dar la vuelta a la esquina, aparecen dos hombres que me evalúan como presa. Resisto apenas el impulso de gruñirles. Camino más rápido y parecen decidir que no vale la pena perseguirme. No debería estar aquí Debería estar en casa, en la cama, no recorriendo el centro de Toronto a las cuatro de la madrugada. Una mujer normal no estaría aquí. Es otra cosa que me recuerda que no soy normal. No soy normal. Miro la calle a oscuras y puedo leer un pequeño cartel en un poste telefónico a quince metros. No soy normal. Siento un ligero aroma de pan fresco de una panadería que comienza a trabajar a kilómetros de distancia. No soy normal. Me detengo delante de un negocio, me tomo de una barra sobre la vidriera y me alzo. El metal se queja. No soy normal. Nada normal. Repito las palabras en mi mente, flagelándome. La ira aumenta.

En la puerta de mi departamento me detengo y respiro hondo. No debo despertar a Philip. Y si lo hago, no debo permitir que me vea así. No necesito un espejo para saber cómo me veo, con la piel tensa, el color subido, los ojos incandescentes de ira que ahora siempre vienen con el Cambio. Definitivamente nada normal.

Cuando finalmente entro al departamento escucho la respiración de él que me llega desde el cuarto. Aún duerme. Estoy casi en el baño cuando se interrumpe la respiración.

– ¿Elena? -musita adormilado.

– Voy al baño.

Trato de pasar la puerta, pero ahora está sentado, mirándome con su miopía. Frunce el ceño.

– ¿Vestida? -dice.

– Salí.

Un momento de silencio. Se pasa la mano por el pelo oscuro y suspira.

– Es peligroso. Carajo, Elena. Te lo dije la semana pasada. Despiértame e iré contigo.

– Necesito estar sola. Para pensar.

– Es peligroso.

– Lo sé. Lo siento.

Me meto en el baño, y me quedo más de lo imprescindible. Hago de cuenta que uso el inodoro, me lavo las manos con suficiente agua como para llenar un yacuzzi, luego encuentro una uña que necesita de mi atención. Cuando finalmente creo que Philip se ha vuelto a dormir, voy al cuarto. Está encendido el velador. El se encuentra sentado, con los anteojos puestos. Vacilo en la puerta. No me decido a pasar la puerta, meterme en la cama con él. Me odio por eso, pero no puedo hacerlo. El recuerdo de la noche perdura y me siento fuera de lugar.

Como no me acerco, Philip baja las piernas de la cama y se sienta.

– No quise ladrarte -dijo-. Pero me preocupo. Sé que necesitas libertad y trato…

Se detiene, frotándose la boca con la mano. Sus palabras me cortan. Sé que no me quiere reñir, pero lo hace. Para mi es un recordatorio de que estoy jodiendo la cosa, de que tengo suerte de haber encontrado a alguien tan paciente y comprensivo como Philip, pero estoy desgastando su paciencia a velocidad supersónica y parece que no puedo hacer más que esperar a que suceda el desastre.

– Sé que necesitas libertad -dice nuevamente-. Pero tiene que haber otra manera. Quizá podrías salir de mañana. Si prefieres que sea de noche, podríamos ir al lago en el auto. Podrías caminar. Y yo me quedo en el auto y te cuido. Quizá podría caminar contigo. Quedarme veinte pasos detrás de ti. -Logra sonreír.

_Quizá no. Probablemente me arrestarían por cuarentón que anda acechando a una jovenzuela.

Se detiene y luego se inclina hacia delante.

– Ahí, Elena, es cuando tú dices que a los cuarenta y un años no se es ningún cuarentón.

– Ya veremos qué se puede hacer -digo.

No se puede hacer nada. Tengo que correr de noche y tengo que hacerlo sola. No hay manera de llegar a un acuerdo.

Viéndolo sentado al borde de la cama, sé que lo nuestro no tiene futuro. Mi única esperanza es lograr que la relación sea tan perfecta en todos los demás sentidos como para que Philip llegue a aceptar esta excentricidad. Para lograrlo el primer paso tendría que ser que me meta en la cama, lo bese y le diga que lo amo. Pero no puedo hacerlo. Esta noche no. Esta noche soy otra cosa, algo que él no conoce y no podría entender. No quiero ir a él así.

– No estoy cansada -digo-. No me voy a acostar. ¿Quieres desayunar?

Me mira. Vacila y sé que he fallado… otra vez. Pero no dice nada. Vuelve a sonreír.

– Salgamos. Tiene que haber algún lugar abierto en la ciudad a esta hora. Daremos una vuelta hasta encontrar un bar. Tomaremos cinco tazas de café y veremos el amanecer. ¿Está bien?

Asiento. No me atrevo a hablar.

– ¿'Te duchas tú primero? -dice-. ¿O tiramos la moneda?

– Ve tú.

Me besa en la mejilla al pasar. Espero hasta escuchar la ducha y entonces voy a la cocina

A veces me da tanta hambre.

HUMANA

Me quedé parada frente a la puerta antes de llamar. Era el Día de la Madre y yo estaba parada frente a una puerta con un rega1o, lo que habría sido bastante normal si se tratara de un regalo para mi madre. Pero mi madre había muerto hacía mucho tiempo y yo no tenía relación con ninguna de mis madres adoptivas ni, mucho menos, les llevaba regalos. El regalo era para la madre de Philip. Esto también sería normal si Philip estuviera allí conmigo. Pero no. Llamó desde la oficina hace una hora para decir que aún no podía salir y si quería ir sola o prefería esperarlo. Decidí ir sola y ahora estaba parada allí preguntándome si había sido la decisión correcta. ¿Iba una mujer a visitar a la madre de su novio el Día de la Madre sin el antedicho novio? Quizá me esforzaba demasiado. No sería la primera vez.

Las reglas humanas me confunden. No es que me criara en una cueva. Antes de volverme licántropo, ya había aprendido las cosas básicas: cómo llamar a un taxi, manejar un ascensor; pedir una cuenta bancaria, todas las minucias de la vida humana. El problema era la interacción con humanos. Mi niñez había sido bastante jodida. Entonces, cuando estaba al borde de convertirme en adulta, me mordieron y pasé los siguientes nueve años de mi vida con otros licántropos. En esos años tampoco había estado separada del mundo humano. Había vuelto a la universidad, viajado con los demás, incluso tuve varios empleos. Pero siempre habían estado allí, para darme apoyo, protección y compañía. No había tenido que manejarme sola. No había tenido que hacer amigos ni tener amantes ni ir a almorzar con mis compañeros de trabajo. Y no lo hice. El año pasado, cuando rompí con los demás y vine a 'Toronto sola, pensé que amoldarme a la situación sería la menor de mis preocupaciones. ¿Qué podía pasar? Haría lo elemental que había aprendido de niña, mezclado con la capacidad de conversar como una adulta, con un toque de cautela y voilá, m e haría de amigos rápidamente. ¡Ja!

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Jauría»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Jauría» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «Jauría»

Обсуждение, отзывы о книге «Jauría» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.