Dorothy Sayers - Los secretos de Oxford

Здесь есть возможность читать онлайн «Dorothy Sayers - Los secretos de Oxford» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los secretos de Oxford: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los secretos de Oxford»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando Harriet Vane regresa a la Universidad de Oxford, encuentra a los profesores y alumnos de su college nerviosos por los extraños mensajes de un lunático. Con la ayuda de lord Peter Wimsey, Harriet empieza una investigación para desenmascarar al autor de las amenazas.
Una novela de misterio, e incluso de terror, Los secretos de Oxford es también una obra sobre el papel de las mujeres en la sociedad contemporánea, una reflexión sobre la educación y una historia de amor entre dos mentes privilegiadas.
Una de las mejores novelas de misterio del siglo XX y la obra maestra de Sayers, precursora de Patricia Highsmith, Iris Murdoch o A.S. Byatt.

Los secretos de Oxford — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los secretos de Oxford», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Sabe su tío lo del accidente?

– No, a menos que le haya escrito la tía Mary. Mi abuela está en la Riviera, y no creo que a mi hermana se le haya ocurrido. Todavía va a la escuela. El jefe nunca escribe a nadie, y desde luego, mi madre no se molestaría por el tío Peter. Mire, tengo que hacer una cosa. O sea, el pobre ha sido de lo más amable, francamente. ¿Podría escribirle unas líneas en mi nombre, explicándole lo que ha pasado? No quiero que mi familia se entere de esto.

– Por supuesto que sí.

– Dígale que saldaré las malditas deudas en cuanto pueda poner una firma reconocible. Hay que ver. ¡Pensar que tengo carta blanca con el fortunón del tío Peter y que no puedo firmar un cheque! Para partirse de la risa, ¿no? Dígale que… ¿cómo es la frase esa? Sí, que agradezco su confianza y que no lo defraudaré. Oiga, ¿puede darme un poquito de eso que hay en la jarra? Me siento como el rico Epulón en… ¿cómo se llamaba?

Tomó agradecido la bebida fría de un trago.

– ¡No, maldita sea! Tengo que hacer algo. El pobre está realmente preocupado. Creo que puedo medio mover los dedos. Tráigame papel y lápiz y lo intentaré.

– No creo que deba.

– Sí debo, y voy a hacerlo así muera en el intento. Búsqueme algo, sea buena.

Harriet encontró materiales de escritura y sujetó el papel mientras Saint-George garabateaba torpemente unas palabras. El dolor le hizo sudar: un hombro dislocado y vuelto a colocar en su sitio no es precisamente el colmo de la comodidad al día siguiente, pero apretó los dientes y se aplicó a la tarea animosamente.

– Ya está -dijo con una débil sonrisa-. Da verdadera lástima. Ahora depende de usted. Haga lo que pueda por mí, ¿vale?

Quizá Peter supiera cómo tratar a su sobrino, pensó Harriet. El chico tenía una desvergonzada tendencia a considerar suyo el dinero de los demás y, probablemente, si Peter se hubiera limitado a avalarlo, él habría considerado a su tío presa fácil y habría continuado procediendo en los mismos términos, pero en aquellas circunstancias daba la impresión de que estaba dispuesto a pensárselo un poco. Y además poseía algo de lo que ella carecía: el don de la gratitud. La facilidad para aceptar favores podría ser indicio de superficialidad; sin embargo, algo le había costado garrapatear aquella lastimera nota.

Hasta que se retiró a su habitación tras la cena y empezó a escribir a Peter, Harriet no se dio cuenta de lo delicado de su tarea. Dar una breve explicación sobre el encuentro con lord Saint-George y ponerle al corriente del accidente en tono tranquilizador fue un juego de niños. Las dificultades comenzaron con la economía del joven. Redactó el primer borrador con fluidez; tenía un toque de humor y daba a entender al benefactor que sus valiosos bálsamos estaban calculados para romperle la cabeza al receptor, allí donde no se la habían roto ya otros elementos. Se divirtió bastante escribiendo esto último. Al releerlo, la decepcionó ver que tenía cierto tono impertinente e indiscreto. Lo rompió.

Las alumnas estaban haciendo un ruido tremendo, correteando y riendo por el pasillo. Harriet las mandó a paseo mentalmente y se puso a intentarlo de nuevo.

El segundo borrador empezaba con frialdad: «Estimado Peter: te escribo en nombre de tu sobrino, que por desgracia…».

Una vez acabado, daba la impresión de que no tenía en buen concepto ni al tío ni al sobrino y de que estaba deseando desvincularse todo lo posible de sus asuntos. Lo rompió, volvió a maldecir a las alumnas y redactó un tercer borrador.

Cuando lo terminó, parecía un alegato conmovedor y sin duda convincente en favor del joven pecador, pero con muy poco del arrepentimiento y la gratitud que le habían pedido que expresara. El cuarto borrador, que pecaba justo de lo contrario, era simplemente empalagoso.

– Pero ¿qué demonios me pasa? -dijo en voz alta-. ¡Malditas mocosas! ¿Por qué no puedo escribir como es debido sobre un tema concreto?

Una vez formulada la dificultad con una sencilla pregunta; el intelecto imparcial se entregó dócilmente a su tarea académica y proporcionó la respuesta.

– Porque, lo expreses como lo expreses, herirá su orgullo terriblemente.

La respuesta resultó correcta.

Despojado de toda verborrea, lo que tenía que decir era lo siguiente: tu sobrino se ha portado de una forma estúpida y poco honrada, y yo lo sé; se lleva mal con sus padres, y eso también lo sé; me ha hecho confidencias, y aún más, confidencias sobre ti, algo a lo que no tengo derecho; lo cierto es que sé muchas cosas que tú preferirías que no supiera, y no puedes hacer nada por evitarlo.

En realidad, era la primera vez en el transcurso de su relación que Harriet ocupaba una posición de superioridad frente a Peter Wimsey y podía restregar su aristocrática nariz por el barro si lo deseaba. Como llevaba cinco años esperando semejante oportunidad, habría resultado extraño que no se apresurase a aprovecharla. Comenzó el quinto borrador, lenta y laboriosamente.

Querido Peter:

No sé si sabrás que tu sobrino está en el hospital, recuperándose de lo que podría haber sido un terrible accidente de automóvil. Tiene el hombro derecho dislocado y heridas en la cabeza, pero va bien y tiene suerte de no haberse matado. Según parece, chocó contra un poste de telégrafos. No conozco los detalles; quizá tú te hayas enterado por su familia. Lo conocí por casualidad hace unos días, y hasta hoy no me he enterado de lo del accidente, cuando vine a verlo.

Muy bien de momento, pero quedaba lo difícil.

Tiene un ojo vendado y el otro tremendamente hinchado, y por eso me ha pedido que le leyera una carta tuya que acababa de recibir. (Por favor, no vayas a pensar que ha perdido la vista; le he preguntado a la enfermera, y son solo cortes y moratones.) No había nadie que pudiera leérsela, ya que sus padres se han marchado esta mañana de Oxford. Como apenas puede escribir, me pide que te envíe la nota adjunta y que te diga que te lo agradece mucho y que lo siente. Agradece tu confianza y hará exactamente lo que le pides, en cuanto se recupere.

Confiaba en que no hubiera nada que pudiera parecer ofensivo. Al principio había escrito «hará honorablemente lo que pides», pero tachó la segunda palabra: mencionar el honor significaba dar a entender lo contrario. Su conciencia parecía haberse transformado en un centro nervioso en carne viva, sensible al mínimo asomo de insinuación maliciosa en sus propias palabras.

No me quedé mucho tiempo, porque estaba realmente hecho polvo, pero me han asegurado que va progresando. Se empeñó en escribir esta nota, aunque supongo que yo no debería haberle dejado. Volveré a verlo antes de marcharme de Oxford… única y exclusivamente por mí, porque es encantador. Espero que no te importe que te lo diga, aunque estoy segura de que no hace falta que te lo diga.

Afectuosamente,

HARRIET D. VANE

Parece que me estoy tomando muchas molestias con esta historia, pensó mientras releía cuidadosamente la carta. Si tuviera que creer a la señorita De Vine, podría empezar a suponer que… ¡Malditas alumnas!… ¡A quien se le diga que se puede tardar dos horas en escribir una simple carta…!

Metió con decisión la carta en un sobre, escribió la dirección y le puso un sello. No se sabe de nadie que, tras haber puesto un sello de dos peniques y medio, abra el sobre. Ya estaba hecho. Durante las dos horas siguientes se dedicaría a Sheridan Le Fanu.

Trabajó tan contenta hasta las diez y media; se calmó el barullo del pasillo, y las palabras fluían con facilidad. De vez en cuando levantaba la vista del papel, dudando sobre una palabra, y por la ventana veía las luces del Burleigh y el Queen Elizabeth destellando al otro lado del patio, réplicas de las suyas. Muchas, sin duda, iluminaban animadas fiestas, como la del edificio anexo; otras prestaban ayuda a personas que, como ella, estaban entregadas a la esquiva búsqueda del saber, cubriendo de tinta el papel y dudando de vez en cuando sobre una palabra. Harriet se sentía parte viva de una comunidad con un objetivo común.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los secretos de Oxford»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los secretos de Oxford» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los secretos de Oxford»

Обсуждение, отзывы о книге «Los secretos de Oxford» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x