Edmund Crispin - El caso de la mosca dorada

Здесь есть возможность читать онлайн «Edmund Crispin - El caso de la mosca dorada» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El caso de la mosca dorada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El caso de la mosca dorada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una joven y temperamental actriz, a quien la totalidad de su compañía teatral detesta, muere asesinada en Oxford, en extrañas circunstancias, durante los ensayosde una nueva obra. Afortunadamente para la policía el crimen ocurre en la propia Facultad donde Gervase y Fen, hombre de letras y detective aficionado, imparte su enseñanza.
Edmund Crispin se mueve, en EL CASO DE LA MOSCA DORADA, dentro de las características de la novela policiaca inglesa para relatar una historiaen la que también aparecen concomitancias con un antiguo relato de fantasmas.
Esta novela es la primera en la que aparece Gervase Fen, excéntrico detective aficionado, profesor de Inglés y Literatura en St Christopher's College, supuestamente basado en el profesor de Oxford W.E. Moore. El libro contiene abundantes alusiones literarias que van desde la antigüedad clásica a mediados del siglo 20.

El caso de la mosca dorada — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El caso de la mosca dorada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Esto? No, por Dios. Es de… ¿Qué tiene que ver con la muerte de Yseut?

– ¿De quién es?

Helen respondió, evidentemente a su pesar.

– Si no hay más remedio, le diré que es de Sheila McGaw, nuestra directora. Siempre ha sido fuente inagotable de bromas entre nosotros porque es un objeto grotesco y antiestético. Pero…

El inspector asintió con vigorosos cabezazos.

– Se lo pregunté con el único efecto de verificar lo que ya sabíamos. Miss McGaw admitió ser la dueña del anillo. Dice que lo dejó hace dos días en uno de los camerinos. Parece ser -añadió cansadamente, como si le costara creer lo que decía- que cualquiera, del teatro o de fuera, pudo entrar y llevárselo.

– Supongo que sí -admitió Helen-. Como sabrán, en la entrada de artistas no hay portero.

– En efecto. Y si Miss McGaw no miente -añadió el inspector a guisa de exégesis, esta vez dirigiéndose a Nigel-, significa que estamos exactamente en el punto de partida.

– ¡Por amor del cielo! -exclamó Helen-. ¿Quieren decirme qué tiene que ver el anillo con la muerte de Yseut?

– Su hermana lo tenía puesto en un dedo, señorita. Y la evidencia sugiere que quizá se lo colocaron después de muerta.

– ¡Oh! -Helen quedó silenciosa.

– Y ahora, Miss Haskell, ¿podría decirme en qué ocupó su tiempo anoche, entre las seis y las nueve?

– ¿Qué hice? Pues verá, no mucho. Salí de aquí para el teatro a eso de las seis y media, me maquillé, salí a escena al comienzo de la obra (eso sería a las ocho menos cuarto), habré terminado a los diez minutos, volví a mi camerino y leí hasta que llegó el momento de mi segunda entrada, a las nueve menos cuarto, aproximadamente…

– Un momento, Miss Haskell. ¿Debo entender entonces que entre las siete y cincuenta y cinco y las ocho y cuarenta y cinco no estuvo en el escenario?

Por primera vez Helen pareció asustada. Nigel tuvo la sensación de que el estómago se le hundía; todo, factores psicológicos, circunstanciales, evidenciales, indicaban que Helen no había cometido el crimen -hasta en sus sueños más salvajes habría rechazado la posibilidad por inconcebible- y, sin embargo, no pudo reprimir la extraña desconfianza.

– No -dijo Helen.

– Y su camerino ¿lo comparte con alguien?

– Normalmente, sí; pero no esta semana; mi compañera no actúa en esta obra. ¿Está dando a entender que pude abandonar el teatro sin que nadie me viera? Supongo que sí. Todo lo que le puedo decir es que no lo hice -pareció recobrar parte de su confianza-. Créame que solamente por un motivo de tanto peso como un asesinato uno se quitaría el maquillaje para volvérselo a poner a la media hora.

Fue entonces cuando Spencer reapareció, pero con escasa información; no había encontrado ningún papel, salvo dos o tres cartas personales sin importancia y una libreta de direcciones que incluía entre otras la del abogado de Yseut (y que el inspector se guardó en un bolsillo).

– Aparte de eso -dijo el sargento- no hay más que toda esa artillería que usan las mujeres, con perdón de la señorita -Helen lo obsequió con una sonrisa que contenía apreciación de la broma y coquetería femenina en dosis exactas.

El inspector abandonó su asiento.

– Bueno, Miss Haskell, creo que es todo por el momento -dijo-. Muchísimas gracias. Y…, no sé si querrá ver a su hermana… -Helen meneó la cabeza-. Ah, bueno, creo que hace bien dadas las circunstancias. Sin embargo, le pedirán que la identifique en la indagatoria. Creo que será el martes que viene; antes imposible porque da la casualidad que tanto el coroner como su relevo están ausentes -sonrió dulcemente ante aquellas felices pruebas de ineptitud por parte de las altas esferas. Después, volviéndose hacia Nigel, añadió en voz baja-: A título informativo, señor, le diré que la bala que mató a la muchacha salió del revólver que encontramos -Nigel trató de aparentar suficiente interés por tan inútil dato; si a Yseut la habían asesinado, el crimen seguía pareciendo imposible, fuera cual fuese el arma empleada.

– Bueno -siguió diciendo el inspector-, antes de irme echaré una ojeada al otro cuarto. Y si quieren saber mi opinión -agregó, siguiendo un impulso-, aun admitiendo la existencia de algunos puntos oscuros, para mí fue un suicidio. Ése -recalcó- es el punto de vista oficial -el comentario sonó a vaga insinuación del perjuicio que podían ocasionar las actividades extraoficiales. Por fin, con una última y afable inclinación de cabeza, se marchó seguido de Spencer y sus trastos.

Nigel se volvió hacia Helen. La joven estaba un poco pálida. Durante un instante se miraron en silencio; después Helen dijo:

– Querido -y acercó sus labios a los de él.

10

ESPERANZAS MARCHITAS

¿Qué pudo impulsarte en edad critica

A aplastar semejantes esperanzas florecientes

en un escenario?

¿Y valía la pena este asombroso desperdicio de fuerza

Para proclamar al mundo tu falta de cerebro?

Churchill.

Pasaron por lo menos diez minutos antes de que oyeran el golpecito en la ventana. Nigel fue hasta ella, la abrió y miró hacia abajo. Gervase Fen, profesor de Lengua y Literatura Inglesa de la Universidad de Oxford, estaba en la acera, contemplando con aire pesaroso la alcantarilla por donde se había ido para siempre el lápiz que acababa de arrojar contra la ventana. Cuando alzó la vista, empero, parecía estar como de costumbre, de humor excelente. Se había arrebujado en un impermeable gigantesco, y en la cabeza tenía un sombrero indescriptible.

– ¿Puedo subir? -gritó-. A Dios gracias pude eludir al inspector y a sus esbirros. Tengo que ver a Helen. A usted no lo necesito -añadió a guisa de reflexión tardía.

Nigel lo invitó a subir con un ademán, dio con la cabeza en el marco, y soltando una imprecación se apartó de la ventana. Fen trepó los escalones de cuatro en cuatro, y estaba en la habitación cuando Nigel se dio la vuelta.

– No cometa esos excesos -le dijo Nigel, a quien la exhibición atlética tomó desprevenido.

– Me he pasado la mañana -anunció Fen, sin preámbulos- siguiéndole los pasos al bueno del inspector, aplacando los temores despertados por él, suavizando los rencores que desató y en general recogiendo una cantidad de información intrascendente e inútil -se interrumpió, sometiéndose resignado a las exigencias de la cortesía, y sonriendo dijo a Helen-: Bien, bien, ¿qué tal, hija mía? No le doy mi pésame porque sé que es innecesario.

– Bendito sea, Gervase -respondió Helen, jovialmente.

– ¿Desde cuándo se conocen ustedes dos? -inquirió Nigel, entrando en sospechas-. Y… ¿quiere que los deje solos?

– Es un Wahlverwandtschaft, -dijo Fen-. ¿No es cierto, Helen?

– Oh, déjese de payasadas -lo interrumpió Nigel, con aspereza-, y díganos cómo amaneció el enfermo.

– Más o menos como anoche -Fen se desplomó pesadamente en una silla-. Aunque en honor a la verdad han aparecido dos o tres detalles nuevos. Es un asunto muy complicado: engranajes dentro de otros engranajes -inclinó la cabeza con aire misterioso.

– Supongo que comprenden -intervino Helen- que no sé una palabra sobre la forma en que mataron a mi hermana. ¿Qué les parece si uno de ustedes me cuenta los detalles?

La expresión de Fen se tornó grave de improviso.

– Habla tú, Nigel -dijo-. A lo mejor si te oigo veo todo un poco más claro.

De manera que Nigel repitió una vez más aquellos hechos asombrosos, engañadores, improbables. Ninguna luz se hizo por ello en su cerebro; y cuando terminó pidió a Fen aclaraciones y comentarios. El profesor comenzó por hacer una pausa, para encender un cigarrillo; sosteniéndolo entre los dedos manchados de nicotina, esbozó un ademán vago.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El caso de la mosca dorada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El caso de la mosca dorada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El caso de la mosca dorada»

Обсуждение, отзывы о книге «El caso de la mosca dorada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x