Артур Дойл - La guardia blanca

Здесь есть возможность читать онлайн «Артур Дойл - La guardia blanca» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: foreign_antique, foreign_prose, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La guardia blanca: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La guardia blanca»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La guardia blanca — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La guardia blanca», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Sermoncico tenemos, dijo Simón. Pero á bien que en eso de amor al prójimo estoy contigo, padre predicador; porque supongo que incluirás al bello sexo, que no tiene admirador más ferviente que yo. ¡Ah, les petites , como decíamos en Francia, han nacido para ser adoradas! Me alegro de ver que los frailes de Belmonte te han dado tan buenas lecciones, muchacho.

– No, no hablo del bello sexo ni de amor mundano. Lo que quise decir fué que bien pudo el vengativo campesino tener en su corazón menos odio á sus enemigos.

– Es imposible, contestó Simón moviendo la cabeza negativamente. El hombre ama naturalmente á los suyos, á los de su raza. Pero ¿cómo puede comprenderse que un inglés sienta el menor afecto por escoceses ó franceses? No los has visto tú en una de sus correrías, hendiendo cabezas y sajando cuerpos de hermanos nuestros. ¡Por el filo de mi espada! preferiría darle un abrazo al mismo Belcebú antes que estrechar la mano de uno de esos bergantes, aunque se llame el rey Roberto, ó Douglas el Diablo de Escocia, ó sea el mismísimo condestable Bertrán Duguesclín de Francia. Voy sospechando, mon garçon , que los obispos saben más que los abades, ó por lo menos dejan muy atrás á tu abad de Belmonte, porque yo mismo he visto con estos ojos al obispo de Lincoln agarrar con ambas manos un hacha de dos filos y atizarle á un soldado escocés tamaño hachazo que le partió la cabeza en dos, desde la coronilla hasta la barba. Con que si esa es la manera de mostrar amor fraternal, tú dirás.

Ante argumento tan irresistible como el hachazo del obispo se quedó Roger sin réplica y no poco escandalizado.

– ¿Es decir que también habéis hecho armas contra los escoceses? preguntó por fin.

– ¡Pues bueno fuera! El primer flechazo que tiré desde las filas, y á matar, fué allá por Milne, un pedregal escocés lleno de cañadas y vericuetos. Nos mandaban Berwick y Copeland, el mismo que después hizo prisionero al rey de aquellos montañeses. Buena escuela, recluta, buena escuela es aquella para gente de guerra, y siento que antes de llevarte á Francia no hayas dado un paseo por aquellos riscos.

– Tengo entendido que son los escoceses buenos guerreros, observó Tristán.

– Fuertes y sufridos; no adelantan durante el combate, pero tampoco huyen, sino que se aguantan á pie firme, dando cada toque que saca chispas de cascos y coseletes. Con el hacha y la espada de combate no tienen igual, pero son muy malos ballesteros, y lo que es con el arco, no se diga. Además, los escoceses son por lo general muy pobres, aun sus jefes, y pocos de ellos pueden comprarse una cota de malla tan modesta como la que yo llevo puesta. De aquí que luchen con gran desventaja contra nuestros caballeros, muchos de los cuales llevan encima yelmos, petos, manoplas y cotas que representan el valor de cuatro ó seis mayorazgos escoceses. Hombre por hombre, con iguales armas, son tan buenos soldados como los mejores de Inglaterra y de toda la cristiandad.

– ¿Y qué nos decís de los franceses?

– Son también combatientes de gran pujanza. Nuestras armas han sido muy afortunadas en Francia, mas no por eso hay que tener en menos á sus soldados. Los he visto pelear en campo abierto y encerrados en sus fortalezas, en asaltos, emboscadas, salidas, sorpresas nocturnas, duelos, justas y torneos; y puedo aseguraros, muchachos, que tienen el corazón valiente y el brazo duro. Entre los caballeros que seguían á Duguesclín podría citaros en este momento una veintena capaces de romper lanzas, sin desventaja, con los más brillantes paladines de Inglaterra. En tanto el pueblo, agobiado con tributos y gabelas, sufre, trabaja y calla, y vive como Dios le da á entender.

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La guardia blanca»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La guardia blanca» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La guardia blanca»

Обсуждение, отзывы о книге «La guardia blanca» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x