Carlos Castaneda - El Segundo Anillo De Poder

Здесь есть возможность читать онлайн «Carlos Castaneda - El Segundo Anillo De Poder» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Эзотерика, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Segundo Anillo De Poder: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Segundo Anillo De Poder»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La vida transcurre en diversas dimensiones. Este libro las explora a todas, introduciéndose en un mundo extraño y alucinante de la mano de Carlos, aprendiz de hechicero. Lucha o iniciación mágica, rito o realidad, poco importa que los hechos sucedan verdaderamente o no sean más que símbolos de un conflicto interior desencadenado por las tendencias contradictorias del ser y narrado con una imaginación desbordante que crea sin cesar mundos paralelos y situaciones insospechadas. El segundo anillo del poder es una de las obras más celebradas de Carlos Castaneda."Si los libros de Castaneda son una obra de ficción literaria, lo son de una manera muy extraña: su tema es la derrota de la antropología y la victoria de la magia."
Octavio Paz.

El Segundo Anillo De Poder — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Segundo Anillo De Poder», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Lo vi con toda claridad. Tenía razón; don Juan me había hecho sentar frente al fuego cientos de veces. El humo me irritaba la garganta y los ojos hasta el punto de que me aterrorizaba verle coger ramas secas. El afirmaba que debía aprender a controlar la respiración y sentir el humo con los ojos cerrados. Así podría respirar sin sofocarme.

La Gorda aseveró que el humo había ayudado a Josefina a ser etérea y esquiva en sumo grado, y que no tenía la menor duda de que también había contribuido a aliviar mi enfermedad mental, cualquiera que ésta fuese.

– El Nagual afirmaba que el humo lo quita todo -prosiguió la Gorda -. Le hace a uno claro y franco.

Le pregunté si sabía cómo había que proceder para que el humo pusiera en evidencia lo que una persona ocultaba. Me respondió que era muy fácil para ella, porque había perdido la forma, pero que ni las hermanitas ni los Genaros eran capaces de hacerlo, a pesar de haber presenciado el procedimiento, realizado por el Nagual o por Genaro, cientos de veces.

Me interesaba conocer la razón por la cual don Juan nunca me había mencionado el tema, a pesar de haberme ahumado como un pescado seco en buen número de ocasiones.

– Lo hizo -dijo la Gorda con su acostumbrada seguridad-. Es más: te enseñó a escrutar la niebla. Nos contó que en cierta oportunidad habían ahumado un lugar de las montañas y visto aquello que se escondía tras el paisaje. Estaba embelesado.

Recordé una exquisita distorsión visual, una alucinación pasada, que consideraba producto de la acción cruzada de una muy densa niebla y una tormenta eléctrica que habían tenido lugar simultáneamente. Les narré el episodio y agregué que don Juan jamás me había enseñado nada, al menos directamente, acerca de la niebla ni el humo. Se había limitado a encender fuegos o guiarme hacia los bancos de niebla.

La Gorda no dijo nada. Se puso de pie y volvió a la cocina. Lidia sacudió la cabeza e hizo un chasquido con la lengua.

– Eres completamente idiota -dijo-. El Nagual te lo enseñó todo. ¿Cómo crees posible, en caso contrario, haber llegado a ver lo que nos acabas de contar?

Un abismo separaba nuestros distintos modos de entender la enseñanza. Les dije que si yo les enseñase algo que supiera, como conducir un coche, lo haría paso a paso, asegurándome de que comprendiesen todas y cada una de las facetas del procedimiento global.

La Gorda retornó a la mesa.

– Eso sólo se puede hacer cuando el brujo enseña algo relativo al tonal -afirmó-. Cuando se trata del nagual, debe dar la instrucción, es decir, mostrar el misterio al guerrero. Y nada más. El guerrero que recibe los misterios debe ganar su derecho al conocimiento como instrumento de poder haciendo aquello que le ha sido descubierto.

»El Nagual te reveló más misterios que a todos nosotros. Pero eres muy perezoso, como Pablito, y prefieres seguir sumido en la confusión. El tonal y el nagual son dos mundos diferentes. En uno se habla, en el otro se actúa.

Cuando terminó de hablar sus palabras cobraron sentido para mí. Comprendí lo que quería decir. Regresó a la cocina. Revolvió algo en una olla y se acercó nuevamente.

– ¿Por qué eres tan imbécil? -me preguntó Lidia directamente.

– Está vacío -replicó Rosa.

Me hicieron poner de pie y exploraron mi cuerpo con los ojos hasta bizquear. Me palparon la región umbilical.

– Pero, ¿por qué sigues estando vacío? -preguntó Lidia.

– Sabes lo que debes hacer, ¿no? -agregó Rosa.

– Estuvo loco -les dijo Josefina-. Debe estarlo todavía.

La Gorda vino en mi ayuda, explicándoles que yo aún estaba vacío por la misma razón por la cual ellas no habían perdido la forma. En el fondo, aunque no lo reconociéramos, ninguno de nosotros deseaba el mundo del Nagual. Teníamos miedo y estábamos llenos de segundos pensamientos. En síntesis, no éramos mejores que Pablito.

No dijeron palabra. Las tres parecían estar muy turbadas.

– Pobre Nagualito -me dijo Lidia en un tono que revelaba auténtico interés-. Estás tan asustado como nosotras. Yo finjo ser dura, Josefina finge estar loca, Rosa finge tener mal genio y tú finges ser estúpido.

Rieron y, por primera vez desde mi llegada, tuvieron un gesto de camaradería para conmigo. Me abrazaron, descansando la cabeza en mi cuerpo.

La Gorda se sentó frente a mí y las hermanitas lo hicieron a su alrededor. Tenía a las cuatro delante.

– Ahora podemos hablar acerca de lo sucedido esta noche -dijo-. El Nagual me dijo que si sobrevivíamos al último contacto con los aliados ya no volveríamos a ser los mismos. Los aliados nos hicieron algo hoy. Nos han rechazado.

Me tocó con suavidad la mano con que escribía.

– Esta fue una noche especial para ti -prosiguió-. Todos, incluidos los aliados, nos lanzamos en tu ayuda. El Nagual lo hubiese querido. Esta noche viste todo el camino.

– ¿Lo crees? -pregunté.

– Ya estás de nuevo -comentó Lidia. Todas rieron.

– Háblame de mi ver , Gorda -insistí-. Sabes que soy idiota. No debe haber malentendidos entre nosotros.

– De acuerdo -dijo-. Te comprendo. Esta noche vistes a las hermanitas.

Les dije que también había presenciado acciones increíbles realizadas por don Juan y don Genaro. Les había visto con la misma claridad con que acababa de ver a las hermanitas, pero don Juan y don Genaro siempre habían llegado a la conclusión de que no había visto . Me costaba, en consecuencia, precisar en qué sentido eran diferentes los actos de las hermanitas.

– ¿Quieres decir que no las viste colgadas de las líneas del mundo? -inquirió.

– No, no las vi.

– ¿No las viste colarse por la grieta que separa los mundos?

Les conté lo que había observado. Me escucharon en silencio. Cuando finalicé la Gorda parecía estar al borde de las lágrimas.

– ¡Qué lástima! -exclamó.

Se puso de pie, rodeó la mesa y me abrazó. Sus ojos eran claros y serenos. Comprendí que no me guardaba rencor.

– Es parte de nuestro destino el que estés obstruido -dijo-. Pero sigues siendo el Nagual para nosotras. No te molestaré con feos pensamientos. Al menos, de eso puedes estar seguro.

Comprendí que lo decía de verdad. Me hablaba desde un nivel en que yo sólo había visto a don Juan. Había insistido en atribuir su talante a la pérdida de la forma humana; ciertamente, era un guerrero sin forma. Me recorrió una oleada de profundo cariño hacia ella. Estaba a punto de llorar. Fue en ese instante, al percibir que estaba ante un maravilloso guerrero, que me sucedió algo sumamente curioso. Tal vez la mejor forma de describirlo consista en decir que me estallaron los oídos inesperadamente. Salvo por el hecho de que sentí el estallido en medio del cuerpo, exactamente debajo del ombligo, con más intensidad que en los oídos. Una ráfaga caliente recorrió mi cuerpo. Y de pronto recordé algo que jamás había visto. Como si una memoria ajena hubiese tomado posesión de mí.

Recordé a Lidia, aferrada a dos cuerdas rojizas horizontales, andando por la pared. A decir verdad, no caminaba: se deslizaba sobre un denso lío de líneas, sobre las cuales afirmaba los pies. La recordé jadeante y con la boca abierta, debido al esfuerzo que le representaba tirar de las cuerdas rojizas. La razón por la cual había perdido el equilibrio al finalizar su exhibición consistía en que la había visto como una luz que rodeaba el cuarto vertiginosamente; tironeaba de la zona de alrededor de mi ombligo.

También vinieron a mi memoria los actos de Rosa y de Josefina. Rosa realmente había estado allí colgada, asiendo con la mano izquierda largas fibras rojizas verticales pendientes del oscuro techo como hojas de un emparrado. El brazo derecho le servía para mantenerse cogida a otras fibras, también verticales, que parecían ayudarle a conservar la estabilidad. También se sujetaba con los pies. Hacia el final de su demostración semejaba una fosforescencia cerca del techo. El contorno de su cuerpo había desaparecido.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Segundo Anillo De Poder»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Segundo Anillo De Poder» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Segundo Anillo De Poder»

Обсуждение, отзывы о книге «El Segundo Anillo De Poder» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x