Gabriel Márquez - Ojos de perro azul

Здесь есть возможность читать онлайн «Gabriel Márquez - Ojos de perro azul» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ojos de perro azul: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ojos de perro azul»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Otra faz en la narrativa de Gabriel García Márquez. Casi todas las obras de este gran autor se caracterizan por la presencia simultánea de ámbitos aparentemente alejados entre sí. -Además de lo onírico y de la rareza individual- escribe Mario Vargas Llosa a propósito de García Márquez- en este mundo en que lo social, lo político y otros niveles objetivos (como el sexo) parecen arrolladores, tienen cabida hechos y situaciones que por su carácter insólito y pintoresco contrastan con los hechos opresivos, obvios y monótonos que constituye en la vida cotidiana… y sugieren la existencia de "otra" realidad, menos previsible, en la que reinan la fantasía, la extravagancia, cierto tipo de humor. "En ojos de perro azul" el buceo de García Márquez en esa "otra" realidad es hondo y vertiginoso. Ya no se trata de revelarnos un aspecto de realidad placentero y risueño. García Márquez nos enfrenta con esa presencia inevitable que es la muerte, descubriéndola como una parte gemela de nuestro vivir. la muerte vislumbrada en los sueños y luego conocida como experiencia total del alma y del cuerpo la muerte como una constante inminencia que nos revela hasta qué punto nuestro propio ser está formado por aspectos distintos y nunca imaginados.

Ojos de perro azul — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ojos de perro azul», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Este día habrá una transformación en todo esto, porque yo tendré que salir otra vez de la casa para avisarle a alguien que la mujer de las rosas, la que vive sola en la casa arruinada, está necesitando cuatro hombres que la conduzcan a la colina. Entonces quedaré definitivamente solo en el cuarto. Pero en cambio ella estará satisfecha. Porque ese día sabrá que no era el viento invisible lo que todos los domingos llegaba a su altar y le desordenaba las rosas.

(1952)

La noche de los alcaravanes

Estábamos sentados, los tres, en torno a la mesa, cuando alguien introdujo una moneda en la ranura y el Wurlitzer volvió a iniciar el disco de toda la noche. Lo demás no tuvimos tiempo de pensarlo. Sucedió antes de que recordáramos dónde nos encontrábamos: antes de que hubiéramos recobrado el sentido de la orientación. Uno de nosotros extendió la mano por encima del mostrador, rastreando (nosotros no veíamos la mano. La oíamos), tropezó con un vaso y se quedó quieto después, con las dos manos descansando sobre la dura superficie. Entonces los tres nos buscamos en la sombra y nos encontramos allí, en las coyunturas de los treinta dedos que se amontonaban sobre el mostrador. Uno dijo:

– Vamos.

Y nos pusimos en pie, como si nada hubiera sucedido. Todavía no habíamos tenido tiempo para desconcertarnos.

En el corredor, al pasar, oímos la música cercana, girando contra nosotros. Sentimos el olor a mujeres tristes, sentadas y esperando. Sentimos el prolongado vacío del corredor delante de nosotros, mientras caminábamos hacia la puerta, antes de que saliera a recibirnos el otro olor agrio de la mujer que se sentaba junto a la puerta. Nosotros dijimos:

– Nos vamos.

La mujer no respondió nada. Sentimos el crujido de un mecedor, cediendo hacia arriba, cuando ella se puso en pie. Sentimos las pisadas en la madera suelta y otra vez el retorno de la mujer, cuando volvieron a crujir los goznes y la puerta se ajustó a nuestras espaldas.

Nos dimos vuelta. Allí mismo, detrás, había un duro aire cortante de madrugada invisible y una voz que decía:

– Apártense de ahí, voy a pasar con esto.

Nos echamos hacia atrás. Y la voz volvió a decir:

– Todavía están contra la puerta.

Y sólo entonces, cuando nos habíamos movido hacia todos lados y habíamos encontrado la voz por todas partes, dijimos:

– No podemos salir de aquí. Los alcaravanes nos sacaron los ojos.

Después oímos abrirse varias puertas. Uno de nosotros se soltó de las otras manos y lo oímos arrastrarse en la sombra, vacilando, tropezando con los objetos que nos rodeaban. Habló desde algún sitio de la oscuridad:

– Ya debemos estar cerca -dijo-. Por aquí hay un olor a baúles amontonados.

Sentimos otra vez el contacto de sus manos; nos recostamos contra la pared y otra voz pasó entonces pero en dirección contraria.

– Pueden ser ataúdes -dijo uno de nosotros.

El que se había arrastrado hasta el rincón y respiraba ahora a nuestro lado dijo:

– Son baúles. Desde pequeño aprendí a distinguir el olor de la ropa guardada.

Entonces nos movimos hacia allá. El suelo era blando y liso, como de tierra pisada. Alguien extendió una mano. Sentimos un contacto de piel larga y viva, pero ya no sentimos la pared del otro lado.

– Esto es una mujer -dijimos.

El otro, el que había hablado de los baúles, dijo:

– Creo que está durmiendo.

El cuerpo se sacudió bajo nuestras manos; tembló; lo sentimos escurrirse, pero no como si se hubiera puesto fuera de nuestro alcance, sino como si hubiera dejado de existir. Sin embargo, después de un instante en que permanecimos quietos, endurecidos, recostados hombro contra hombro, oímos su voz.

– ¿Quién anda por ahí? -dijo.

– Somos nosotros -respondimos sin movernos.

Se oyó el movimiento en la cama; el crujir y el rastro de los pies buscando las pantuflas en la oscuridad. Entonces imaginamos a la mujer sentada, mirándonos cuando todavía no acababa de despertar.

– ¿Qué hacen aquí? -dijo.

Y nosotros dijimos:

– No lo sabemos. Los alcaravanes nos sacaron los ojos.

La voz dijo que había oído algo de eso. Que los periódicos habían dicho que tres hombres estaban tomando cerveza en un patio donde había cinco o seis alcaravanes. Siete alcaravanes. Uno de los hombres se puso a cantar como un alcaraván, imitándolos.

– Lo malo fue que dio una hora retrasada -dijo-. Fue entonces cuando los pájaros saltaron a la mesa y les sacaron los ojos.

Dijo que eso habían dicho los periódicos, pero que nadie les había creído. Nosotros dijimos:

– Si la gente fue allá debieron ver los alcaravanes.

Y la mujer dijo:

– Fueron. El patio estaba lleno de gente, al otro día, pero la mujer ya se había llevado los alcaravanes a otra parte.

Cuando nos dimos la vuelta, la mujer dejó de hablar. Allí estaba otra vez la pared. Con sólo dar vueltas encontrábamos la pared. En torno a nosotros, cercándonos, estaba siempre una pared. Uno volvió a soltarse de nuestras manos. Lo oímos rastrear otra vez, olfateando el suelo, diciendo:

– Ahora no sé por dónde andan los baúles. Creo que ya andamos por otra parte.

Y nosotros dijimos:

– Ven acá. Alguien está aquí, junto a nosotros.

Lo oímos acercarse. Lo sentimos levantarse a nuestro lado y otra vez nos golpeó su aliento tibio en el rostro.

– Estira las manos hacia allá -le dijimos-. Allí hay alguien que nos conoce.

Él debió extender la mano; debió moverse hacia donde le indicamos, porque un instante después regresó para decirnos:

– Creo que es un muchacho.

Y le dijimos:

– Está bien, pregúntale si nos conoce.

Él hizo la pregunta. Oímos la voz apática y simple del muchacho que decía:

– Sí los conozco. Son los tres hombres a quienes los alcaravanes les sacaron los ojos.

Entonces habló una voz adulta. Una voz de mujer que parecía estar detrás de una puerta cerrada, diciendo:

– Ya estás hablando solo.

Y la voz infantil dijo despreocupadamente:

– No. Es que aquí están los hombres a quienes los alcaravanes les sacaron los ojos.

Se oyó un ruido de goznes y luego la voz adulta, más cercana que la primera vez.

– Llévalos a su casa -dijo.

Y el muchacho dijo:

– No sé dónde viven.

Y la voz adulta dijo:

– No seas de mala índole. Todo el mundo sabe dónde viven desde la noche en que los alcaravanes les sacaron los ojos.

Luego siguió hablando en otro tono, como si se dirigiera a nosotros:

– Lo que pasa es que nadie ha querido creerlo y dicen que fue una falsa noticia de los periódicos para aumentar las ventas. Nadie ha visto los alcaravanes.

Y nosotros dijimos:

– Pero nadie me creería si los llevo por la calle.

Nosotros no nos movíamos; estábamos quietos, recostados contra la pared, oyéndola. Y la mujer dijo:

– Si éste quiere llevarlos es distinto. Después de todo, nadie daría importancia a lo que dijera un muchacho.

La voz infantil intervino:

– Si salgo a la calle con ellos y digo que son los hombres a quienes los alcaravanes les sacaron los ojos, los muchachos me tirarían piedras. Todo el mundo dice por la calle que eso no puede suceder.

Hubo un instante de silencio. Luego la puerta volvió a cerrarse, y el muchacho volvió a hablar:

– Además, ahora estoy leyendo a Terry y los Piratas.

Alguien nos dijo al oído:

– Voy a convencerlo.

Se arrastró hacia donde estaba la voz.

– Eso me gusta -dijo-. Por lo menos, dinos qué le pasó a Terry esta semana.

Está tratando de hacerse a su confianza, pensamos. Pero el muchacho dijo:

– Eso no me interesa. Lo único que me gusta son los colores.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ojos de perro azul»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ojos de perro azul» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Ojos de perro azul»

Обсуждение, отзывы о книге «Ojos de perro azul» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x