Ana Matute - Aranmanoth

Здесь есть возможность читать онлайн «Ana Matute - Aranmanoth» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Aranmanoth: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Aranmanoth»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Completando una especie de tríptico ¿involuntario? junto con La torre vigía (1971, disponible en la actualidad en Lumen) y la magistral e incomprendida en el fandom Olvidado rey Gudú (1997, Espasa), esta Aranmanoth es, más que una novela, una suerte de cuento largo, en el sentido en que a Matute le encantaría que hablásemos de lo que es un cuento. Asumiendo todas las coordenadas del cuento de hadas (la maldición nacida de lo prohibido, la fuga y la persecución, la presencia de la infancia incomprendida, la búsqueda del amor imposible, la aparición de seres de leyenda y los hijos habidos entre éstos y los hombres, la guerra y la crueldad, el paisaje indómito y la ambientación de época medieval), Matute nos cuenta la historia de Aranmanoth, hijo natural del Señor de Lines y de un hada del agua, que recibe un encargo que contiene la semilla de la pérdida de su inocencia: proteger y custodiar a la mujer de su padre, una niña como él. Entre ellos fragua una amistad, camaradería más bien, que no es sino el trasunto de todos los cuentos que en el mundo han sido: el cambio, la pérdida de referentes para una infancia atrapada en un mundo adulto -violento y corruptor- que no está hecho a su medida y al cual acabarán enfrentándose tarde o temprano.
Y de ahí deriva la hermosura de este cuento. Orso, señor de Lines, pierde la inocencia conforme se va haciendo adulto y participa en las campañas bélicas del Conde al cual debe vasallaje, en un proceso de envilecimiento que incluso se traduce en la pérdida de sus agraciadas facciones. La madre de Aranmanoth, la más joven de las hadas del bosque, cae en desgracia ante su especie por culpa de los amores prohibidos con un ser humano. Windumanoth, Mes de las Vendimias, ha perdido el Sur, la cualidad que la distinguía de los rudos moradores de su nuevo hogar, y se encuentra sola en el mundo, sin otra compañía que Aranmanoth, Mes de las Espigas, que no es ni humano ni otra cosa, pero a quien la edad y el devenir inexorable de los acontecimientos obligan a acercarse a su condición menos favorecedora: la de ser humano. Aranmanoth y Windumanoth huyen del mundo adulto y frío buscando el Sur, el mítico Sur que simboliza la infancia perdida y el calor y el sol. En el camino perderán las ilusiones y adquirirán el conocimiento de un hecho: el Sur es una condición, no un lugar. Un paisaje interior inmune al externo.
Amarga y hermosa, Aranmanoth pudiera parecer un inocente cuentito en comparación con la más ambiciosa Olvidado rey Gudú o la decididamente pretenciosa La torre vigía, pero no hace sino plasmar con más crudeza que en ninguna de las obras de Ana María Matute el eterno conflicto entre los deseos y la realidad, entre la voluntad y la renuncia. Obra menor si se quiere, pero no por ello menos recomendable, nos devuelve el placer por la lectura de los cuentos infantiles y al mismo tiempo se erige en uno de los libros fantásticos españoles más bonitos de los últimos años. Plenamente recomendable.

Aranmanoth — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Aranmanoth», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Aranmanoth no llegó a recibir llamada, ni noticia alguna de su padre. Y al día siguiente supo por boca de los sirvientes que Orso había partido nuevamente hacia las tierras del Conde.

En cambio, sí recibió la llamada de Windumanoth. La encontró en su pequeño huerto, abatida y llorosa como nunca antes la viera, y rodeada por sus doncellas, que se miraban las unas a las otras, extrañadas ante la profunda tristeza de su señora. Windurnanoth las despidió al ver a Aranmanoth entrar en el huerto.

Cuando estuvieron a solas ella empezó a llorar. Pero aquel no era un llanto pequeño como el que, a veces, humedece la tierra al amanecer, sino un llanto comparable sólo a la lluvia que precede a una tormenta que, durante horas, ha estado preparándose y al fin estalla.

– Aranmanoth, hermano mío, sácame de aquí -dijo entrecortadamente.

– ¿Qué te ha ocurrido? -preguntó él asombrado-. ¿Quién te ha hecho daño?

– Nadie me ha hecho daño -contestó Windumanoth, tan débilmente que parecía que su voz no surgiera de la garganta sino de la brisa que, en ese momento, acariciaba su rostro.

Estaban solos, muy solos, sentados en un banco de piedra junto al pozo, en el centro del huerto de Windumanoth. Y así descubrieron que las lágrimas, algunas veces, parecen brotar, al contrario de la lluvia, del más escondido corazón de la tierra. juntos, con las manos unidas, y asombrados ante sus propios sentimientos, se asomaban al mundo y lo contemplaban como quien contempla, por primera vez, los insondables misterios de una tormenta.

– No llores más -dijo Aranmanoth-. No puedo soportar tu tristeza.

– ¿Tristeza es lo que siento? -preguntó Windumanoth, buscando los ojos azules del muchacho.

Y como cuando eran niños -y los dos se daban cuenta de que ya no lo eran- ella rodeó con sus brazos a Aranmanoth y le dijo con los labios pegados a su oído:

– Llévame al Sur, Aranmanoth, llévame al Sur.

– ¿Dónde está? -preguntó él.

Windumanoth no supo contestar. Se quedó callada unos segundos y al fin dijo:

– No lo sé. Ya no sé dónde está el Sur. Pero lo recuerdo, y sé que existe.

Guiados por un mismo deseo, treparon nuevamente escaleras arriba hasta lo más alto de la torre desde donde se avistaban los confines de sus tierras. La torre no era más que la memoria ruinosa de un tiempo en que los de Lines se sabían amenazados y en peligro, una época en la que peleaban por mantener una libertad que, con el paso de los años, dejó paso al vasallaje y a la protección del Conde.

Windumanoth se alzó sobre sus pequeños pies y Aranmanoth advirtió que iba descalza y que sus pies eran pequeños y muy blancos, casi tanto como su rostro. El color natural de su piel, que Aranmanoth tan bien conocía, era a la vez rosa y dorado, como las uvas, y tenía su misma tersura de seda. Pero ahora las pestañas de Windumanoth brillaban inundadas de gotas de agua, como él sabía que amanecía la hierba antes de salir el sol. Y recordó aquel amanecer, cuando regresaba del bosque tras haber salvado con sus palabras y su decisión a la muchacha que iba a ser quemada en la hoguera; recordó cómo el bosque se teñía de colores dorados a medida que surgía el sol en el horizonte, y vio las gotas que olvida el rocío sobre la hierba y los helechos, y recordó también su propio llanto y las palabras del poeta a su lado. Y parecía regresar aquella insospechada fuerza, nunca antes conocida, que había brotado de su interior aquella noche.

– Aranmanoth, hermano mío, llévame al Sur -repitió Windumanoth.

De pronto, al escuchar la palabra «hermano» revivían en él las débiles palabras de la muchacha a la que salvó de la hoguera, y escuchó una voz que murmuraba en su interior: «Tal vez para esto has llegado hasta aquí, Aranmanoth…». Aunque no entendía cabalmente lo que esa voz le decía, ni siquiera el eco que arrastraba, lo cierto es que algo levantó su ánimo y su corazón deseaba huir de su prisión.

Y así fue como alegremente -porque la tristeza se había agazapado en algún lugar de la torre, tal vez entre las almenas vejadas por el tiempo-, Aranmanoth dijo:

– Indícame dónde está el Sur y yo te conduciré. Mientras yo viva, nadie impedirá que llegues a él.

Se acercaron aún más a las almenas y atisbaron la tierra que se extendía a su alrededor. En aquel momento Aranmanoth se dio cuenta -y ella también, puesto que lo miraba asombrada- de lo mucho que habían crecido desde la última vez que subieron a la torre. Contemplaron el mundo y sus miradas se perdían en el horizonte, deseando quizá ir más allá, más allá de cuanto habían sido sus vidas hasta aquel momento.

Un gran silencio emanaba de cuanto alcanzaban sus ojos. Era el silencio que a veces se apodera de la tierra y de las gentes que la habitan, hasta de la hierba y de las diminutas criaturas que la recorren. Era un silencio tan grande que parecía desprenderse del cielo y eternizarse o desaparecer en el parpadeo de un niño o en la irreversible soledad de la vejez y los recuerdos.

Windumanoth rompió el silencio que pareció quebrarse como el cristal. Pero no fue su voz lo que provocó el estallido, sino su brazo desnudo, que señalaba un camino confuso y oscuro. Dirigía su brazo y su mano abierta hacia algún punto remoto, más allá de los bosques que les rodeaban:

– Allí… Aranmanoth, allí está el Sur.

Una súbita alegría detuvo el temblor del miedo que antes la aprisionaba y se adueñó de los corazones de los dos muchachos que miraban extasiados hacia lo lejos, en busca del camino de sus deseos: el camino que les llevaría al Sur.

– Te doy mi palabra de guardián, y de amigo: te conduciré hasta allí -dijo Aranmanoth.

Y ninguno de los dos pensaba en aquel momento en Orso, ni en el matrimonio de Windumanoth, ni en el joven poeta de ojos negros. Ni siquiera pensaban en las mujeres que hilaban en las ruecas o en las voces y advertencias que brotaban de sus historias. Sólo eran ellos dos, de pronto libres, como si en lugar de abandonar las almenas y, corriendo, descendieran las escaleras de la torre, hubieran podido navegar sobre el aire y la luz que les empujaba.

Aquel mismo día llegaron los vencejos y las golondrinas. Todo el aire se llenó de gritos, de una alegría, quizá imperceptible para muchos, pero no para Aranmanoth. Él era capaz de comprender el lenguaje de los pájaros, y ahora el cielo se llenaba de mensajes que él recogía y descifraba naturalmente. En aquel momento, la alegría lo era todo: el olor del aire, los ruidos de la casa, la voz de los sirvientes, los aullidos de Aranwin, e incluso los humos y olores de la cocina y las risas de las campesinas que llevaban pan a los hombres que trabajaban los campos.

Todas las cosas que hasta aquel momento parecían cotidianas y vulgares se transformaban en alegría. La tristeza se ovillaba en un rincón; se agazapaba, acaso dormitaba, pero no moría. Aranmanoth se había olvidado de ella y le alegraba cada paso que daban sus pies, y de cada grito, de cada voz que percibían sus oídos, y de cada nube que, por pequeña que fuera, cruzaba el cielo.

Así, poco después, solo, silenciosamente, hurtándose de toda mirada, Aranmanoth trepó de nuevo a la torre. Asomó sus ojos hacia el mundo -o hacia lo que a él le parecía que era el mundo- y centró su mirada en aquel punto que, sobre bosques y montañas, suponía que se abría la ruta hacia el Sur.

De regreso a su cámara repasó mentalmente cuanto, a su juicio, podrían necesitar en su viaje. Necesitaban, ¿qué necesitaban? No lo sabía. Para sí mismo pocas cosas, pero ¿y para ella?

Windumanoth se sentía tan confusa y excitada como él.

– ¿Qué necesitamos? -preguntó.

– Nuestras cosas -contestó Aranmanoth dubitativo-. Nuestras cosas somos nosotros dos. No necesitamos nada más.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Aranmanoth»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Aranmanoth» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Aranmanoth»

Обсуждение, отзывы о книге «Aranmanoth» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x