Isabel Allende - El Bosque de los Pigmeos

Здесь есть возможность читать онлайн «Isabel Allende - El Bosque de los Pigmeos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Bosque de los Pigmeos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Bosque de los Pigmeos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Alexander Cold sabe muy bien que su abuela Kate siempre está en busca de una nueva aventura. Cuando la International Geographic le pide que escriba un artículo sobre los primeros safaris africanos llevados por elefantes, Kate, Alexander y Nadia -junto con el equipo de fotógrafos de la revista- deciden adentrarse en las ardientes planicies de Kenya.
Sin embargo, no tardan en conocer a un misionario católico que se acerca a ellos para preguntarles si han visto a sus compañeros que, misteriosamente, han desaparecido. Kate, Alexander, Nadia y todo el equipo de la International Geographic deciden ayudarle. Contratan a un piloto local que los lleva a las pantanosas junglas de Ngoubé. Ahí descubren una tribu de pigmeos que se revela ser un feroz y sorprendente mundo de corrupción, esclavitud y crueldad.
Con la ayuda de los poderes mágicos de sus animales totémicos, Jaguar y Águila, Alexander y Nadia se lanzan en una asombrosa y espectacular lucha por restaurar la libertad, y devolver el poder a las manos acertadas.
El último tomo de la aclamada trilogía de Isabel Allende narra las aventuras de Jaguar y Águila en una tierra exótica, poblada de espíritus y seres misteriosos y cuenta la historia de la evolución de una extraordinaria amistad.

El Bosque de los Pigmeos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Bosque de los Pigmeos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Cuando por fin los luchadores se decidieron a atacarse, las hojas de los cuchillos brillaron un instante en la luz de las antorchas antes de descender sobre los cuerpos. Dos gritos simultáneos desgarraron la noche y ambos muchachos cayeron, uno revolcándose por el suelo y el otro a gatas, con el arma todavía en la mano. La luna pareció detenerse en el cielo, mientras la población de Ngoubé retenía el aliento. Durante largos minutos el joven que yacía por tierra se estremeció varias veces y luego quedó inmóvil. Entonces el otro soltó el cuchillo y se postró con la frente en el suelo y los brazos sobre la cabeza, convulsionado de llanto.

Mbembelé se puso de pie, se acercó con estudiada lentitud y con la punta de la bota le dio la vuelta al cuerpo del primero, enseguida desenfundó la pistola que llevaba en el cinturón y apuntó a la cabeza del otro joven. En ese mismo instante Angie Ninderera se lanzó hacia el centro de la plaza y se colgó del comandante con tal celeridad y fuerza, que lo tomó de sorpresa. La bala se estrelló en el suelo a pocos centímetros de la cabeza del condenado. Una exclamación de horror recorrió la aldea: estaba absolutamente prohibido tocar al comandante. Nunca antes se había atrevido alguien a ponerse frente a él en aquella forma. La acción de Angie produjo tal incredulidad en el militar, que demoró un par de segundos en sacudirse el estupor, eso le dio tiempo a ella de colocarse delante de la pistola, bloqueando a la víctima.

– Dígale al rey Kosongo que acepto ser su esposa y quiero la vida de estos muchachos como regalo de bodas -dijo la mujer con voz firme.

Mbembelé y Angie se miraron a los ojos, midiéndose con ferocidad, como un par de boxeadores antes del combate. El comandante era media cabeza más alto y mucho más fuerte que ella, además tenía una pistola, pero Angie era una de esas personas con inquebrantable confianza en sí misma. Se creía bella, lista, irresistible y tenía una actitud atrevida, que le servía para hacer su santa voluntad. Apoyó sus dos manos sobre el pecho desnudo del odiado militar -tocándolo por segunda vez- y lo empujó con suavidad, obligándolo a retroceder. Acto seguido lo fulminó con una sonrisa capaz de desarmar al más bravo.

– Vamos, comandante, ahora sí que acepto un trago de su whisky -dijo alegremente, como si en vez de un duelo a muerte hubieran presenciado un acto de circo.

Entretanto el hermano Fernando, seguido por Kate y Joel González, se acercaron también y procedieron a levantar a los dos muchachos. Uno estaba cubierto de sangre y se tambaleaba, el otro inconsciente. Los sostuvieron por los brazos y se los llevaron casi a rastras hacia la choza donde estaban alojados, mientras la población de Ngoubé, los guardias bantúes y los Hermanos del Leopardo observaban la escena con el más absoluto asombro.

13 David y Goliat

La reina Nana-Asante acompañó a Nadia y Alexander por la delgada huella en el bosque, que unía la aldea de los antepasados con el altar donde aguardaba Beyé-Dokou. Aún no salía el sol y la luna había desaparecido, era la hora más negra de la noche, pero Alexander llevaba su linterna y Nana-Asante conocía el sendero de memoria, porque lo recorría a menudo para apoderarse de las ofrendas de comida que dejaban los pigmeos.

Alexander y Nadia estaban transformados por la experiencia vivida en el mundo de los espíritus. Durante unas horas dejaron de ser individuos y se fundieron en la totalidad de lo que existe. Se sentían fuertes, seguros, lúcidos; podían ver la realidad desde una perspectiva más rica y luminosa. Perdieron el temor, incluso el temor a la muerte, porque comprendieron que, pasara lo que pasara, no desaparecerían tragados por la oscuridad. Nunca estarían separados, formaban parte de un solo espíritu.

Resultaba difícil imaginar que en el plano metafísico los villanos como Mauro Carias en el Amazonas, el Especialista en el Reino Prohibido y Kosongo en Ngoubé tenían almas idénticas a las de ellos. ¿Cómo podía ser que no hubiera diferencia entre villanos y héroes, santos y criminales; entre los que hacen el bien y los que pasan por el mundo causando destrucción y dolor? No conocían la respuesta a ese misterio, pero supusieron que cada ser contribuye con su experiencia a la inmensa reserva espiritual del universo. Unos lo hacen a través del sufrimiento causado por la maldad, otros a través de la luz que se adquiere mediante la compasión.

Al volver a la realidad presente, los jóvenes pensaron en las pruebas que se avecinaban. Tenían una misión inmediata que cumplir: debían ayudar a liberar a los esclavos y derrocar a Kosongo. Para ello había que sacudir la indiferencia de los bantúes, quienes eran cómplices de la tiranía por no oponerse a ella; en ciertas circunstancias no se puede permanecer neutral. Sin embargo, el desenlace no dependía de ellos, los verdaderos protagonistas y héroes de la historia eran los pigmeos. Eso les quitó un tremendo peso de los hombros.

Beyé-Dokou estaba dormido y no los oyó llegar. Nadia lo despertó con suavidad. Cuando vio a Nana-Asante en la luz de la linterna, creyó estar en presencia de un fantasma, se le desorbitaron los ojos y se puso color ceniza, pero la reina se echó a reír y le acarició la cabeza, para probar que estaba tan viva como él; luego le contó que durante esos años había permanecido oculta en el cementerio, sin atreverse a salir por miedo a Kosongo. Agregó que estaba cansada de esperar a que las cosas se arreglaran solas, había llegado el momento de regresar a Ngoubé, enfrentarse con el usurpador y liberar a su gente de la opresión.

– Nadia y yo iremos a Ngoubé a preparar el terreno -anunció Alexander-. Nos las arreglaremos para conseguir ayuda. Cuando la gente sepa que Nana-Asante está viva, creo que tendrá ánimo para rebelarse.

– Los cazadores iremos por la tarde. A esa hora nos espera Kosongo -dijo Beyé-Dokou.

Acordaron que Nana-Asante no se presentaría en la aldea sin la certeza de que la población la respaldaba, de otro modo Kosongo la mataría con impunidad. Ella era la única carta de triunfo con que contaban en ese peligroso juego, debían dejarla para el final. Si lograban despojar a Kosongo de sus supuestos atributos divinos, tal vez los bantúes le perderían el miedo y se levantarían contra él. Quedaban, por supuesto, Mbembelé y sus soldados, pero Alexander y Nadia propusieron un plan, que fue aprobado por Nana-Asante y Beyé-Dokou. Alexander le entregó su reloj a la reina, porque el pigmeo no sabía usarlo, y se pusieron de acuerdo sobre la hora y la forma de actuar.

El resto de los cazadores se reunió con ellos. Habían pasado buena parte de la noche danzando en una ceremonia para pedir ayuda a Ezenji y otras divinidades del mundo animal y vegetal. Al ver a la reina tuvieron al principio una reacción bastante más exagerada que la de Beyé-Dokou. Primero creyeron que era un fantasma y echaron a correr despavoridos, seguidos por Beyé-Dokou, quien procuraba explicarles a gritos que no se trataba de un alma en pena. Por fin regresaron uno a uno, cautelosamente, y se atrevieron a tocar a la mujer con la punta de un dedo tembloroso. Luego de comprobar que no estaba muerta, la acogieron con respeto y esperanza.

La idea de inyectar al rey Kosongo con el tranquilizante de Michael Mushaha fue de Nadia. El día anterior había visto a uno de los cazadores tumbar a un mono utilizando un dardo y una cerbatana parecidos a los de los indios del Amazonas. Pensó que del mismo modo se podía lanzar el anestésico. No sabía qué efecto tendría en un ser humano. Si podía tumbar a un rinoceronte en pocos minutos, tal vez mataría a una persona, pero supuso que, dado su enorme tamaño, Kosongo resistiría. Su grueso manto constituía un obstáculo casi insalvable. Con el arma adecuada se podía atravesar el cuero de un elefante, pero con una cerbatana había que dar en la piel desnuda del rey.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Bosque de los Pigmeos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Bosque de los Pigmeos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Isabel Allende - La Suma de los Días
Isabel Allende
Isabel Allende - Zorro
Isabel Allende
Isabel Allende - LOS CUENTOS DE EVA LUNA
Isabel Allende
libcat.ru: книга без обложки
Isabel Allende
Isabel Allende - Island Beneath the Sea
Isabel Allende
Isabel Allende - La Isla Bajo El Mar
Isabel Allende
Isabel Allende - Ines Del Alma Mía
Isabel Allende
Isabel Allende - Hija de la fortuna
Isabel Allende
Isabel Allende - El Zorro
Isabel Allende
Отзывы о книге «El Bosque de los Pigmeos»

Обсуждение, отзывы о книге «El Bosque de los Pigmeos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x