Menchini, Silvana A.
El renacer del árbol : mi vida / Silvana A. Menchini. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: online
ISBN 978-987-87-0830-0
1. Autoayuda. I. Título.
CDD 158.1
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail: info@autoresdeargentina.com
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
“Para quien haya recibido
una sentencia de Muerte
y se niega a Morir
siempre habrá una Esperanza”.
Agradecimientos
A Dios, por haberme conquistado con aquella enfermedad, pudiendo ser hoy testimonio de que la Muerte no es el punto final de la Vida.
A Melina y Karen, mis Hijas, que le dan sentido a mi Vida.
A mi familia: mi madre, mi padre, mis hermanas/os, mis abuelos/as, a Hugo (Padre de mis hijas), quienes me acompañaron en los momentos de Dolor y Determinación.
A Movimiento Puente, segunda familia, repletos de Amor; Amor basado en la Fe en Dios y Esperanza de Dios.
Al Dr. Federico Ré, quien me abrió las puertas en la Red Sanar.
A Willy, quien me ayudó a lograr la Aceptación a mi Ser y Estar.
A los profesionales de las distintas Escuelas por las que transité durante 28 años.
A Fundación Paliar que despertó en Mí la Pasión por acompañar a los Enfermos en todo sentido.
A Mario Olguín, Maestro-Escritor, quien me guio en la redacción de esta primera obra.
A la Dra. Alejandra Rabadán, neurocirujana, quien obró en mi cerebro; transcribo las palabras redactadas por mi madre:
“Quiero transmitir mi profundo agradecimiento a la Dra. Alejandra Rabadán, que en sus manos angelicales y seguras estuvo la vida de mi hija.
Querida Dra. Siempre recordaré el cansancio en su mirada y en sus manos maravillosas cuando al concluir su accionar se acercó a nosotros para informarnos del éxito en la cirugía.”
de Alicia A. Izarra, mamá de Silvana.
Estimado Lector...
...Mucho se ha dicho y escrito del Misterio de la Vida. No soy yo la persona capacitada para hacer una reflexión sobre el tema. Solo diré que me parece muy estrecho el margen que separa la Vida de la Muerte, la Oscuridad de la Luz, el Silencio del Sonido, la Libertad de la Esclavitud.
Desde esa percepción intentaré expresar en pocas palabras lo que Usted encontrará cuando empiece a recorrer las páginas de esta obra.
El libro Sagrado de Eclesiastés nos dice... “Que hay un Tiempo para Nacer y uno para Morir”. Me atrevería a parafrasear esos Versículos diciendo que también hay “Un Tiempo para Morir y otro para volver a Nacer”. Quizás porque lo que sigue será la historia de un Renacimiento.
El Lector se encontrará con el Testimonio de una persona que ha librado mil combates en el peor de los campos de batalla, que es ese Túnel que separa la Muerte de la Vida, la Cordura de la Locura, el Amor del Odio, el Paraíso del Infierno.
Silvana, a través de un recorrido por episodios determinantes de su Vida y su Salud, nos pondrá frente a una transformación que la llevó desde los Abismos del Silencio y la Oscuridad, a una Resurrección en la Fe.
Sin lugar a dudas es esta una obra que nos transporta desde el Drama del Sufrimiento hasta la Renovación del Espíritu y el Cuerpo.
Jorge Willy Jaime
Prólogo
Querido/a Lector/a... No conozco tu nombre, pero tienes identidad; y si todavía no te reconoces, no sabes quién eres y para qué estás en este camino, en esta Vida, ten presente que Dios-la Vida te concedió un Corazón y una Mente.
Y como siempre expreso a quienes visito o acompaño, es necesario, para vivir en plenitud cada día de la Vida, tener un Corazón que piense y una Mente que ame porque ella elabora los pensamientos: nuestras expresiones. La Mente es astuta y sabe que si el amor la envuelve no pensarás solo en ti, comenzarás a prestar atención a otras personas, no solo de tu familia, al contrario, serán desconocidos.
Personas que contarán su historia y así descubrirás que no solo tú atravesaste o estás vivenciando situaciones críticas, dolorosas y comenzará a fluir el Amor entre tú y ellas.
¡El Amor! Que nace del Corazón, que expande calor; y el Amor cubrirá tu Mente y surgirán otros sentimientos, otras emociones que permitirán modificar los Pensamientos Negativos e Irracionales que tantas veces te invaden.
Entonces, apreciarás la Vida con otros ojos; los ojos de tu Corazón.
Mi historia, mi Vida, atravesó lo detallado: no tenía identidad; al descubrirla no la acepté: me enfadé conmigo misma, me despreciaba, me maltrataba. Sentimientos y Emociones negativos estaban arraigados a mi Corazón y a mi Mente, por lo que el MAL-PENSAR conducía al MAL-ESTAR conmigo misma, con quienes me rodeaban y se acercaban.
La Enfermedad y el Dolor me invadieron, a los cuales hoy, gracias les doy porque pude conocer a otras personas que atravesaban o habían experimentado situaciones semejantes y sin embargo cada mañana le daban gracias a la Vida por despertar, teniendo límites, padeciendo la Enfermedad, el Dolor.
¡Eran, son, Resilientes!
Revivieron y vivían fortalecidos; protegidos por el Ánimo, la Energía; es que su Buen Espíritu en ellos despertó.
También Yo soy Resiliente.
Aprecio y vivo plenamente cada día, porque sé que tal vez mañana, aquí: en la tierra no esté. Entonces, iniciaré una Nueva Vida: llena, resplandeciente, repleta de Amor.
Mal vista, la Muerte,
es la Vida Plena, la Plena Vida;
porque tuve el paso a la otra Vida,
Viví la Muerte en Vida.
Introducción
En el transcurso de la Vida, hasta hoy, habiendo vivido 53 años, he decidido contar mi historia con un único objetivo: “orientar a que descubran que todos atravesamos situaciones críticas, que todos padecemos el Dolor en distintos ámbitos (del Cuerpo, de la Mente... del Corazón) porque la Vida es así; es un andar con tropiezos, con caídas”.
Andar que tal vez, hasta hoy, estás siendo invadido por la bronca, la desilusión, el desgano, la desesperanza y tantos otros sentimientos parecidos.
Pero ¿sabes? Ese lado oscuro de la Vida fue y va de la mano con momentos brillantes, placenteros, felices...
¡Sí!
La Felicidad también te abrazó; lo que ocurre es que ella no es constante, eterna, permanente y no consideres que una vez apegada a ti, estará contigo para siempre.
¡No!
Porque cada día de la Vida experimentarás situaciones alegres y tristes, brillantes y grises.
Vas a traspasar el dolor y a veces nos parece interminable.
Aquí está el error “considerar que nunca finalizará”.
Si haces una mirada al pasado de la Vida descubrirás que también experimentaste numerosos momentos placenteros, felices, y de tiempo prolongado. Lo que sucede es que no les has dado valor, no los apreciaste cuando la Vida te los regaló.
¿Por qué?
Porque nunca estamos conformes; somos exigentes, nos sentimos insatisfechos de los obsequios que la Vida nos otorga:
• Cumpleaños de algún familiar o un amigo.
• Momentos y lugares de placer: parrilladas, mateadas, caminatas, encuentros, vacaciones.
• Festejo de fechas importantes en nuestra historia; llamadas telefónicas o mensajes de personas que creíamos que ya no nos tenían presente; regalos u obsequios inesperados y tantos otros.
Ocasiones fugaces, porque sabemos que tienen un tiempo, por ej.: una fiesta: 8 horas; vacaciones: una semana; un Retiro: 3 días; una parrillada: 6 horas.
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