Besos de tinta
y otras tormentas
Blanca Abril Iniesta
© Blanca Abril Iniesta
© Besos de tinta y otras tormentas
Febrero 2021
ISBN papel: 978-84-685-5593-5
ISBN ePub: 978-84-685-5595-9
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Índice
YA NO QUIERO QUE ME QUIERAS YA NO QUIERO QUE ME QUIERAS Hoz al cuello y moratones van decorando su cuerpo, lágrimas carmín derrama sobre un suelo que está muerto. Mienten. Qué ha pasado con los cielos, esos que te prometía. Ahora solo son infiernos donde caer cada día. Sufres. Jaula de pasión y amores, donde las cuerdas te ahogan. Las paredes son testigo de algo que ya no aminora. Sombras. Gritos desgarrados chillan por un alma que comprenda, que hay amores que nos matan, fantasmas que no nos sueltan. Juntas. La unidad hace la fuerza y ya nunca estarás sola. Álzate contra sus guerras, aunque sea con la voz rota: Ya estoy harta de mentiras sé que nunca cambiarás. No me cuentes más poesías “esta vez y nunca más” Aunque quemes tus inviernos aunque llores primaveras, vete, niño malcriado. Ya no quiero que me quieras.
NOVIEMBRE NOVIEMBRE Te esfumas como mi aliento una mañana de noviembre, en un día de nubes grises y de hojas color café. Rayos de sol reflejados en tus ojos azulados, me recuerdan a un verano que ya nunca va a volver. Las gotas de lluvia empapan nuestra foto en blanco y negro, y tú bajo tu paraguas, ignorando las cenizas de aquel fuego que se apaga, como el fuego del cigarro que, consumido, de las manos se te escapa. Noviembre de tempestades, sentimientos que se alejan, dando paso al frío invierno, que no siente, que no sueña. Domingo descafeinado. Extrañando tu sonrisa, tus canciones de guitarra, tus palabras, ahora frías. Paseos bajo la lluvia, charcos de llantos amargos, otro año se marchita como una rosa en mis manos. Y yo desde mi ventana, viendo los copos caer, el invierno ya ha llegado y tú no vas a volver.
VOLVAMOS VOLVAMOS Volvamos a cuando mi abuela oía bien, a cuando andaba sin ayuda. Volvamos a cuando el mundo era joven. Volvamos. Volvamos a mis padres sosteniendo un bebé en brazos. A cuando la visión era clara y el aire, puro. Volvamos a la primera vez que vi la nieve. Volvamos. Volvamos a cuando no existían las decisiones. A cuando la vida era un juego al que siempre ganábamos. Volvamos al día que nos conocimos. Volvamos. Volvamos atrás en el tiempo, a finales de enero. A cuando de la risa nacía un hada y volar era fácil. Volvamos a sentir la lluvia en nuestro pelo. Volvamos. Queremos volver, pero no podemos. El tiempo avanza, seguro e indeciso. Rápido y lento. El tiempo no regresa, eternidad de momentos. Pero aún podemos recordar, y cuando lo hacemos, volvemos.
TRAZOS TRAZOS Relaciones imprecisas, inconexas. Trazos tímidos de incertidumbre. Besos de tinta que encierran historias que nunca llegan a buen puerto. Océano lleno de emociones y botellas vacías. Ideas ahogadas en miradas cansadas, y que jamás verán el sol. Ansiedad y desesperanza. Frustración, cierto empeño noches en vela, solos tú y yo. Y aún así te tengo miedo. Miedo de dibujarte, escribirte. Miedo de quererte y que jamás seas igual. Miedo a equivocarme, miedo a hacerlo bien… de no hacerlo nunca más. Me obsesionas y no quiero no quererte. Pero sigo sin ser capaz de deshacerte entre mis dedos Café ausente en la leche del vaso que, frio, saboreas desde lejos. – Pero entonces algo cambia. Ideas que empañan la indecisión que me rodea, aparecen, después de brillar su ausencia. Bailamos. Al son de trazos suaves y destellos de cristal. Nos besamos y, de nuevo, nos volvemos a encontrar. – Intento alejarme, pero no puedo, y a ti me vuelvo a enfrentar. Soledad y tiempo muerto me rodean. ¿Por qué vuelvo sin cesar a esta angustia, papel blanco, que no dejas de causar? Tu vacío nunca me llena, y, cuando lleno, quiero más. Serás arte, lo prometo. Pero, hasta entonces, me ahogaré en este mar.
REFLEXIÓN DE UNA NOCHE DE VERANO REFLEXIÓN DE UNA NOCHE DE VERANO Los susurros del viento en tu pelo me contaban mil historias antes de dormir. Y yo, atenta, escuchaba tus cantares como gotas de lluvia en una noche de abril. Escribo poemas, fruto del calor de agosto entre rutas y lenguas desconocidas Y tú encierras en tu mirada los misterios de ciudades dormidas. Relámpago efímero, dueño de tempestades, Cruzaste mis sueños como un suspiro Rompiste todos mis engranajes Y de melancolía rociaste todos mis sentidos. Un recuerdo desdichado, un “ojalá volver”, incrustado en la memoria y que solo tú, tiempo, me obligas a entrever.
DESOLADA ETERNIDAD
NUESTRA TRISTE CIUDAD
EL CRISTAL
MELANCOLÍA
ARENAS MOVEDIZAS
LA TORMENTA
EL TIEMPO EN LA ESTACIÓN
SECRETOS
LOS AMANTES
ÁMSTERDAM
VIENTO DE AGOSTO
SUEÑOS FRUSTRADOS Y AMORES PLATÓNICOS
EL ARTE DE TI
ASFIXIA
SELVA AMAZÓNICA
EL EXTRAÑO
CATARSIS
TORMENTA DE VERANO
SENTIMIENTOS MUDOS
ME PIERDO
NOCHES DE CONTRABANDO
ENTRE LLAMAS
EN RUINAS
A CIEGAS
HUMANOS
ADICTA A TI
VIDAS FRENÉTICAS
ESPEJISMOS
CONTAR ESTRELLAS
ARMA CARGADA
PALABRAS
AGOSTO
LA NOCHE
NO (TE ECHO DE MENOS)
NUESTRO BARCO
NOVIEMBRE OTOÑAL
DOLOROSO Y LIBERADOR
AQUÍ ESTOY YO
ACANTILADOS
EN EL TINTERO
CANCIÓN DE UN ALMA
RESPIRAR ME SABE A POCO
PROSA ENVENENADA
YA NO QUIERO QUE ME QUIERAS
Hoz al cuello y moratones
van decorando su cuerpo,
lágrimas carmín derrama
sobre un suelo que está muerto.
Mienten.
Qué ha pasado con los cielos,
esos que te prometía.
Ahora solo son infiernos
donde caer cada día.
Sufres.
Jaula de pasión y amores,
donde las cuerdas te ahogan.
Las paredes son testigo
de algo que ya no aminora.
Sombras.
Gritos desgarrados chillan
por un alma que comprenda,
que hay amores que nos matan,
fantasmas que no nos sueltan.
Juntas.
La unidad hace la fuerza
y ya nunca estarás sola.
Álzate contra sus guerras,
aunque sea con la voz rota:
Ya estoy harta de mentiras
sé que nunca cambiarás.
No me cuentes más poesías
“esta vez y nunca más”
Aunque quemes tus inviernos
aunque llores primaveras,
vete, niño malcriado.
Ya no quiero que me quieras.
NOVIEMBRE
Te esfumas como mi aliento
una mañana de noviembre,
en un día de nubes grises
y de hojas color café.
Rayos de sol reflejados
en tus ojos azulados,
me recuerdan a un verano que ya nunca va a volver.
Las gotas de lluvia empapan
nuestra foto en blanco y negro,
y tú bajo tu paraguas,
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