El general de división, el teniente coronel nazi y unos periodistas uniformados o vestidos de paisano siguieron buscando por todas partes sin éxito.
— Der unsichtbare Mann! Der unsichtbare Mann! —alguno que otro soltaba gritos, como si esperase a que nuestro camarada le contestase.
Una vez que se marchó Boss con Dangelmaier y Knappenberger, el presidente del consejo del Objektiver Beobachter y jefe industrial del protectorado, Neuhausen, explicó su plan de reubicar la casa de la redacción.
—Sólo el distanciamiento físico garantiza un punto de vista objetivo. Tendremos que encontrar una casa abandonada, un lugar como éste, pero situado en un pueblo aún más perdido —dijo volviéndose hacia la redacción—. Antes de hacerlo tenemos que finalizar la edición del semanario dedicada a la búsqueda de Maričić. Y completarla con la persecución del Invisible y con los crímenes de los ustachi en Batajnica. Tendremos que echarles una mano a los periodistas, esos blandengues —dijo Neubacher, rodeado de periodistas—. Lo peor de todo es que Der unsichtbare Mann conoce la ubicación actual del periódico. Lo peor de todo es que hemos invertido mucho en el Beobachter y ahora nos hemos quedado sin la tirada completa. Lo peor de todo es que el carácter secreto del Beobachter se perdió hace mucho.
—Es culpa mía —dijo Karen Frost desde su silla de ruedas, a lomos de la que, mientras tanto, había salido de la redacción.
—Si no te hubieses postrado, te habríamos echado del trabajo o a lo mejor arrestado. Pero ahora está bien, Karen —Lampersberg trató de consolarla, pero Karen Frost parecía inconsolable, algo que quedaba enfatizado por la imagen de sus elegantes zapatos de medio tacón, con unas rosas en sus pies inmóviles. Las cabezas de los demás alemanes seguían dando vueltas, mirando en todas partes, en el patio, en la redacción, tratando de dar con el Invisible, aunque prácticamente se miraban los unos a los otros.
Este bloque está íntegramente compuesto
por textos publicados en El guarda fronterizo ,
excepto el que lleva por título: «La polémica».
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.