■El nivel de triglicéridos y colesterol malo (LDL) baja, mientras que el de colesterol bueno (HDL) sube, factores que protegen la salud de tu corazón.
■Tu capacidad natural para combatir el cáncer mejora, porque el azúcar es el combustible que las células cancerosas necesitan para sobrevivir. Los estudios indican que la dieta cetogénica muy baja en carbohidratos puede reducir tumores y matarlos de hambre.
■El funcionamiento de tu cerebro se optimiza, ya que las mitocondrias —minúsculos órganos en las células que transforman el combustible en energía— desempeñan mejor su trabajo. De hecho, nuevas y prometedoras investigaciones señalan que, en vista de que la cetosis mantiene en funcionamiento los centros de energía del cerebro, es probable que proteja de devastadores trastornos neurológicos como el mal de Alzheimer y de Parkinson y la epilepsia, e incluso de dolores de cabeza, traumatismos cerebrales y desórdenes del sueño.
¡EN SUS MARCAS, LISTOS, KETO!
Existen varios enfoques de la dieta cetogénica, pero el mío es único. Está diseñado no sólo para poner tu cuerpo en estado de cetosis y quema de grasas, sino también para crear un entorno óptimo para sanar. Por tanto, mi dieta cetogénica no se reduce a tocino y mantequilla; consiste en darle a tu cuerpo las verduras, hierbas, vitaminas y minerales que representan los componentes básicos de la salud.
Los capítulos siguientes contienen toda la información que necesitas para conocer por entero mi dieta cetogénica y sacar el máximo provecho de los próximos treinta días y el resto de tu vida. La Parte I sienta las bases. En ella explicaré, en una forma fácil de digerir, cómo funciona esta dieta y por qué es tan efectiva. Cubriré los principales errores que he visto cometer a otras personas, para que tú evites los escollos más comunes que pueden socavar la efectividad de este régimen. Compartiré impactantes casos de personas, como mi esposa y mis pacientes, que han seguido mi programa Keto36o, el cual consta de la dieta incluida en este libro y de apoyo adicional en línea. (Para más información sobre mi programa Keto36o, visita www.keto360.draxe.com.) Asimismo, te pondré al tanto de los principales alimentos, suplementos, ejercicios y aceites esenciales de mi programa cetogénico, e incluiré una detallada lista de compras e instrucciones para comer fuera de casa y salir de viaje sin que afectes tu dieta.
En la Parte II cavaremos más hondo. Ahí explicaré la manera en que la dieta cetogénica transforma la salud de todo tu cuerpo, hasta llegar a tus células y mitocondrias, mediante el hecho de reducir la inflamación, producir cetonas y equilibrar la insulina. Cubriré cómo puedes favorecer la salud de tu cerebro, hormonas y metabolismo y cómo combatir el cáncer con esta dieta.
La Parte III te dará a escoger entre cinco planes cetogénicos de corto plazo, con base en tus metas de salud y lo lejos que quieras llegar con este régimen: un plan para principiantes, uno avanzado que incluye el ayuno intermitente, otro para veganos, uno más para quienes deseen estimular su colágeno y combatir el envejecimiento y uno último contra el cáncer. Volveré superfáciles todos estos planes dándote acceso a más de ochenta recetas cetogénicas deliciosas.
Sea cual sea el plan que elijas, necesitarás una forma de incorporar a largo plazo en tu vida la dieta cetogénica. Es ahí donde entra en juego el último programa de la Parte III. El plan para un ciclo cetogénico permanente es un método sostenible que te permitirá entrar y salir de la cetosis una y otra vez a fin de que mantengas en el porvenir un cuerpo esbelto, joven y sano.
Me da un gusto enorme que emprendas la lectura de este libro, y te agradezco que hayas decidido sumarte a mi misión de procurar un mundo más fuerte y saludable. Si deseas afianzar tu salud cerebral y neurológica, equilibrar tus hormonas, mejorar tu salud digestiva, perder peso, quemar grasas, aumentar tu energía y sentirte mejor que nunca, mi dieta cetogénica es para ti. Ya es hora de que dejemos atrás la frustración y desaliento de dietas fallidas y una salud en deterioro. Bienvenido a un método mejor.
PARTE I
Conoce la dieta cetogénica

Capítulo 1
La dieta que da resultado cuando no funciona nada más
Necesidad de la nutrición ancestral en el mundo tóxico de hoy
En los veinte años que he dedicado a ayudar a pacientes, amigos y familiares a mejorar su salud, una de las realidades de la dieta que más les sorprenden es que las grasas son cruciales para el cuerpo humano y que los carbohidratos desempeñan un papel menor. Se nos ha hecho creer que los carbohidratos son buenos y las grasas malas. Falso. De los tres macronutrientes contenidos en los alimentos —grasas, proteínas y carbohidratos—, médicos y científicos saben ahora que los únicos no esenciales son los carbohidratos.
Para comprobarlo, basta con que consideres tu cuerpo. Si dejamos fuera el agua, el cuerpo humano promedio se compone de 73% de grasas, 25% de proteínas y 2% de carbohidratos. ¿Te das cuenta de la proporción? Principalmente grasas y casi nada de carbohidratos. Las grasas son decisivas para el óptimo funcionamiento de los 37 billones de células de tu cuerpo. Protegen tus órganos, brindan energía a tu cuerpo y cerebro y desempeñan un papel vital en las señales emitidas por hormonas como la insulina, el estrógeno y la testosterona. No sólo eso; alrededor de 60% de tu cerebro y sistema nervioso se componen de grasas, 125% de las cuales son colesterol. Y aunque pesa apenas 1.360 kilogramos, una fracción muy reducida de tu peso total, tu cerebro utiliza 20% de la energía metabólica y el oxígeno de todo tu organismo.
En este libro te demostraré que consumir más grasas y menos carbohidratos —lo contrario de lo que te han dicho siempre— es la estrategia dietética que puede transformar tu salud. En mi clínica de salud funcional he visto pruebas de que el singular método alto en grasas y muy bajo en carbohidratos que yo describo en La dieta keto puede cambiar la vida de la gente.
A cierto paciente se le prescribió una dieta sin grasas para tratar su enfermedad del corazón. Cuando llegó a verme, se estaba quedando calvo, sus músculos se habían desgastado y le fallaba el hígado. Yo lo sometí a una dieta cetogénica alta en grasas que hizo que recuperara su cabello, recobrara su masa muscular y viera sanar a tal punto su sistema cardiovascular que pudo dejar de tomar todos sus medicamentos para el corazón.
Otra paciente llevaba varios años combatiendo la esterilidad, como resultado de su grave desorden hormonal. Padecía hipotiroidismo y síndrome de ovarios poliquísticos. Yo le prescribí una estricta dieta cetogénica de 30 días, seguida por un plan menos riguroso del ciclo cetogénico. Dos meses después, sus hormonas habían sanado y ella se embarazó.
Traté a un amigo médico al que se le diagnosticó cáncer en la espina dorsal. Sus doctores le dijeron que su única esperanza era la quimioterapia, y que aun así su pronóstico era desconsolador. Yo le sugerí que probara una dieta cetogénica estricta. Esto sucedió hace ocho años; desde entonces ha estado libre de cáncer.
Mi dieta cetogénica ha dado resultado a cientos de pacientes y puede funcionarte a ti. Antes, sin embargo, debes olvidar casi todas las reglas convencionales que te han enseñado acerca de lo que debes comer, porque la mayoría de esas reglas están totalmente equivocadas.
Te dijeron que la clave para bajar de peso es comer menos y hacer más ejercicio.
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